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1. Sacramentos de la Ley antigua
2. La circuncisión
3. El sacerdocio
4. El sacerdocio. Obligaciones
5. El sacerdocio. Funciones
6. El sacerdocio. Clases
7. El sacerdocio. Sectores
8. El sacerdocio. Peculiaridades
9. Sacramentos de la Nueva Ley. Autor
10. Sacramentos. Ministros
11. Sacramentos. Efectos
12. Bautismo. Prefiguraciones
13. Bautismo. Profetizaciones
14. Bautismo de Juan
15. Bautismo. Significaciones
16. Bautismo. Esencia
17. Bautismo. Institución
18. Bautismo. Materia forma, sujeto, ministro
19. Bautismo. Clases
20. Bautismo. Efectos
21. Bautismo. Propiedades
22. Bautismo. Consecuencias
23. Bautismo. Otras características
24. Confirmación
25. Confirmación. Efectos
26. Eucaristía. Prefiguraciones
27. Eucaristía. Profetizado por Cristo
28. Eucaristía. Como alimento
29. Eucaristía. Institución
30. Eucaristía. Necesidad
31. Eucaristía. Como alimento. Efectos
32. Eucaristía. Materia. Forma, Ministro
33. Eucaristía. Presencia real
34. Eucaristía. Disposiciones
35. Eucaristía. Otras realidades
36. Eucaristía. Como sacrificio
37. Eucaristía. Sacrificio. Oferentes
38. Eucaristía. Sacrificio. Efectos
39. Penitencia. Profetización
40. Penitencia. Prefiguración
41. Penitencia. Necesidad
42. Penitencia. Institución y ministros
43. Penitencia. Poder
44. Penitencia. Extensión del poder
45. Penitencia. Modo
46. Penitencia. Contricción y propósito
47. Penitencia. Declaración de los pecados y satisfacción
48. Penitencia. Efectos
49. Penitencia. Atrición
50. Las indulgencias
51. Unción. Prefiguración e institución
52. Unción. Materia, forma, sujeto y ministro
53. Unción. Efectos
54. Orden. Elección y dignidad
55. Orden. Sacramentos,institución
56. Orden. Materia, sujeto, ministro
57. Orden. Fines
58. Orden. Funciones
59. Orden. Efectos
60. Orden sacerdotal
61. Apóstoles sucesores de Cristo (Predicar)
62. Apóstoles sucesores de Cristo (Santificar y regir)
63. Apóstoles sucesores de Cristo (Poderes)
64. Apóstoles sucesores de Cristo (Uso de los poderes)
65. Apóstoles sucesores de Cristo (Otras instituciones)
66. Discípulos de Cristo
67. Matrimonio
68. Matrimonio. Propiedades
69. Matrimonio. Fines
70. Matrimonio. Poligamia. Actos. Licitud
71. Virginidad y matrimonio
72. Sacramentales
1. Sacramentos de la Ley antigua
-Diversas acepciones
-Varios significados
-Prefiguraciones
-Insuficientes para la renovación interior
-Concedían la justicia pero carecían de valor salvífico
-Son cuatro: la circuncisión, el Cordero pascual, las purificaciones y la consagración del pontífice
-La Palabra «Sacramento» se usa con las acepciones siguientes: cosa secreta, misterio y señal de cosa sagrada y oculta.
a) -Cosa secreta.
Bueno es mantener oculto el secreto del Rey... (Tob. 12, 7).
b) -Misterio.
Y sin duda alguna, grande es el Misterio de la piedad: Él ha sido manifestado... (1 Tim. 3, 16).
c) -Señal de cosa sagrada y oculta.
Voy a explicarte el misterio de la mujer y de la Bestia que la lleva,... (Apoc. 17, 7).
-La Palabra «Sacramento» tiene varios significados.
a) -Algo oculto y misterioso en el orden natural.
Bueno es menester oculto el secreto del rey,... (Tob. 12, 7).
...invitándoles a implorar la misericordia del Dios del cielo, acerca de este misterio,... (Dan. 2, 18).
Beltassar, el jefe de los magos, ya sé que tú posees el espíritu del Dios Santo y que ningún misterio ofrece para ti dificultad:... (Dan. 4, 6).
b) -Algo oculto y misterioso en el orden religioso.
Así discurren, pero se equivocan; les ciega su maldad; no conocen los secretos de Dios,... (Sab. 2, 22).
c) -Algo oculto y misterioso en el orden divino.
...dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio... (Ef. 1, 9).
...para dar cumplimiento a la Palabra de Dios, al Misterio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos,... (Col. 1, 25-26).
d) -Símbolo.
Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia (Ef. 5, 32).
La explicación del misterio de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro es ésta: las siete estrellas son los Ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias (Apoc. 1, 20).
Voy a explicarte el misterio de la mujer y de la Bestia que la lleva, la que tiene siete cabezas y diez cuernos (Apoc. 17, 7).
-Durante la Ley mosaica, existían sacramentos que eran una prefiguración del Bautismo, de la Penitencia, de la Eucaristía y del orden sagrado.
a) -Del Bautismo.
...en él fuisteis circuncidados con circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal, por la circuncisión en Cristo (Col. 2, 11).
Aclaración. La circuncisión espiritual instituida por Cristo, que es el bautismo, despoja de todo el cuerpo carnal.
b) -De la penitencia.
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos,... (Jn. 2, 6).
c) -De la Eucaristía.
El primer día de los ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» (Mt. 26, 17).
d) -Del orden sagrado.
Así consagró -Moisés- A Aarón y sus vestiduras, así somos a sus hijos y las vestiduras de sus hijos (Lev. 8, 30).
-Los Sacramentos de la Antiguo Ley eran meros ritos materiales insuficientes para una renovación interior.
a) -Ritos materiales.
De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo (Gál. 4, 3).
b) -Insuficientes.
Todo ello es una figura del tiempo presente, en cuanto que allí se ofrecen dones y sacrificios incapaces de perfeccionar en su conciencia al adorador, y sólo son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre abluciones de todo género, impuestas hasta el tiempo de la renovación (Hebr. 9, 9-10).
-Los Sacramentos de la Antigua Ley concedían solamente la justicia legal y manifestaban la justicia interior, pero carecían de valor y de fuerza salvíficos.
Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor que él os ha conocido ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor a los cuales queréis volver a servir de nuevo? (Gál. 4, 9).
-Los Sacramentos instituidos en la Ley de Moisés fueron cuatro.
a) -La circuncisión.
...en él también fuisteis circuncidados con circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal, por la circuncisión en Cristo (Col. 2, 11).
b) -El convite del Cordero pascual.
El primer día de los Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» (Mt. 26, 17).
c) -Las purificaciones de la Ley Antigua.
Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos,... (Jn. 2, 6).
d) -La consagración del pontífice o de los sacerdotes.
Después Moisés tomó óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar, rició a Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y las vestiduras de sus hijos (Lev. 8, 30).
2. Sacramentos de la Ley antigua. La circuncisión
-Era un rito de la Ley Antigua
-Era un sacramento
-Tenía por autor a Yahvéh
-Era un medio para purificarse del pecado original
-El corazón incircunciso era negarse a convertirse a Dios
-La circuncisión era un Sacramento de la Antigua Ley.
...recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que poseía siendo incircunciso (Rom. 4, 11).
Aclaración. La misma palabra griega «sfragis» sirvió muy pronto para designar por analogía el bautismo cristiano, sacramento de la fe.
-La circuncisión verdadera tenía por autor a Yahvéh, era señal de alianza, suponía la conversión del corazón y la fidelidad interior a Dios.
a) -Tenía por autor a Yahvéh.
Yahvéh tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, de modo que ames a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, para que vivas (Deut. 30, 6).
b) -Era señal de alianza.
Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros -también tu posterioridad-: Todos vosotros varones serán circuncidados. Os circuncidaréis la carne del prepucio, y eso verá la señal de la alianza entre yo y vosotros (Gén. 17, 10-11).
c) - Suponía la conversión del corazón.
Pues la circuncisión, en verdad, es útil si cumples la Ley; pero si eres un transgresor de la Ley, tu circuncisión se vuelve incircuncisión (Rom. 2, 25).
La circuncisión es nada, y nada la incircuncisión; lo que importa es el cumplimiento de los mandamientos de Dios (1 Cor. 7, 19).
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión tienen valor, sino solamente la fe que actúa por la caridad (Gál. 5, 6).
Atención a los perros; atención a los obreros malos; atención a los falsos circuncisos. Pues los verdaderos circuncisos. Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto según el espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús... (Fil. 3, 2-3).
...revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos (Col. 3, 10-11).
d) -La fidelidad interior a Dios.
Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestras cerviz, porque Yahvéh vuestro Dios es el Dios de los dioses y el señor de los señores,... (Deut. 10, 16-17).
Circuncidaos para Yahvéh y extirpad los prepucios de vuestros corazones, hombre de Judá y habitantes de Jerusalén; no sea que brote como fuego mi saña, y arda y no haya quien la apague, en vista de vuestras perversas acciones (Jer. 4, 4).
-La circuncisión constituía para los israelitas varones el medio habitual de purificarse del pecado original, durante el estado de la Ley natural.
Dijo Dios a Abraham: «...Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros -también tu posteridad-: Todos vuestros varones serán circuncidados...» (Gén. 17, 9-10).
Aclaración. El pecado original se perdonaba por el misterio de la circuncisión y así se evitaba el peligro de la condenación. Inocencio III.
-La circuncisión era un rito de iniciación al matrimonio, señal que recordará a Dios su alianza, y el sello de la justicia de la fe.
a) -Rito de iniciador al matrimonio.
...dijeron: «No podemos hacer tal cosa: dar nuestra hermana a uno que es incircunciso, porque eso es una vergüenza para vosotros. Tan sólo os la daremos a condición de que os hagáis como nosotros circuncidándose todos vuestros varones. Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos para nosotros las vuestras,... (Gén. 34, 14-16).
...ella había dicho: «esposo de mi sangre», por la circuncisión (Ex. 4, 26).
b) -Señal que recordará a Dios su alianza.
Dijo Yahvéh a Moisés y a Aarón: «Estas son las normas sobre la Pascua: ...Todo siervo, comprado por dinero, a quien hayas circuncidado, podrá comerla...ningún incircunciso podrá comerla» (Ex. 12, 43-44 y 48).
Cuando acabó de circuncidarse toda la gente, se quedaron descansando en el campamento hasta que se curaron; y dijo Yahvéh a Josué: «Hoy he quitado de encima de vosotros el oprobio de Egipto» (Jos. 5, 8-9).
Aclaración. Este «oprobio» consiste en el hecho de ser incircuncisos.
c) -El sello de la justicia en la fe.
...y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia de la fe que poseía siendo incircunciso (Rom. 4, 11).
-Tener el corazón incircunciso era negarse a convertirse a Dios.
Entonces se humillará su corazón incircuciso y aceptarán el castigo de su iniquidad (Lev. 26, 41).
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! (Hch. 7, 51).
3. Sacramentos de la Ley antigua. El Sacerdocio.
-Dios elige a quien quiere
-Ungido y sus manos consagrados
-Desde el siglo 4º eran ungidos en la cabeza para consagrarlos
-Uno sólo mandaba en los asuntos de Yahvéh
Dios elige y llama a quienes él quiere.
Dijo Moisés a Coré: «Oídme, hijos de Leví. ¿Os parece poco que el Dios de Israel os haya apartado de la comunidad de Israel para poner junto a sí, prestar el servicio a la Morada de Yahvéh y estar al frente de la comunidad atendiendo al culto en su lugar? Te ha puesto junto a sí, a ti y a todos tus hermanos, los hijos de Leví, y ¡todavía se os ha antojado el sacerdocio! (Núm. 16, 8-10).
Sed, pues, santos par mí, porque yo, Yahvéh, soy santo, y os he separado de entre los pueblos, para que seáis míos (Lv. 20, 26).
En fidelidad y mansedumbre le santificó,
le eligió entre toda carne (Si. 45, 4).
-El Sacerdote del Antiguo Testamento era ungido y sus manos consagradas.
Hará la expiación el sacerdote ungido y de manos consagradas para ejercer el sacerdocio como sucesor de su padre:... (Lev. 16, 32).
-Desde el siglo cuatro, los sacerdotes eran ungidos en la cabeza para consagrarlos.
Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo culpable al pueblo, entonces ofrecerá a Yahvéh por el pecado que ha cometido un novillo sin defecto, como sacrificio por el pecado (Lev. 4, 3).
Después Moisés...derramando óleo de la unción sobre la cabeza de Aarón, le ungió para consagrarlo (Lev. 8, 12).
Aclaración. La falta del sumo sacerdote implicaba una culpabilidad colectiva de la nación.
Hará la expiación el sacerdote ungido y de manos consagradas para ejercer el sacerdocio como sucesor de su padre:... (Lev. 16, 32).
-Un sólo sacerdote y pontífice mandaba en los asuntos de Yahvéh en la Ley Antigua.
Amarías, como sacerdote, será vuestro jefe en todos los asuntos de Yahvéh;... (2 Cro. 19, 11).
4. Sacramentos de la Ley antigua. El Sacerdocio. Obligaciones
-Llamado a la Santidad
-Los legistas la definen
-Los Profetas las describen
-No tomarán por esposa ni prostituta, ni profanada ni repudiada
-No podían seguir ciertas costumbres paganas
-El Sacerdote del Antiguo Testamento es llamado a la Santidad.
Moisés dijo entonces a Aarón: «Esto es lo que Yahvéh ha declarado diciendo: Entre los cercanos a mí mostraré mi santidad,...» (Lev. 10, 3).
Santos han de ser para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios, pues son ellos los que presentan los manjares que se han se abrasar para Yahvéh, el alimento de su Dios; han de ser santos (Lev. 21, 6).
Le tendrás por santo, porque él es quien presenta el alimento de tu Dios; por tanto será santo para ti, pues santo soy yo, Yahvéh, el que os santifico (Lev. 21, 8).
Tus sacerdotes se vistan de justicia,
griten de júbilo tus amigos (Sal. 132, 9).
-Los legistas definen la santidad de los sacerdotes.
...no llevará desgreñada su cabellera,
ni rasgará sus vestidos,
ni se acercará a ningún cadáver; ni siquiera por
su padre o por su madre puede hacerse impuro..
No saldrá del santuario para no profanar el santuario de su Dios; pues lleva sobre sí la consagración del óleo de la unción de su Dios.
Yo, Yahvéh.
Tomará una virgen por esposa,
No se casará con viuda ni repudiada ni profanada
por prostitución, sino que
tomará por esposa una virgen de entre su pueblo.
No profanará su descendencia entre su pueblo,
pues soy yo, Yahvéh, el que le santifico (Lev. 21, 10-15).
-Los Profetas describen las obligaciones de los sacerdotes de su tiempo.
Sacerdotes vinculados al linaje de Sadoq.
Ellos entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme;
ellos se encargarán de mi ministerio.
Cuando entren por los pórticos del atrio interior, llevarán puestos hábitos de lino;
no llevarán vestidos de lana cuando oficien en los pórticos del atrio interior, y en la Casa.
Llevarán en la cabeza turbantes de lino, y fajas de lino a los riñones;
no se ceñirán nada que transpire el sudor.
Cuando salgan al atrio exterior, donde el pueblo, se quitarán las vestiduras con que hayan oficiado, las dejarán en las salas del Santo, y se pondrán otros vestidos con el fin de no santificar al pueblo con sus vestiduras.
No se rasparán la cabeza,
ni dejarán crecer libremente su cabellera, sino que se contarán libremente el pelo.
Ningún sacerdote beberá vino el día que tenga que entrar en el atrio interior.
No tomarán por esposa ni una viuda ni una mujer repudiada, sino una virgen de la raza de Israel;
una viuda sólo en el caso de que sea viuda de un sacerdote.
Enseñarán a mi pueblo a distinguir lo sagrado de lo profano y
le harán saber la diferencia entre lo puro y lo impuro.
En los pleitos serán ellos los jueces;
juzgarán conforme a mi derecho;
observarán en todas mis fiestas mis leyes y mis preceptos, y
santificarán mis sábados.
No se acercarán a un muerto, para no incurrir en impureza, pero pondrán contaminarse por un padre, una madre, un hijo, una hija, un hermano, o una hermana no casada.
Después de haberse purificado, se contará una semana, y luego el día en que entre el Santo, ofrecerá un sacrificio por el pecado, oráculo del Señor Yahvéh.
No tendrán heredad alguna: yo seré su heredad.
No le daréis propiedad en Israel: yo seré su propiedad particular.
Ellos comerán la oblación, el sacrificio por el pecado y el sacrificio de expiación
Todo lo que sea consagrado al anatema en Israel será para ellos.
Lo mejor de todas vuestras primicias y de toda clase de ofrendas reservada que ofrezcáis, será para los sacerdotes; y
lo mejor de vuestras moliendas, se lo daréis a los sacerdotes, para que la bendición repose sobre vuestra casa.
Los sacerdotes no comerán carne muerta o destrozada, de ave ni de ningún animal (Ez. 44, 15 y 16-31).
-Los sacerdotes del Antiguo Testamento no podían tomar por esposa ni a prostituta, ni a profanada, ni a otra mujer repudiada por su marido.
No tomarán por esposa a una mujer prostituta ni profanada, ni tampoco una mujer repudiada por su marido; pues el sacerdote está consagrado a su Dios (Lv. 21, 7).
-Los Sacerdotes del Antiguo Testamento no podían seguir ciertas costumbres paganas (de los pueblos vecinos).
Los sacerdotes no se rasparán la cabeza, ni se cortarán los bordes de la barba, ni se harán incisiones en su cuerpo. Santos han de ser (Lv. 21, 5).
5. Sacramentos de la Ley antigua. El Sacerdocio. Funciones
-Construir altares y ofrecer sacrificios
-El servicio del culto y de la palabra
-Las primeras funciones sacerdotales las muestran los patriarcas construyendo altares y ofreciendo sacrificios.
a) -Construyendo altares.
Yahvéh se le apareció a Abram y le dijo:
«A tu descendencia he de dar esta tierra.»
Entonces él edificó allí un altar a Yahvéh que se le había aparecido (Gén. 12, 7).
Y Abram vino a establecerse con sus tiendas en el encinar de Mambré, que está en Hebrón, y edificó allí un altar a Yahvéh (Gén. 13, 18).
Allí construyó un altar e invocó el nombre de Yahvéh (Gén. 26, 25).
b) -Ofreciendo sacrificios.
Jacob hizo un sacrificio en el monte e invitó a sus hermanos a tomar parte (Gén. 31, 54).
Partió Israel con todas sus pertenencias y llegó a Berseba, donde hizo sacrificios al Dios de su padre Isaac (Gén. 46, 1).
Con el cuerpo de reparación, el sacerdote hará expiación por él ante Yahvéh por el pecado que cometió, y se le perdonará su pecado (Lev. 19, 22).
-Las funciones sacerdotales son: El servicio del culto y de la palabra.
a) -Servicio del culto.
-Adorar a Yahvéh y ofrecerle sacrificios.
Hubo un hombre de Ramatáyim, sufita de la montaña de Efraim, que se llamaba Elcaná,... Este hombre subía de año en año desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios y Yahvéh Sebaot en Silo (1 Sam. 1, y 3).
-Presentar a Dios las ofrendas los fieles.
Luego mandó (Moisés) a algunos jóvenes, de los hijos de Israel, que ofreciesen holocaustos e inmolaran novillos como sacrificios de comunión para Yahvéh (Ex. 24, 5).
...y luego, el día en que entre en el Santo, en el atrio interior para oficiar en el Santo, ofrecerá un sacrificio por el pecado, oráculo del Señor Yahvéh (Ez. 44, 27).
-Encargarse de los ritos de consagración y de purificación.
-La unción de la regla.
El sacerdote Sadoq tomó de la Tienda el cuerno del aceite y ungió a Salomón,... (1 Reg. 1, 39).
Hizo salir entonces al hijo del rey, le puso la diadema y el Testimonio y le ungió (2 Reg. 11, 12).
-La purificación de los leprosos.
Yahvéh habló a Moisés diciendo: Esta es la ley que ha de aplicarse al leproso en el día de su purificación. Se le conducirá al sacerdote, y el sacerdote saldrá fuera del campamento; si, tras de haberlo examinado, comprueba que el leproso está ya curado de la llaga de lepra, el sacerdote mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo. Después mandará inmolar uno de los pájaros sobre una vasija de barro con agua viva. Tomará luego el pájaro vivo, la madera de cedro, la púrpura escarlata y el hisopo, los mojará, juntamente con el pájaro vivo, en la sangre del pájaro inmolado sobre el agua viva, y rociará siete veces al que había de ser purificado de la lepra. Y, tras de declararle puro, soltará en el campo el pájaro vivo. El que se purifica lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo, se bañará en agua, y quedará limpio... El sacerdote que hace la purificación presentará ante Yahvéh, junto con todas estas cosas, al hombre que ha de purificarse, a la entrada de la Tienda de Reunión (Lev. 14, 1, 11).
-La purificación de la mujer que ha dado su luz.
Al cumplirse los días de su purificación, sea por niño o niña, presentará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de Reunión, un cordero de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado. El sacerdote lo ofrecerá ante Yahvéh, haciendo expiación por ella, y quedará purificada del flujo de su sangre... Mas si a ella no le alcanza para presentar una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará la expiación por ella y quedará pura (Lev. 12, 6-8).
-La resolución de litigios y violencias.
Se adelantarán entonces los sacerdotes hijos de Leví; porque a ellos ha elegido Yahvéh tu Dios para estar a su servicio y para dar la bendición en nombre de Yahvéh, y a su decisión pertenece resolver todo litigio y toda violencia (Deut. 21, 5).
b) -Servicio de la palabra.
Entonces Yahvéh...le dijo (a Moisés);
¿No tienes a tu hermano Aarón el levita?
Sé que él habla bien; he aquí que justamente ahora sale a tu encuentro, y al verte se alegrará su corazón. Tú le hablarás y pondrás estas palabras en su boca; yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer. Él hablará por ti al pueblo, él será tu boca y tú serás su dios» (Ex. 4, 14-16).
-Proclamadores de la Ley.
Después Moisés y los sacerdotes levitas hablaron así a todo Israel: «Calla y escucha, Israel. Hoy te has convertido la voz de Yahvéh tu Dios. Escucharás la voz de Yahvéh tu Dios y pondrás en práctica los mandamientos y preceptos que yo te prescribo hoy» (Deut. 27, 9-10).
Tomó después (Moisés) el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahvéh» (Ex. 24, 7).
Trajo el sacerdote Esdras la Ley ante la asamblea...y los obispos del pueblo estaban atentos al libro de la Ley (Neh. 8, 2 y 3).
Esdras leyó en el libro de la Ley de Dios, aclarando e interpretando el sentido para que comprendieran la lectura (Neh. 8, 8).
Esdras, el sacerdote escriba (y los levitas que explicaban al pueblo) dijeron a todo el pueblo: «Este día está consagrado a Yahvéh vuestro Dios; no estéis tristes ni lloréis»; pues todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley (Neh. 8, 9).
Pues los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de Yahvéh Sebaot (Mal. 2, 7).
-Interpretadores de la Ley.
Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel;... (Deut. 33, 10).
Entonces dijeron: «Venid y tramemos algo contra Jeremías, porque no va a faltarle la ley al sacerdote, el consejo al sabio, ni al profeta la palabra...» (Jer. 18, 18).
Enseñarán a mi pueblo a distinguir lo sagrado de lo profano y le harán saber la diferencia entre lo puro y lo impuro (Ez. 44, 23).
Así dice Yahvéh Sebaot: Pregunta a los sacerdotes sobre la Ley (Ag. 2, 11).
-Ejercitadores de una función judicial.
Si tienes que juzgar un caso demasiado difícil para ti, un asunto de sangre, colisión de derechos, o herida, un litigio cualquiera en tus puertas,...irás a los sacerdotes levitas y al juez que entonces esté en funciones. Ellos harán una investigación y te indicarán el fallo de la causa (Deut. 17, 8-9).
-Redactores de la Ley en los diversos códigos.
Esta es la copia del documento que el rey Artajerjes entregó a Esdras, el sacerdote escriba dedicado a escribir las palabras de los mandamientos de Yahvéh y sus decretos acerca de Israel.
«...ya que tú eres el enviado por el rey y sus siete consejeros para inspeccionar a Judá y Jerusalén en lo referente a la Ley de tu Dios...» (Esd. 7, 11 y 14).
«...Todo lo que os pida el sacerdote Esdras, Secretario de la Ley de Dios del cielo, se lo daréis puntualmente,...» (Esd. 7, 21).
c) -Es el hombre del conocimiento.
Le dio (a Aarón), por sus mandamientos,
potestad sobre las prescripciones legales,
para enseñar a Jacob sus dictámenes
e ilustrar a Israel en su ley (Si. 45, 17).
Ya que tú has rechazado el saber, yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; puesto que olvidéis la Ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos (Os. 4, 6).
Aclaración. «Rechazar el saber» significa dejar de instruir al pueblo.
La Ley de verdad estaba en su boca, e injusticia no se hallaba en sus labios; en paz y en rectitud caminaba conmigo, y a muchos recobró de la culpa (Mal. 2, 6).
Pues los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la Ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de Yahvéh Sebaot (Mal. 2, 7).
6. Sacramentos de la Ley antigua. El Sacerdocio. Clases.
-Aarón y sus hijos
-Distribución en veinticinco clases
-Desempeñaron tres funciones
-Los levitas
-Constituidos en institución organizada
-Distribuidos en tres clases
-La tribu de Levíes aun profana
-Fueron constituidos sacerdotes otros que no eran hijos de Leví
-Existía el sacerdocio familiar
-Aarón y sus hijos fueron consagrados para ejercer el sacerdocio.
Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: «...Ungirás también a Aarón y a sus hijos y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio (Ex. 30, 30).
-Los hijos de Aarón fueron distribuidos en veinticuatro clases.
Tocó la primera suerte a Yehoyarib;
la segunda a Yedanías;
la tercera a Jarím;
la cuarta a Seorím;
la quinta a Malkiyias;
la sexta a Miyyamín;
la séptima a Haqcós;
la octava a Abías;
la novena a Yesua;
la décima a Sekanías;
la once a Elyasib;
la doce a Yaquín;
la trece a Juppá;
la catorce a Yisbaal;
la quince a Bilgá;
la dieciséis a Immer;
la diecisiete a Jezir;
la dieciocho a Happissés;
la diecinueve a Petajías;
la veinte a Ezequiel;
la veintiuna a Yakín;
la veintidós a Gamul;
la veintitrés a Delaías;
la veinticuatro a Maazías.
Fueron inscritos en el registro según sus servicios para entrar en la Casa de Yahvéh conforme al reglamento que Yahvéh, el Dios de Israel, había prescrito por medio de Aarón, padre de ellos (1 Cor. 24, 7-19).
-Aarón y sus hijos desempeñaron tres funciones esenciales: la consagración de los manjares, la ofrenda del incienso y la bendición.
a) -La consagración de los manjares.
Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Este es el ritual del sacrificio por el pecado; En el lugar donde se inmola también la víctima por el pecado. Es cosa sacratísima. La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado. Será comida en lugar santo, en el atrio de la Tienda de Reunión. Todo cuanto toque esta carne quedará consagrado (Lev. 6, 17-20).
b) -La ofrenda del incienso.
Dijo luego (Moisés) a Coré y a toda su cuadrilla...Mirad, pues, lo que habéis de hacer: Tomad los incensarios de Coré y de toda cuadrilla, ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante Yahvéh (Núm. 16, 5-7).
c) -La bendición en nombre de Yahvéh.
Habló Yahvéh a Moisés y le dijo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así habéis de bendecir a los hijos de Israel. Les diréis: «Yahvéh te bendiga y te guarde; ilumine Yahvéh su rostro sobre ti y te sea propicio; Yahvéh te muestre su rostro y te conceda la paz.» Que invoquen así mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo les bendeciré (Núm. 6, 22-27).
-Los levitas fueron sacerdotes por excelencia.
Había un joven de Belén de Judá...que era levita y...haciendo su camino llegó...a la casa de Miká. Miká le preguntó: ¿De dónde vienes? Le respondió: «...vengo de paso para residir donde pueda.» Miká le dijo: «Quédate en mi casa, y serás para mí un padre y un sacerdote;...el joven fue su sacerdote y se quedó en casa de Miká. Y dijo Miká: «Ahora sé que Yahvéh me favorecerá, porque tengo a este levita como sacerdote» (Juec. 17, 7-13).
...entre tanto el sacerdote estaba en el umbral de la puerta con los seiscientos hombres armados. Aquéllos, pues, entrando en la casa de Miká, cogieron la imagen, el efod, los terafim (y el ídolo de fundición). El sacerdote les dijo «¿Qué estáis haciendo?» «Calla -les contestaron-...serás para nosotros padre y sacerdote. ¿Prefieres ser sacerdote de la casa de un particular a ser sacerdote de una tribu y de un clan de Israel?. Se alegró con ello el corazón del sacerdote,...y se fue en medio de la tropa (Juec. 18, 17-20).
-Los Levitas se constituyeron en institución organizada.
Viejo ya David...reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a los levitas, y se hizo el censo de los levitas de treinta años para arriba; su número, contado por cabezas uno a uno, fue de 38.000 varones. De éstos, 24.000 estaban al frente el servicio de la Casa de Yahvéh; 6.000 eran escribas y jueces, 4.000 eran porteros y 4.000 alababan a Yahvéh con los instrumentos que David había fabricado para rendir alabanzas (1 Cro. 23, 1-5).
-David distribuyó a los hijos de Leví en tres clases: los hijos de Guerson, los de Quehat y los de Merari.
David los distribuyó por clases, según los hijos de Leví: Guerson, Quehat y Merarí (1 Cro. 23, 6).
-La tribu sacerdotal de Leví es aún profana, sin funciones sagradas.
Yahvéh habló a Moisés y le dijo: «Manda acerque la tribu de Leví y ponlos delante del sacerdote Aarón, que estén a su servicio. Se encargarán de las obligaciones que incumben a él y a toda la comunidad ante la Tienda de Reunión, prestando el servicio en la Morada (Núm. 3, 5-7).
Cuidarán de todos los utensilios de la Tienda de Reunión, de las obligaciones que incumben a los hijos de Israel, prestando servicios en la Morada (Núm. 3, 8).
-Fueron constituidos sacerdotes gentes del pueblo que no eran hijos de Leví.
Jeroboam...hizo Casas en los altos y estableció sacerdotes del común del pueblo que no eran de los hijos de Leví (1 Reg. 12, 31).
-Además del sacerdocio levítico existía también el sacerdocio familiar.
Gedeón le dijo: «Si he hallado gracia a tus ojos dame una señal de que eres tú el que me hablas. No te marches de aquí, por favor, hasta que vuelva donde ti. Te traeré mi ofrenda y la pondré delante de ti.» Él respondió: «Me quedaré hasta que vuelvas» (Juec. 6, 17).
Entonces Manoaj tomó el cabrito y la oblación y lo ofreció en holocausto, sobre la roca, a Yahvéh, que obra cosas misteriosas (Juec. 13, 19).
Este hombre, Miká, tenía una casa de Dios; hizo un edof y unos terafim e invistió a uno de sus hijos como sacerdote suyo (Juec. 17, 5).
Vinieron las gentes de Quiryat-Yearim y subieron el arca de Yahvéh. La llevaron a la casa de Abinabad, en la loma, y consagraron a su hijo Eleazar para que custodiase el arca de Yahvéh (1 Sam. 7, 1).
7. Sacramentos de la Ley antigua. El sacerdocio. Sectores
-El sector de los cantores
-El de los porteros
-La casta sagrada
-Hubo sacerdotes que no estaban a la altura de sus exigencias
-Dios profirió amenazas contra los sacerdotes pecadores
-El sector de los cantores también fue instrucción organizada.
David y los jefes del ejército separaron para el servicio a los hijos de Asaf, Hemán y Yedutún, profetas, que cantaban con cítaras, salterios y címbalos...Todos ellos se hallaban bajo la dirección de su padre para el canto de la casa de Yahvéh, con címbalos, salterios y cítaras al servicio de la Casa de Dios, siguiendo las indicaciones del rey, de Asaf, Yedutún y Hemán (1 Cro. 25, 1 y 6).
-El sector de los porteros fue también institución organizada.
Estas son las clases de porteros: De los coreitas,...Hijos de Obededo:...Meselemías tuvo hijos y hermanos,...josá de los Merarí,... Estas secciones de los porteros, los jefes, igual que sus hermanos, tenían el cuidado del ministerio de la Casa de Yahvéh (1 Cro. 26, 1, 4, 9, 10 y 12).
-La casta sagrada se constituyó en institución organizada.
David y Salomón distribuyeron a los levitas por todo el país.
-a los levitas hijos del sacerdote Aarón les tocaron trece ciudades de las tribus de Judá, Simeón y Benjamín.
-a los otros hijos de Quehat, por clanes, diez ciudades de las tribus de Efraim, de Dan y de la media tribu de Manasés.
-a los hijos de Guerson, por clanes, les tocaron trece ciudades de las tribus de Isacar, Aser, Neftalí y de la media tribu de Manasés, en Basán.
-a los hijos de Merari, por clanes, les tocaron doce ciudades de las tribus de Rubén, Gad y Zabulón.
Los israelitas dieron a los levitas por suertes esas ciudades y sus pastos, como Yahvéh había ordenado por boca de Moisés (Jos. 21, 4-7).
-Hubo sacerdotes que no se hallaron a la altura de las exigencias de su cometido.
a) -Por el olvido de la Ley de Dios.
Ya que tú has rechazado el saber,yo te rechazaré a ti de mi sacerdocio; puesto que olvidas la Ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos (Os. 4, 6).
b) -Por la contaminación del culto.
Todos, cuantos son, han pecado contra mí, han cambiado su Gloria por la Ignominia (Os. 4, 7).
c) -Por su vida pervertida.
Como emboscada de bandidos es la pandilla de sacerdotes: asesinan por el camino de Siqyem y cometen infamia (Os. 6, 9).
d) -Por aprovecharse de los pecados del pueblo.
...venía el criado del sacerdote, mientras se estaba cociendo la carne, con el tenedor de tres dientes en la mano, lo hincaba en el caldero o la olla, en la cacerola o el puchero, y todo lo que sacaba el tenedor, el sacerdote se lo quedaba; y así hacían con todos los israelitas que iban allí, a Silo (1 Sam. 2, 13-14).
e) -Por recibir una parte importante de los sacrificios por el pecado.
...será inmolada también la víctima por el pecado. Es cosa sacratísima. La comerá el sacerdote que ofrece la víctima por el pecado (Lev. 6, 18-19).
Del pecado de mi pueblo comen y hacia su culpa dirigen su avidez (Os. 4, 8).
f) -Por la prostitución.
Arrasaré su viñedo y su higuera, de los que ella decía: «Míos son, el regalo que me han dado mis amantes»;... (Os. 2, 14).
...entre borrachos, se prostituyen más y más prefieren a su Gloria la Ignominia (Os. 4, 18).
No te regocijes, Israel, no jubiles como los pueblos, pues te has prostituido, lejos de tu Dios, y amas el salario impuro (Os. 9, 1).
Aclaración. «Salario impuro» significa que las prácticas inmorales las acompañaban a los festejos organizados al fin de las cosechas.
g) -Por el sincretismo pagano en Jerusalén.
Cual se avergüenza el ladrón cuando es sorprendido, así se ha avergonzado la casa de Israel: ellos, sus reyes, sus jefes, sus sacerdotes y sus profetas, los que dicen al madero: «Mi padre eres tú», y a la piedra «Tú me diste a luz» (Jer. 2, 26-27).
Tanto el profeta como el sacerdote se han vuelto impíos; en mi misma Casa topé con su maldad -oráculo de Yahvéh-. Por ende su camino vendrá a ser su despeñadero: a la misma serán empujados y caerán en ella (Jer. 23, 11-12).
h) -Por las violaciones de la Ley (La Torá).
El sacerdote Pasjur, hijo de Immer, que era inspector de la Casa de Yahvéh, oyó a jeremías y le hizo meter en el calabozo de la Puerta Alta de Benjamín -la que está en la Casa de Yahvéh- (Jer. 20, 1-2).
Sus profetas, fanfarrones, hombres traicioneros, sus sacerdotes profanan lo que es santo y violan la Ley (Sof. 3, 4).
i) -Por su interés personal.
Joás dijo a los sacerdotes: «Todo el dinero de las ofrendas sagradas que ha entrado en la Casa de Yahvéh,...lo tomarán los sacerdotes,...y ellos proveerán a las reparaciones de la Casa,...pero...los sacerdotes no habían hecho las reparaciones de la Casa. Llamó entonces el rey Joás al sacerdote Yehoyadá y a los sacerdotes y les dijo: «¿Por qué no hacéis las reparaciones de la Casa?...Los sacerdotes consintieron en no...hacer reparaciones en la Casa (2 Reg. 12, 5-9).
Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas vaticinan por dinero, y se apoyan en Yahvéh diciendo: «¿No está Yahvéh en medio de nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!» Por eso, por culpa vuestra, Sión será un campo que se ara, Jerusalén se hará un montón de ruinas, y el monte de la Casa un otero salvaje (Miq. 3, 11-12).
j) -Por falta de celo por el culto del Señor.
Y ahora, a vosotros esta orden, sacerdotes: Si no escucháis ni tomáis a pecho dar gloria a mi Nombre, dice Yahvéh Sebaot, yo lanzaré sobre vosotros la maldición y maldeciré vuestra bendición; y hasta las he maldecido ya, porque ninguno de vosotros toma nada a pecho (Mal. 2, 1).
-Dios profirió amenazas terribles contra los sacerdotes pecadores del Antiguo Testamento.
Dios dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado en mí, honrándome ante los hijos de Israel, os aseguro que no guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado» (Núm. 20, 12).
Aclaración. Esta falta de Moisés y Aarón que da en el misterio.
...desde el profeta hasta el sacerdote, todos practican el fraude...por tanto caerán con los que cayeren; tropezarán cuando se les visite, -dice Yahvéh (Jer. 6, 13 y 15).
«...Tanto el profeta como el sacerdote se han vuelto impíos; en mis misma Casa topé con su maldad -oráculo de Yahvéh-. Por ende su camino vendrá a ser su despeñadero: a la sima serán empujados y caerán en ella. Porque voy a traer sobre ellos una calamidad, al tiempo de su visita» -oráculo de Yahvéh- (Jer. 23, 11-12).
8. Sacramentos de la Ley antigua. El Sacerdocio. Peculiaridades
-En la Monarquía el Reyes un Patrono de sacedorcio más que un miembro de la casta sacerdotal
-Usaban ornamentos propios para el culto divino
-Los castigos de sacerdote impío aludidos por los profetas
-Habían de ser venerado por los fieles
-En la Monarquía el Reyes un Patrono de sacerdocio más que un miembro de la casta sacerdotal y ejerce funciones sacerdotales diversas.
a) -Ofrece sacrificios.
Entonces Saúl dijo: «Acercadme el holocausto y los sacrificios de comunión», y ofreció el holocausto (1 Sam. 13, 9).
Metieron el arca de Yahvéh y la colocaron en su sitio, en medio de la tienda que David había hecho levantar, y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión en presencia de Yahvéh (2 Sam. 6, 17).
Arauná dijo a David: «Que el rey mi señor tome y ofrezca lo que bien le parezca. Mira los bueyes para el holocausto, los trillos y yugos para la leña (2 Sam. 24, 22).
Cuando el rey (Ajaz) regresó de Damasco, vio el altar, se acercó y subió a él. Mandó quemar sobre el altar su holocausto y su oblación, hizo su libación y derramó la sangre de sus sacrificios de comunión;... (2 Reg. 16, 12-13).
b) -Bendice al pueblo.
Cuando David acabado de ofrecer los holocaustos y sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yahvéh Sabaot... (2 Sam. 6, 18).
Se volvió el rey y bendijo a toda la asamblea de Israel mientras que toda la asamblea de Israel estaba en pie (1 Reg. 8, 14).
Aclaración. 1 Reg. 8, 14-21 es un discurso del Rey Salomón al pueblo.
-Los sacerdotes del Antiguo Testamento usaban ornamentos propios para el culto divino, tal y como Dios lo había mandado a Moisés.
a) -Ornamentos del Sumo Sacerdote.
Hicieron para el servicio del Santuario vestiduras de ceremonia de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino. Hicieron también las vestiduras sagradas de Aarón, como Yahvéh se lo había mandado a Moisés (Ex. 39, 1).
-El efod.
Hízose, pues, el edof, de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal...Pusieron al efod hombreras y lo fijaron por sus dos extremos...como Yahvéh lo había mandado (Ex. 39, 2).
-El pectoral.
Bordó también el pectoral, el estilo de la labro del efod, de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal. En pectoral era cuadrado y lo hicieron doble; tenía un palmo de largo y otro de ancho; era doble, como Yahvéh había mandado a Moisés (Ex. 39, 8-9).
-El manto.
Tejió el manto de efod, todo de púrpura violeta...Servía para oficiar, como Yahvéh había ordenado a Moisés (Ex. 39, 22 y 26).
b) -Vestiduras sacerdotales.
Tejieron también las túnicas de lino fino para Aarón y sus hijos; la tiara de lino fino, los adornos de las mitras de lino fino y también los calzones de lino fino torzal, lo mismo que las fajas recamadas de lino fino torzal, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí, tal y como Yahvéh había ordenado a Moisés (Ex. 39, 27-29).
-La diadema.
E hicieron de oro puro una lámina, la diadema sagrada en la que grabaron, como se graban los sellos: «Consagrado a Yahvéh.»...como Yahvéh había mandado a Moisés (Ex. 39, 30-31).
-Los castigos del sacerdote impío del Antiguo Testamento es aludido por los profetas.
Aunque se haga gracia al malvado, no aprende justicia; en tierra recta se tuerce, y no teme la majestad de Yahvéh.
Yahvéh, alzada está tu mano, pero no la veran; verán tu celo por el pueblo y se avergonzarán, tu ira ardiente devorará a tus adversarios (Is. 26, 10-11).
Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló el mal en ti. Por la amplitud de tu comercio se ha llenado tu interior de violencia, y has pecado. Por eso yo te he tratado como impío, echándote del monte de Dios, y te he aventado, querubín, protector, de en medio de la piedra de fuego (Ex. 28, 15-16).
Tu corazón se ha pagado de tu belleza. Has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. Por la multitud de tus delitos, por la inmoralidad de tu comercio, has profanado tus santuarios. Y yo he sacado de ti mismo el fuego que te ha devorado. Te he reconducido a ceniza sobre la tierra, a los ojos de todos los que te miraban. Todos los pueblos que te conocían están consternados por ti. Eresun objeto de espanto, aniquilado para siempre (Ez. 28, 17-19).
-Los sacerdotes del Antiguo Testamento habían de ser venerados por los fieles.
Con toda tu alma reverencia al Señor y venera a sus sacerdotes (Si. 7, 29).
Teme al Señor y honra al sacerdote, dale su porción como te está prescrito (Si. 7, 31).
9. Sacramentos de la Ley nueva. Autor
-Jesucristo instituyó todos los sacramentos
-Instituyó indirectamente la confirmación, la unción y el Matrimonio
-Constan de materia y forma
-Determinó la materia del Bautismo, Eucaristía, Penitencia y Unción
-Cristo, en cuanto hombre, instituyó todos los sacramentos de la nueva Ley.
a) -El Bautismo:
Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo de y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).
b) -La Eucaristía:
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; ... De igual modo, después de cenar, el cáliz diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre que va a ser derramada por vosotros (Lc. 22, 19-20).
c) -El Orden:
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
d) -La Penitencia:
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis les quedan retenidos (Jn. 20, 22-23).
Aclaración. De la Institución de los otros tres sacramentos por Cristo, no hay ninguna muestra inmediata en la Sagrada Escritura, pero sí hay una muestra mediata:
Por lo tanto que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los ministerios de Dios (1 Cor. 4, 1).
Es decir, administradores de los misterios de Dios, y por lo tanto de sus sacramentos, que él mismo instituyó.
-Jesucristo instituyó indirectamente los sacramentos de la confirmación, de la unción de los enfermos y del matrimonio.
Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1).
-Los Sacramentos constan de materia y forma.
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra, y presentarla resplandeciente a sí mismo;... (Ef. 5, 25-27).
-Jesucristo determinó la materia de los sacramentos del Bautismo, de la Eucaristía, de la Penitencia y de la Unción de los enfermos.
a) -El agua para el Bautismo.
En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
b) -El pan y el vino para la Eucaristía.
Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y, pronunciaba la bendición, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, este es mi cuerpo.» Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo. «Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 26-28).
c) -Los actos del penitente para la penitencia.
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
d) -El aceite y la unción para la Unción de los enfermos.
...y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban (Mc. 6, 13).
10. Sacramentos. Ministros
-Es un hombre y no un ángel
-Es el vicario de Cristo
-El Ministro de los sacramentos es el hombre elegido por Dios, y no un ángel.
a) -El hombre elegido.
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados;... (Hebr. 5, 1).
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca;... (Jn. 15,16).
b) -El hombre elegido y no ángel.
Cristo dijo a unos hombres y no a ángeles:
...bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados (Jn. 20, 22-23).
«...haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
-El Misterio de los sacramentos es el vicario de Cristo.
Vicario es aquel que actúa haciendo las veces de otro, por delegación de éste.
Consta que Cristo delegó en sus sacerdotes para conferir los sacramentos siguientes:
a) -Bautismo.
Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas... (Mt. 28, 19).
b) -Penitencia.
A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados;... (Jn. 20,23).
c) -Eucaristía.
Haced estos en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
d) -Unción.
Llame a los presbíteros de la Iglesia que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor (Sant. 5, 14).
e) -Orden.
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
Aclaración. Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra (Ef. 5, 25-26).
Esta santificación y purificación es evidente que Cristo intenta realizarla y de hecho la realiza a lo largo de todos los tiempos. Como él tiene que ausentarse de la tierra para ascender y habitar en el cielo, se deduce que constituye y delega en otros ministros suyos para que hagan sus propias veces de santificar y purificar a su Iglesia.
11. Sacramento. Efectos
-Aventajan a los de la Ley Antigua
-Los efectos sí dependen de la intención del Ministro
-Son causas instrumentales de gracia
-La conceden «ex opere operato»
-A los que no ponen obstáculo
-El Bautismo, la confirmación y el orden imprimen carácter
-Los efectos eran manifestados con milagros en los primeros tiempos de la Iglesia
-Los efectos no dependen de la santidad del ministro
-Los Sacramentos de la Nueva Ley aventajan a los de la Antigua.
Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebr. 9, 13-14).
-El efecto de los sacramentos sí depende de la intención del ministro.
Cristo dijo a sus Apóstoles:
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los rentengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
«...haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
Aclaración. De estas palabras institucionales de Cristo se deduce que la potestad de administrarlos está encomendada al árbitro de los Apóstoles.
-Los Sacramentos de la Nueva Ley son causas instrumentales de gracia.
Causa es un principio que, con su influjo, determina la existencia de otra cosa. Causa instrumental es la que otra obra por virtud de la causas principal.
Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 17).
Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra (Ef. 5, 25-26).
No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros (1 Tim. 4, 14).
Por eso te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
Aclaración. La instrumentalidad está en las siguientes expresiones: «por medio del baño», «les imponían las manos y recibían...» «...mediante la imposición de mis manos», «purificándola mediante el baño de agua,...»
-Los Sacramentos de la Nueva Ley concede la gracia «ex opere operato».
a) -Bautismo.
Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...» (Jn. 3, 5).
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra,... (Ef. 5, 25-26).
...él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino que según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,... (Tt. 3, 5).
b) -Confirmación.
...habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 16-17).
Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo,... (Hch. 19, 5-6).
c) -Penitencia.
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo,
A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
d) -Eucaristía.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él (Jn. 6, 56).
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre, y el pan que yo le voy a dar es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 51).
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).
...el que coma este pan vivirá para siempre (Jn. 6, 58).
e) -Unción de los enfermos.
¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le hará que levante, y si hubiera cometido pecados le serán perdonados (Sant. 5, 14-15).
f) -Orden.
No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros (1 Tim. 4, 14).
Por eso te digo que reavives el carisma que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
g) -Matrimonio.
Por eso dejará el hombre a su Padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne (Ef. 5, 31).
Aclaración. En todos estos textos consta claramente que la acción sacramental produce su efecto por sí misma.
-Los Sacramentos de la nueva Ley conceden la gracia «ex opere operato», a los que no ponen obstáculo.
Es decir, que la concesión de la gracia no depende del sujeto, aunque hay textos que suponen la disposición del que los recibe.
Pedro les contestó: Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don de Espíritu Santo (Hch. 2, 38).
Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: Aquí hay agua; ¿Qué impide que yo sea bautizado? Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó (Hch. 8, 36-38).
-El Bautismo, la confirmación y el orden imprimen carácter en el alma.
Carácter es cierta señal espiritual e indeleble. La existencia de carácter en el alma de quien recibe uno de estos sacramentos, no está clara, pero sí se insinúa en alguno textos de la Sagrada Escritura.
Y es Dios...el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones (2 Cor. 1, 21).
En él también vosotros, tras haber oído la palabra de la verdad, la Buena Nueva de vuestra salvación, y creído también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa (Ef. 1, 13).
No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención (Ef. 4, 30).
Aclaración. La razón por la cual el carácter se atribuye a estos tres sacramentos y no a otros, es porque estos son precisamente los sacramentos que dedican a los cristianos al culto de Dios, y parece que todos los que se dedican a una función especial, sean distinguidos con alguna señal.
-Los efectos de los sacramentos eran manifestados alguna vez con milagros, en los primeros tiempos de la Iglesia.
a) -Bautismo.
Bautizado Jesús, salió luego de agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él (Mt. 3, 16).
b) -Confirmación.
Llegado el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que dividiéndose se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hch. 2, 1-4).
-El efecto salvífico de cada sacramento no depende de la santidad del ministro.
Yo planté, Apolo regó; más fue Dios quien dio el crecimiento. De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer (1 Cor. 3, 6-7).
12. Bautismo. Prefiguraciones
-Dios fuente de aguas vivas
-La virtud purificadora de las aguas del Bautismo
-El perdón de los pecados
-La salvación de los hombres
-El Sacramento
-La apertura de las puertas del Cielo en el N. T.
-Otras comparaciones
-Prefigurado también en el N. T.
-Dios es la fuente de las aguas vivas que prefiguraban el Bautismo.
...en ti está la fuente de la vida,
y en tu luz vemos la luz (Sal. 36, 10).
Sacaréis agua con gozo de los hontanares de salvación (Is. 12, 3).
Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber" tú le habrías pedido a él, y él re habría dado agua viva» (Jn. 4, 10).
-La virtud purificadora de la aguas el Bautismo fue prefigurada en el Antiguo Testamento.
a) -Las aguas saneadas milagrosamente de Mará.
Moisés hizo partir a los hijos de Israel del mar de las Cañas y se dirigieron...a Mará, mas no pudieron beber agua porque estaba amarga... Entonces Moisés invocó a Yahvéh. Y Yahvéh le mostró un madero que Moisés echó al agua, y el agua se volvió dulce (Ex. 15, 22, 23 y 25).
b) -Las aguas de Jericó.
Los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: «El emplazamiento de la ciudad es bueno, como mi señor puede ver, pero las aguas son malas y la tierra es estéril.» Él dijo: «Traedme una olla nueva y poned sal en ella.» Y se la trajeron. Fue al manantial de las aguas, arrojó en él la sal y dijo: «Así dice Yahvéh: Yo he saneado estas aguas; ya no habrá en ellas muerte ni esterilidad.» Y las aguas quedaron saneadas hasta el día de hoy, según la palabra que dijo Eliseo (2 Reg. 2, 19-22).
c) -...en los días en que Noé construía el Arca, en la que unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a través del agua; a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia,... (1 Pe. 3, 20-21).
-El perdón original y de otros pecados, si los hubiere, por medio del sacramento del Bautismo está prefigurado en el Antiguo Testamento.
Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y de todos vuestros ídolos os purificaré (Ez. 36, 25).
-La salvación de los hombres por el bautismo fue prefigurada en el Antiguo Testamento.
...cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arda, en la que unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a través del agua; a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva... (1 Pe. 3, 20-21).
-El Sacramento del bautismo fue prefigurado en el Antiguo Testamento.
a) -En el diluvio.
Yahvéh dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque eres el único justo que he visto en esta generación» (Gén. 7, 1).
b) -En el paso del mar rojo.
Yahvéh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar día y noche (Ex. 13, 21).
c) -Lavado de Naamán.
Bajó, pues, y se sumergió siete veces en el Jordán, según la palabra del hombre de Dios, y su carne se tornó como la carne de un niño pequeño,y quedó limpio (2 Reg. 5, 14).
-La apertura de las puertas del cielo por el Bautismo está prefigurada en el Nuevo Testamento.
Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él (Mt. 3, 16).
No bien hubo salido de agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma bajaba sobre él (Mc. 1, 10).
Cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo,... (Lc. 3, 21).
-En el Nuevo Testamento también constan algunas comparaciones.
...nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar; y todos fueron bautizados en Moisés... (1 Cor. 10, 1-2).
...en los días en que Noé construyó el Arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas fueron salvados a través del agua; a ésta corresponde ahora el bautismo que os salva... (1 Pe. 3, 20-21).
-El Sacramento del Bautismo fue prefigurada en el Nuevo Testamento.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas, una piscina que se llama en hebreo Bezatá con cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera (Jn. 5, 2-3).
Aclaración. Bezatá, Betesdá, Betsaida o Beisetá significan «Casa de misericordia.»
13. Bautismo. Profetizaciones
-El Bautismo
-El perdón de los pecados
-El Sacramento del Bautismo fue profetizado en el Antiguo Testamento.
a) -Con las aguas con que Isaías invita a los sedientos.
Oh, todos los sedientos, id por agua... (Is. 55, 1).
b) - Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza (Zac. 13, 1).
-El perdón de los pecados por el Sacramento del Bautismo fue profetizado en el Antiguo Testamento.
Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y de todos vuestros ídolos os purificaré (Ez. 36, 25).
Aclaración. Estas palabras San Cipriano, San Jerónimo y San Atanasio las entienden del Bautismo.
14. Bautismo de Juan
-No perdonaba los pecados «ex opere operato» sino por la contrición surgida de su predicación
-Fue un Bautismo de conversión para el perdón de los pecados
-Significa un cambio de vida, pero no producía la gracia
-Apolo y Pablo bautizaban con el Bautismo de Juan
-Los bautizados en él, tuvieron que ser bautizados en el Bautismo de Jesucristo
-El Bautismo de Juan no perdonaba los pecados «ex opere operato» sino por la contrición surgida de su predicación.
Así parece deducirse del texto siguiente:
Y se fue por toda la región del Jordán proclamado un bautismo de conversión para perdón de los pecados,... (Lc. 3, 3).
-El Bautismo de Juan fue un Bautismo de conversión para el perdón de los pecados.
...apareció Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados (Mc. 1, 4).
Y se fue por toda la región de Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados,... (Lc. 3, 3).
Aclaración. El Bautismo de Juan no era sacramento ni signo sensible permanente; apenas duró 1 ó 2 años. Era como un sacramental que disponía al Bautismo de Jesucristo. No purificaba de los pecados, ni imprimía carácter. Se confería sólo a los adultos sin ninguna forma de palabras.
-El Bautismo de Juan significaba un cambio de vida, pero no producía la gracia del Espíritu Santo como el Bautismo cristiano.
Yo bautizo con agua para conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no merezco llevarle las sandalias. Él os bautizará en el Espíritu Santo y el Fuego (Mt. 3, 11).
...Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días (Hch. 1, 5).
-Apolo y Pablo bautizaban con el Bautismo de Juan.
a) -Pablo.
Él replicó: «¿Pues qué bautismo habéis recibido?» -«El bautismo de Juan», respondieron (Hch. 19, 3).
b) -Apolo.
Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Éfeso...solamente conocía el bautismo de Juan (Hch. 18, 25).
-Los bautizados con el Bautismo de Juan tuvieron que ser bautizados otra vez con el Bautismo de Jesucristo.
Pablo replicó: «¿Pues qué bautismo habéis recibido?» «El bautismo de Juan», respondieron. Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.» Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús (Hch. 19, 3-5).
15. Bautismo. Significaciones
-Varias significaciones
-La palabra Bautismo tiene varias significaciones.
a) -Lavado corporal.
Judit permaneció tres días en el campamento. Por la noche se dirigía hacia el barranco de Betulia y se lavaba en la fuente donde estaba el puesto de guardia (Jdt. 12, 7).
b) -Efusión de los dones del Espíritu Santo.
Jesús les dijo: «No sabéis lo que pedís: ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizados?» (Mc. 10, 38).
Que Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días (Hch. 1, 5).
16. Bautismo. Esencia
-Es señal de vida eterna
-Es la regeneración por el agua en la palabra
-Es un rito sagrado
-El Sacramento del Bautismo es señal de la vida eterna que podemos conseguir por medio de Él.
Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos un vida nueva (Rom. 6, 4).
-El Bautismo es el Sacramento de la regeneración por el agua en la palabra.
Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra,... (Ef. 5, 25-26).
-El Bautismo es un rito sagrado por el cual los hombres convertidos pueden entrar en la Iglesia Universal.
Por Iglesia se entiende «conjunto o asamblea de cristianos.»
Consta en los hechos de los Apóstoles que éstos bautizaban a los que se querían convertir a vida cristiana.
a) -Bautismo de 3.000 hombres.
¿Qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les contestó: «Convertíos y que daba uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo» (Hch. 37-38).
b) -Bautismo de Cornelio y de su familia.
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo (Hch. 10, 48).
c) -Bautismo de unos samaritanos.
Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombres y mujeres (Hch. 8, 12).
d) -Bautismo de Saulo.
Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas y recobró la vista; se levantó y fue bautizado (Hch. 9, 18).
e) -Bautismo de un eunuco.
Bajaron ambos al agua, Felipe y el Eunuco, y lo bautizó (Hch. 8, 38).
17. Bautismo. Institución
-Cristo la instituyó como sacramento de la Nueva Ley
-En el Río Jordán
-Cristo instituyó el Bautismo como sacramento de la Nueva Ley.
Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).
En verdad, en verdad te digo: el que no nazca del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
-Jesucristo instituyó el Bautismo en el río Jordán.
El lugar de la institución no consta con certeza, pero fue;
a) -Antes de su pasión.
Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba. Juan también estaba bautizando en Ainón,... (Jn. 3, 22).
b) -Probablemente en el Jordán, porque parece que el Bautismo recibió la virtud de producir su efecto cuando Cristo fue bautizado.
Cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración se abrió el cielo,... (Lc. 3, 21).
Aclaración. el Bautismo de Jesús en Judea era un rito que no era aún el Sacramento del Bautismo.
18. Bautismo. Materia, forma, sujeto, ministro
-La materia es la ablución del cuerpo
-La forma es «yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo de y del E. Santo
-Es necesario invocar a las tres personas divinas
-El sujeto es todo ser humano viador
-El Ministro es el obispo, el sacerdote y el diácono
-Los Apóstoles bautizaban en nombre de Jesucristo
-La materia es la ablución del cuerpo con agua natural y la forma está constituida con las palabras que expresan la Unidad y la Trinidad de Dios.
a) -Que la materia es el agua consta:
En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra... (Ef. 5, 26).
Él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo que él derramó sobre nosotros por medio de Jesucristo... (Tit. 3, 5-6).
b) -Que la forma consiste en las palabras que expresan la unidad y la trinidad de Dios, contra:
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).
-La forma del Sacramento del Bautismo es «yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.»
Así lo enseñó Cristo.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
Aclaración. Dice «en el nombre» y no «en los nombres» porque apela a las tres divinas personas, sino a una sola naturaleza, sustancia, postestad y virtud divinas.
-En la forma del Bautismo es necesario expresar la invocación de las tres divinas personas.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
-El sujeto del Sacramento del Bautismo es toda criatura humana en estado de viador, incluso los niños.
Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid y quedaos en mi casa» (Hch. 16, 25).
Aclaración es de suponer que esta familia hubiese algunos niños.
Además,
-El Bautismo es necesario para entrar en el cielo.
Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
-Los niños son dignos del Reino de los Cielos.
Mas Jesús les dijo: «Dejad a los niños y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos» (Mt. 19, 14).
Por consiguiente se les puede administrar el Bautismo a los niños.
-Los ministros del Bautismo son el obispo, el sacerdote y el diácono.
a) -El Obispo.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
b) -El Sacerdote.
Por poder bautizar el diácono, cuyo orden sagrado he recibido anteriormente.
c) -El Diácono.
Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la Buena Nueva el Reino de Dios y el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombres y mujeres. Hasta el mismo Simón creyó y, una vez bautizado, no se apartaba de Felipe (Hch. 8, 12).
Siguiendo el camino llegaron a un sitio donde había agua. El eunuco dijo: «Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?» Y mandó detener el carro. Bajaron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y lo bautizó,... (Hch. 8, 36-38).
Aclaración. En los primeros siglos de la Iglesia bautizaban sólo los obispos y los sacerdotes sólo con licencia especial. A partir del siglo 5º el párroco podía bautizar por su propio cargo.
-Los Apóstoles bautizaron alguna vez en el nombre de Jesucristo.
Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo,... (Hch. 2, 38).
...únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús (Hch. 8, 16).
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo (Hch. 10, 48).
Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús (Hch. 19, 5).
Aclaración. Bautizados en el nombre de Jesucristo no significa que fuesen bautizados con las palabras «en nombre de Cristo», sino con el bautismo que instituyó Cristo diferenciándolo del bautismo de Juan.
19. Bautismo. Clases
-El Bautismo «flaminis»
-De agua puede ser sustituido por el de bautismo o por el martirio
-Puede ser sustituido por un acto de amor de Dios
-El Martirio
-Suple el bautismo de agua en cuanto al perdón de la culpa y de la pena
-El Bautismo «Flaminis» puede suplir al Bautismo «Fluminis» en los adultos.
Bautismo «flaminis» en la conversión perfecta a Dios por la contrición o la caridad perfecta.
Bautismo «fluminis» es el bautismo de agua.
Mi sacrificio es un espíritu contrito;
un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias (Sal. 51, 19).
Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado (Ez. 18, 21-22).
El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y no le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 21).
Aclaración. La contrición o caridad perfecta destruye el pecado y confiere la gracia.
-El Bautismo de agua puede ser sustituido por el voto de Bautismo o también por el martirio.
a) -Voto es el deseo del Bautismo.
Yo os bautizo con agua para conversión, pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo, y no merezco llevarla las sandalias. Él os bautizará en el Espíritu Santo y en el Fuego (Mt. 3, 11).
Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con el Espíritu Santo (Mc. 1, 8).
Yo os bautizo con agua, pero viene el que es más fuerte que yo, y no merezco desatarla la correa de sus sandalias. Él os bautizará en el Espíritu Santo y en el Fuego (Lc. 3, 16).
Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo (Jn. 1, 33).
...pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días (Hch. 1, 5).
En todos estos textos la acción bautismal se atribuye al Espíritu Santo.
b) -Martirio es el sufrimiento aceptado de un tormento mortal por virtud cristiana, e infligido por odio a la fe.
Cristo promete la entrada en el Reino de los Cielos a los que padecen persecución por la justicia:
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt. 5, 10).
El que encuentre su vida la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará (Mt. 10, 39).
Porque quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará (Mt. 16, 25).
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien quiera perder su vida por mí y por el Evangelio, la salvará (Mc. 8, 35).
-El Bautismo de agua puede ser sustituido por un acto de amor de Dios.
Yo amo a los que me aman... (Prov. 8, 17).
...y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 21).
Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn. 14, 23).
Aclaración. Quien ama a Dios desea cumplir todo lo que Él dispone para obtener la salvación, y por tanto, desea también recibir el bautismo.
Por esto el acto de amor a Dios, se llama también bautismo de deseo.
-El martirio produce el perdón de los pecados en sustitución del Bautismo, pero con acto de contrición perfecta, no de atrición.
Se deduce del siguiente texto:
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregará mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha (1 Cor. 13, 3).
El martirio suple el Bautismo de agua en cuanto a perdón de la culpa y de la pena.
Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos (Mt. 10, 32).
Aclaración. cuando los mártires confiesan a Cristo delante de los hombres, Cristo los confiesa delante de su Padre celestial.
20. Bautismo. Efectos
-Participación de la vida de Cristo
-La gracia, las virtudes y los dones sobrenaturales
-Una renovación, santificación, purificación, regeneración
-Una regeneración espiritual, el perdón de los pecados, la incorporación al Cuerpo Místico y el carácter
-La regeneración está relacionada con la Resurrección de Cristo
-El perdón de las penas debidas por los pecados en esta vida y en la otra
-La incorporación a Jesucristo, el revestimiento de Jesucristo el lavado de la regeneración y ser santificados
-El Bautismo nos hace participar de la vida de Cristo, pero esta vida oculta no llegará a manifestarse hasta la Parusia.
Pero Dios, rico en misericordias, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo, y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos... (Ef. 2, 6).
-El Bautismo concede la Gracia santificante, las virtudes y los dones sobrenaturales a los infantes y a los adultos que no ponen óbice.
...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,... (Tit. 3, 5).
-El Sacramento del bautismo produce una renovación, santificación, purificación, regeneración para poder entrar en el Reino de Dios.
a) -Renovación.
...él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,... (Tt. 3, 5).
b) -Santificación.
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra,... (Ef. 5, 25-26).
c) -Purificación.
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra,... (Ef. 5, 25-26).
d) -Regeneración, para entrar en el Reino de Dios.
Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
-El Bautismo produce: La regeneración espiritual, el perdón de los pecados, la incorporación al Cuerpo Místico de Cristo, y el carácter.
a) -La regeneración espiritual:
Él nos salvó... por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros con largueza... (Tit. 3, 5).
b) -El perdón de los pecados:
Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hch. 2, 38).
...ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios. Y tales fuisteis algunos de vosotros. Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. (1 Cor. 6, 10-11).
c) -La incorporación al Cuerpo Místicos de Cristo:
Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos, griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido en un sólo Espíritu (1 Cor. 12, 13).
d) -El carácter.
Quedó expuesto en «El bautismo, la confirmación y el orden imprimen carácter en el alma.»
-La regeneración espiritual efectuada por el Sacramento del Bautismo está en relación íntima con la resurrección de Jesucristo.
Fuimos, pues con él sepultados por el Bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rm. 6, 4).
-Por el Sacramento del Bautismo, Dios perdona además las penas debidas por los pecados en esta vida y en la otra.
a) -En esta vida.
Y si hemos muertos con Cristo, creemos que también viviremos con él, sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él (Rom. 6, 8-10).
Aclaración. Morir con Cristo por el bautismo expresa la extinción del pecado y de sus reminiscencias, es decir, de las penas debidas por él.
b) -En la otra vida.
Porque si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante;... (Rom. 6, 5).
Aclaración. Una resurrección semejante a la de Cristo, es decir, sin penas ningunas debidas por pecados personales.
-Los efectos concomitantes del Sacramento del Bautismo son: Incorporación a Jesucristo, revestimiento de Jesucristo, recepción del lavado de regeneración y ser santificados.
a) -Incorporación a Jesucristo.
Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres (1 Cor. 12, 13).
b) -Revestimiento de Jesucristo.
En efecto, todos los bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo;... (Gal, 3, 27).
c) -Recepción del lavado de regeneración.
...él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo,... (Tit. 3, 5).
d) - Ser santificados.
Pero habéis sido lavados, habéis dado sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).
21. Bautismo. Propiedades
-La unidad y la necesidad
-Necesario para salvarse
-Las propiedades del Bautismo son dos: La unidad y la necesidad.
a) -La unidad.
Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos,... (Ef. 4, 5-6).
b) -La necesidad.
Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
-El Sacramento del Bautismo es necesario a todos los hombres para que puedan salvarse.
A todos los hombres, es decir, párvulos y adultos después de la promulgación del Evangelio, ya que antes del mismo, los medios para salvarse en la Antigua Ley eran distintos según la condición de cada uno. P.e., a los judíos les estaba mandado la inscripción en el pueblo elegido; a los étnicos se les mandaba el acto de fe con la caridad, etc.
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 16).
En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).
22. Bautismo. Consecuencias
-El Sacerdocio común de los fieles
-La obra evagelizadora exigencia de la condición de cristianos
-Existe el Sacerdocio común de los fieles.
...también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, adeptos a Dios por mediación de Jesucristo (1 Pe. 2, 5).
Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz (1 Pe. 2, 9).
Aclaración. Este sacerdocio común de los fieles es diferente del sacerdocio ministerial o jerárquico, no sólo de grado, sino también de esencia. Aquel se ordena a éste y cada uno de ellos tiene su propia función y participa del único sacerdocio de Cristo.
-La obra evangelizadora es una exigencia nacida de la misma condición de cristianos y de Apóstoles.
Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; más bien es un deber que me incumbe (1 Cor. 9, 16).
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina (2 Tim. 4, 2).
23. Bautismo. Otras características
-El hombre adulto necesita intención, fe, atrición de los pecados para recibir los efectos
-Es un elemento de evangelización
-Reviste de una gran dignidad
-No puede reiterarse
-Los ministros son los padrinos
-El hombre adulto necesita intención habitual, fe y atrición sobrenatural de los pecados personales para recibir los efectos del Bautismo.
a) -Fe.
Dijo Felipe (al eunuco): Si crees de todo corazón, es posible (que seas bautizado). Respondió él: «Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios» (Hch. 8, 37).
b) -Atrición.
Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo;... (Hch. 2, 38).
Aclaración. La advertencia, la voluntad y la intención son elementos integrantes del acto humano.
-El Sacramento del Bautismo es un elemento de evangelización.
Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista; se levantó y fue bautizado (Hch. 9, 17-18).
Vosotros sabéis lo sucedido en toda Judea, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el Bautismo;... (Hch. 10, 37).
-La condición de cristiano adquirida por el Bautismo reviste una gran dignidad.
Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz, vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios,... (1 Pe. 2, 9).
-El Sacramento del Bautismo no puede reiterarse.
Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rom. 6, 4).
Aclaración. El bautismo es como una resurrección con Cristo a la vida perdida por el pecado y recuperada por el Espíritu.
Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rom. 8, 11).
-Los Ministros del Bautismo son los padrinos por costumbre antiquísima de la Iglesia.
Esta costumbre se fundamenta en el texto siguiente:
Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación,... (1 Pe. 2, 2).
Aclaración. Del mismo modo que los niños recién nacidos necesitan la fidelidad de otros para el cuidado de su salud y de su instrucción, los nacidos espiritualmente necesitan ser encomendados a la fidelidad de quienes puedan enseñarles las normas de la vida cristiana.
24. Confirmación
-Es sacramento de la N. Ley
-Materia, forma, sujeto y ministro
-La Confirmación es un sacramento de la Nueva Ley.
...únicamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 16-17).
Cuando oyeron esto fueron bautizados en el nombre de Señor Jesús. Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres (Hch. 19, 5-6).
Aclaraciones. Modo de proceder de los Apóstoles: Primero enseñan la doctrina de Cristo, luego bautizan a los que creen, y después algún apóstol u obispo les impone las manos para que reciban el Espíritu Santo.
-La materia próxima del sacramento es la imposición de las manos.
Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 16-17).
...Habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo... (Hch. 9, 6).
La imposición de las manos, era costumbre de Cristo para curar enfermos:
Le presentan un sordo que, además hablaba con dificultad, y le ruega imponga la mano sobre él... y al instante se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente (Mt. 7, 32 y 25).
Le presentan un ciego y le suplican que le toque. Tomando al ciego de la mano le sacó fuera del pueblo, y habiéndole puesto saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: ¿Ves algo? Él, alzando la vista dijo: «Veo a los hombres, pues los veo como árboles, pero que andan». Después le volvió a poner las manos en los ojos y comenzó a ver perfectamente y quedó curado... (Mc. 8, 22-25).
-Todos los bautizados aún no confirmados son sujetas del sacramento de la confirmación.
...les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 14-17).
-El Ministro ordinario de la confirmación es el Obispo.
El Presbítero puede ser también por delegación del Obispo.
El Diácono nunca es ministro de este sacramento.
a) -En los hechos de los Apóstoles, siempre son los apóstoles y obispos los que confirman.
Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo, pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo (Hch. 8, 14-17).
Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres (Hch. 19, 6-7).
b) -Aunque no consta en la Sagrada Escritura, ya desde los primeros siglos de la Iglesia, a los presbíteros se les concede alguna vez potestad de confirmar. Por tanto pueden confirmar como ministros extraordinarios.
c) -El diácono Felipe que estaba bautizando en Samaría, no pudo confirmar, sino que para ello fueron enviados los Apóstoles Pedro y Juan.
Cuando creyeron a Felipe que anunciaba la Buena Nueva del Reino de Dios, empezaron a bautizarse hombres y mujeres... Al enterarse los Apóstoles que estaban en Jerusalén que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo (Hch. 8, 12-15).
-El Sacramento de la Confirmación fue administrado por los Apóstoles.
Al enterarse los Apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaría había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 14-17).
25. Confirmación. Efectos
-La gracia, los dones y el carácter
-El fortalecimiento de la fe y el perfeccionamiento de la vida espiritual
-Los efectos son manifestados en las actitudes de los Apóstoles
-Los efectos del sacramento de la confirmación son: la gracia, los dones del Espíritu Santo y el carácter.
a) -La gracia.
...sino que recibierais la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros (Hch. 1, 8).
b) -Los dones del Espíritu Santo.
...que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hch. 2, 38).
c) -El carácter.
Quedó expuesto en «El Bautismo, la confirmación y el orden imprimen carácter en el alma.
-Los efectos concomitantes del sacramento de la Confirmación son el fortalecimiento de la fe y el perfeccionamiento de la vida espiritual.
a) -El fortalecimiento de la fe.
...recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, y en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).
b) - El perfeccionamiento de la vida espiritual.
Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre (Hch. 5, 41).
Aclaración. La fortaleza concedida por el sacramento de la Confirmación se ordena a que los cristianos defiendan su fe ante los perseguidores de Cristo.
...recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).
-Los efectos del sacramento de la Confirmación son manifestados claramente en las actitudes de los Apóstoles.
a) -Antes de la Pasión de Cristo.
-Los Apóstoles huyeron.
Entonces los discípulos le abandonaron todos y huyeron (Mt. 26, 56).
-Pedro negó ser discípulo de Cristo.
Pedro, entretanto, estaba sentado fuera, en el patio; y una criada se acercó a él y le dijo: «También tú estabas con Jesús el Galileo.» Pero él lo negó delante de todos,... (Mt. 26, 69-70).
-Todos estuvieron encerrados en casa por miedo a los judíos.
Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos. las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos,... (Jn. 20, 19).
b) -Después de la venida del Espíritu Santo.
-Sufren toda clase de persecuciones.
Entonces se levantó el Sumo Sacerdote, y todos los suyos, los de la secta de los saduceos, y llenos de envidia, echaron mano a los apóstoles y les metieron en la cárcel pública (Hch. 5, 17-18).
-Dan testimonio.
Pedro y los apóstoles contestaron:
«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero. A éste le ha exaltado Dios con su diestra como Jesús y Salvador,... (Hch. 5, 29-31).
-Los azotaron.
Entonces llamaron a los apóstoles; y, después de haberles azotado, les intimaron que no hablasen en nombre de Jesús. Y los dejaron libres. Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos de haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre (Hch. 5, 30).
-A pesar de tantas afrentas, continúan predicando.
Y no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas (Hch. 5, 42).
26. Eucaristía. Prefiguraciones
-En el A. T.
-En el N. T.
-El sacramento de la Eucaristía fue prefigurado en el Antiguo Testamento.
a) - Con el árbol de la vida.
...y en medio del jardín el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal (Gén. 2, 9).
b) - Con la oblación de Melquisedech.
Entonces Melquisedech, rey de Salem, presentó pan y vino pues era sacerdote del Dios altísimo (Gén. 14, 18).
c) - Con el sacrificio de Abraham.
Dios le dijo a Abraham, ¡Abraham, Abraham! Él le respondió: Heme aquí. Díjole: «toma a tu Hijo, a tu único, a quien amas, Isaac, vete al país de Moria, ofrécele allí en holocausto en uno de los montes, el que yo te diga» (Gén. 22, 1-2).
d) -Con el Cordero pascual.
En aquella misma noche comerán carne. La comerán asada al fuego con panes ácimos y con hierbas amargas (Ex. 12, 8).
e) -Con el maná concedido a los judíos en su peregrinación por el desierto.
Apareció sobre el suelo del desierto una capa menuda, como granos, parecida a la escarcha de la tierra. Cuando los hijos de Israel la vieron se decían unos a otros: ¿Qué es esto? Pues no sabían lo que no era. Moisés les dijo: «Este es el pan que Yahvéh os da por alimento» (Ex. 16, 14-15).
f) -El arca de la alianza, en la que se guardaba el maná.
Dijo pues Moisés a Aarón: «Toma una vasija, pon en ella un gomor lleno de maná, y colócalo ante Yahvéh, a fin de conservarlo para vuestros descendientes (Ex. 16, 33).
g) - Con diversos sacrificios de la Ley Antigua. Cuando alguien ofrezca a Yahvéh una oblación, su ofrenda consistirá en flor de harina, sobre la que se derramará aceite y pondrá incienso (Lev. 2, 1. y ss).
h) -Con los panes de la proposición.
Tomarás flor de harina, y cocerás con ella doce tortas, dos décimas para cada una. Las colocarás en dos filas, seis en cada fila, sobre la mesa pura en la presencia de Yahvéh (Lev. 24, 5-6).
i) -Con el pan preparado para alimentar a su pueblo.
A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ángeles; les enviaste sin cesar desde el cielo un pan ya preparado que podría brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos (Sab. 16, 20).
Aclaración. Estas figuras designan el signo, el alimento o el efecto del sacramento de la Eucaristía.
-La Eucaristía fue prefigurada también en el Nuevo Testamento.
a) -La multiplicación de los panes:
...tomando los cinco panes y dos peces, alzó los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente (Luc. 9, 16).
b) -...les dice Jesús: «llenad las tinajas de agua» y las llenaron hasta arriba. «sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestrasala. Ellos lo llevaron. Cuando el maestrasala probó el agua convertida en vino... (Jn. 2, 7-8).
Aclaración. San Cirilo de Jerusalén usa de este milagro para hacer más persuasible el misterio de la transustanciación.
27. Eucaristía. Profetizado por Cristo
-El sacramento de la Eucaristía fué profetizado por el mismo Jesucristo.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 51).
28. Eucaristía. Como alimento
-Prefiguración como alimento
-Prefiguración de los auxilios especiales
-Prefiguración como viático
-Cristo quiso fuese alimento
-El sacramento de la Eucaristía como alimento fue prefigurado en el Antiguo Testamento.
a) -Con el «Panis subcinericius.»
Volvió segunda vez el ángel de Yahvéh, le tocó y le dijo: «Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.» Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg. 19, 7-8).
b) -Con el maná.
A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ángeles; les enviaste sin cesar desde el cielo un pan ya preparado que podía brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos. El sustento que les dabas revelaba tu dulzura con tus hijos... (Sab. 16, 20-21).
-Los Auxilios especiales que concede el sacramento de la Eucaristía para vencer las tentaciones están prefigurados en el Antiguo Testamento.
Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios;... (Sal. 23, 5).
-Los auxilios especiales que la Eucaristía como viático concede para fortalecer al moribundo y ayudarle a conseguir la gloria están prefigurados en el Antiguo Testamento.
...el ángel de Yahvéh, le tocó y le dijo: «Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.» Se levantó, comió y bebió y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg. 19, 7-8).
Aclaración. El monte de Dios Horeb prefigura la bienaventuranza eterna.
-Los auxilios especiales que la Eucaristía como viático concede para fortalecer al moribundo y ayudarle a conseguir la gloria están prefigurados en el Antiguo Testamento.
...el ángel de Yahvéh, le tocó y le dijo: «Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.» Se levantó, comió y bebió y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg. 19, 7-8).
Aclaración. El monte de Dios Horeb prefigura la bienaventuranza eterna.
-Cristo quiere que su cuerpo y su sangre presentes en la eucaristía fuese el alimento santificador de nuestras almas.
Tomad, comed, este es mi cuerpo (Mt. 26, 26).
Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 27-28).
Este es el pan que baja del cielo, para que lo coman y no mueran (Jn. 6, 50).
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 51).
Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él» (Jn. 6, 53-56).
Lo mismo que me ha enviado el Padre que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí (Jn. 6, 57).
29. Eucaristía. Institución
-Sacramento instituido por Jesucristo
-En la última cena
-La Eucaristía es verdadero sacramento de la Nueva Ley instituido por Jesucristo.
a) -Signo sensible:
Mientras estaban comiendo tomó Jesús pan y, pronunciada la bendición, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Timad, comed, este es mi cuerpo. Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias se lo dio diciendo: Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 26-28).
b) -Signo de la gracia:
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él (Jn. 6, 54-56).
c) -Instituido por Cristo:
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
Aclaración. El signo sensible, el signo de la gracia y la institución por Cristo, son las tres notas requeridas para todo sacramento.
-Cristo instituyó la santísima Eucaristía en la última cena.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. De igual modo después de cenar, el cáliz, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre que va a ser derramada por vosotros (Luc. 22, 19-20).
Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido, que el Señor Jesús la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío. Asimismo también el cáliz después de cenar diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre. Cuantas veces...» (1 Cor. 11, 23-25).
30. Eucaristía. Necesidad
-No es necesaria para la salvación con necesidad de medio
-Si lo es con necesidad de precepto
-Los fieles están obligados a recibirla por precepto divino
-No está mandada a los laicos por precepto divino bajo las dos especies
-No es necesaria bajo las dos especies a cada uno de los fieles por derecho divino
-La Comunión sacramental de la Santísima Eucaristía no es absolutamente necesaria para la salvación con necesidad de medio.
El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea se condenará (Mc. 16, 17).
En este texto ninguna otra condición de salvación se señala, por tanto la Comunión sacramental no es absolutamente necesaria con necesidad de medio para la salvación.
Por consiguiente el texto,
Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros (Jn. 6, 53).
No se interpreta como necesidad de medio para la salvación, sino como necesaria para plenitud de la vida espiritual, y también moralmente necesaria para la perseverancia en la gracia.
-La Comunión del Sacramento de la Eucaristía si es necesaria para la salvación con necesidad de precepto.
Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 53-54).
Aclaración. Estas palabras contienen el precepto de recibir el sacramento de la Eucaristía.
-Los fieles están obligados a recibir la Santísima Eucaristía por precepto divino positivo.
Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros (Jn. 6, 53).
-La Eucaristía bajo las dos especies no está mandada por derecho divino a los laicos.
Cristo dice:
En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros (Jn. 6, 53).
El comer su carne y beber su sangre se logra comulgando bajo una sola especie, porque Cristo está todo entero con su carne y con su sangre en cada una de las especies.
-La Comunión del sacramento de la Eucaristía bajo una y otra especie no es necesaria a cada uno de los fieles, por derecho divino.
Jesucristo dijo:
«...si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros» (Jn. 6, 53).
y también:
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna,... (Jn. 6, 54).
pero además dijo:
«...Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre;...» (Jn. 6, 51).
y los primeros fieles de la Iglesia comulgaban solamente bajo la especie de pan.
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones (Hch. 2, 42).
31. Eucaristía. Efectos
-Confiere la gracia santificante
-Preserva del pecado mortal
-No perdona el pecado mortal por sí
-Preserva del pecado venial
-Mitiga la concupiscencia
-Produce la unión con Cristo
-Promueve la unidad de los fieles
-Perfecciona la vida sobrenatural
-Concede la vida eterna anticipada en la tierra
-Es prenda de vida cristiana temporal y eterna
-Proporciona la gloria eterna
-Produce un principio de resurrección gloriosa de los cuerpos
-Produce la misma gloria del cuerpo en la eternidad
-Proporciona el don de la perseverancia final
-Garantiza las resurrección del último día
-Garantiza la salvación eterna
-Produce el germen de la inmortalidad
-El sacramento de la Eucaristía confiere la gracia santificante.
Así consta en el sermón de Cafarnaúm.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo para que lo coman y no mueran. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre, y el pan que yo le he dar es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 48-51).
-El Sacramento de la Eucaristía nos preserva de los pecados mortales.
...éste es el pan bajado del cielo, para que lo coman y no mueran (Jn. 6, 50).
Aclaración. No se trata de la preservación de la muerte corporal, sino de la espiritual ocasionada por el pecado mortal.
-La Eucaristía no borra el pecado mortal, por sí misma.
Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo (1 Cor. 11, 27-29).
-Los sacramentos de la Eucaristía nos preserva de los pecados veniales.
...éste es el pan bajado del cielo, para que lo coman y no mueran (Jn. 6, 50).
Aclaración. Si preserva del pecado mortal, también preservará del pecado venial que conduce al mortal.
-El sacramento de la Eucaristía mitiga la concupiscencia.
Concupiscencia es cada una de las tendencias del hombre que le inclinan o conducen al pecado.
El trigo hará florecer a los mancebos y el mosto a las doncellas (Zach. 9, 17).
Aclaración. Es un prefiguración del sacramento de la Eucaristía y de sus efectos.
...también el que me coma vivirá por mí (Jn. 6, 57).
Aclaración. El que vive por otro supone tener una corriente de amor que mitiga las pasiones.
-El sacramento de la Eucaristía produce la unión con Cristo, como su efecto propio.
Jesús les dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él (Jn. 6, 56).
Aclaración. Permanecer uno en otro es vivir cada uno la vida del otro recíproca y mutuamente, es decir, establecer la unión íntima de los que se aman, por el amor y concordia mutuos.
-La Eucaristía promueve la unión de los fieles entre sí.
Porque aun siendo muchos, un sólo pan y un sólo cuerpo somos, pues todos participamos de un sólo pan (1 Cor. 10, 17).
-El efecto propio de la Santísima Eucaristía es la perfección de la vida sobrenatural.
Así consta en el sermón de Cafarnaúm:
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él (Jn. 6, 56).
También el que me coma vivirá por mí (Jn. 6, 57).
Aclaración. Morar uno en otro y vivir de su vida, muestra claramente la unión de los que se aman.
-El sacramento de la Eucaristía concede la vida eterna anticipada, aquí en la tierra.
Jesús les dijo: «En verdad en verdad os digo: Si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo resucitaré el último día (Jn. 5, 53-54).
Aclaración. No dice «tendrá», sino «tiene», referido al presente, a la vida presente, o sea en este mundo.
-La Eucaristía como alimento es prenda de vida cristiana temporal y eterna.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 51).
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida (Jn. 6, 54-55).
...el que coma este pan vivirá para siempre (Jn. 6, 58).
-La Eucaristía nos proporciona la gloria eterna.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 52).
-La Eucaristía produce el principio de la resurrección gloriosa de los cuerpos.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).
Esta resurrección no solamente refiere al alma, sino también al cuerpo, según los textos:
Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rom. 8, 11).
Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo (1 Cor. 15, 22).
-El sacramento de la Eucaristía produce la gloria del cuerpo en la eternidad.
Jesús les dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).
Aclaración. La gloria del cuerpo va vinculada a la misma resurrección, algo así como si fuera producida por ésta.
-La Eucaristía proporciona el don de la perseverancia final.
En verdad, en verdad os digo: «...Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre;...» (Jn. 6, 51).
«...El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él (Jn. 6, 56).
Aclaración. «Vivir para siempre» y «permanecer en Cristo» no es sino perseverar hasta el fin y alcanzar la gloria eterna.
-La Eucaristía produce y proporciona la garantía de la resurrección el día del juicio final y de ser colocados a la derecha de Cristo en la mansión de su Reino.
Jesús les dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).
-La Eucaristía garantiza nuestra salvación eterna.
En verdad en verdad os digo; el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padre comieron el maná el desierto y murieron; este es el pan que baja de cielo, para que lo coman y no mueran (Jn. 6, 47-50).
-La Eucaristía produce el germen de la inmortalidad.
Jesús les dijo: «...El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día» (Jn. 6, 54).
Aclaración. Por la asimilación de sus propiedades de su cuerpo eucarístico y glorioso.
32. Eucaristía. Materia, forma y ministro
-El Pan y el vino son la materia propia
-El pan debe ser de trigo y el vino de vid
-Las palabras «Este es mi cuerpo y esta es mi sangre» son la forma con la que Cristo consagró
-El Ministro es solamente el Sacerdote
-El Pan y el vino son la materia propia del sacramento de la Eucaristía.
Mientras estaban comiendo tomó Jesús pan y, pronunciada la bendición, lo partió y, dándoselo a los discípulos dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo» (Mt. 26, 26).
Tomó luego un cáliz y se lo dio diciendo: «Bebed de él todos, porque ésta es mi sangre de la Alianza que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados. Yo os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre (Mt. 26, 27-29).
Aclaraciones. Cristo usó el pan y el vino para instituir la Eucaristía.
Asimismo Cristo mandó emplear siempre el pan y el pan vino como materia propia para realizar este sacramento.
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
-Para confeccionar el sacramento de la Eucaristía el pan debe de ser de trigo y el vino debe de ser de vid.
a) -El pan de trigo.
Consta porque en la Sagrada Escritura, cuando se habla de pan de otra clase, se emplea algún denominativo especial para designarlo, p.e.
Aquí hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada (Jn. 6, 9).
Si no existe tal denominativo especial, se entiende pan de trigo.
Así se entiende el pan que usó Cristo.
Mientras estaban comiendo tomó Jesús pan y... (Mt. 26, 26).
b) -El vino de vid.
Yo os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día... (Mt. 26, 29).
-Cristo consagró la Eucaristía con las palabras «este es mi cuerpo» y «esta es mi sangre» o «este es el cáliz de mi sangre»
Tomad, comed, este es mi cuerpo (Mt. 26, 26).
Bebed de él todos porque esta es mi sangre de la Alianza (Mt. 26, 27).
Tomad, éste es mi cuerpo (Mc. 14, 22).
Esta es mi sangre de la Alianza (Mc. 14, 24).
Este es mi cuerpo (Lc. 22, 19).
Este es mi cuerpo que se da por vosotros (1 Cor. 11, 24).
-El Ministro de la confección del sacramento es solamente el sacerdote.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
Aclaración. Cristo dijo estas palabras solamente a sus primeros sacerdotes y, en la persona de ellos, a todos los de las generaciones sucesivas.
33. Eucaristía. Presencia real
-Jesucristo está presente
-La sustancia de pan y vino no permanecen
-Las palabras de la consagración operan una transustanciación del pan en el cuerpo y del vino en la sangre de Cristo
-Todo Cristo está presente en cada una de las partes de las especies sacramentales
-Todo Cristo está presente bajo una u otra especie
-Todo Cristo como Dios y como hombre está presente en cada una de las especies eucarísticas
-Jesucristo está presente verdadera, real y sustancialmente en el Santísimo sacramento de la Eucaristía.
a) -Palabras de la promesa y b) -Palabras de la institución
a) -Palabras de la promesa:
-(Discurso en la sinagoga de Cafarnaúm)
Obrad no por el alimento perecedero sino por el alimento que permanece para la vida eterna (Jn. 6, 27).
Nuestros Padres comieron el maná en el desierto, según está escrito:
«Pan del cielo les dio a comer» (Jn. 6,31).
En verdad, en verdad os digo: Moisés no os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da por la vida al mundo (Jn. 6, 32-33).
Entonces le dijeron: «Señor danos siempre de ese pan» Les dijo Jesús: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí no tendrá nunca sed (Jn. 6, 34-35).
Pero los judíos murmuraban de él porque había dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo» (Jn. 6,41).
Yo soy el pan de la vida (Jn. 6, 48).
Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que lo coman y no mueran. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre; y el pan que yo les voy a dar es mi carne por la vida del mundo (Jn. 6, 49-51).
Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Lo mismo que me ha enviado el Padre que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestro padres y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre (Jn. 6, 52-58).
Este lenguaje de Cristo no puede ser metafórico, porque en las lenguas semíticas,
comer la carne de alguno significa:
-ofenderlo gravísimamente,
-injuriarle, calumniarle, perseguirle,
y beber la sangre significa,
-arder en odio,
-cometer un crimen nefando,
-vengarse muy cruelmente.
como se lee en:
¿No son necios todos los agentes del mal que comen a mi pueblo como se come el pan y a Yahvéh no invocan? (Sal. 14, 4).
Cuando se acercan contra mí los malhechores a devorar mi carne, son ellos mis adversarios y enemigos los que tropiezan y sucumben (Sal. 26, 2).
Haré comer a tus opresores su propia carne, como son vino nuevo con su sangre se embriagarán (Is. 49, 26).
Cuando la carne de mi pueblo hayan comido, hayan arrancado la piel de encima de ellos, y quebrado sus huesos, cuando los despedacen como carne en la caldera, como vianda dentro de una olla, entonces clamarán a Yahvéh. Pero él no les responderá: esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, por los crímenes que cometieron (Mich. 3, 3).
Pero si os mordéis y os devoráis mutuamente ¡Mirad no vayáis mutuamente a destruiros! (Gál. 5, 15).
...ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas y tú les has dado a beber sangre; lo tienen merecido (Apoc. 16, 6).
Es imposible que Cristo hable en este sentido de odio, de crimen, de venganza, de ofensa y de injuria, cuando invita amorosamente a comer su carne y a beber su sangre y promete la vida eterna a los que así lo hicieren.
Por otra parte, los judíos entendieron las palabras de Cristo (Jn. 6, 53) en sentido literal, la prueba es que Cristo no corrige este modo de entender, sino que llega hasta a decir que comer su carne y beber su sangre es cosa necesaria para la salvación.
b) -Palabras de la institución:
Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y, pronunciada la bendición, lo partió y, dándoselo a sus discípulos dijo: «Tomad, comed, este es mi cuerpo.» Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo: «Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 26-28).
Mientras comían, tomó pan, y pronunciada la bendición, lo partió, se lo dio y dijo: «Tomad este es mi cuerpo» Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio y bebieron todos de él. Y les dijo: «Esta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos» (Mc. 14, 22-24).
Y tomando una copa, dio gracias y dijo: «Tomad esto y repartirlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios».
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. De igual modo, después de cenar, el cáliz diciendo: «Este cáliz es la nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros.
Estas palabras de la institución de la Eucaristía no hay que tomarlas en sentido figurado, sino en su sentido propio y literal.
a) -Por el sentido de las palabras de Cristo, que indican que lo que tiene en sus manos es su cuerpo y su sangre la palabra «es» manifiesta la identidad entre el sujeto y el predicado.
b) -Las palabras de la institución,
-Mi cuerpo que es entregado por vosotros,
-mi sangre que va a ser derramada por muchos,
son palabras expresivas de que el cuerpo y la sangre dados en la Eucaristía son el mismo, el mismísimo cuerpo y sangre inmolados en la cruz.
c) -Los Apóstoles, como eran hombres sencillos y rudos solían entender en sentido propio las locuciones claramente metafóricas, p.e.
-«Le dijeron los discípulos: «Señor, si duerme se curará» (Jn. 11, 12).
-¿Cómo no entendéis que no me refería a los panes? (Mt. 16, 11).
de donde se deduce con toda evidencia que Cristo dijo las palabras de la institución de la Eucaristía en un sentido real y no figurado.
d) -El testamento solemne y nuevo que había de sustituir al antiguo y durar para siempre, convenía que se declarase con palabras extremadamente claras como los hombres acostumbran a expresar su última voluntad.
e) -Cristo instituyó en la última cena un sacramento para uso perpetuo en la Iglesia, y como los demás sacramentos fueron instituidos con expresiones reales y no metafóricas, se deduce que igualmente fue instituido este sacramento de la Eucaristía.
f) -Cristo se entregó a los fieles en la Eucaristía como suprema prenda de amor, y no hubiera sido así en el caso de que mientras afirmaba que les daba su cuerpo no les hubiese dado en realidad mas que un figura o señal del mismo.
g) -Por las palabras de la institución de la Eucaristía en S. Pablo.
«Esto es mi cuerpo que se da por vosotros»; «Este cáliz es el nuevo Testamento en mi Sangre»... (1 Cor. 11, 24-25).
h) -El texto:
«El cáliz de bendición que bendecimos, ¿No es la comunión de la sangre de Cristo? ¿Y el pan que partimos, ¿No es la comunión del cuerpo de Cristo? (1 Cor. 10, 16).
No cabe más claridad en la expresión «Cuerpo» y «Sangre» de Cristo.
-La sustancia de pan y vino no permanece en el sacramento de la Eucaristía después de la consagración.
De las palabras de la institución:
a) -Tomad, comed, éste es mi cuerpo (Mt. 26, 26).
-Bebed de él todos porque ésta es mi sangre de la Alianza (Mt. 26, 27).
b) -Tomad, éste es mi cuerpo (Mc. 14, 22).
-Ésta es mi sangre de la alianza (Mc. 14, 24).
c) -Éste es mi cuerpo (Lc. 22, 19).
d) - Éste es mi cuerpo que se da por vosotros (1 Cor. 11, 24).
Los pronombres demostrativos «éste» y «ésta», no se suelen usar sino para denotar que no hay coexistencia de varias sustancias a que se refieran, sino integridad de la sustancia e identificación de ésta con el predicado.
Por consiguiente la Iglesia interpreta que en la Eucaristía está el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sin que permanezcan las sustancias de pan y vino, sino íntegras e independientes de éstos.
Más todavía, el pan y el vino se han convertido en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como se ve en la demostración siguiente.
-Por las palabras de la consagración se opera en la Eucaristía una verdadera transustanciación o conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y toda la sustancia del vino en la sangre de Cristo.
Tomó Jesús pan, y pronunciada la bendición lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo» (Mt. 26, 26).
Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo: «Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé de este producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba con vosotros, nuevo, en el Reino de mi Padre (Mt. 26, 27-29).
Es decir,
-Tomó pan y dijo «éste es mi cuerpo»
-Tomó el cáliz (con el producto de la vid) y dijo ésta es mi sangre.
La transustanciación o conversión no puede esta más clara y evidente.
También se deduce claramente de esta demostración, que la acción de la transustanciación, no es por abducción, ni producción ni por constitución, sino por conversión del pan en el cuerpo y del vino en la sangre de Cristo.
-Todo Cristo está presente en cada una de las partes de las especies sacramentales.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros (Lc. 22, 19).
Tomando un cáliz, dio gracias y dijo, Tomad esto y repartirlo entre vosotros (Lc. 22, 17).
Cada uno de lo Apóstoles tomó una parte del pan y una parte del cáliz, y no se puede negar que cada uno de ellos recibió a Cristo entero.
-Todo Jesucristo está presente bajo una y otra especie.
Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor (1 Cor. 11, 27).
Aclaración. Consta en estas palabras que el que come indignamente sólo el pan eucarístico o bebe sólo el cáliz, es reo ya del Cuerpo ya de la Sangre del Señor, y esto no puede suceder si no estuviese el Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo una y otro especie.
-Es todo Cristo como Dios y como hombre el que está presente en cada una de las especies eucarísticas.
Lo mismo que me ha enviado el Padre que vive, y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí (Jn. 6, 57).
El pronombre «me» es evidente que significa «Cristo» y todo Él, puesto que no especifica partes.
Asimismo gramaticalmente el pronombre «me» sustituye al nombre «Cristo», sin referirse a parte, y por tanto en toda su integridad personal y ontológica.
De manera que el pronombre «me» se refiere a todo Cristo y por consiguiente en cuanto a su divinidad y en cuanto a su humanidad.
34. Eucaristía. Disposiciones
-En gracia de Dios
-El que lo recibe con conciencia de pecado grave, peca mortalmente
-Para recibir los efectos del sacramento de la Eucaristía se requiere la posesión de la gracia santificante en el alma del que lo recibe.
Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo (1 Cor. 11, 27-29).
-El que recibe el sacramento de la Eucaristía indignamente -es decir, con conciencia de pecado grave- peca mortalmente.
Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor (1 Cor. 11, 27).
35. Eucaristía. Otras realidades
-En la Eucaristía permanecen los accidentes físicos y verdaderos no aparentes
-No es una acción transeúnte sino que el Cuerpo y la Sangre permanecen
-Las dos especies constituyen un sólo sacramento
-Cristo dio a sus sucesores la misma potestad
-Los fieles deben adorarle con culto de latria
-En el sacramento de la Eucaristía permanecen los accidentes físicos y verdaderos, no aparentes.
Y tomando una copa, dio gracias, y dijo: «Tomad esto y repartido entre vosotros;...» (Lc. 22, 17).
Y le pan que partimos ¿no es la Comunión con el cuerpo de Cristo? (1 Cor. 10, 17).
Aclaración solamente las realidades físicas y no las impresiones subjetivas pueden partirse, y distribuirse entre muchos, por tanto, las especies eucarísticas son algo real y físico.
-La Eucaristía no es ni supone solamente una acción transeúnte, sino que es la sustancia del Cuerpo y de la Sangre de Cristo que permanecer.
Las palabras:
-Éste es mi cuerpo (Mt. 26, 26).
y
-Ésta es mi sangre (Mc. 14, 24).
Estas palabras no las pronunció Cristo con limitaciones en el tiempo, pues no dijo «éste es mi cuerpo» y «Ésta es mi sangre» mientras lo comáis, mientras lo bebáis o durante la cena, sino que quiso referir claramente una continuidad de la existencia de su cuerpo y de su sangre.
-Las dos especies eucarísticas constituyen un sólo sacramento.
Se deduce de que siempre que se nombran el cuerpo y la sangre del Señor, se nombran juntos.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna (Jn. 6, 54).
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida (Jn. 6, 55).
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él (Jn. 6, 56).
Aclaración. Aunque alguna vez se nombre separado:
«el que coma de este pan vivirá para siempre» (Jn. 6, 58).
pero implícitamente está incluido, algo así como en la comida material, se incluye siempre algo de bebida aunque no se le nombre específicamente.
-Jesucristo en la última cena dio a los Apóstoles y a sus sucesores el mandato y la potestad de consagrar, de ofrecer y de administrar su Cuerpo y su Sangre, como él lo había dicho.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
...el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Éste es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» Asimismo también el cáliz después de cenar diciendo: «Éste cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces lo bebiereis, hacedlo en recuerdo mío» (1 Cor. 11, 23-25).
-Jesucristo debe de ser adorado en la Santísima Eucaristía con culto de latria.
Se muestra por la adorabilidad de Jesucristo que consta en los textos siguientes:
En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!» Y ellas, acercándose, se asieron a sus pies y le adoraron (Mt. 28, 9).
...lo once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron;... (Mt. 28, 16-17).
Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» (Mc. 10, 17).
Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,... (Fil. 2, 10).
Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios (Hebr. 1, 6).
36. Eucaristía como sacrificio
-Varios significados
-Prefigurada en el A. T.
-Profetizada en el A. T.
-La Misa es un sacrificio
-Jesucristo ofreció su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino al eterno Padre en la última cena
-Jesucristo ofreció un sacrificio al eterno Padre en la última cena
-El sacrificio de la Misa es una representación del de la Cruz
-Es el mismo del de la Cruz pero se diferencia en el modo de ofrecerle
-Es una conmemoración del de la Cruz
-La palabra sacrificio tiene varios significados.
a) -En sentido lato.
-alabanza mostrada a Dios.
El que ofrece sacrificios de acción de gracias me da gloria,... (Sal. 50, 23).
-limosna.
No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a Dios (Hebr. 13, 16).
-aceptación del dolor.
Mi sacrificio es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias (Sal. 51, 19).
b) -En sentido propio.
Oblación hecha a Dios de una víctima por destrucción de la misma, en señal de dominio supremo y en reconocimiento de su soberanía.
c) -Santo Sacrificio de la Misa. Sacrificio incruento del Cuerpo y de la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino.
-La Eucaristía como sacrificio fue prefigurada en el Antiguo Testamento.
Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y una oblación pura (Malaq. 1, 11).
Aclaración. Con estas palabras Malaquías predice:
a) -Un culto nuevo,
b) -Un culto entre todas las naciones,
c) -Un culto universal en todo lugar,
d) -Un culto que ha de sustituir al levítico,
e) -Un culto puro,
f) -Un culto sacrificial,
Y la Eucaristía como sacrificio contiene todos estos caracteres.
-La celebración del Santo sacrificio de la misma en todos los lugares del mundo y hasta el final de los tiempos, fue profetizada en el Antiguo Testamento.
Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las Naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y una oblación pura (Mal. 1, 11).
-La misa es verdadera y propiamente un sacrificio.
Sacrificio es la oblación hecha a Dios de una cosa sensible por un ministro legítimo, con destrucción real de la misma, en reconocimiento del supremo dominio de Dios sobre todas las cosas creadas.
La Misa es el sacrificio de la nueva Ley, en el cual Cristo es ofrecido al eterno Padre, bajo las especies consagradas de pan y vino.
Así consta en:
-La profecía de Malaquías.
-Anuncia que una oblación va a ser ofrecida a Dios en todo lugar.
...y en todo lugar se ofrece incienso y a mi Nombre y una oblación pura (Mal. 1, 11).
-Solamente el sacrificio de la Misa responde al sacrificio puro y grato a Dios que se celebra en todo lugar desde la salida del sol hasta su ocaso.
Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grade es mi Nombre entre las naciones y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y una oblación pura (Mal. 1, 11).
-Las palabras de la institución de la eucaristía.
-Cristo a las palabras «Éste es mi cuerpo» añadió «que va a ser entregado por vosotros»; y a las palabras «Éste cáliz es la Nueva Alianza de mi sangre», añadió «que va a ser derramada por vosotros»
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo: «Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados» (Mt. 26, 27).
Aclaración. Estas palabras afirman claramente que Cristo entregó a sus discípulos su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino, como víctima en inmolación mística para el perdón de los pecados, por tanto la Misa es un sacrificio.
-Jesucristo ofreció su cuerpo y su sangre bajo las especies de pan y vino al eterno Padre en la última cena.
Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y, pronunciada la bendición, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, este es mi cuerpo.» Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo: «Bebed de él todos, porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados...» (Mt. 26, 26-28).
Mientras estaban comiendo, tomó pan y, pronunciada la bendición, lo partió, se lo dio y dijo; «Tomad, este es mi cuerpo.» Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias se lo dio, y bebieron todos de que va a ser derramada por muchos (Mc. 12, 22-24).
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío».
De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: «Éste cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros» (Lc. 22, 19-20).
...el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Éste es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.» Asimismo también el cáliz después de cenar diciendo: «Éste cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces lo bebiereis, hacedlo en recuerdo mío» (1 Cor. 11, 23-25).
-Jesucristo ofreció un sacrificio verdadero al eterno Padre en la última cena.
Se deduce del modo de hablar de Cristo y de la figura de su sacerdocio.
a) -Del modo de hablar de Cristo.
Cristo dijo: «...esta es mi sangre de la alianza que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados...» (Mt. 26, 28).
...que me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gál. 2, 20).
Por tanto, «entregar por vosotros para perdón de los pecados, denota verdadero sacrificio.
...que me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gál. 2, 20).
...Jesucristo; el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad... (Tit. 2, 14).
b) -De la figura del sacerdocio de Cristo.
-Cristo es sacerdote según el orden del Melquisedech.
Lo ha jurado Yahvéh y no ha de retractarse:
«Tú eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec» (Sal. 110, 4).
...proclamado por Dios Sumo Sacerdote a semejanza de Melquisedec» (Hebr. 5, 10).
Pero Melquisedec ofreció pan y vino en sacrificio,
Entonces melquisedec, rey de Salem, presentó pan y vio, pues era sacerdote del Dios Altísimo,... (Gén. 14, 18).
Aclaración. Por consiguiente, Cristo se ofreció en pan y vino cuando se ofreció bajo estas especies y se entregó a sus discípulos.
-El sacrificio de la Misa es un conmemoración y representación del sacrificio de la Cruz.
Pues cada vez que comáis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte el Señor hasta que venga... (1 Cor. 11, 26).
Aclaración. El anuncio o representación de la muerte de Cristo, va unida a la celebración de la Eucaristía y no puede existir sin ella.
-El sacrificio de la Misa es el mismo que el sacrificio de la Cruz, pero se diferencia en el modo de ofrecerle.
...que va a ser derramado por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 28).
...que va a ser derramado por muchos (Mc. 14, 24).
Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros (Lc. 22, 19).
Éste es mi cuerpo se da por vosotros (1 Cor. 11, 24).
Estas palabras expresan una identidad entre el cuerpo y la sangre de Cristo recién consagrado ante los Apóstoles, y el cuero y la sangre de Cristo entregado en la Cruz.
De estos mismos textos se deducen las diferencias accidentales:
a) -De parte de la víctima, en la Eucaristía, Cristo se ofrece impasible y inmortal y en la Cruz se ofrece posible y mortal.
b) -De parte del oferente, en la Cruz se ofreció por sí mismo al Padre de modo visible, y en la Misa se ofrece por ministerio de los sacerdotes de modo invisible.
c) - Por parte del efecto, el sacrificio de la cruz es satisfacción y mérito suficiente para la obra de Redención, mientras que la Misa es la aplicación del mérito y de la satisfacción que ya quedó consumada en la Cruz.
-El sacrificio incruento de la Misa es una conmemoración, una continuación, una multilocación del sacrificio cruento de la cruz.
a) -Una conmemoración.
Pues cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga (1 Cor. 11, 26).
b) -Una continuación.
En efecto, mediante una sola oblación ha llevado a la perfección para siempre a los santificados (Hebr. 10, 14).
c) -Una multilocación.
Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y oblación pura (Mal. 1, 11).
37. Eucaristía como sacrificio. Oferentes
-Cristo es el oferente principal
-Todos los sacerdotes ordenados son ministros del Sacrificio de la Misa
-La Iglesia universal, ofrece el sacrificio
-Los fieles asociados ofrecen el sacrificio
-Cristo es el oferente principal del sacrificio de la Misa.
Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la suerte les impedía perdurar. Pero éste posee un sacerdocio perpetuo porque permanece para siempre... (Hebr. 7, 23-24).
Así es el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los cielos, que tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día. Primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo; y esto lo realizó de una vez para siempre ofreciéndose a sí mismo (Hebr. 6, 26-27).
Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza del Melquisedech (Hebr. 7, 17).
-Todos y cada uno de los sacerdotes debidamente ordenados son ministros del sacrificio de la Misa.
Haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
Haced esto en recuerdo mío (1 Cor. 11, 23).
Con estas palabras Cristo instituyó a sus sacerdotes y les mandó a ellos y a sus sucesores en el sacerdocio que ofrecieran la Eucaristía.
-La Iglesia universal, es decir todos los fieles que pertenecen a ella, ofrece el sacrificio de la Misa.
Pero vosotros sois linaje escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz (1 Pe. 2, 9).
Aclaración. Toda la grey cristiana goza de una participación de este sacerdocio y por tanto del oficio de satisfacer y sacrificar a Dios una oblación limpia en todo lugar.
-Los fieles asociados al sacerdote ofrecen el sacrificio de la Misa, no porque participen en la consagración, sino en la oblación.
Os exhorto pues hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como un víctima viva, santa, agradable a Dios; tal será vuestro culto espiritual (Rom. 12, 1).
Aclaración. Los fieles unen sus votos de alabanza, de impetración, de expiación y de acción de gracias, a los votos e intenciones del sacerdote y a los del mismo Sumo Sacerdote, para que sean presentado al eterno Padre en la misma oblación de la víctima.
38. Eucaristía como sacrificio. Efectos
-Es latreútico, eucarístico, propiciatorio e impetratorio
-Puede aplicarse por todos los vivientes
-Es eficaz en favor de las almas del purgatorio
-No lo es en favor de los condenados
-El sacrificio de la Misa es latreútico, eucarístico, propiciatorio e impetratorio.
a) -Latreútico o de alabanza:
... y en todo lugar se ofrece incienso a mi nombre (Malaq. 1, 11).
Aclaración. En alabanza y culto a Dios sustituyendo a los sacrificios de la Antigua Ley.
b) -Eucarístico o de acción de gracias:
Tomó luego un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio y bebieron todos de él. Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la alianza, que va a ser derramada por muchos» (Mc. 14, 23-24).
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros (Lc. 22, 19).
Aclaración. En la mente de Cristo la acción de gracias va estrechamente unida a la oblación de este sacrificio.
c) -Propiciatorio en cuanto que aplaca la justa ofensa que Dios recibe de los hombre:
...porque esta es mi sangre de la Alianza, que va a ser derramada por muchos para remisión de los pecados (Mt. 26, 28).
Aclaración. Se ve que uno de los fines del sacrificio eucarístico es el perdón de los pecados.
d) -Impetratorio o de oración, ya que el sacrificio de la Misa sucede plenamente a todos los sacrificios de la Antigua Ley y éstos eran también impetratorios.
-El sacrificio de la Misa puede aplicarse y beneficiar a todos los vivientes.
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla... (Ef. 5, 25-26).
Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad (1 Tim. 2, 1).
...Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 5-6).
-El sacrificio de la Misa es eficaz en favor de las almas del purgatorio.
Después de haber reunido entre sus hombres cerca de 2.000 dracmas, las mandó a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy hermosa y noblemente con el pensamiento puesto en la resurrección (Mach. 12, 43).
Aclaración. Si en la Antigua Ley se ofrecían sacrificios por los difuntos y les aprovechaban, con mucha más razón el sacrificio de la Nueva Ley, es decir el sacrificio de la Misa.
-El sacrificio de la Misa no puede ofrecerse el provecho de los condenados pues su penas no se extinguirán y en su Estado no pueden recibir ningún alivio.
Y en saliendo verán los cadáveres de aquellos que se revelaron contra mí, su gusano no morirá su fuego no se apagará, y serán el asco de toda carne (Is. 66, 24).
Entonces dirá también a los de su izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).
Y gritando dijo: Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en estas llamas. Pero Abraham le dijo: Hijo, recuerda que tu recibiste bienes durante la vida y Lázaro al contrario, males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado (Lc. 16, 24-26).
Aclaración. Los réprobos están sujetos a penas que nunca se extinguirán y que nunca pueden recibir alivio por una sentencia de Dios inmutable.
39. Penitencia. Profetización
-El perdón de los pecados fue profetizado en el A. T.
-También la extensión del poder de perdonar y
-El sacramento de la Penitencia
-El perdón de los pecados está profetizado en el Antiguo Testamento.
Yahvéh nuestro rey: él nos salvará. Entonces será repartido un botín numeroso: hasta los cojos tendrán botín, y no dirá ningún habitante: «Estoy enfermo»; al pueblo que allí mora le será perdonada su culpa (Is. 33, 23-24).
-La extensión del poder de perdonar todos los pecados está profetizada en el Antiguo Testamento.
Venid, pues, y disputemos
-dice Yahvéh-:
Así fueron vuestros pecados como la grana,
cual la nieve blanquearán.
Y así fueron rojos como el carmesí,
cual la lana quedarán (Is. 1, 18).
-El sacramento de la penitencia fue profetizado en el Antiguo Testamento.
«Venid, pues, y disputemos -dice Yahvéh-: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueron rojos como el carmesí, cual la lana quedarán...que ha hablado la boca de Yahvéh» (Is. 1, 18).
40. Penitencia. Prefiguración
-En el A. T.
-En el N. T.
-El sacramento de la Penitencia fue prefigurado en el Antiguo Testamento.
Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la impureza (Zac. 13, 1).
-El sacramento de la Penitencia fue prefigurado en el Nuevo Testamento.
Hay en Jerusalén, junto a la Puerta de las Ovejas una piscina que se llama en Hebreo Bezatá con cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera (Jn. 5, 2-4).
Aclaración. «Bezatá», «Betesdá», «Betsaida», o «Beisetá» significan «Casa de Misericordia.»
41. Penitencia. Necesidad
-El perdón de los pecados es necesario en la Iglesia
-Todos los que han cometido pecados graves necesitan confesarlos
-Por institución de Cristo, el sacramento de la Penitencia es necesario para obtener el perdón
-El perdón de los pecados es necesario en la Iglesia.
...y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén...» (Lc. 24, 47).
-Todos los que han cometido pecados graves después del Bautismo, necesitan confesarlos todos para poderse salvar.
a) -Jesucristo concedió el poder de perdonar.
Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
b) -Es evidente que el Ministro debe de conceder o no el perdón, según el penitente lo merezca o no.
c) -Para que el Ministro pueda juzgar si el penitente merece el perdón o no, debe de juzgar los pecados del penitente y las disposiciones del mismo.
d) -Para que el Ministro pueda juzgar los pecados y las disposiciones del penitente, debe de conocer las declaraciones completas del mismo.
e) -Por consiguiente, el penitente está obligado a manifestar sus pecados y sus disposiciones al confesor y éste está igualmente obligado a suplir, con preguntas discretas, alguna posible omisión del penitente.
Aclaración. La declaración completa de los pecados mortales, para poder salvar, es de derecho divino.
-Por institución de Cristo, el sacramento de la Penitencia es un medio absolutamente necesario para obtener el perdón de los pecados mortales cometidos después del Bautismo.
A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn. 20, 23).
De manera que de estas palabras de Cristo los apóstoles y sus sucesores pueden retener los pecados de tal modo que también sean retenidos por Dios.
Esta potestad de retener demuestra la necesidad de someter a este sacramento los pecados cometidos después del bautesmo, y por consiguiente este sacramento es necesario para el perdón de estos pecados, y por institución divina, ya que este argumento se apoya en las mismas palabras de Cristo.
42. Penitencia. Institución y ministros
-Cristo lo instituyó
-Comunicó a sus sucesores el poder de perdonan
-Los ministros son los sacerdotes
-Cristo instituyó el sacramento de la penitencia a distinto del Bautismo.
Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis,
les quedan retenidos» (Jn. 20, 21-23).
-Cristo comunicó a los Apóstoles y a sus sucesores el poder de perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
Jesús repitió: «La paz con vosotros: Como el Padre me envió, también yo os envío»
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 21-23).
Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación (2 Cor. 5, 18).
Aclaración. Esta potestad no se da a todos los fieles, sino solamente a los apóstoles. Se concede además esta potestad a los sucesores de los apóstoles, ya que había de ser necesaria en la Iglesia hasta el fin de los tiempos mientras hubiera pecadores. Los apóstoles habían de morir, y por consiguiente podrían concederla a otros sucesores; éstos a otros, y así sucesivamente hasta el final del mundo.
-Los ministros del Sacramento de la penitencia son los sacerdotes.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación (2 Cor. 5, 18).
Aclaración. En estos textos de la Sagrada Escritura, no consta si los legítimos sucesores de los Apóstoles acerca del perdón o de la retención de los pecados, son los obispos, los presbíteros o ambos, pero por la enseñanza de la tradición y del magisterio de la Iglesia, consta con toda certeza que los ministros de la reconciliación son los obispos y los sacerdotes y nada más que ellos.
43. Penitencia. El poder
-Antes de Jesucristo a nadie le fue concedido
-Sólo Dios puede perdonar
-Jesucristo fue el primero que, en cuanto hombre, recibió el poder de perdonar
-Antes de Jesucristo, a ningún hombre le fue concedido el poder de perdonar los pecados a los hombres.
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al Paráclito:
«¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados.» Entonces algunos escribas dijeron para sí: «Éste está blasfemando.» Mas Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? (Mt. 9, 2-4).
Aclaración. Los escribas creían que Jesucristo era solamente hombre y, sorprendidos de que se atribuyese el poder de perdonar pecados, afirman implícitamente que a ningún hombre le había sido concedido este poder.
-Sólo Dios puede perdonar los pecados por sí mismo.
Era yo, yo mismo el que tenía que limpiar y no recordar tus pecados (Is. 43, 25).
-Jesucristo fue el primero que, siendo Dios, recibió en cuanto hombre el poder de perdonar los pecados a los hombres.
Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice entonces al paráclito-: «Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» Y al ver esto, la gente se sobrecogió y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres (Mt. 9, 6-8).
-Existe en la Iglesia el poder de perdonar los pecados.
a) -La Promesa.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
b) -La Concesión.
Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.»
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados,
les quedan perdonados;
a quienes se los retengáis,
les quedan retenidos» (Jn. 20, 21-23).
c) -La Confirmación.
Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn. 20, 21).
Aclaración. Jesucristo no sólo fue enviado por el Padre a predicar, sino a perdonar los pecados a los hombres.
Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo, tus pecados te son perdonados» (Mt. 9, 2).
44. Penitencia. Extensión del poder
-A todos los pecados
-Por muchos y enormes que sean
-Dios no limita su perdón ni al número de pecados, ni al de veces que los perdona ni a su grado de gravedad.
-La Iglesia nunca niega el perdón al pecador, por muchos y muy graves que sean sus pecados.
-La potestad de perdonar concedida por Cristo a sus Apóstoles y a sus sucesores se extiende a todos los pecados.
Consta en:
a) -Las palabras de Cristo acerca de la institución.
«Todo lo que atéis en la tierra...» (Mt. 18, 18).
«A quienes perdonéis los pecados...» (Jn. 20, 21).
b) -Las palabras de S. Pablo acerca de la reconciliación
Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confirió el ministerio de la reconciliación (2 Cor. 5, 18).
Objeciones:
a) -Aquellos que volvieron a caer,
«Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, saborearon las buenas obras de Dios y los prodigios del mundo futuro, y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia,... (Hebr. 6, 4-6).
b) -Aquellos que han conocido la verdad,
«Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, sino la terrible espera del juicio, y la furia del fuego pronto a devorar a los rebeldes (Hebr. 10, 26-27).
c) -Aquellos que pecaron apostando de la fe, que es pecado de muerte,
Si alguno ve que su hermano comete pecado que no es de muerte, pida y le dará vida pues hay un pecado que es de muerte por el cual digo que pida (1 Jn. 5, 16).
Aclaración. Pueden convertirse y la Iglesia puede perdonarles sus pecados, pues solamente se sitúan en estado de condenación aquéllos que rechazan voluntaria y libremente a Cristo. De manera que, aquel que se separa de Cristo no tiene esperanza de salvación, pero queda libre todavía de convertirse, ser perdonado y salvado.
-La potestad de perdonar los pecados se extiende a todos ellos por muchos y enormes que sean.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
Aclaración. Dice Cristo a los judíos: «Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro» (Mt. 12, 31-32).
Solución. No puede obtener el perdón de sus pecados aquel que rechace advertida y voluntariamente las pruebas y los motivos suficientes que tenga para su propia conversión.
-Dios no limita su perdón ni al número de pecados ni al número de veces que los perdona ni al grado de gravedad de los mismos.
Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).
...y perdónanos nuestras deudas,... (Mt. 6,12).
Aclaración. Sin límite de número, ni de veces ni de gravedad.
Pedro se le acercó entonces y le dijo: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces? Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete» (Mt. 18, 21-22).
Aclaración Extensión del poder de perdonar a todos los ministros de la Iglesia.
-La Iglesia nunca niega el perdón al pecador por muy graves que sean sus pecados.
Arrepiéntete, pues, de esa tu maldad y ruega al Señor a ver si se te perdona a ese pensamiento de tu corazón; porque veo que tú estás en hiel de amargura y en ataduras de iniquidad (Hch. 8, 22-23).
No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa con paciencia con vosotros, no queriendo que algunos parezcan, sino que todos lleguen a la conversión (2 Pe. 3, 9).
45. Penitencia. Modo
-Por su acto judicial
-En virtud de los méritos de Cristo
-Esta potestad de perdonar concedida por Cristo se ha de ejercer por medio de un acto judicial.
Esta facultad de absolver o de retener los pecados no se puede ejercer de sola opinión personal, sino que se ha de ejercer después de oír una declaración y emitir un juicio según el mérito o demérito del reo.
A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn. 20, 23).
Aclaración. Los apóstoles y sus sucesores perdonan o retienen los pecados, según los méritos y disposiciones del reo, oída su propia declaración.
El perdón de lo pecados es concedido por Dios a los hombres por virtud de los méritos de la Pasión y Muerte de Jesucristo.
...el mismo que, sobre el madero llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas habéis sido curados (1 Pe. 2, 24).
46. Penitencia. Contrición perfecta y propósito
-Justifica siempre al hombre
-Es necesaria para el perdón
-Con necesidad de medio
-Con necesidad de precepto
- Por sí sola perdona los pecados mortales
-Los perdona cuando la Penitencia no se puede recibir
-No es necesaria que sea duradero
-Es necesaria para obtener la salvación eterna
-Los que carecen de sentimiento una corazón endurecido
-El propósito es necesario para la contrición
-La contrición perfecta justifica siempre al hombre.
Y si el malvado se aparta del mal que ha cometido para practicar el derecho y la justicia, conservará su vida (Ez. 18, 27).
La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad (Ez. 33, 12).
Aclaración. En la Antigua Ley los hombres podían conseguir la gracia de la justificación.
-La contrición es necesaria para el perdón de los pecados.
Contrición es un dolor del alma y una detestación del pecado cometido, con propósito de no pecar en lo sucesivo.
Mas ahora todavía -oráculo de Yahvéh- volved a mí de todo corazón, con ayuno, con llantos, con lamentos. Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos (Ioel. 2, 12).
Desde entonces comenzó Jesús a decir y a predicar: Convertíos porque el Reino de los Cielos está cerca (Mt. 4, 17).
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se hubieran convertido (Mt. 11, 21).
Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les contestó: Convertíos... (Hch. 2, 38).
Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación (Hch. 3, 19-20).
-El acto de contrición perfecta es necesario con necesidad de medio.
Les respondió Jesús: «...si no os convertís, todos pereceréis del modo» (Lc. 13, 5).
Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados,... (Hch. 3, 19).
-El acto de contrición perfecta es necesario con necesidad de precepto.
Convertíos y apartaos de todos vuestros crímenes; no haya para vosotros más ocasión de mal. Descargaos de todos vuestros crímenes que habéis cometido contra mí, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo (Ez. 18, 30).
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca» (Mt. 4, 17).
Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados;...» (Hch. 2, 38).
Aclaración. Jesucristo predicó la penitencia como precepto.
-La contrición perfecta por sí sola perdona los pecados mortales y santifica al pecador arrepentido, incluso antes de recibir el sacramento de la Penitencia.
La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad (Ez. 33, 12).
Aclaración. Apartarse de la maldad y volverse al amor de Dios no son actitudes que se puedan conciliar con el pecado mortal en un mismo sujeto.
-La contrición con acto de amor perfecto perdona también los pecados, cuando el sacramento de la Penitencia no se puede recibir.
El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, y el que me ame será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 21).
Aclaración. Dios perdona también por la práctica de la fe y de la limosna cuando van unidas profundamente a la caridad.
a) -Por la práctica de la fe,
Habiendo pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a la gracia en la cual nos hallamos (Rom. 5, 1).
b) -Por la limosna,
La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los limosneros tendrán larga vida (Tob. 12, 9).
-El acto de contrición no es necesario que sea duradero por algún tiempo.
La justicia del justo no le salvaré el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que aparte de su maldad (Ez. 33, 12).
-El arrepentimiento es necesario para obtener la salvación eterna.
...no aguardes hasta la muerte para justificarte (Si. 18, 22).
...convertíos y creed en la Buena Nueva (Mc. 1, 15).
No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo (Lc. 13, 5).
Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios (Rom. 2, 5).
-Los que carecen de sentimiento de haber ofendido a Dios muestran un corazón endurecido.
Pero ellos no quisieron hacer caso; hombro rebelde presentaron y endurecieron sus oídos para no escuchar; su corazón hicieron de diamante para no oír la Ley y las palabras que Yahvéh Sebaot había dirigido por su espíritu,... (Zac. 7, 11-12).
-El propósito de no volver a pecar se requiere para la verdadera contrición.
Vuestras manos están de sangre llenas; lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal,... (Is. 1, 15-16).
Descargaos de todos vuestros crímenes de habéis cometido contra mí, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo (Ez. 18, 31).
Más tarde, Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor» (Jn. 5, 14).
Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más» (Jn. 8, 11).
47. Penitencia. Declaración de los pecados y satisfacción
-Es necesaria la declaración íntegra
-El hombre puede satisfacer a Dios por su pena temporal
-La satisfacción fue prefigurada en el A. T.
-La satisfacción es necesaria para evitar la pena eterna y disminuir la temporal
-Por institución de Cristo, es necesaria la confesión íntegra de los pecados mortales.
A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; y a quienes se los retengáis les serán retenidos (Jn. 20, 23).
Aclaración. Es evidente que los apóstoles recibieron de Cristo el poder de perdonar y de retener.
Ahora bien, esto no lo pueden determinar ni decidir por su propio parecer personal, sino hay que someterlo a juicio.
Para sentenciar un juicio, hay que conocer las acusaciones del reo, en este caso el penitente, y por tanto el penitente tiene necesidad de manifestar sus pecados con el fin de la absolución.
Y todo esto es de institución divina puesto que se apoya en las mismas palabras de Cristo, antes citadas.
-En esta vida el hombre justo puede satisfacer a Dios por su pena temporal.
La limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas (Tob. 4, 10).
Con amor y lealtad se expía la falta (Tob. 16, 6).
Por eso, Oh rey, acepta mi consejo: rompe tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con misericordia para con los pobres, para que tu ventura sea larga (Dan. 4, 24).
Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios (Hch. 10, 4).
Aclaración. Dios exhorta a los pecadores para que con limosnas y otras obras rediman sus pecados, y que Dios lo acepta con este mismo fin.
-La satisfacción con una pena temporal fue prefigurada en el Antiguo Testamento.
a) -Dios le levantó de su caída (a Adán) (Sab. 10, 1).
y sin embargo tuvo que continuar cultivando la tierra,
Con el amor de tu rostro comerás el pan,... (Gn. 3, 19).
b) -Moisés, en castigo de una culpa ya perdonada, no entró en la tierra prometida.
Dijo Yahvéh a Moisés y Aarón: «Por no haber confiado en mí, honrándome ante los hijos de Israel, os aseguro que no guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado» (Núm. 20. 12).
-La satisfacción sacramental opuesta a Dios por los pecados cometidos después del Bautismo, es necesaria para evitar la pena eterna y para disminuir la temporal que no es perdonada siempre totalmente.
La satisfacción sacramental es una obra impuesta al penitente por el confesor para reparar la injuria inferida a Dios por el pecado y para redimir toda o parte de la pena temporal.
Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cera (Mt. 3, 2).
Dad pues, digno fruto de conversión, y no os contentéis con decir en vuestro interior: «Tenemos por padre a Abraham;... (Mt. 3, 8).
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos porque el Reino de los Cielos está cerca» (Mt. 4, 17).
Date cuenta, pues, de donde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera (Apoc. 2, 5).
Aclaración. La conversión supone un cambio de actitud de enemistad a amistad con Dios un una reparación por la ofensa inferida.
48. La Penitencia. Efectos
-Perdona toda la pena eterna, pero no siempre toda la temporal
-Los pecados confesados y perdonados no vuelven a aparecer jamás
-La reviviscencia de los méritos
-Perdonado el pecado, queda aún que pagar una pena temporal
-Los pecados perdonados no aparecerán el día del Juicio final
-Por el sacramento de la Penitencia se perdona toda la pena eterna, pero no siempre toda la pena temporal.
Rebelión de Israel. Su pecado.
Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a gritar; y se pasó la gente llorando toda la noche. Luego murmuraron todos los hijos de Israel contra Moisés y Aarón... (Núm. 14, 1-2).
Ira de Yahvéh.
Y dijo Yahvéh a Moisés: ¿Hasta cuando me va a despreciar este pueblo? ¿Hasta cuando van a desconfiar de mí, con todas las señales que he hecho entre ellos? Les heriré de peste y los desheredaré (Núm. 14, 11-12).
Intercesión de Moisés:
Moisés respondió a Yahvéh:
Muestra pues, ahora tu poder, mi Señor, como prometiste diciendo: «Yahvéh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía... Perdona pues la iniquidad de este pueblo conforme a la grandeza de tu bondad, como has soportado a este pueblo desde Egipto hasta aquí (Núm. 14, 17-19).
Yahvéh perdona el pecado:
Dijo Yahvéh: Le perdono según tus palabras (Núm. 14, 20).
Imposición de una pena temporal:
Ninguno de los que han visto mi gloria y las señales que he realizado en Egipto y en el desierto, que me han puesto a prueba ya diez veces y no han escuchado mi voz, verá la tierra que prometí, con juramento a sus padres (Núm. 14, 22-23).
Era yo mismo el que tenía que limpiar y no recordar tus pecados (Is. 43, 25).
Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: «Conoced a Yahvéh», pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande -oráculo de Yahvéh- cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme (Jer. 31, 34).
Ninguno de los crímenes que cometió, se le recordará más... (Ez. 18, 22).
La maldad del malvado no le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad... (Ez. 33, 12).
Aclaración. Dios promete a sus penitentes el perdón de sus pecados en cuanto a la pena eterna, pero en cuanto a la pena temporal no, como ya se ha demostrado en las anteriores aserciones.
Por tanto, quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo. Por eso hay entre vosotros muchos enfermos y muchos débiles, y mueren no pocos. Si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos castigados. Mas al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados por el mundo (1 Cor. 11, 27-32).
Aclaración. El Señor castiga a los Corintios con estas penas temporales, sin que conste que fueron condenados con la pena eterna, como se deduce del contexto.
-Los pecados, una vez perdonados por el sacramento de la Penitencia, no vuelven a aparecer jamás.
a) -Son removidos y separados del hombre:
He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Jn. 1, 29).
b) -Son lavados:
Lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame (Sal. 50, 4).
Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).
c) -Son limpiados y olvidados:
Era yo mismo el que tenía que limpiar y no recordar tus pecados (Is. 43, 25).
Arrepentíos pues y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados (Hch. 3,19).
d) -Son alejados, enterrados en el mar:
...Tan lejos como está el oriente del ocaso, aleja él de nosotros nuestras rebeldías (Sal. 102, 12).
Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados (Mich. 7, 19).
e) -Son como la herida, que es sanada:
...el día que vende Yahvéh la herida de su pueblo y cure la contusión de su golpe (Is. 30, 46).
No necesitan médico los sanos, sino los que están mal (Mat. 9, 12).
Jesús respondió: Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó a cayó en manos de salteadores, que después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote, y al verle dio un rodeo. De igual modo un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él y al verle tuvo compasión; y acercándose vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él (Luc. 10, 30-34).
-El perdón de los pecados, por la confesión sacramental, por la contrición perfecta o por otro modo revelado, supone la reviviscencia de los merecimientos adquiridos para la vida eterna.
Pero si el malvado se convierte de todos sus pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado (Ez. 18, 21-22).
La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que aparte de su maldad (Ez. 33, 12).
...si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticias, vivirá ciertamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más... (Ez. 33, 15-16).
Aclaración. Si el hombre justificado dejase de recibir el premio merecido por sus buenas obras, parece que Dios se acordaría de sus pecados para sancionarle no premiándole sus méritos adquiridos.
-Después de perdonado el pecado, queda que pagar una pena temporal.
Adán consiguió el perdón de su pecado,
Ella -la sabiduría- protegió al padre del mundo, al primer hombre formado por Dios, cuando fue creado sólo;
ella le levantó de su caída... (Sab. 10, 1).
y, sin embargo, Dios le dijo:
«Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo...» (Gén. 3, 17-18).
Moisés y Aarón obtuvieron el perdón del pecado de incredulidad,
y, sin embargo, les dijo:
«...He oído las quejas de los hijos de Israel, que están murmurando contra mí. Diles: Por mi vida -oráculo de Yahvéh- que he de hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos. Por haber murmurado contra mí, en este desierto caerán vuestros cadáveres, los de todos los que fuisteis revistados y contados, de veinte años para arriba...» (Núm. 14, 27-29).
David obtuvo el perdón del adulterio,
y, sin embargo, le dijo por boca de Natahaan:
«También Yahvéh perdona tu pecado; no morirás. Pero por haber ultrajado a Yahvéh con este hecho, el hijo que te ha nacido morirá sin remedio» (2 Sam. 12, 13-14).
-Los pecados confesados debidamente no aparecerán el día del juicio final para ser castigados en el infierno.
¿Qué pensáis respecto de Yahvéh, el que hace el exterminio? No surge dos veces la angustia, porque ellos, espinos aún enmarañados, empapados de bebida, como pasa seca serán enteramente consumidos (Na. 1, 9).
Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados (1 Cor. 11, 31).
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
49. Penitencia. Atrición
-También conduce al perdón de los pecados
-Concedida por temor al infierno es buena y útil para salvarse
-La atrición conduce al perdón de los pecados y es recomendada y hasta mandada por Cristo.
La atrición es una contrición imperfecta, es decir, una detestación del pecado, no por motivos de amor, sino por temor a las penas del infierno.
Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti; más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea arrojado en la gehenna. Y si tu mano derecha te es ocasión de pecado, córtatela y arrójala de ti; Mas te conviene que se pierda uno de tus miembros que no que todo tu cuerpo vaya a la gehenna (Mt. 5, 29-30).
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar alma y cuerpo a la gehenna (Mt. 10, 28).
-La atrición concebida por temor al infierno a sus penas, es buena y útil para conseguir la salvación.
Principio del saber, el temor de Yahvéh;
muy cuerdos todos los que lo practican.
Su alabanza por siempre permanece (Sal. 111, 10).
El temor de Yahvéh es el principio de la ciencia;... (Prov. 1, 7).
Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo a la gehenna (Mt. 10, 28).
50. Indulgencias
-Existe un tesoro espiritual constituido por las satisfacciones de Cristo y de los Santos que la Iglesia distribuye para el perdón de la pena temporal debida por los pecados
-Existen los indulgencias
-Existe en la Iglesia potestad de concederlas
-El Papa y los Obispos pueden concederlas a los fieles
-Existe en la Iglesia un tesoro espiritual constituido por las satisfacciones de Cristo y de los Santos, que la autoridad de la Iglesia distribuye para el perdón de la pena temporal debida por los pecados.
...Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 5-6).
Aclaración. Cristo ofreció a Dios satisfacciones de valor infinito por todos los hombres. Estas satisfacciones nunca se agotan sino por Dios las va distribuyendo entre todos según el arbitrio de la autoridad de la Iglesia.
-Existen las indulgencias.
Indulgencias. Son el perdón de la pena temporal, que se ha de pagar a Dios, después de perdonada la pena eterna, por medio de aplicación del tesoro de la Iglesia constituido por los méritos o satisfacciones de Cristo y de los santos. Esta aplicación de los méritos se hace a los vivos por modo de absolución y a los muertos por modo de sufragio.
...no me guardo ocultas sus riquezas porque es para los hombres un tesoro inagotable y los que le adquieren se granjean la amistad de Dios... (Sab. 7, 13-14).
De él os viene que estéis en Cristo Jesús, al cual hizo Dios para vosotros sabiduría, justicia, santificación y redención (1 Cor. 1, 30).
Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una redención eterna (Hebr. 9, 12).
...sabiendo que habéis sido rescatados de la conducta necia heredada de vuestros padres, no con algo caduco, oro o plata, sino con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin marcilla... (1 Pe. 1, 18-19).
Aclaración. La efusión de tanta sangre de valor infinito, la convirtió el Padre en un tesoro de salvación para la Iglesia Militante que se ha de dispensar a los fieles a través de Pedro y de sus sucesores, en favor de la total o parcial indulgencia o perdón de la pena debida por los pecados.
Cristo dijo a Pedro:
...lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 19).
-Existe en la Iglesia la potestad de conceder indulgencias.
Indulgencia es el perdón de la pena temporal debida a Dios por los pecados cometidos, concedido por quien tiene autoridad y por dispensa del tesoro de méritos de Cristo y de los santos acumulado en la Iglesia.
Tomando entonces la palabra Jesús le respondió: «...A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt. 16, 19).
Aclaración. Cristo concedió a Pedro no sólo el poder de perdonar pecados, sino de remover cualquier impedimento que el hombre pueda tener para entrar en la bienaventuranza eterna.
-El Papa en la Iglesia universal y los Obispos en los lugares de su jurisdicción pueden conceder indulgencias a los fieles.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
51. Unción
-Prefiguración e Institución
-La Unción de los enfermos es un verdadero sacramento de la Nueva Ley.
a) -Está insinuado:
Y yéndose de allí predicaron que se convirtieran; expulsaba a muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban (Mc. 6, 13).
Aclaración. Este texto se refiere a curaciones milagrosas, pero no por efecto del sacramento, pues los Apóstoles no eran sacerdotes todavía.
b) -Está promulgado:
¿Está conmigo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le hará que se levante, y si hubiese cometido pecados le serán perdonados (St. 5, 14-15).
52. Unción. Materia, forma, sujeto, ministro
-La materia es la Unción con óleo y
-La forma es la oración
-El sujeto es el hombre bautizado con peligro de Muerte
-El ministro es el sacerdote
-La materia del sacramento de la Unción de los enfermos es la Unción hecha con óleo, y la forma es la oración que se hace por el enfermo.
a) -Materia -El óleo.
...Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor (Iac. 5, 14).
b) -Forma -La oración.
...Llame a los presbíteros de la Iglesia que oren sobre él... (Iac. 5, 14).
...Y la oración de la fe salvará al enfermo... (Iac. 5 15).
-El sujeto del sacramento de la Unción de los enfermos es el hombre bautizado, adulto y con cierto peligro de muerte aunque sea remoto.
¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor (Jac. 5, 14).
Y la oración de la fe salvará al enfermo,... (Jac. 5, 15).
-El Ministro del sacramento de la Unción de los enfermos es el Sacerdote.
¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiese cometido pecados, le serán perdonados (Jac. 5, 14-15).
53. Unción. Efectos
-La gracia, el perdón de los pecados y la Salud del cuerpo condicionada
-Los enfermos del sacramento de la Unción de los enfermos son: La concesión de la gracia para aliviar al enfermo, el perdón de los pecados mortales y veniales y la salud del cuerpo condicionada.
a) -La concesión de la gracia:
...y el Señor hará que se levante... (Sant. 5 15).
Esto, como efecto de la gracia especial del sacramento.
b) -el perdón de los pecados:
...y si hubiera cometido pecados le serán perdonados (Sant. 5, 15).
Y como consecuencia, todo lo que es obstáculo para que las ofensas a Dios, queden totalmente extinguidas, es decir, el reato de pena temporal, olvidos involuntarios de pecados en la confesión, etc.
c) - La salud del cuerpo:
...y la oración de la fe salvará al enfermo... (Sant. 5, 15).
No puede ser efecto seguro sino condicionado, ya que;
-El hombre es polvo y al polvo volverá (Gén. 3,19).
-Está establecido que los hombres mueran una sola vez y luego el juicio... (Hebr. 9, 27).
es decir, el hombre ha de morir por propia condición de su naturaleza corruptible.
54. Orden. Elección y dignidad
-Dios elige a los que él quiere
-Constituye al hombre en una gran dignidad
-Dios elige y llama para que se consagren y dediquen al ministerio sacerdotal a los que Él quiere.
Jesús le respondió -a Judas no el Iscariote-: «...No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca;...» (Jn. 15, 16).
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón (Hebr. 5, 4).
-El sacramento del Orden constituye al hombre en una gran dignidad.
Y les dijo:...«El que os escucha a vosotros a mí me escucha y el que os rechaza, a mí me rechaza; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado» (Lc. 10, 16).
Por tanto, que nos tengan los hombre por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 1).
...el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza,... (1 Cor. 3, 6).
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón (Hebr. 5, 4).
Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz,... (1 Pe. 2, 9).
55. Orden. Sacramento - Institución
-Es un sacramento
-El rito por el cual un presbítero es consagrado obispo es sacramento
-El diaconado es sacramento
-El Orden fue instituido por Cristo
-El presbiterado fue instituidos por Cristo en la última cena
-El Episcopado fue instituido por Cristo después de su resurrección
-El Orden sacramental sacerdotal es un sacramento de la Nueva Ley.
El Orden, como sacramento, es cierto rito de la Iglesia, por el cual se entregan unas potestades espirituales al que lo recibe.
Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
a) -Es un signo sensible por la imposición de las manos:
...los presentaron a los Apóstoles, e hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 6).
Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron (Hch. 13, 3).
No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de la manos del colegio del presbíteros (1 Tim. 4, 14).
No te precipites a imponer a nadie las manos, y así no te harás partícipe de los pecados ajenos (1 Tim. 5, 22).
b) -Este signo concede gracia:
No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de la manos del colegio de presbíteros (1 Tim. 4, 14).
c) -Es instituido por Cristo, puesto que él sólo puede instituir un signo eficaz de gracia.
-El rito por el cual un presbítero es consagrado obispo es verdadero sacramento.
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
Aclaración. La imposición de las manos es un signo sensible que concede la gracia, y por tanto, es sacramento.
-El Diaconado es sacramento.
Cristo no instituyó el Diaconado directamente, sino por mediación de los Apóstoles, los cuales consta claramente que constituyeron diáconos.
Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas de la asistencia cotidiana. Los doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron. «No parece bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios por servir a las meses. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombre de buena fama, llenos del Espíritu y de Sabiduría, y los nombraremos a la oración y al ministerio de la Palabra.» Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Procoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los Apóstoles, e hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 1-7).
Aclaración. Cuando los apóstoles ejercían esta potestad, es porque la recibieron de Cristo.
La concesión de la gracia está clara en:
Esteban, lleno de gracia... (Hch. 6, 8).
Es signo sensible es la imposición de las manos
...y les impusieron las manos (Hch. 6, 7).
-Jesucristo instituyó este sacramento en la última cena.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
Aclaración. Les ordenó sacerdotes dándoles el poder de consagrar y de ofrecer su cuerpo y su sangre.
-El presbiterado fue instituido por Jesucristo en la última cena, en cuanto al poder de consagrar su cuerpo y su sangre.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
-El Episcopado fue instituido por Jesucristo en sus apóstoles después de su resurrección.
Jesús repitió: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn. 20, 21).
Aclaración. Los Apóstoles recibieron entonces la jurisdicción sobre el Cuerpo Místico de Cristo.
56. Orden. Materia, sujeto, ministro
-La imposición de las manos es rito de transmisión de un carisma
-La materia es la imposición de las manos
-El sujeto, el varón, no las mujeres
-El ministro es el Obispo
-La imposición de manos es rito de transmisión de una gracia o de un carisma.
Esta gracia o carisma puede ser:
a) -Una simple bendición.
Jesús les dijo: «Dejad a los niños y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.» Después les impuso las manos y se fue allí (Mt. 19, 14-15).
b) -El medio para realizar una curación.
Y no pudo hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos (Mc. 6, 5).
«...impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien» (Mc. 16, 18).
A la caída del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba (Lc. 4, 40).
Al verla Jesús, la llamó y dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» Y le impuso las manos, Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios (Lc. 13, 12-13).
Fue Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y le dijo: «Saúl, hermano, me ha enviado a ti el Señor Jesús, el que se te apareció...» (Hch. 9, 17).
En el camino por donde venías, para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» Al instante cayeron de sus ojos unas como escamas y recobró la vista; se levantó y fue bautizado (Hch. 9, 17-18).
c) -Para comunicar a los bautizados la plenitud del Espíritu Santo.
...únicamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 16-17).
d) -Para conferir el sacramento del Orden.
Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
...dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.» Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron (Hch. 13, 2-3).
-La materia del sacramento del Orden es la imposición de las manos.
a) -Diaconado.
...escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Procoro, a Nicanor, a Timón, a Parmonas y a Nicolás, proselitos de Antioquía; los presentaros a los Apóstoles e hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 5-6).
b) -Presbiterado.
No te precipites en imponer a nadie las manos, y así no te harás partícipe de los pecados ajenos (1 Tim. 5, 22).
c) -Episcopado.
Mientras estaban diciendo el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.» Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron (Hch. 13, 2-3).
-El sacramento del Orden no puede administrarse a las mujeres.
Como en todas las Iglesias de los santos, las mujeres cállense en las asambleas; que no les está permitido tomar la palabra; antes bien, estén sumisas como también la Ley lo dice.
Si quieren aprender algo, pregúntenlo a sus propios maridos en casa; pues es indecoroso que la mujer hable en la asamblea (1 Cor. 14, 34-35).
La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión (1 Tim. 2, 11).
Aclaración. Es propio del que recibe la ordenación sagrada intervenir en las asambleas para explicar la doctrina.
-El Ministro del sacramento del Orden es sólo el Obispo.
a) -Los Apóstoles ordenan las siete primeros diáconos.
...escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles, a hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 5-6).
b) -Pablo y Bernabé ordenan presbíteros.
Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos les encomendaron al Señor en quien habían creído (Hch. 14, 23).
c) -Pablo consagra obispo a Timoteo.
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
57. Orden. Fines
-Ofrecer a Dios el sacrificio, predicar el mensaje de salvación y comunicar la vida divina a los hombres
-Los fines para los cuales Jesucristo instituyó el sacerdocio son: Ofrecer a Dios sacrificios por los pecados de los hombres, predicarles el mensaje de salvación y comunicarles la vida divina.
a) -Ofrecer a Dios sacrificio.
Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados;... (Hebr. 5, 4).
b) -Predicar el mensaje de salvación.
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la oración. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15-16).
Id, pues y haced discípulo a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles y guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).
c) -Comunicarles la vida divina.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).
Aclaración. El bautismo es la puerta de los demás sacramentos instituidos para comunicar la vida de Dios a los hombres.
58. Orden. Funciones
-Los obispos suceden a los Apóstoles en los oficios de enseñar y de regir
-Los presbíteros y obispos de las primeras comunidades estaban encargados de la administración temporal y de la enseñanza
-Los presbíteros ejercen el oficio de regir con dependencia de los obispos
-Los diáconos son ministros que sirven a la Iglesia
-Los ministros de la Iglesia tienen derecho a vivir del culto
-Los obispos suceden a los Apóstoles en los oficios de enseñar y de regir, por derecho divino.
San Pablo a Timoteo:
Apresúrate a venir a mí cuanto antes, porque me ha abandonado Demas por amor a este mundo y se ha marchado a Tesalónica (2 Tim. 4, 9).
Toma a Marcos y tráele contigo, pues me es muy útil para el ministerio (2 Tim. 4, 11).
San Pablo a Tito:
Cuando envié donde ti a Artemas a Tiquico... (Tit. 3, 12).
Se deduce que S. Pablo envían a Tito y a Timoteo por los menos, para que rijan las Iglesias que les asigna.
-Los presbíteros y los epíscopos cristianos de las primeras comunidades estaban encargados de la administración temporal y de la enseñanza.
Los presbíteros que ejercen bien a su cargo merecen doble honor, principalmente los que afanan en la predicación y en la enseñanza (1 Tim. 5, 17).
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. el candidato debe ser irreprochable...porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable... Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que contradicen (Tit. 1, 5-9).
Aclaración. El paso de estos epíscopos-presbíteros a la figura del obispo, jefe único del colegio de los sacerdotes, parece haberse realizado por la transmisión a un sólo epíscopo, en cada comunidad, de los poderes que los Apóstoles y luego sus representantes ejercían anteriormente sobre varias comunidades.
-Los presbíteros ejercen también el oficio de regir pero con plena dependencia de los obispos.
Así lo hicieron y se los enviaron a los presbíteros por medio de Bernabé y de Saulo (Hch. 11, 30).
Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los Apóstoles y presbíteros... (Hch. 15, 4).
Se reunieron entonces los apóstoles y presbíteros para tratar este asunto (Hch. 15, 6).
Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia... (Hch. 15, 22).
Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando para que las observasen, las decisiones tomadas por los apóstoles y presbíteros en Jerusalén (Hch. 16, 4).
Al día siguiente Pablo con todos nosotros, fue a casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros (Hch. 21, 18).
-Los diáconos son ministros que sirven a la Iglesia.
No parece bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los nombraremos para este cargo, mientras nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra. Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, proselito de Antioquía, los presentaron a los apóstoles y les impusieron las manos (Hch. 6, 3-6).
Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales (Hch. 6, 8).
Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les predicaba a Cristo (Hch. 8, 5).
-Los ministros de la Iglesia tienen derecho a vivir del culto.
¿No sabéis que los ministros del culto viven del culto? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan? Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio (1 Cor. 9, 13-14).
Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio (1 Cor. 9, 18).
59. Orden. Efectos
-Potestades espirituales, aumento de la gracia. La jurisdicción, el carácter, predicar el mensaje divino, transmitir estos poderes
-Los efectos del sacramento del Orden son: La concesión de ciertas potestades espirituales, el aumento de la gracia sacramental, la jurisdicción y el carácter.
a) -Ciertas potestades espirituales:
-Bautizar.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).
-Fortalecer en la fe.
...habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 16-17).
-Perdonar los pecados.
Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn. 20, 22-23).
-Consagrar el Cuerpo y la Sangre del Señor.
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
-Celebrar y ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa.
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22,19).
-Confrontar a los enfermos y disponerlos a morir en gracia de Dios.
¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor (Sant. 5, 14).
b) -El aumento de la gracia sacramental.
Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
c) -La jurisdicción.
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad como yo te ordené. El candidato debe ser irreprochable...Porque el epíscopo, como administrador de Dios debe ser irreprochable... (Tit. 1, 5-7).
Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando,... (1 Pe. 5, 1-2).
d) -El carácter.
Y es Dios...el que nos marcó con su sello... (2 Cor. 1, 21).
...fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa (Ef. 1, 13).
No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención (Ef. 4, 30).
e) -Predicar el mensaje divino de salvación.
Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 15).
f) -Trasmitir a sus sucesores todos estos poderes.
Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y les enviaron...Llegado a Salamina, anunciaban la palabra de Dios... (Hch. 13, 3 y 5).
60. Orden
-Los primeros apóstoles no hacían distinción entre obispos y presbíteros
-Los obispos y presbíteros identificados en las primeras comunidades cristianas
-El sacerdote llamado a la santidad
-La conversión de los sacerdotes que pecan es muy difícil
-Parece que los primeros apóstoles no hacían distinción entre obispos y presbíteros.
A los ancianos que están entre vosotros les exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimiento de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse. Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando,... (1 Pe. 5, 1-2).
«ancianos» se refiere a los presbíteros;
«apacentad», «vigilando» se refiere a los obispos.
Por tanto, en este texto, parece que Pedro identifica el concepto.
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que falta y establecieras presbíteros en cada ciudad como yo te ordené. El candidato debe ser irreprochable...Porque el Epíscopo, como administrador de Dios debe ser irreprochable... (Tit. 1, 5-7).
También parece que, en este texto, se identifican obispos y presbíteros.
Aclaración. Cristo instituyó el Sacerdocio y encomendó a la Iglesia que, pasando el tiempo, lo distribuyese en dos grados, obispos y presbíteros. También pudo suceder que la Iglesia juzgara oportuno establecer estos dos grados, episcopado y presbiterado, para mejor distribuir las funciones sacerdotales.
Cristo instituyó el Sacerdocio.
Haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
-Los «Epíscopos» parecen prácticamente idénticos a los «presbíteros», en las primeras comunidades cristianas.
Los discípulos determinaron enviar algunos recursos, según las posibilidades de cada uno, para los hermanos que vivían en Judea. Así lo hicieron y se los enviaron a los presbíteros por medio de Bernabé y de Saulo (Hch. 11, 29-30).
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).
Desde Mileto envié a llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso (Hech. 20, 17).
-El sacerdote del Nuevo Testamento está llamado a la Santidad.
...nos presentamos en todo como ministros de Dios: con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; en azotes, cárceles, sediciones; en fatigas, desvelos, ayunos, en pureza, ciencia, paciencia, bondad; en el Espíritu Santo, en caridad sincera,... (2 Cor. 6, 4-6).
Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad, mansedumbre y paciencia soportaos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro (Col. 3, 12-13).
Es, pues, necesario que el epíscopo sea irreprensible,... (1 Tim. 3, 2).
También los diáconos deben ser dignos, sin doblez;...que guarden el Misterio de la fe con una conciencia pura. Primero se les someterá a prueba y después, si fuesen irreprensibles, serán diáconos (1 Tim. 3, 8-10).
Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te recomiendo...que conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo (1 Tim. 6, 11-14).
Porque el epíspoco, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios; sino hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí. Que esté adherido a la palabra fiel,... (Tit. 1, 7-9).
-La conversión de los sacerdotes que pecan habitualmente, es muy difícil.
Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia, pues crucifican por su parte de nuevo al Hijo de Dios y le exponen a pública infamia (Hebr. 6, 4-6).
Porque ha llegado el tiempo de comenzar el juicio por la casa de Dios. Pues si comienza por nosotros, ¿Qué fin tendrán los que no creen en el Evangelio de Dios? Si el justo se salva a duras penas ¿en qué pararán el impío y el pecador? (1 Pe. 4, 17-18).
61. Apóstoles, sucesores de Jesucristo en su función de predicar
-Dios elige y envía a los que quiere para predicar su mensaje de salvación
-Dios manda predicar su mensaje a los mismos que Él designa
-Los varones designados son de gran santidad
-Jesucristo escoge, instituye y envía a sus apóstoles a anunciar su palabra
-Los envía por todo el mundo a predicar la misma doctrina que Él
-Él determina que su mensaje se extienda por todo el mundo a través de sus apóstoles
-La palabra de Dios fue difundida muy eficazmente después de la fundación de la Iglesia
- El crecimiento de la Iglesia fue considerable después de su fundación
-Jesucristo confía a sus Apóstoles la custodia de las verdades
-Los Apóstoles las conservan por íntegras
-Dios elige y envía a los que Él quiere para predicar su mensaje de salvación.
a) -Elige.
Se adelantarán entonces los sacerdotes hijos de Leví; porque a ellos ha elegido Yahvéh tu Dios para estar a su servicio y para dar la bendición en el nombre de Yahvéh, y a su decisión pertenece resolver todo litigio y toda violencia (Deut. 21, 5).
Entonces oí la voz del Señor que decía: «¿A quién enviaré? ¿Y quién irá de parte nuestra?» Dije: «Heme aquí: envíame.» Dijo: «Ve y di a ese pueblo: "Escuchad bien,..."» (Is. 6, 8).
Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constitui (Jer. 1, 5).
Y recorría los pueblos del contorno enseñando. Y llamó a los Doce y comenzó a enviarlos sobre los espíritus inmundos... Y... predicaron que se convirtieran;... (Mc. 6, 6-7 y 12).
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar demonios (Mc. 3, 13-15).
Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios por donde él había de pasar (Lc. 10, 1).
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto,... (Jn. 15, 16).
Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios,... (1 Cor. 1, 1).
Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los gentiles,... (Gál. 1, 15-16).
Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón (Hebr. 5, 4).
b) -Envía.
Dijo Moisés a Dios: «¿Quién soy yo para ir a Faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel?» Respondió: «Yo estaré contigo y esta será la señal de que yo te envío: Cuando hayas sacado al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en este monte» (Ex. 3, 11-12).
Y me dijo Yahvéh: No digas «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás (Jer. 1, 7).
Me dijo: «Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes, que se han rebelado contra mí...; hacia ellos te envío para decirles: Así dice el Señor Yahvéh. Y ellos, escuchen o no escuchen, ya que son una casa de rebeldía, sabrán que hay un profeta en medio de ellos (Ez. 2, 3-5).
A estos doce envió Jesús, después de haberles dado estas instrucciones: «...Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Sanad enfermos...» (Mt. 10, 5, y 7).
Y llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos (Mc. 6, 7).
Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios por donde él había de pasar (Lc. 10, 1).
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyesen por él (Jn. 1, 6).
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto,... (Jn. 15, 16).
Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio (1 Cor. 1, 17).
-Dios manda predicar su mensaje de salvación a los que el mismo designa.
Y me dijo Yahvéh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte -oráculo de Yahvéh-. Entonces alargó Yahvéh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahvéh: Mira que ha puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos, para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar (Jer. 1, 7-10).
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles y guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 19-20).
No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús. Pues el mismo Dios que dijo: «Del seno de las tinieblas brille la luz», ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo (2 Cor. 4, 5-6).
Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, dinos poniendo en nuestros labios la palabra de reconciliación. Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros (2 Cor. 5, 19-20).
-Los varones designados por Dios para predicar son de gran santidad y austeridad.
El ángel le digo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan; será par ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, y a muchos de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios (Lc. 1, 13-17).
-Jesucristo escoge, instituye y envía a sus apóstoles a anunciar su palabra.
a) -Escoge.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles (Lc. 6, 13).
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca;... (Jn. 15, 16).
b) -Instituye.
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios (Mc. 3, 13-15).
c) -Envía.
Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar demonios (Mc. 3, 16).
Y llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos (Mc. 6, 7).
Convocando a los Doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar (Lc. 9, 1-2).
-Jesucristo envió a sus apóstoles por todo el mundo, como testigos suyos, y con la misión de predicar la misma doctrina que él.
a) -Los envió por todo el mundo.
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 15).
b) -Como testigos suyos.
Él les contestó: «...recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra» (Hch. 1, 7-8).
c) -Para predicar la misma doctrina.
Jesús...les habló así: «...Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).
-Jesucristo determina que su mensaje de salvación se extienda por todo el mundo a través de sus apóstoles.
Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos míos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 18-20).
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea se condenará (Mc. 16, 15-16).
Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicará en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén (Lc. 24, 46-47).
-La palabra de Dios fue difundida muy eficazmente inmediatamente después de la fundación de la Iglesia.
La Palabra de Dios iba creciendo;... (Hch. 6, 7).
Entretanto la Palabra de Dios crecía y se multiplicaba (Hch. 12, 24).
Al oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la Palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados a una vida eterna. Y la Palabra del Señor se difundía por toda la región (Hch. 13, 48-49).
De esta forma la Palabra del Señor crecía y se robustecía poderosamente (Hch. 19, 20).
-El crecimiento numérico de la Iglesia fue considerable inmediatamente después de su fundación.
Sin embargo, muchos de los que oyeron la Palabra creyeron; y el número de hombres llegó a unos cinco mil (Hch. 4, 4).
Los creyentes cada vez en mayor número de adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres (Hch. 5, 14).
Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos,... (Hch. 6, 1).
La Palabra de Dios iba creciendo; en Jerusalén se multiplicó considerablemente el número de los discípulos, y multitud de sacerdotes iban aceptando la fe (Hch. 6, 7).
Las Iglesias por entonces gozaban de paz en toda Judea, Galilea y Samaría; se edificaban y progresaban en el temor del Señor y estaban llenas de la consolación del Espíritu Santo (Hch. 9, 31).
La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido número recibió la fe y se convirtió al Señor (Hch. 11, 21).
Una considerable multitud se agregó al Señor (Hch. 11, 24).
Las Iglesias se afianzaban en la fe y crecían en número de día en día (Hch. 16, 5).
-Jesucristo confía a sus Apóstoles las custodia del depósito de las verdades que les transmitió.
Timoteo, guarda el depósito (1 Tim. 6, 20).
Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros (2 Tim. 1, 14).
Tú, pues bien, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 2, 1-2).
Esto has de enseñar; y conjura en presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si no es para perdición de los oyentes (2 Tim. 2, 14).
Mas tu enseña lo que es conforme a la sana doctrina;... (Tit. 2, 1).
Muéstrate dechado de buenas obras: pureza de doctrina, dignidad, palabra sana, intachable... (Tit. 2, 8).
-Los apóstoles conservan íntegro el depósito de la fe que Jesucristo les ha confiado.
...que conserves el mandato sin tacha ni culpa hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo,... (1 Tim. 6, 14).
Timoteo, guarda el depósito (1 Tim. 6, 20).
Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en vosotros (2 Tim. 1, 14).
...cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles,... (2 Tim. 2, 2).
Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en los que creíste, teniendo presente de quienes los aprendiste,... (2 Tim. 3, 14).
62. Apóstoles, sucesores de Jesucristo en su función de santificar y de regir
-Prefigurados en el A. T.
-Dios elige y llama
-Su elección eterna y personal
-Jesucristo eligió a los que quiso para su obra redentora
-Inicia en ellos una vida nueva
-Los envía como el Padre lo envío a Él
-Su misión es dar testimonio de su vida pública y de su resurrección
-Los Apóstoles de Jesucristo fueron prefigurados en el Antiguo Testamento.
A sus orillas vendrán los pescadores; desde Engadí hasta Eneglayim se tenderán redes (Ez. 47, 10).
-Dios es el que elige y llama.
a) -A Israel.
No porque seáis el más numeroso de todos los pueblos se ha ligado Yahvéh a vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos; sino por el amor que os tiene... (Deut. 7, 7-8).
b) -A los Apóstoles.
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros,... (Jn. 15, 16).
Padre, quiero que donde yo esté estén también conmigo los que tú me has dado,... (Jn. 17, 24).
c) -A Pablo.
Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia,... (Gál. 1, 15).
-La elección de Dios para una vocación determinada es eterna, personal, libre y por amor.
a) -Eterna.
-El profeta Jeremías.
Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos:
Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constitui (Jer. 1, 4-5).
-Los elegidos a la vida bienaventurada.
...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,... (Ef. 1, 4-5).
A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,... (Ef. 1, 11).
b) -Personal.
-Pablo.
Mas, cuando Aquel que me separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar en mí a su Hijo, para que le anunciase entre los que os llamó por la gracia de Cristo,... (Gál. 1, 15-16).
-Israel.
...él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra (Deut. 7, 6).
-Abraham.
En los confusión que siguió a la común perversión de las naciones, ella se fijó en el justo, le conservó irreprochable ante Dios y le mantuvo firme... (Sab. 10, 5).
Aclaración. «Ella», la sabiduría de Dios.
-Pablo.
El Señor le contestó (a Ananías): «Vete, pues este mes es un instrumento de elección que lleve mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel (Hch. 9, 15).
c) -Libre.
-A cada cristiano.
Ahora bien, Dios puso cada uno de los miembros en el cuerpo según su voluntad (1 Cor. 12, 18).
Aclaración. «Cuerpo» se refiere al Cuerpo Místico de Cristo.
d) -De amor.
-Israel.
No porque seáis el más numeroso de todos los pueblos se ha ligado Yahvéh a vosotros y os ha elegido, pues sois el menos numeroso de todos los pueblos; sino por el amor que os tiene... (Deut. 7, 7-8).
-Jesucristo eligió a los que él quiso para continuar su obra redentora.
Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviaron a predicar con el poder de expulsar demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos de trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Canaceo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó (Mc. 3, 13-19).
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca;... (Jn. 15, 16).
Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios,... (Rom. 1, 1).
...Dios, que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús,... (2 Tim. 1, 9).
-Jesucristo inicia nueva vida en sus Apóstoles.
a) -Corrigiéndoles sus yerros.
Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tropiezo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!» (Mt. 16, 23).
Ellos respondieron: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.» Jesús les dijo. «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber...» (Mc. 10, 37, 38).
Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería el mayor. Conociendo Jesús lo que pensaban, tomó a un niño, lo puso a su lado, y les dijo: «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe al que me envió; pues el más pequeño de entre todos vosotros, ese es el mayor» (Lc. 9, 46-48).
...Jesús envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le recibieron, ...Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma? Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo (Lc. 9, 52-55).
Pedro le dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta la cárcel y la muerte.» Pero él dijo: «Te digo, Pedro: No cantará hoy el gallo antes que me hayas negado tres veces que me conoces» (Lc. 22, 33-34).
b) -Dándoles ejemplo.
«...el que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo vuestro; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt. 20, 26-28).
Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros (Jn. 13, 14-15).
c) -Haciéndose querer de ellos para que admitiesen y cumpliesen su palabra.
Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,... (Jn. 14, 15).
El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama;y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 21).
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).
Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor (Jn. 15, 10).
Querido, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la Palabra que habéis escuchado (1 Jn. 2, 7).
Pues en esto cosiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos (1 Jn. 5, 3).
Y en esto consiste el amor: en que vivimos conforme a sus mandamientos (2 Jn. 6),
-Jesucristo envía a sus Apóstoles como el Padre lo envió a Él.
Jesús repitió: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió también yo os envió» (Jn. 20, 21).
Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo (Jn. 17, 18).
-La misión esencial de los Apóstoles fue dar testimonio de la vida pública de Jesús y de su Resurrección.
a) -De la vida pública:
...las cosas que se han verificado entre nosotros...nos la han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra,... (Lc. 1, 2).
También vosotros daréis testimonio porque estáis conmigo desde el principio (Jn. 15, 27).
...y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar colgándole de un madero;... (Hch. 10, 39).
b) -De la resurrección.
Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas (Lc. 24, 48).
A este Jesús Dios le resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos (Hch. 2, 32).
Pero Dios le resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello (Hch. 3, 15).
Los Apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús (Hch. 4, 33).
El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero...Nosotros somos testigos de estas cosas,... (Hch. 5, 30 y 32).
Él se apareció durante muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén y que ahora son testigos suyos ante el pueblo (Hch. 13, 31).
Un tal Ananías,...me dijo: «Saúl, hermano, recobra la vista.» Y en aquel momento le pude ver. Él me dijo: ...Dios...te ha destinado....para ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído (Hch. 22, 15).
63. Apóstoles, sucesores de Cristo. Poderes otorgados
-De ordenar sacerdotes
-De participar en su función
-De ejercer una misión apostólica universal
-De arrojar demonios
-De sustituirle en sus acciones santificadoras
-De enseñar, santificar y regir
-Los Apóstoles recibieron de Jesucristo el poder de ordenar sacerdotes por la imposición de las manos, y así consagraron a muchos y establecieron la sucesión que la Iglesia Católica conserva hasta ahora.
...los presentaron a los Apóstoles e hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 6).
...dijo el Espíritu Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra para la que los he llamado.» Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los enviaron (Hch. 13, 2-3).
No descuides el carisma que haya en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros (1 Tim. 4, 14).
No te precipites a imponer a nadie las manos y así no te harás partícipe de los pecados ajenos (1 Tim. 5, 22).
Por eso te recomiendo que reavives la gracia de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
el motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar los que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).
-Jesucristo hace participantes a sus sacerdotes de sus poderes, de sus funciones, de sus penas, de sus triunfos y de sus gozos.
a) -Misión.
Como el Padre me envió, también yo os envío (Jn. 20, 21).
b) -Poder.
...haced esto en recuerdo mío (Lc. 22, 19).
c) -Autoridad.
El que os escucha a vosotros a mí me escucha (Lc. 10, 16).
d) -Pasión.
El discípulo no está por encima del maestro (Lc. 6, 40).
e) -Persecuciones.
Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros (Jn. 15, 20).
f) -Éxitos.
Si han guardado mi Palabra también guardarán la vuestra (Jn. 15, 20).
g) -Presencia.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).
h) -Ejemplo.
Os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros (Jn. 13, 15).
i) -Función de Magisterio.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todos lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).
j) -Función de iluminar al mundo.
Vosotros sois la luz del mundo (Mt. 5, 14).
k) -Reino.
...porque voy a prepararos un lugar (Jn. 14, 2).
-Jesucristo confiere a sus Apóstoles una misión apostólica universal.
Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todos lo que yo os he mandado (Mt. 28, 18-20).
Y les dio: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15-16).
...y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).
-Jesucristo concedió a los Apóstoles la potestad de arrojar demonios.
Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos,... (Mt. 10, 1).
Instituyó a los Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios (Mc. 3, 14-15).
Y llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos (Mc. 6, 7).
Convocando a los Doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios,... (Lc. 9, 1).
-Jesucristo determina que sus apóstoles le sustituyan en sus acciones santificadoras y en toda su persona.
a) -En sus acciones santificadoras.
-Perdonar pecados.
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados;... (Jn. 20, 22-23).
-Consagrar su cuerpo.
Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío» (Lc. 22, 19).
b) -En toda su persona.
Como el Padre me envió, también yo os envío (Lc. 20, 21).
El que os escucha a vosotros a mí me escucha (Lc. 10, 16).
-Jesucristo confirió a sus Apóstoles su misma triple potestad de enseñar, de santificar y de regir.
a) -Potestad de enseñar,
«Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes...» (Mt. 28, 19).
b) -Potestad de santificar.
Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo...» (Jn. 20, 22).
c) -Potestad de regir.
«Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo» (Mt. 18, 18).
Tened cuidado de vosotros y toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Ac. 20, 28).
64. Apóstoles sucesores de Jesucristo. Uso de los poderes
-Los apóstoles hicieron uso de los poderes otorgados
-Preveen una cadena de sucesores hasta el final de los tiempos
-Transmiten a sus sucesores esos mismos poderes que Cristo les concedió
-Los Apóstoles hicieron uso de los poderes que Jesucristo les había conferido.
a) -De predicar por doquJer.
Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos,... (Mc. 16, 20).
b) -De promulgar leyes a los fieles.
...hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que éstas indispensables: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Haréis bien en guardaos de estas cosas (Hch. 15, 28-29).
Si alguno tiene hambre, que coma en su casa, a fin de que no os reunáis para castigo vuestro. Los demás lo dispondré cuando vaya (1 Cor. 11, 34).
c) -De dictar sentencias.
Pues bien, yo por mi parte,...he juzgado ya,...al que así se comportó: que en nombre del Señor Jesús,...sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el día de Señor (1 Cor. 5, 3-5).
d) -De bautizar.
Los que acogieron su Palabra fueron bautizados.
Aquel día se les unieron unas tres mil almas (Hch. 2, 41).
e) -De celebrar la Santa Misa.
Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones (Hch. 2, 42).
Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón (Hch. 2, 46).
El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan,... (Hch. 20, 7).
f) -De conferir el sacramento del Orden.
-El Diaconado.
...escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timóno, a Pármenas y a Nicolás, proselito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles, e hicieron oración y les impusieron las manos (Hch. 6, 5-6).
-El Presbiterado.
Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído (Hch. 14, 23).
-No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros (1 Tim. 4, 14).
-El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).
-El Episcopado.
Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).
-Los Apóstoles preveen y determinan que haya una cadena de sucesores autorizados después de morir ellos.
...y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 2, 2).
-Los Apóstoles transmitieron a sus sucesores los poderes jerárquicos que Cristo les concedió.
San Pablo confirió a Timoteo y a Tito los poderes de enseñar, de regir y de santificar.
a) -De enseñar.
Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús...: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina (2 Tim. 4, 1-2).
Mas tú, enseña lo que es conforme a la sana doctrina;... (Tit. 2, 1).
b) -De regir.
No admitas ninguna acusación contra un presbítero, si no viene con el testimonio de dos o tres. A los culpables, repréndeles delante de todos, para que los demás cobren temor. Yo te conjuro...que observes estas recomendaciones sin dejarte llevar de prejuicios ni favoritismos. No te precipites en imponer a nadie las manos, y así no te harás partícipes de los pecados ajenos (1 Tim. 5, 19-22).
Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad (Tit. 2, 15).
c) -De santificar.
No te precipites en imponer a nadie las manos, y así no te harás partícipe de los pecados ajenos (1 Tim. 5, 22).
Aclaración. La imposición de la manos era el modo de conferir una función en la Iglesia.
El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).
65. Apóstoles, sucesores de Jesucristo. Otras instituciones
-Jesucristo instituyó la colegialidad del Cuerpo episcopal con su cabeza el Papa
-Los apóstoles instituyeron el domingo, día del señor
-Jesucristo instituyó la colegialidad verdadera del Cuerpo Episcopal unido con su cabeza que es el Sumo Pontífice.
yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).
Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación...» (Mc. 16, 15).
Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn. 20, 21).
Aclaración. Estas palabras las dijo Jesucristo a todo el primer Colegio apostólico, nombrando a Pedro cabeza de todos ellos.
Y yo a mi vez te digo que tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).
-Después de la Resurrección de Jesucristo, los Apóstoles consideraron el domingo como el día del Señor y celebraban las asambleas litúrgicas en este día.
El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que pensaba marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta media noche (Hch. 20, 7).
Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su casa lo que haya podido ahorrar, de modo que se hagan las colectas cuando llegue yo ahí (1 Cor. 16, 2).
Aclaración. El primer día de la semana judía, convertido en el día de la asamblea de los cristianos.
Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana,... (Mt. 28, 1).
El primer día de la semana corresponde a nuestro «domingo», día del Señor.
66. Discípulos de Jesucristo
-Las consideraciones que Cristo tiene con sus discípulos están prefiguradas en el A.T.
-Jesucristo exige a sus discípulos la abnegación de sí mismos
-Las condiciones son: la abnegación de sí mismo y la aceptación de la cruz
-Los honra con varios de sus mismos títulos
-Las persecuciones sufridas por Cristo, continuarán en los discípulos hasta el fin de los tiempos
-Las consideraciones que Jesucristo tiene para con sus discípulos están prefiguradas en el Antiguo Testamento.
«Guardaos de tocar a mis ungidos,
ni mal alguno hagáis a mis profetas (Sal. 105, 15).
-Jesucristo exige a sus discípulos la abnegación de sí mismos.
Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame...» (Mt. 16, 24).
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame...» (Mc. 8, 34).
Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias (Gál. 5, 24).
-Las condiciones primordiales para ser discípulo de Jesucristo son la abnegación de sí mismo y la aceptación de la cruz.
El que no tome su cruz y me siga, no es digno de mí (Mt. 10, 38).
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame...» (Mt. 16, 24).
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame...» (Mc. 8, 34).
Decía a todos. «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame...» (Lc. 9, 23).
El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío (Lc. 14, 27).
-Jesucristo honra a sus discípulos con varios de sus mismos títulos.
a) -Luz.
Yo soy la luz del mundo (Jn. 8, 12).
Vosotros sois la luz del mundo (Mt. 5, 14).
b) -Pan.
Yo soy el pan de la vida (Jn. 6, 34).
Porque aun siendo muchos, un sólo pan y un sólo cuerpo somos, pues todos participamos de un sólo pan (1 Cor. 10, 17).
c) -Vid.
Yo soy la vid verdadera (Jn. 15, 1).
Yo soy la vid; vosotros los sarmientos (Jn. 15, 5).
-Las persecuciones sufridas por Jesucristo continuarán hasta el final de los tiempos en la persona de sus discípulos, en beneficio de la Iglesia.
Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las atribuciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).
Quiero que sepáis qué dura lucha estoy sosteniendo por vosotros y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente, para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios (Col. 2, 1-2).
67. Matrimonio
-Como estado de vida fue instituido por Dios
-En el paraíso terrenal
-Como sacramento existe entre los cristianos
-Es un sacramento de la nueva Ley
-Su esencia es la unión de las dos voluntades de los contrayentes
-Existe un paralelismo entre Cristo con su Iglesia y el matrimonio cristiano
-El matrimonio como estado de vida fue instituido por Dios.
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).
-El matrimonio fue instituido por Dios en el paraíso terrenal.
Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen suya le creó; macho y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos,...» (Gén. 1, 27-28).
Dijo luego Yahvéh Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a darle una ayuda adecuada...» (Gén. 2, 18).
Entonces Yahvéh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó: «Esta vez si que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada varona, porque del varón ha sido tomada.» Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).
-El matrimonio como sacramento existe entre los cristianos.
a) -Es signo sensible, que es la entrega mutua de los derechos sobre los cuerpos de ambos, en orden al amor y a la generación.
Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo (Ef. 5, 28).
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos harán una sola carne (Ef. 5, 31).
b) -Aunque no está instituido por Cristo, sí lo está por Dios en el paraíso terrenal.
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a otra mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).
c) -Concede la gracia.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia y se entregó a sí mismo por ella (Ef. 5, 25).
Aclaración. Se establece la misma relación entre Cristo y su Iglesia por virtud y vínculo de la gracia, que entre esposos y esposas también por la misma virtud y vínculo de la gracia.
-El matrimonio es verdaderamente un sacramento de la Nueva Ley.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada (Ef. 5, 25).
Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad (1 Tim. 2 ,15).
Aclaración. La santificación, la purificación, el amor y la caridad no se producen sin la gracia, sino que se fundan en el efecto de la misma.
-La esencia del sacramento del matrimonio es la unión de las voluntades de los contrayentes.
Él respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne (Mt. 19, 4-6).
-Existe un paralelismo entre la unión de Cristo con su Iglesia y el matrimonio cristiano.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarle,... (Ef. 5, 25).
...nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo (Ef. 5, 29).
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia (Ef. 5, 31-32).
...el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia,... (Ef. 5, 23).
Así como la Iglesia está sumida a Cristo, así también las mujeres debe estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 24).
68. Matrimonio. Propiedades
-La unidad y la indisolubilidad
-Es indisoluble incluso en caso de adulterio
-Entre infieles puede disolverse cuando uno de los conyuges es bautizado y el otro le despide o no quiere cohabitar
-Dios concedió a los judíos el libelo de repudio por dureza de su corazón o deformidad personal
-Dios disolvió matrimonios en el A. T. por concesión de libelo de repudio
-Muerto un cónyuge, el otro queda libre para contraer nuevas nupcias
-Este nuevo matrimonio no va contra la ley natural
-Las propiedades del sacramento del Matrimonio son la unidad y la indisolubilidad.
a) -Unidad:
Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne (Gén. 2, 24).
Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre (Mc. 10, 9).
Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc. 10, 11).
Así la mujer casada está ligada por la Ley a su marido mientras éste vive; mas una vez muerto el marido, se ve libre de la Ley del marido. Por eso mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la Ley, de forma que no es adúltera si se casa con otro (Rom. 7, 2-3).
No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido. Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo sino el marido. Igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo (1 Cor. 7, 2-5).
En cuanto a los casados les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, mas en el caso de separarse que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer (1 Cor. 7, 10-11).
Aclaración. Siempre hace el Apóstol mención de una sola mujer para un sólo marido.
b) -Indisolubilidad.
Él respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne (Mt. 19, 4-6).
él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc. 10, 11).
Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido, comete adulterio (Lc. 16, 18).
Así la mujer casada está ligada por la Ley a su marido mientras éste vive; mas una vez muerto el marido, se ve libre de la Ley del marido. Por eso mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la Ley, de forma que no es adúltera si se casa con otro (Rom. 7, 2-3).
En cuanto a los casados les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido, mas en caso de separarse que no vuelva a casarse, o que se reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer (1 Cor. 7, 10-11).
-Todo Matrimonio es indisoluble incluso en caso de adulterio.
Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc. 10, 11-12).
-El Matrimonio de los infieles, incluso consumado, puede disolverse en cuanto al vínculo por privilegio paulino, cuando uno de los cónyuges es bautizado y el otro le despide o no quiere cohabitar.
En cuanto a los demás, digo yo, no en el Señor: Si un hermano tiene mujer no creyente y ella consiente en vivir con él, no la despida. Y si una mujer tiene un marido no creyente y él consiente en vivir con ella, no la despida. Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. Si no fuera así, vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos. Pero si la parte no creyente quiere separarse, que se separe; en este caso el hermano o la hermana no están ligados: para vivir en paz os llamó el Señor (1 Cor. 7, 12-15).
Aclaración. El matrimonio se disuelve en aquel mismo momento en el cual, la parte convertida y bautizada contrae nuevas nupcias, cuando ve que la parte infiel se separa y no quiere cohabitar. Desde este momento la parte infiel queda liberada del vínculo conyugal, y puede contraer libremente nuevas nupcias.
-Dios concedió a los Judíos la facultad de dar libelo de repudio por la dureza de su corazón o por alguna notable deformidad personal.
a) -Por la dureza de su corazón.
Respondióles: «Moisés, teniendo en cuenta la dureza de vuestra cabeza, os permitió repudiar a vuestras mujeres; pero al principio no fue así (Mt. 19, 8).
b) -Por alguna notable deformidad personal.
Cuando un hombre toma una mujer y se casa con ella, si resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará un libelo de repudio, se lo pondrá en su mano y la despedirá de su casa (Deut. 24, 1).
-Dios disolvió los matrimonios legítimos en el Antiguo Testamento por una concesión de libelo de repudio.
Cuando un hombre toma a una mujer y se casa con ella, si resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará un libelo de repudio, se lo pondrá y la despedirá de su casa. Si después de salir y marcharse de casa de éste, se casa con otro hombre, y luego este otro hombre le cobra aversión, le redacta un libelo de repudio, lo pone en su mano y la despide de su casa (o bien, si llega a morir este otro hombre que se ha casado con ella), el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa después de haberse vuelto impura así (Deut. 24, 1-5).
-En el matrimonio eclesiástico, muerto uno de los cónyuges, queda el otro libre para volver a contraer nuevas nupcias.
La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero en el Señor (1 Cor. 7, 39).
-El nuevo matrimonio después de la muerte de uno de ellos no va contra la Ley natural.
Digo a los no casados y a las viudas: Bien está quedarse como yo, pero si no pueden contenerse que se casen; mejor es casarse que abrasarse (1 Cor. 7, 8-9).
69. Matrimonio. Fines
-El amor, la entrega, los hijos y el remedio de la concupiscencia
-Los hijos son el fruto normal de la unión matrimonial
-Los fines para los cuales Dios ha instituido el Matrimonio son: El amor mutuo, la entrega mutua, la creación de los hijos y el remedio de la concupiscencia.
a) -El amor mutuo.
Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido (1 Cor. 7, 3).
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,... (Ef. 5, 25).
b) -La entrega mutua.
Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido (1 Cor. 7, 3).
c) -La creación de los hijos.
Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos,...» (Gén. 28).
d) -El remedio de la concupiscencia.
No obstante, por razón de la impureza, tenga cada hombre su mujer, y cada mujer su marido (1 Cor. 7, 2).
-Los hijos son el fruto normal de la unión matrimonial según la voluntad de Dios Creador.
Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla;... (Gén. 1, 28).
Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió y dio a luz a Caín,... (Gén. 4, 1).
Levantó luego los ojos -Esaú-, y al ver a las mujeres y a los niños, dijo: «Qué son de ti éstos?» -«Son hijos que ha otorgado Dios a tu siervo» (Gén. 33, 5).
Tu esposa será como una vid fecunda
en el interior de tu casa.
Tus hijos, como brotes de olivo
en torno de tu mesa (Sal. 128, 3).
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos; los padres son el honor de los hijos (Prov. 17, 6).
70. Matrimonio. Poligamia. Actos propios. Licitud o ilicitud
-La Poligamia sucesiva es lícita
-Los actos que transmiten la vida están determinados por Dios, cuando son realizados por sus propios fines y por quienes están constituidos en matrimonio
-La poligamia es contraria a la Ley de Dios
-La poligamia simultanea prohibida por la Ley de Dios
-Los actos que transmiten la vida fuera de su fines y por los no constituidos en el matrimonio van contra la Ley natural
-La poligamia sucesiva es lícita.
Por esto, mientras vive el marido, será llamada adúltera si se une a otro hombre; pero si muere el marido, queda libre de la Ley, de forma que no es adúltera si se casa con otro (Rom. 7, 3).
La mujer está ligada a su marido mientras él viva; mas una vez muerto el marido, queda libre para casarse con quien quiera, pero en el Señor (1 Cor. 7, 39).
Aclaración. Ambos textos se refieren a la poligamia y a la poliandria.
-Los actos propios de la transmisión de la vida están determinados por Dios y son honestos cuando se realizan por sus propios fines y por quienes están constituidos en matrimonio.
Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla;... (Gén. 1, 28).
Aclaración. Dios dijo estas palabras a la primera pareja constituida en matrimonio.
-La poligamia es contraria a la ley de Dios.
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).
-La poligamia simultánea está prohibida por la Ley de Dios.
Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2 24).
De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre (Mt. 19, 6).
Él les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio» (Mc. 10, 11-12).
-Los actos propios de la transmisión de la vida realizados fuera de sus propios fines o por personas no constituidas en matrimonio van contra la Ley natural.
Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,...sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de lo Cielos (Gál. 5, 19-21).
La fornicación y toda impureza o codicia, ni siquiera se menciona entre vosotros, como conviene a los santos (Ef. 5, 3).
71. Virginidad y matrimonio
-El celibato no es contrario a la Ley natural
-El celibato convenientísimo al estado clerical
-la virginidad es más excelente que el matrimonio (textos del N. T.)
-Textos de San Pablo y apocalipsis
-La virginidad hace más libre al corazón del hombre para dedicarse a Dios
-La virginidad por amor a Dios merece gran recompensa en el cielo
-Las Ley del celibato no es contrario a la Ley natural.
Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos (Mt. 19, 12).
En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer. No obstante, por razón de la impureza, tenga cada cual su mujer, y cada mujer su marido (1 Cor. 7, 1).
Mi deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual tiene de Dios su gracia particular... (1 Cor. 7, 7).
¿Estás ligado a una mujer? No busques la separación. ¿No estás ligado a mujer? No la busques. Mas, si te casas, no pecas. Y, si la joven se casa, no peca. Pero todos ellos tendrán su tribulación en la carne, que yo quisiera evitaros (1 Cor. 7, 27-28).
Así pues, el que casa a su doncella, obra bien. Y el que no la casa, obra mejor (1 Cor. 7, 38).
...será más feliz si permanece así según mi consejo; que también yo creo tener el Espíritu de Dios (1 Cor. 7, 40).
Estos son los que no se marcharon con mujeres, pues son vírgenes. Éstos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero (Apoc. 14, 4).
-La Ley del celibato es convenientísima al estado clerical.
a) -Indicios en el Antiguo Testamento.
¡Apartaos, apartaos, salid de allí!
¡Cosa impura no toquéis!
¡salid de en medio de ella, manteneos limpios, portadores del ajuar de Yahvéh (Is. 52, 11).
No saldrá del santuario para no profanar el santuario de su Dios; pues lleva sobre sí la consagración del óleo de la unción de su Dios, Yahvéh (Lev. 21, 12).
Aclaración. Los sacerdotes del Antiguo Testamento tenían que vivir separados de sus mujeres mientras estaban al servicio del Templo.
b) -Indicios en el Nuevo Testamento.
Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1).
Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de como agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de como agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el Espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división (1 Cor. 7, 32-35).
Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado (2 Tim. 2, 3-4).
-El estado de Virginidad es más excelente que el estado de Matrimonio.
El estado considerado en sí mismo, no para cada persona en particular.
Dícenle los discípulos: «Si tal es la condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse». Mas él les respondió: «No todos entienden este lenguaje, sino solamente aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos (Mt. 19, 10-12).
Mi deseo sería que todos los hombres fueran como yo; mas cada cual tiene de Dios su gracia particular:... (1 Cor. 7, 7).
Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de como agradar a su marido. Os digo esto para vuestro provecho, no para tenderos un lazo, sino para moveros a lo más digno y al trato asiduo con el Señor, sin división (1 Cor. 7, 32-35).
Así pues, el que casa a su doncella, obra bien. Y el que no la casa, obra mejor (1 Cor. 7, 38).
...será más feliz si permanece así según mi consejo; que también yo creo tener el Espíritu de Dios (1 Cor. 7, 40).
Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Éstos siguen al Cordero adondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres, como primicias para Dios y para el Cordero,... (Apoc. 14, 4).
En cuanto a lo que me habéis escrito, bien le está al hombre abstenerse de mujer. No obstante, por razón de la impureza, tenga cada cual su mujer, y cada mujer su marido (1 Cor. 7, 1).
No obstante, digo a los no casados y a las viudas. Bien les está quedarse como yo, pero si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que abrasarse (1 Cor. 7, 8-9).
Entiendo que, a causa de la inminente necesidad, lo que conviene es quedarse como uno está. ¿Estás ligado a mujer? No busques la separación. ¿No estás ligado a mujer? No la busques. Mas, si te casa no pecas. Y si la joven se casa, no peca. Pero todos ellos tendrán su tribulación en la carne que yo quisiera evitaros (1 Cor. 7, 26-28).
Aclaración. Cristo invita a la continencia perpetua a los que quieran consagrarse exclusivamente al Reino de los Cielos. Invita a la continencia y no al matrimonio, porque aquella es más excelente que éste.
Los Santos Padres unánimes, afirman que los eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos, son los que eligieron el estado de virginidad, en virtud de una gracia especial de Dios.
-El estado de virginidad por el Reino de los Cielos hace que el corazón del hombre este más libre para amar y dedicarse a Dios.
Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. El casado se preocupa de las cosas del mundo, de como agradar a su mujer; está por tanto dividido. La mujer no casada, lo mismo que la doncella, se preocupa de las cosas del Señor, de ser santa en el cuerpo y en el Espíritu. Mas la casada se preocupa de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido (1 Cor. 7, 32-34).
-La virginidad por amor a Dios merece gran recompensa en el Reino de los Cielos.
Dichoso también el eunuco que con sus manos no obra iniquidad ni fomenta pensamientos perversos contra el Señor; por su fidelidad alcanzará una escogida recompensa, y una herencia muy agradable en el Templo de Señor (Sab. 3, 14).
Pues así dice Yahvéh: Respecto a los eunucos que guardan los sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza, yo he de darles en mi casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado (Is. 56, 4-5).
Tienes no obstante en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco, porque lo merecen. El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Ángeles (Apoc. 3, 4-5).
Aclaración. «Blancas vestiduras», símbolo de pureza, de victoria y de alegría.
72. Sacramentales
-Instituidos por la Iglesia
-Su eficacia procede de su intercesión
-Los sacramentales son instituidos por la Iglesia, en virtud de su misión de administrar los misterios de Dios.
Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1).
-La eficacia santificadora de los sacramentales procede de la intercesión de la Iglesia.
...Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño de agua, en virtud de la palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada (Ef. 5, 25-27).