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Tratado XVII. Eclesiología

1. Conceptos

2. La Iglesia patriarcal

3. Origen de la Iglesia

4. Profetización

5. Prefiguración

6. Características

7. Sociedad

8. Primado. Precedentes

9. Primado. Concesión

10. Primado. Funciones

11. Primado. Jurisdicción

12. Miembros

13. Notas

14. Propiedades

15. Fin de la Iglesia

16. Misión de la Iglesia

17. Magisterio

18. Magisterio. Infalibidad

19. Perennidad de la Iglesia

20. Potestad

21. Persecuciones

22. Relaciones con las personas divinas

23. La Iglesia: Mandamientos

24. El cuerpo místico

25. El cuerpo místico. Unión

26. El cuerpo místico. Comunicación

27. El cuerpo místico. Influjo

28. El cuerpo místico de Satanás

1. Conceptos

-Varios conceptos de la palabra

-Varios sentidos en la Sagrada Escritura

-Varios nombres en la Sagrada Escritura

-La Palabra Iglesia significa varios conceptos.

a) -Partes de la misma.

Pablo, llamado a ser apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y Sóstenes, el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto:... (1 Cor. 1-2).

b) -Familias particulares.

Saludad a Prisca y Aquila, colaboradores míos en Cristo Jesús...saludad también a la Iglesia que se reúne en su casa (Rom. 16, 3 y 5).

c) -Los Prelado y Pastores.

Juan, a las siete Iglesias de Asia. Gracia y paz a vosotros de parte de «Aquel que es, que era y que ha de venir,...» (Apoc. 1, 4).

-La Palabra «Ecclesia» tiene varios sentidos en la Sagrada Escritura.

a) -Asamblea de los santos.

Los cielos celebran, Yahvéh, tus maravillas, y tu lealtad en al asamblea de los santos (Sal. 89, 6).

b) -Asamblea política.

Había gran confusión en la asamblea y la mayoría no sabía por qué se habían reunido (Hch. 19, 32).

c) -Asamblea judicial.

Y si tenéis algún otro asunto, se resolverá en la asamblea legal (Hch. 19, 39).

d) -Asamblea de malhechores.

...odio la asamblea de malhechores,... (Sal. 26, 5).

e) -Lugar en el cual se reúnen los fieles.

...las mujeres cállense en las asambleas;... (1 Cor. 14, 34).

f) -Comunidad de bautizados.

...y le constituyó cabeza suprema de la Iglesia,... (Ef. 1, 22).

-La Iglesia es denominada con varios nombres en la Sagrada Escritura.

a) -Casa de Dios.

...la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo,... (1 Tim. 2, 15).

b) -Ovejas de Cristo.

Entonces Jesús dijo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas...» (Jn. 10, 7).

c) -Esposa de Cristo.

Pues os tengo desposados con un sólo esposo para presentaros cual casta Virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

d) -Iglesia.

Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 24).

e) -Cuerpo de Cristo.

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22).

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, es designada con varios nombres en la Sagrada Escritura.

a) -Ciudad de Yahvéh Sebaot.

Como habíamos oído lo hemos visto en la ciudad Yahvéh Sebaot (Sal. 48, 9).

b) -Ciudad de Dios.

...en la ciudad de nuestro Dios, que Dios afirmó para siempre (Sal. 48, 9).

c) -Casa de Dios.

...la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo,... (1 Tim. 2, 15).

d) -Ciudad situada en la cima del monte.

No puede estar oculta una ciudad situada en la cima de un monte (Mt. 5, 14).

e) -Reino de los cielos.

...los misterios del Reino de los Cielos... (Mt. 13, 11).

f) -Reino de Dios.

Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios?» (Lc. 13, 20).

g) -Entonces Jesús dijo:

«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas...» (Jn. 10, 7).

h) -Rebaño de Cristo.

...habrá un sólo rebaño y un sólo pastor (Jn. 10, 16).

i) -Esposa de Cristo.

Ven del Líbano, esposa mía,... (Cant. 4, 8).

j) -Casta Virgen.

Pues os tengo desposados con un sólo esposo para presentaros cual casta Virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

k) -Iglesia.

Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 24).

l) -Cuerpo de Cristo.

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22).

...completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).

ll) -Descendencia de Abraham.

Y si sois de Cristo, ya sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa (Gál. 3, 29).

2. La Iglesia patriarcal

-La Iglesia patriarcal fue instruida por Dios inmediatamente después de la caída de Adán

-La Iglesia del N. T. difiere mucho de la del A. T.

-La Iglesia patriarcal fue instruida por Dios inmediatamente después de la caída de Adán y Eva.

Enemistad pondré entre sí y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar (Gén. 3, 15).

Aclaración. «su linaje: él», significan «Cristo» el Redentor, y por tanto la redención que ha de realizar, los misterios que ha de revelar, las gracias que ha de conceder en virtud de sus méritos, están y profetizados a Adán y a Eva.

-La Iglesia del Nuevo Testamento, como comunidad de bautizados, difiere mucho de la Iglesia del Antiguo Testamento en los dogmas, en la ley, en el sacrificio, en los sacramentos, en el sacerdocio y en el culto.

a) -En los dogmas.

-Existencia de Dios.

-Creador del cielo y tierra.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1).

-Gobernador de todas las cosas.

Que a la nave, al fin, la inventó el afán de lucro y la sabiduría fue el artífice que la construyó; y es tu Providencia, Padre quien la guía,... (Sab. 14, 2-3).

-Legislador supremo.

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas (Rom. 13, 1).

-Creador del hombre a su imagen y semejanza.

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra según nuestra semejanza,... (Gén. 1, 26).

-Que resucitará a los muertos.

Muchos de los que duermen, en el polvo de la tierra se despertarán,... (Dan. 12, 2).

-Remunerador.

-que premia a los justos.

No temas Abraham. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande (Gén. 15, 1).

-que castiga a los impíos.

...nos consumimos en nuestra maldad (Sab. 5, 13).

b) -En la Ley.

-Ineficacia e inutilidad de la Ley antigua.

De este modo queda abrogada la ordenación precedente, por razón de su ineficacia e inutilidad, ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.

-Eficacia y plenitud de la Ley nueva.

Maestro, ¿cuál es el mayor mandamiento de la Ley? Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la ley y los Profetas (Mt. 22, 36-40).

c) -En el sacrificio.

-Ineficacia de los sacrificios antiguos.

...es imposible que sangre de toros y machos cabríos borre pecados. Por eso al entrar en este mundo, dice: «Sacrificio y oblación no quisisteis; pero me has formado un cuerpo. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. «Entonces dije: "¡He aquí que vengo a hacer, oh Dios, tu voluntad!"» (Hebr. 10, 4-7).

-Eficacia del sacrificio de Cristo.

Él, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un sólo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por escabel de sus pies. En efecto, mediante una sola oblación ha llevado a la perfección para siempre a los santificados (Hebr. 10, 12-14).

d) -En los sacramentos.

-La circuncisión.

...en él también fuisteis circuncidados con circuncisión no quirúrgica, sino mediante el despojo de vuestro cuerpo mortal,... (Col. 2, 11).

-El convite del cordero.

...los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» (Mt. 26, 17).

-Las purificaciones de la Ley antigua.

Después Moisés tomó óleo de la unción y sangre de la que había encima del altar, roció a Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y a las vestiduras, así como a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos. Así consagró a Aarón y sus vestiduras, así como a sus hijos y a las vestiduras de sus hijos (Lev. 8, 30).

Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos,... (Jn. 2, 6).

e) -En el sacerdocio.

-aquellos Sumos sacerdotes ofrecían sacrificios cada día.

...que no tiene necesidad de ofrecer sacrificio cada día, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo; y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo (Hebr. 7, 27).

f) -En el culto.

-La sangre de animales y la ceniza de vaca santifica a los contaminados, en orden a la purificación.

Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne,... (Hebr. 9, 13).

-La sangre de Cristo que es ofreció a sí mismo a Dios purifica las conciencias de las obras muertas para rendir culto a Dios.

-...¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebr. 9, 14).

3. La Iglesia. Origen

-Brota del corazón de Jesucristo

-El prometió la fundación

-Él, sus discípulos y el Bautista bautizaron a varios grupos de gentes

-Fue prefigurada en algunas parábolas del Evangelio

-Cristo preparó y empezó su fundación

-Congregó a los hombres bajo un mismo régimen

-Edificada sobre un cimiento inconmovible

-La Iglesia brota del corazón de Jesucristo.

Pero al llegar a Jesús, como le hallaron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua (Jn. 19, 33-34).

Aclaración. Muchos Padres han visto, y no sin fundamento, en el agua el símbolo del bautismo, en la sangre el de la eucaristía y en estos dos sacramentos, el signo de la Iglesia, nueva Eva que nace del nuevo Adán.

-Cristo prometió la fundación de su Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificará mi Iglesia (Mt. 16, 18).

También tengo otra ovejas que no son de este redil; también a esas tengo que llevarlas y escucharán mi voz; habrá un sólo rebaño y un sólo pastor (Jn. 10, 16).

-Jesucristo, sus discípulos y Juan el Bautista bautizaron a varios grupos de gentes.

Acudía entonces a él (a Juan) Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, y era bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados (Mt. 3, 5-6).

Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados (Mc. 1, 5).

Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba (Jn. 3, 22).

Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salim, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba (Jn. 3, 23).

Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan, -aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos- abandonó Judea y volvió a Galilea (Jn. 4, 1-3).

Aclaración. Así preparó y empezó Jesucristo la institución de la Iglesia.

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, esta prefigurada en algunas parábolas del Evangelio.

a) -De la Era.

En su mano tiene el bieldo y va a limpiar su era: recogerá su trigo en el granero, pero la paja la quemará con fuego que no se apaga (Mt. 3, 12).

b) -Del Convite nupcial.

El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Y envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir (Mt. 22, 2-3).

c) -De la Cizaña.

El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue (Mt. 13, 24-25).

d) -De la Red.

También es semejante el Reino de los Cielos a un red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuanto está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen los buenos en cestos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los males de entre los justos y los echarán al horno de fuego (Mt. 13, 47-49).

-Jesucristo preparó y empezó la fundación de su Iglesia durante su vida pública.

a) -Al elegir a los doce Apóstoles.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió a doce de entre ellos, a los que llamó también Apóstoles (Lc. 6, 13).

b) -Al designar setenta y dos discípulos.

Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios por donde él había de pasar (Lc. 10, 1).

c) -Al congregar gran multitud de discípulos suyos.

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y una gran muchedumbre del pueblo,... (Lc. 6, 17).

Aclaración. Estas comunidades constituyen los primeros miembros de la Iglesia naciente.

-Cristo congregó a los hombres bajo un mismo régimen.

a) -Eligiendo a doce Apóstoles para predicar.

Instituyó Doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar... (Mc. 3, 14).

b) -Eligiendo a Pedro, para el mando de los demás Apóstoles y de todos los fieles.

...Jesús le respondió: «...tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ellas. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt. 16, 18-19).

c) -Mandando a los fieles que presten obediencia a la jerarquía.

Y les dijo: «El que os escucha a vosotros, a mí me escucha; y el que os rechaza, a mí me rechaza;...» (Lc. 10, 16).

-La iglesia está edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo.

Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo, como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual como construye! pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 10).

4. La Iglesia. Profetización

-Su institución, en el A. T.

-Su perennidad en el A. T.

-Su fundación en el N. T.

-La institución de la Iglesia fue profetizada en el Nuevo Testamento.

Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahvéh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas. Confluirán a él todas las naciones, acudirán pueblos numerosos. Dirán: «Venid, subamos al monte de Yahvéh, a la Casa de Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos. Pues de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalén la palabra de Yahvéh» (Is. 2, 2-3).

-La existencia perenne de la Iglesia está profetizada en el Antiguo Testamento.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado,...grande es su señorío y la paz no tendrá sobre le trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia. Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahvéh Sebaot hará eso (Is. 9, 5-6).

En tiempo de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un reino que jamás será destruido, y este reino no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos reinos, y él subsistirá eternamente,... (Dan. 2, 44).

...entonces bendije al Altísimo alabando y exaltando al que vive eternamente, cuyo imperio es un imperio eterno, y cuyo reino dura por todas las generaciones (Dan. 4, 31).

Y he aquí que en las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Se dirigió hacia el Anciano y fue llevado a su presencia. A él se le citó imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás (Dan. 7, 13-14).

-Jesucristo anunció ya la fundación de su Iglesia al empezar su vida pública.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca» (Mt. 4, 17).

Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus Sinagogas, y proclamando la Buena Nueva del Reino... (Mt. 4, 23).

Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca (Mt. 10, 7).

5. La Iglesia. Prefiguración

-Como comunidad de bautizados fue prefigurada en el A. T.

-Como sociedad, en el A. T.

-Como unida con Cristo, en el A. y N. T.

-Como alimentada por la vida divina en el A. T. y N. T.

-Su desarrollo, en el A. T.

-Su desenvolvimiento y su término en el N. T.

-La Iglesia, como comunidad de bautizados, está prefigurada en el Antiguo Testamento.

a) -En el Paraíso terrenal.

Luego plantó Yahvéh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado (Gén. 2, 8).

b) -En Eva.

De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre (Gén. 2, 22).

c) -En el arca de Noé.

Yahvéh dijo a Noé: «Entre en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación (Gén. 7, 1).

-La Iglesia como sociedad fue prefigurada en el Antiguo Testamento.

Pues de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén la palabra de Yahvéh (Is. 2, 2-3).

Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahvéh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas. Y afluirán a él los pueblos, acudirán numerosas naciones y dirán: «Venir, subamos al monte de Yahvéh, a la Casa del Dios de Jacob, para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros sigamos sus senderos (Miq. 4, 1).

-La unión de Cristo con su Iglesia está prefigurada en el Antiguo y Nuevo Testamento.

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 4).

Aclaración. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y a la Iglesia (Ef. 5, 32).

-La Iglesia de Jesucristo alimentada por la vida divina fue prefigurada por algunas alusiones del Antiguo y del Nuevo Testamento.

a) -Del Antiguo Testamento.

Yahvéh dijo a Moisés: «Mira, Yo haré llover sobre vosotros pan del cielo; el pueblo saldrá a recoger cada día la porción diaria; así le pondré a prueba para ver si anda o no según mi ley...» (Ex. 16, 4).

Fue dirigida la palabra de Yahvéh a Elías diciendo: «...escóndete en el torrente de Kerit que está al este del Jordán. Beberás del torrente y encargaré a los cuervos que te sustenten allí» (1 Reg. 17, 2-4).

...el ángel de Yahvéh le tocó y dijo: «Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.» Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg, 19, 7-8).

b) -Del Nuevo Testamento.

...y, -Jesús- partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. Y comieron todos hasta saciarse; ... y los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños (Mt. 14, 20-21).

-El desarrollo de la vida de la Iglesia, desde los apóstoles hasta el final de los tiempos, está prefigurado en las parábolas de Jesucristo.

a) -Parábola del grano de mostaza.

Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen a anidar en sus ramas» (Mt. 13, 31-32).

b) -Parábola de la levadura.

Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a una levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo» (Mt. 13, 33).

Aclaración. Como el grano de mostaza y la levadura, el Reino tiene comienzos modestos, pero un gran desarrollo.

-La Iglesia, su desenvolvimiento y su término en el tiempo están prefigurados en la parábola de la cizaña.

Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo.» Él respondió: «el que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo y los segadores son los ángeles. De la misa manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los agentes de la iniquidad, y los arrojarán en el horno del fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como al sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga (Mt. 13, 36-43).

Aclaración. Al Reino del Hijo (reino mesiánico) sucede el Reino del Padre, a quien el Hijo entrega los elegidos salvados por él.

Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación y Potestad (1 Cor. 15, 24).

6. La Iglesia. Características

-Necesaria

-Sobrenatural

-Visible

-Perfecta

-Legal

-Independiente del Estado

-La Iglesia es una sociedad necesaria.

Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos (Hch. 4, 12).

Aclaración. Los méritos de la Pasión de Cristo no se aplican a los hombres sino a través de su Iglesia, según la providencia ordinaria de Dios.

-La Iglesia de Cristo es una sociedad sobrenatural.

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc 16, 15-16).

Aclaración. Es una sociedad sobrenatural por el origen, Cristo fundador; por los medios, la predicación de su doctrina y por tanto la fe, esperanza y caridad; por el principio vital intrínseco, concedido inicialmente por el bautismo; y por el fin, que es la salvación de todos los hombres.

-La verdadera Iglesia de Cristo es una sociedad esencialmente visible.

a) -Por las comparaciones de las profecías.

Sucederá con días futuros que el monte de la Casa de Yahvéh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas (Is. 2, 2).

...acudirán numerosas naciones y dirán: «Venid, subamos al monte de Yahvéh, a la Casa del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y nosotros sigamos sus senderos...» (Miq. 4, 2).

b) -Por las comparaciones de las parábolas de Cristo.

No puede estar oculta una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa (Mt. 5, 14-15).

-La Iglesia de Cristo es una sociedad perfecta.

Sociedad perfecta es aquella que posee todos los medios suficientes para conseguir su fin.

Y les dijo: «Id por todo mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15-16).

Aclaración. La Iglesia cuenta con el medio de la predicación para proteger la fe, la esperanza y la caridad; y por el principio vital intrínseco de la gracia concedió inicialmente por el bautismo, para conseguir su fin que es la salvación de todos los hombres.

-La Iglesia de Cristo es una sociedad legal.

Sociedad legal o legítima es aquella que existe en virtud de una ley y que tiene derecho de existir y de usar de sus propios derechos para conseguir su fin.

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15-16).

Aclaración. Cristo determina la ley de predicar el Evangelio y de bautizar a todos los hombres, para instituir la Iglesia y proporcionarles los medios necesarios de salvación, usando así de sus propios derechos para conseguir su fin.

-La Iglesia y el Estado son dos potestades independientes.

Se puede deducir de aquella sentencia de Jesús: «Pues lo del César devolvérselo al César, y lo de Dios a Dios» (Mt. 22, 21).

7. La Iglesia. Sociedad



-Cristo preparó su institución antes de su muerte

-Cristo instituyó su iglesia después de su resurrección y antes de su ascensión

-Él la fundó

-Bajo la acción del Espíritu Santo

-Consta de cuerpo y espíritu

-Cristo es su cabeza

-Con 3 funciones

-Fundada en 3 fases

-Jesucristo preparó la institución de su Iglesia antes de su muerte.

a) -Afirmó que él era el Mesías enviado por Dios.

Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando él venga, nos lo anunciará todo.» Jesús le dice: «Yo soy, el que te está hablando» (Jn. 4, 25-26).

b) -Instituyó el Bautismo.

...se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba (Jn. 3, 22).

c) -Congregó los primeros miembros de la Iglesia.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió a doce de entre ellos,... (Lc. 6, 13).

Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos... (Lc. 6, 17).

Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos,... (Lc. 10, 1).

d) -Prometió el primado a Pedro.

...tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

-Jesucristo instituyó su iglesia después de su resurrección y antes de su ascensión a los cielos.

a) -Instruyendo a sus discípulos.

A estos mismos, después de su pasión, se les presentó dándoles muchas pruebas de que vivía, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca de lo referente al Reino de Dios (Hch. 1, 3).

Aclaración. Les instruyó en la predicación de toda su doctrina y en la disciplina solemne del Nuevo Testamento. (Lanctancio).

b) -Les confió la misión que tenían que ejercer.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn. 20, 21).

c) -Le concedió el primado a Pedro.

Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos..., apacienta mis ovejas» (Jn. 21, 15 y 16).

-Jesucristo fundó una sociedad.

Sociedad es la unión estable de diversos hombres para obtener un fin común.

Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación...» (Mc. 16, 15).

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles (Lc. 6, 12).

Jesús repitió: «la paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envió.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 21-23).

Aclaración. Cristo eligió unos cuantos hombres, les dio poder para perdonar los pecados, para predicar el Evangelio y para legislar en la Sociedad fundada.

-La Iglesia ha sido fundada bajo la acción del Espíritu Santo.

...y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones (2 Cor. 1, 22).

...fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa (Ef. 1, 13).

No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención (Ef. 4, 30).

Aclaración. El don del Espíritu Santo da cima a la ejecución del plan divino de salvación. Iniciado ya desde ahora en forma misteriosa en el mundo presente, conseguirá su plena realización cuando se establezca el Reino de Dios en forma gloriosa y definitiva.

-La Iglesia consta de cuerpo y de espíritu.

Un sólo Cuerpo y un sólo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamado (Ef. 4, 4).

Aclaración. Al Cuerpo de la Iglesia pertenecen la multitud de hombres, el régimen externo, el culto exterior y la manifestación externa de los carismas. Al alma pertenecen la fe, la esperanza, la caridad, la gracia habitual, la gracia actual y los carismas del Espíritu Santo.

-Cristo es cabeza de la Iglesia.

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo,... (Ef. 1, 22-23).

Él es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia (Col. 1, 18).

-Las tres funciones de Cristo como cabeza de la Iglesia son: el orden, la perfeccion y el influjo.

a) -El orden.

...para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos... (Rom. 8, 29).

...hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza... (Ef. 1, 10).

...que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero (Ef. 1, 20-21).

Él es también la Cabeza del Cuerpo de la Iglesia. Él es Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en él la Plenitud, y reconciliar por él y para él todas las cosas (Col. 1, 18-20).

b) -La perfección.

...gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

c) -El influjo.

Pues de su plenitud hemos recibido todos gracia por gracia (Jn. 1, 16).

-La Iglesia naciente paso por tres fases, aún mientras vivieron los apóstoles.

a) -Desde Pentecostés hasta la predicación del Evangelio.

Los creyentes cada vez en mayor número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres (Hch. 5, 14).

b) -Desde la predicación del Evangelio hasta el concilio de Jerusalén.

Al oír esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: «Así pues, también a los gentiles les ha dado Dios la conversión que lleva a la vida» (Hch. 11, 18).

c) -Desde el concilio de Jerusalén hasta la muerte de los Apóstoles.

Y pregunto yo: ¿Es que no han oído? ¡Cierto que sí! Por toda la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras (Rom. 10, 18).

Aclaración. En la primera fase fue predicado el Evangelio solamente a los Judíos; en la segunda a los gentiles; en la tercera el Evangelio llegó hasta los confines de la tierra.

8. La Iglesia. Primado. Precedentes

-Prefigurado en el A. T.

-Cristo declara la superioridad jerárquica de Pedro y la constitución monárquica de la Iglesia

-Cristo en su vida publica designó a Pedro para concederle el Primado

-Llamó a Pedro «piedra» para simbolizar su función en la Iglesia

-Los Apóstoles ya reconocieron la preeminencia de Pedro durante la vida pública de Cristo

-Pedro privilegiado ya en la Iglesia incipiente

-Cristo le prometió el primado

-El régimen monárquico de un sólo sumo pontífice para gobernar la Iglesia universal fue prefigurado en el Antiguo Testamento.

Yo suscitaré para ponérselo al frente un sólo pastor que las apacentará, mi siervo David: él las apacentará y será su pastor. Yo, Yahvéh, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos. Yo, Yahvéh, he hablado (Ez. 34, 23-24).

-Jesucristo declara ya la superioridad jerárquica de Pedro y la constitución monárquica de la Iglesia.

Jesús le respondió: «... Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 18-19).

-Cristo ya en su vida pública tenía designado a Pedro para concederle el Primado.

«¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto confirma a tus hermanos» (Lc. 22, 31).

Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» que quiere decir, «Piedra» (Jn. 1, 42).

-Jesús llamó Pedro al Jefe de los apóstoles -en griego «Petros» y en Arameo «Kefa»- para simbolizar su función en la misión de la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

-Los Apóstoles reconocieron la preeminencia de Pedro, ya durante la vida pública de Cristo.

a) -Consideran a Pedro como guía de ellos.

...salió (Jesús) y fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca;... (Mc. 1, 35-36).

b) -En la relación de los Apóstoles, siempre nombran primero a Pedro, y a los demás con distinto orden.

Los nombres de los doce Apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó (Mt. 10, 2-4).

Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos el trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó (Mc. 3, 16-19).

-Pedro fue privilegiado ya en la Iglesia incipiente.

a) -En sus relaciones con los Apóstoles:

Los nombres de los doce Apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que el entregó (Mt. 10, 2).

Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó (Mc. 3, 16).

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también Apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que fue el traidor (Lc. 6, 13-16).

Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago del Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago (Hch. 1, 13).

b) -En sus relaciones con las gentes:

Simón y sus compañeros fueron en su busca;... (Mc. 1, 36).

Y al separarse de ellos dijo Pedro a Jesús:

«Maestro, es bueno estarnos aquí,...» (Lc. 9, 32).

Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negasen, dijo Pedro a los que con él estaban: «Maestro, las gentes te oprimen y te aprietan» (Lc. 8, 45).

-El Ángel a las mujeres:

«...pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea;... (Mc. 16, 7).

-Pedro responde en nombre de sus discípulos:

Jesús, entonces le preguntó: «Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?». Pedro le contestó: «Tú eres el Cristo» (Mc. 8, 29).

-En la Transfiguración Pedro propone levantar tres tiendas:

Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, es bueno estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas... (Mc. 9, 5).

-Pedro pregunta en nombre de todos cuantas veces deben perdonar:

Pedro se le acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar...? (Mt. 18, 21).

-Pedro pide la explicación de la parábola en nombre de todos:

Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos? (Lc. 12, 41).

-Los cobradores del didracma se acercaron a Pedro.

Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?» Respondió: «Sí» (Mt. 17, 24).

c) -En sus relaciones con otros sectores del Pueblo:

-En nombre de todos dijo a los Judíos:

Al oír esto, dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás apóstoles. «¿Qué hemos de hacer, hermanos?» Pedro les contestó: «Convertíos...» (Hch. 2, 37-38).

-Pedro habla en nombre de todos a los magistrados:

Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos,...» (Hch. 4, 8).

-Pedro habla en el primer Concilio de Jerusalén:

Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros...» (Hch. 15, 7).

-Pedro propone elegir otro Apóstol para sustituir a Judas.

...Pedro se puso en pie en medio de los hermanos -el número de los reunidos esa de unos ciento veinte- y les dijo: Hermanos...conviene, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros,...uno de ellos sea constituido testigo de su resurrección» (Hch. 1, 15 y 21-22).

-Toma la palabra en nombre de los doce el día de Pentecostés.

Pedro les contestó: «Convertíos y que cada uno de vosotros se haya bautizar en nombre de Jesucristo,...» (Hch. 2, 38).

-Cristo prometió a Pedro el Primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 18-19).

a) -Bajo la metáfora «piedra» se expresa:

-la unidad del edificio,

-la unión de sus partes para constituir un todo,

-la firmeza de la Iglesia.

b) -Bajo la metáfora «dar las llaves» se expresa:

-la concesión de la potestad suprema sobre la Iglesia.

c) -Bajo la metáfora «atar y desatar» se expresa:

-la potestad de legislar,

-que obliga en conciencia a los fieles

-que Dios ratifica ante sí mismo.

9. La Iglesia. Primado. Concesión

-Cristo nombra a Pedro Jefe supremo de la Iglesia

-El primado queda manifestado por Jesucristo

-Le entrega la potestad suprema solamente a Pedro

-Cristo concedió el primado solo a Pedro

-Por tanto la Iglesia no es democrática sino Jerárquica

-Jesucristo nombra a Pedro Jefe supremo de toda la Iglesia.

a) -Deducido del diálogo de Cristo y Pedro.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿Me amas más que éstos?» Le dice él: «Si, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Si, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice Jesús por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo: tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas...» (Jn. 21, 15-17).

b) -Deducido del modo de hablar los Apóstoles de Pedro.

Los nombres de los doce Apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro,... (Mt. 10, 2).

Entonces Pedro, presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: Judíos y habitantes de toda Jerusalén: Que os quede esto bien claro... (Hch. 2, 14).

Simón y sus compañeros fueron en su busca; y al encontrarle le dicen: «Todos te buscan» (Mc. 1, 36).

Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria... (Luc. 9, 32).

Aclaración. De nombrarle a Pedro en primer lugar, se deduce que era el Jefe supremo de la sociedad cristiana.

-El Primado de Pedro queda manifestado claramente por Jesucristo.

a) -Cristo mandó a Pedro que confirmase a sus hermanos.

...Jesús le dijo (a Pedro): «Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos» (Lc. 22, 32).

b) -Cristo resucitado se apareció primero a Pedro.

...que se apareció a Cefas y luego a los doce (1 Cor. 15, 5).

-Jesucristo entregó a Pedro la potestad suprema.

A ti te daré las llaves del Reino de lo Cielos; (Mt. 16, 19).

Aclaración. «Llaves» significan la potestad suprema.

Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá (Is. 22, 22).

-Cristo resucitado concedió el Primado a Pedro solamente. Por tanto la Iglesia no es democrática, sino jerárquica por la misma voluntad de Cristo.

a) -Varios indicios de la potestad de Pedro se manifiestan en los albores de la Iglesia.

1º -Pedro como jefe de los once:

Entonces Pedro presentándose con los Once, levantó su voz y les dijo: Judíos y habitantes todos de Jerusalén... (Hch. 2, 14).

2º -Pedro y los Apóstoles:

Al oír esto dijeron con el corazón compungido a Pedro y a los demás Apóstoles:...

3º -Pedro destaca ante los demás:

Pedro y los apóstoles contestaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch. 5, 29).

4º -Pedro dirige la elección de Matías:

Uno de aquellos días Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y les dijo: «Hermanos...» (Hch. 1, 15).

5º -La Iglesia ora por él cuando estaba en la cárcel.

Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios (Hch. 12, 5).

b) -Pablo destaca a la persona de Pedro en sus epístolas.

1º -...subí a Jerusalén para conocer a Cejas y permanecí quince días en su compañía (Gál. 1, 18).

2º -Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos, -pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de un gentiles-... (Gál. 2, 7-8).

c) -Cristo concede a Pedro el oficio de Pastor de la Iglesia, es decir, el primado de jurisdicción.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Si, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos». Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas? Le dice él: «Si, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice por tercera vez. «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas (Jn. 21, 15-17).

10. La Iglesia. Primado. Funciones

-Pedro hizo las veces de la persona del Primado

-Apacentar, santificar y enseñar al pueblo de Dios

-El gobierno es una monarquía

-El Romano Pontífice tiene la potestad suprema

-Es superior al Concilio Ecuménico

-Tiene potestad de promulgar leyes

-Pedro tendrá sucesores hasta el final de los tiempos

-La iglesia no está subordinada al estado

-Pedro hizo las veces de la persona del Primado.

a) -Es el primero que habla a los jefes del pueblo.

Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos...» (Hch. 4, 8).

b) -Es el primero que realiza curaciones.

Pedro le dijo: «Eneas, Jesucristo te cura; levántate y arregla tu lecho.» y al instante se levantó (Hch. 9, 32).

c) -Es el primero que dirigió a los gentiles la palabra de Dios.

Pedro se levantó y les dijo: «Hermanos, vosotros sabéis que ya desde los primeros días me eligió Dios entre vosotros para que por mi boca oyesen los gentiles la Palabra de la Buena Nueva y creyeran...» (Hch. 15, 7).

-El Primado de romano Pontífice es una potestad de jurisdicción episcopal con del derecho y el deber de apacentar, santificar y enseñar al pueblo de Dios.

a) -De apacentar.

Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas...» (Jn. 21, 17).

b) -De santificar.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,...

c) -De enseñar.

...y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 20).

Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 15).

-El Gobierno de la Iglesia fundada por Jesucristo es una monarquía.

a) -Cristo puso sólo a Pedro al frente de la Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta pintura edificará mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

b) -Cristo concedió sólo a Pedro la autoridad de las llaves.

A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y los que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

c) -Cristo concedió sólo a Pedro la autoridad sobre todos los demás.

Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos..., apacienta mis ovejas» (Jn. 21, 15 y 16).

Aclaración. «Pedro» y «Piedra» significan la misma persona.

-El Romano Pontífice tiene toda la potestad suprema sobre todas y cada unas de las Iglesias y de sus pastores.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,... (Mt. 16, 18).

Aclaración. Pedro es constituido fundamento de toda la Iglesia, a la cual se extiende, por tanto, su autoridad.

...pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos (Lc. 22, 32).

Aclaración. Pedro recibió de Cristo la misión de confirmar a sus hermanos, por tanto, está por encima de ellos en cuanto a su poder supremo.

A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos,... (Mt. 16, 19).

Aclaración. Aquel en cuya potestad están las llaves del reino, tiene derecho y autoridad no sólo en las iglesias particulares sino en toda la Iglesia universal.

Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos» (Jn. 21, 15).

Aclaración. Pedro es constituido pastor de los pastores.

-El romano pontífice es superior al concilio Ecuménico.

Jesús le respondió: «...Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos, y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt. 16, 18-19).

«¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos» (Lc. 22, 31-32).

Aclaración. Se deduce claramente la superioridad de Pedro sobre todos los demás.

-El romano pontífice tiene potestad de promulgar leyes para toda la Iglesia universal.

...Jesús le respondió: «...A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt. 16, 19).

Le dice Jesús -a Pedro-: «Apacienta mis corderos» (Jn. 21, 15).

Aclaración. «Apacentar» significa «gobernar», «regir».

-Pedro habrá de tener sucesores en el Primado de jurisdicción hasta el fin de los tiempos.

Se deduce de la promesa de Cristo acerca de la estabilidad y perpetuidad de su Iglesia.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

Aclaración. Si Cristo ha prometido la perpetuidad de la Iglesia y Pedro como hombre ha de morir, por derecho divino tienen que sudecerle otros indefinidamente en el primado de jurisdicción.

-La Iglesia no está subordinada al Estado por derecho divino.

A ti te daré las llaves del Reino de los Cielo; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos...apacienta mis ovejas» (Jn. 21, 15 y 16).

Aclaración. Cristo concedió a Pedro y a sus sucesores potestad suprema y plena, sin ninguna subordinación a otra sociedad.

11. La Iglesia. Primado. Jurisdicción

-Cristo concedió a su Iglesia la potestad la jurisdicción

-La Jerarquía de Jurisdicción consta de dos grados Primado y Episcopado

-Cristo concedió autoridad a Pedro y a los demás apóstoles

-Instituyó la Jerarquía con tres grados: Obispos, Presbíteros y Diáconos

-Los obispos tiene la jurisdicción por derecho divino

-Son superiores a los presbíteros en jurisdicción

-Jesucristo concedió a su Iglesia la potestad de jurisdicción independiente de toda autoridad humana.

Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, díselo a la comunidad. Y si ni a la comunidad hace caso, considéralo ya como al gentil y al publicano (Mt. 18, 15-17).

-La Jerarquía de jurisdicción de la Iglesia por derecho divino consta de dos grados: primado y episcopado.

a) -Primado.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y los que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 18).

b) -Episcopado.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

-Jesucristo concedió autoridad a Pedro y a los demás apóstoles en la sociedad que fundó.

a) -Autoridad para legislar.

Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

b) -Para perdonar pecados.

...sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les queden perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 21).

c) -Para consagrar el cuerpo y la sangre de Cristo.

Y tomó pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que va a ser entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío. De igual modo, después de cenar, el cáliz, diciendo: «Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que va a ser derramada por vosotros (Luc. 19-20).

d) -Para predicar.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

e) -Para extender a la Iglesia.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes... (Mt. 28, 19).

f) -Para bautizar.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).

-Cristo instituyó la jerarquía de la Iglesia con tres grados: obispos, presbíteros y diáconos.

a) -Obispos.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

b) -Presbíteros.

El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabarás de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).

c) -Diáconos.

Pablo...a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con el epíscopos y diáconos (Fil. 1, 1).

También los diáconos deben ser dignos,... que guarden el Misterio de la fe con una conciencia pura (1 Tim. 3, 8).

-Los obispos tienen la potestad de jurisdicción por derecho divino.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

Aclaración. S. Pablo afirma que los obispos son designados por el Espíritu Santo para regir la Iglesia de Cristo.

-Los obispos son superiores a los presbíteros en cuanto a jerarquía de jurisdicción.

No admitas ningún acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos o tres (1 Tim. 5, 19).

Aclaración. Es claro que el obispo puede recibir acusación contra un presbítero para juzgarlo. Por tanto, es superior en potestad de juzgar y de mandar.

12. La Iglesia. Miembros

-Proporcionó a todos los fieles los mismos medios

-Asignó los mismos fines

-Estableció diferencia entre clérigos y laicos

-Se dividen en justos y pecadores

-Unos y otros son igualmente miembros

-Miembros son todos los bautizados excepto los que rompieron públicamente el vínculo con la Iglesia

-No todos los predestinado son miembros

-No son miembros los catecúmenos, los herejes, los cismáticos y los excomulgados

-Cristo proporcionó a todos los fieles los mismos medios.

a) -La misma fe.

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15-16).

b) -La misma participación de los sacramentos.

El que crea y sea bautizado, se salvará... (Mc. 16, 16).

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).

c) -Los mismos preceptos de salvación.

«...enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado» (Mt. 28, 20).

-Cristo asignó a todos los fieles los mismos fines espirituales.

a) - Santificarlos.

Y por ellos me consagró a mí mismo, para que ellos también sean consagrados en la verdad (Jn. 17, 19).

b) -Concederles la vida eterna.

Mis ovejas escuchan mi voz; y las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano (Jn. 10, 28).

c) -Edificar el Cuerpo Místico.

Un sólo Cuerpo y un sólo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 4-6).

-Cristo estableció una diferencia esencial entre clérigos y los laicos.

a) -Por la doctrina de Cristo.

-Eligiendo a unos de otros.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles (Lc. 6,13).

-Mandándoles a unos bautizar,

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas...el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).

-Asignándoles la misión de enseñar.

...ensenándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28-20).

- Comunicándoles el poder de consagrar su cuerpo y su sangre.

«...haced esto en recuero mío» (Lc. 22, 19).

Aclaración. Se deduce claramente la elección de unos dándoles poder de enseñar y de santificar para que otros sean enseñados y santificados.

b) -Por la doctrina y el modo de obrar de los Apóstoles.

Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído (Hch. 14, 23).

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

Pablo, siervo de Cristo Jesús, apóstol por vocación, escogido para el Evangelio de Dios... (Rom. 1, 1).

El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabarás de organizar lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené (Tit. 1, 5).

Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón (Hebr. 5, 4).

-Los hombres se dividen en justos y pecadores.

El impío máquina contra el justo, rechinan sus dientes contra él (Sal. 37, 12).

No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores (Lc. 5, 32).

Así pues, como el delito de uno sólo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de la justicia de uno sólo procura toda la justificación que da la vida (Rom. 5, 18).

Despertaos como conviene y no pequéis; que hay entre vosotros quienes desconocen a Dios. Para vergüenza vuestra lo digo (1 Cor. 15, 34).

-Los miembros de la Iglesia son igualmente los justos y los pecadores

a) -Por la parábola de la red.

También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen los buenos en cestos y tiran los malos. Así sucederá al fin mundo... (Mt. 13, 47).

b) -Por la historia de Judas, que pertenecía a la Iglesia y era un pecador.

...era ladrón... (Jn. 12, 6).

-Los miembros de la Iglesia católica son todos y sólo los bautizados, excepto aquellos que públicamente rompieron el vínculo con la Iglesia por la herejía, por el cisma o por la excomunión.

a) -Los apóstoles incorporaban a la Iglesia por el bautismo a los creyentes:

Los que acogieron su palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas tres mil almas (Hch. 2, 41).

Pero cuando creyeron a Felipe que anunciaba la buena Nueva del Reino de Dios y en el nombre de Jesucristo, empezaron a bautizarse hombre y mujeres (Hch. 8, 12).

Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo (Hch. 10, 48).

...y otros muchos corintios al oír a Pablo creyeron y recibieron el bautismo (Hch. 18, 8).

b) -Porque hemos sido bautizados en un sólo cuerpo:

Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo (1 Cor. 12, 13).

En efecto, todos los bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo; ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gál. 3, 27).

-No todos los predestinados son miembros de la Iglesia.

Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido,...vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos (1 Pe. 2, 9-10).

Aclaración. Los que en otro tiempo no eran pueblo de Dios, ahora se hacen miembros de la Iglesia.

-No son miembros de la Iglesia los catecúmenos, los herejes, los cismáticos y los excomulgados.

a) -Catecúmenos son aquellos que todavía no han recibido el bautismo.

Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazcan de lo alto no puede ver el Reino de Dios» (Jn. 3, 3).

b) -Herejes públicos son los que niegan con pertinacia algún dogma de fe.

Al sectario, después de una y otra amonestación, rehúyelo; ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia sentencia (Tit. 3, 10).

c) -Cismáticos son los que se niegan a obedecer al Romano Pontífice y rechazan estar en unión con los miembros de la Iglesia.

Jesús les respondió: «...y escucharán mi voz; habrá un sólo rebaño, un sólo pastor...» (Jn. 10, 16).

d) -Excomulgados son aquellos que han sido privados de los bienes de la Iglesia por una sentencia penal de la misma, a causa de un delito cometido.

Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca;... (Jn. 15, 6).

13. La Iglesia. Notas

-La Unidad está profetizada en el A. T.

-La Catolicidad esté profetizada en el A. T.

-Las Notas son cuatro Unidad catolicidad, apostolicidad y santidad

-La Unidad es triple, en el espíritu, en la fe y en el Régimen

-La unidad de la Iglesia está manifestada en los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía

-La unidad de la Iglesia en el culto y en la participación de los sacramentos fue profetizada en el Antiguo Testamento.

Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre entre las naciones, dice Yahvéh Sebaot (Mal. 1, 11).

-La catolicidad de la Iglesia está profetizada en el Antiguo Testamento.

Por tu descendencia se bendecirán todas naciones de la tierra, en pago de haber obedeciendo tú a mi voz (Gén. 22, 18).

Pídeme, y te daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la tierra (Sal. 2, 8).

Que te rodee la asamblea de las naciones y tú en los alto vuélvete hacia ella (Sal. 7, 8).

Aclaración. San Agustín demuestra que estos testimonios se refieren a Cristo y a su Iglesia.

-Las notas de la Iglesia son cuatro: unidad, catolicidad; apostolicidad y santidad.

a) -Unidad.

También tengo otras ovejas que no son de esta redil; también a esas tengo que llevarlas y escucharás mi voz; y habrá un sólo rebaño, un sólo pastor (Jn. 10, 16).

Que todos sean uno (Jn. 17, 21).

En un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo (1 Cor. 12, 13).

b) -Catolicidad.

Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin (Mt. 24, 14).

...y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).

c) -Apostolicidad.

...si es que conocéis la misión de la gracia que Dios me concedió en orden a vosotros (Ef. 3, 2).

d) -Santidad.

Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla (Ef. 5, 25).

-La unidad de la Iglesia de Cristo es triple: en el espíritu, en la fe y en el régimen.

a) -En el espíritu.

...poniendo empeño en conservar la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Un sólo cuerpo y un sólo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados (Ef. 4, 3-4).

b) -En la fe.

Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos,... (Ef. 4, 5).

c) -En el régimen.

...dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos» (Jn. 21, 15).

-La unidad de la Iglesia esta manifestada por los sacramentos del bautismo y eucaristía.

a) -Bautismo.

Un sólo Cuero y un sólo Espíritu como una es la esperanza a que habéis sido llamados. Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 4-5).

b) -Eucaristía.

El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es acaso comunión con la sangre de Cristo? y el pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? (1 Cor. 10, 16).

14. La Iglesia. Propiedades

-Son tres: visibilidad, independencia y necesidad

-Las propiedades de la Iglesia de Cristo son tres: visibilidad, independencia y necesidad.

a) -La Iglesia de Cristo es siempre visible:

1º -Por la función de enseñar y bautizar.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).

2º -Por las obligaciones externas de su reino:

Todo el que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los Ángeles de Dios (Luc. 12, 8).

3º -Cristo compara su reino con cosas visibles:

El Reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en campo (Mt. 23, 24).

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia... (Mt. 16, 18).

Dijo el Señor al siervo: «Sal a los caminos y cercas y obliga a entrar hasta que se llene mi casa (Lc. 14, 23).

b) -La Iglesia de Cristo es independiente.

Así actuaban los Apóstoles.

Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablasen o enseñasen en el nombre de Jesús. Más Pedro y Juan les contestaron: «Juzgad si es justo delante de Dios obedeceros a vosotros más que a Dios. No podemos nosotros dejar de hablar de los que hemos visto y oído» (Hch. 4, 18-19).

Pedro y los Apóstoles contestaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch. 5, 29).

Y no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Nueva de Cristo Jesús cada día en el Templo y por las casas (Hch. 5, 42).

c) -La Iglesia de Cristo es necesaria para la salvación eterna con necesidad de medio.

Respondió Jesús: En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).

Aclaración. El acto de contrición y de caridad perfecta del hombre no bautizado, es suficiente para la justificación, puesto que la caridad no puede existir sin la firma voluntad de guardar los preceptos graves y de practicar todos los medios necesarios para la salvación. Tal voluntad supone el deseo implícito del bautismo.

15. La Iglesia. Fin

-El fin próximo es la continuación de la misión de Cristo

-El remoto es que los hombres consigan en ella el fin sobrenatural para el cual han sido creados

-El último es la gloria de Dios

-El fin próximo e inmediato de la Iglesia es la continuación de la misión de Cristo en la tierra.

a) -Encargándoles a sus apóstoles la misma misión.

Jesús repitió: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío» (Jn. 20, 21).

b) -Enviando a sus apóstoles como legados suyos.

«...En verdad, en verdad os digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a Aquel que me ha enviado» (Jn. 13, 20).

Somos embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros (2 Cor. 5, 20).

c) -Enviando a sus apóstoles hasta el fin del mundo.

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 16).

d) -Concediéndoles la potestad de enseñar.

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 16).

e) -Concediéndoles la potestad de santificar.

Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).

f) -Atribuyéndoles el poder de gobernar.

-a Pedro:

Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos» (Jn. 21, 15).

-a los Apóstoles:

«Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo» (Mt. 18, 18).

-a los obispos:

«Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios,... (Hch. 20, 28).

g) -Proporcionándoles otros medios de salvación.

-La predicación por la cual se produce y se aumenta la fe.

Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, por la Palabra de Cristo (Rom. 10, 17).

-La gracia.

Por tanto, que nos tengan los hombres por servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1).

-El fin remoto de la Iglesia es que los hombres consigan en ella y a través de ella el fin sobrenatural para el cual han sido creados.

a) -Proponiendo a los hombres la doctrina de la fe.

Esto es bueno y agradable a Dios nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la Creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea se condenará» (Mc. 16, 15-16).

Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará (Rom. 10, 13).

b) -santificándolos con los sacramentos.

Bautismo - Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios» (Jn. 3, 5).

Confirmación - Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaría había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Éstos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo... únicamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo (Hch. 8, 14-17).

Eucaristía - El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida Eterna y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).

Penitencia - Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados les quedan personados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn. 20, 22).

Unción de los enfermos - ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante y si hubiera cometido pecados le serán perdonados (Jac. 5, 14-15).

Orden -Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos (2 Tim. 1, 6).

c) -rigiéndolos para promoverles costumbres meritorias y que sean protegidos de toda clase de peligros.

Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios... porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación (1 Tess. 4, 1-3).

-El fin último por el cual Cristo ha instituido a su Iglesia es la gloria de Dios.

Así habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre...yo te he glorificados en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar (Jn. 17, 4).

16. La Iglesia. Misión

-Es librar a los hombres de la muerte eterna y procurarles la salvación

-Para mejor lograrla, existen diferentes estados para mejor atender sus diferentes necesidades

-La misión de la Iglesia es de liberar a los hombres de la muerte eterna y procurarles la salvación eterna en el Reino de los Cielos.

Porque debe él reinar hasta que pongan a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la Muerte. Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies (1 Cor. 15, 25-27).

Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados (Col. 1, 13).

-Existe en la Iglesia diversidad de estado y de oficios, para la perfección de la misma Iglesia, para atender mejor a sus diferentes necesidades y para su mayor dignidad y belleza.

a) -Para la perfección de la misma Iglesia.

Él mismo dio a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelizadores; a otros, pastores y maestros, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo,... (Ef. 4, 11-12).

b) - Para atender mejor a sus diferentes necesidades.

Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

c) -Para su mayor dignidad y belleza.

Aclaración. Ambas consisten en el orden como se declara en los siguientes textos:

Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón y la casa que había edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus servidores, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yahvéh, se quedó sin aliento (1 Reg. 10, 4-5).

En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro;... (2 Tim. 2, 20).

17. La Iglesia. Magisterio

-Existencia

-Instituido por Cristo

-La Iglesia depositaria de sus enseñanzas

-Necesario para la conservación y propagación de la fe

-Es la única regla próxima de fe

-Existe un magisterio en la Iglesia.

Magisterio es el derecho y el deber por los cuales la Iglesia es constituida predicadora de la doctrina de Cristo en orden a la salvación de los hombres.

a) -En la Iglesia este derecho.

...cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedó asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas (Mt. 7, 28).

Quedaron asombrados de su doctrina, porque hablaba con autoridad (Lc. 4, 32).

b) -Este derecho fue transmitido a los apóstoles.

Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortará por medio de nosotros (2 Cor. 5, 20).

Jesucristo Señor nuestro, por quien recibimos la gracia y el apostolados, para predicar la obediencia de la fe a gloria de su nombre entre todos los gentiles... (Rom. 1, 5).

c) -En la Iglesia existe este deber.

Predicar el Evangelio...es...un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! (1 Cor. 9, 16).

-El magisterio de la Iglesia está instituido por el mismo Cristo.

a) -El mismo lo practicó.

Jesús le respondió: «He hablado abiertamente ante todo el mundo; he enseñado siempre en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he hablado nada a ocultas (Jn. 18, 20).

Enseñaba todos los días en el Templo (Lc. 19, 47).

Por el día enseñaba en el Templo... (Lc. 21, 37).

b) -Concedió atribuciones a sus apóstoles.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19-20).

Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación (Mc. 16, 15).

-La Iglesia católica es la depositaria de las enseñanzas de Cristo.

...y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 20).

Aclaración. Este precepto lo da Cristo a sus primeros Apóstoles como Iglesia naciente.

-El Magisterio de la Iglesia es necesario para la conservación y para la propagación de la fe.

a) -Necesario para la conservación.

Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son de probada virtud entre vosotros (1 Cor. 11, 20).

Aclaración. Conviene que haya un magisterio que condene las herejías y mantenga la unidad de la fe, para que ésta no se inficcione con el error.

b) -Necesario para la propagación.

Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. Pero ¿Cómo invocarán a aquél en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquél a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique? Y ¿Como predicarán si no son enviados? (Rom. 10, 13-14).

-El Magisterio de la Iglesia es la única regla próxima de fe.

Regla de fe es cierto criterio por el cual, la fe verdadera que conduce a la salvación, se distingue infaliblemente de la doctrina falsa.

a) -El Magisterio de la Iglesia es de origen divino.

Él mismo (Cristo) «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros... para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error (Ef. 4, 11-14).

b) - Proponer a los hombres las verdades que se han de creer es propio de quienes Cristo constituyó depositarios de su doctrina y de aquellos a quienes confirió el deber de anunciarla. Éstos son solamente los Apóstoles y sus sucesores, y por tanto de ellos solos podemos recibir las verdades que hemos de creer.

...el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).

...todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer (Jn. 15, 15).

c) -Es propio del Magisterio de la Iglesia solamente anunciar al mundo la doctrina verdadera.

Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! (Gál. 1, 8).

18. La Iglesia. Magisterio. Infalibilidad

-La Iglesia en juzgar las verdades naturales relacionadas con las reveladas

-La Iglesia en la interpretación de la S. Escritura

-El Romano Pontífice cuando habla «ex cathedra»

-El Magisterio instituido por Cristo en los Apóstoles

-Se fundamenta en las recomendaciones que Cristo les hizo

-El Magisterio es infalible en conservar y definir la doctrina

-La Iglesia no puede caer en errores de fe

-Tiene el derecho y el deber de proscribir la ciencia falsa

-Ni la Iglesia ni el Evangelio pueden cambiar en las casa esenciales

-La Iglesia es infalible en juzgar las verdades naturales relacionadas con las verdades reveladas o con las costumbres.

Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de astucia que conduce engañosamente al error,... (Ef. 4,14).

Que nadie os engañe con vanas razones... (Ef. 5, 6).

Os digo esto para que nadie os seduzca con discursos capciosos...Mirad que nadie os esclavice mediante una vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo (Col. 2, 4 y 8).

Aclaración. Si la Iglesia no pudiese emitir la verdad sobre las ciencias profanas relacionadas con la fe, no podría impedir que fuéramos engañados con doctrinas y filosofías desviadas de la verdad.

-La Iglesia es infalible en la interpretación de las Sagradas Escrituras.

No es una verdad que conste claramente en la Revelación divina, pero se puede deducir de los siguientes textos:

...y las puertas de Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

Aclaración. Si la Iglesia sido instituida para salvar a los fieles con su doctrina, no podría cumplir su fin, si se pudiese equivocar en la interpretación de las Escrituras. Además el Hades no podrá inficcionarla con sus errores, pues Cristo la estará protegiendo hasta el fin de los tiempos.

-El Romano Pontífice es infalible cuando habla «ex cathedra» como pastor universal y en materia de fe y costumbres.

«ex cathedra» como pastor universal y en materia de fe y costumbres.

«Ex cathedra» significa: Que el Romano Pontífice cumpliendo con su oficio de pastor y doctor de todos los cristianos, define alguna doctrina relativa a la fe o a las costumbres con su suprema autoridad para que sea creída por toda la Iglesia. Esta doctrina la define por la asistencia divina que el mismo Cristo le prometió.

¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder de cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca (Lc. 22, 31).

...tú eres Pedro y sobre piedra edificaré mi Iglesia... (Mt. 16, 18).

Aclaración. El principio de unidad y de firmeza expresados por la palabra «piedra» comprende la infalibilidad en la doctrina. La eficacia de la oración de Cristo en favor de Pedro, no está condicionada a la actitud o a la aceptación de Pedro, sino vinculada a la misma oración. Cristo le dice a Pedro «confirma a tus hermanos» y esto supone la vinculación de unas gracias especiales para que se mantenga firme en la fe. Las caídas de Pedro negando a Cristo, no restan eficacia a la oración de Cristo, puesto que Pedro no falló en su fidelidad interna sino externa, y la prueba es que perseveró hasta la muerte fiel a Cristo.

Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas...» (Jn. 21, 15-17).

Aclaración. El oficio de apacentar concedido por Cristo a Pedro, supone y exige el oficio de enseñar que Cristo dotó con la prerrogativa de la infalibilidad, para que Pedro pudiese cumplir sin error doctrinal el apacentamiento de la grey. La infalibilidad del Romano Pontífice comprende las leyes e instituciones que se refieren al gobierno de la Iglesia, la aprobación de órdenes religiosas, la canonización de los santos, la definición de los dogmas y el reconocimiento de la autenticidad de los libros inspirados.

-El Magisterio auténtico y vivo instituto por Cristo en la persona de los apóstoles, es infalible.

No se refiere al magisterio privado de cada uno de ellos, sino al de todos ellos unidos entre sí en Pedro, su cabeza visible.

a) -Por identidad de misión:

Como el Padre me envió, también yo os envío (Jn. 20, 21).

b) -El que os escucha a vosotros, a mí me escucha; y el que os rechaza a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado (Lc. 10, 16).

c) -Por asistencia divina:

Sabed que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

d) -Por identidad de doctrina:

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado (Mt. 28, 19).

e) -Por asistencia de Espíritu Santo prometida por Cristo:

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14-16).

-La infalibilidad del Magisterio de los Apóstoles se fundamenta además en las recomendaciones que Jesucristo les hizo.

Os ruego, hermanos, que os guardéis de los que suscitan divisiones y escándalos contra la doctrina que habéis aprendido; apartaos de ellos, pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo,... (Rom. 16, 17).

Os alabo porque en todas las cosas os acordáis de mí y conserváis las tradiciones tal como os las he transmitido (1 Cor. 11, 2).

Como lo tenemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os anuncia un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea anatema! (Gál. 1, 9).

Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, mantenerse firmes en el Señor, queridos (Fil, 4, 1).

Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponerlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros (Fil, 4, 9).

Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta (2 Tes. 2, 15).

Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús a que viváis como conviene que viváis para agradar a Dios, según aprendisteis de nosotros, y a que progreséis más (1 Tes. 4, 1).

Hermanos, os mandamos en nombre del Señor Jesucristo que os apartéis de todo hermano que viva desconcertado y no según la tradición que de nosotros recibisteis (2 Tes. 3, 6).

-El Magisterio de la Iglesia es infalible en conservar y definir la doctrina de fe y de costumbres.

a) -Por la promesa de Cristo.

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre,... (Jn. 14, 16).

Aclaración. Cristo promete la asistencia del Espíritu Santo a los Apóstoles y a sucesores.

b) -Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error, antes bien,... (Ef. 4, 14).

...que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1 Tim. 3, 15).

-La Iglesia de Cristo no puede caer nunca en errores de fe.

...Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

...que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad (1 Tim. 3, 15).

Aclaración. Si la Iglesia de Cristo pudiera caer en el error, ¿de qué le serviría la ayuda y la asistencia constante prometida por Cristo?

-La Iglesia tiene el derecho y el deber de proscribir la ciencia falsa por derecho divino, y de evitar que nadie sea engañado.

a) -de proscribir la falsa ciencia.

Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia (1 Tim. 6, 20).

b) -de evitar que nadie sea engañado.

Mirad que nadie os esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo (Col. 2, 8).

-Ni la Iglesia ni el Evangelio de Cristo pueden cambiar en las cosas esenciales.

Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin (Mt. 24, 14).

Aclaración. «Esta Buena Nueva» sin alteraciones, sin sustituciones, sin adiciones ningunas que puedan cambiar sus características esenciales.

19. La Iglesia. Perennidad

-Esta edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo

-Él sostiene a su Iglesia hasta el fin de los tiempos

-Es indefectible en el ser y en el existir

-Permanecerá hasta el fin del mundo

-Continúa su misión sin interrupciones

-La Iglesia está edificada sobre un cimiento inconmovible que es Jesucristo.

Conforme a la gracia de Dios que me fue dada, yo como buen arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo construye! Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 10-11).

-Jesucristo sostiene a su Iglesia con su asistencia invisible hasta el fin de los tiempos.

Jesús se acercó a ellos y les habló así: «...Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt. 28, 26).

-La Iglesia verdadera de Jesucristo es indefectible en el ser y en el existir.

a) -En el ser.

Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

b) -En el existir.

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado, el señorío reposará sobre su hombre, ...Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia. Desde ahora y hasta siempre. El celo de Yahvéh Sebaot hará eso (Is. 9, 5-6).

-La Iglesia fundada por Cristo permanecerá necesariamente hasta el fin del mundo.

...y sobre esta piedra edificará mi Iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

...yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

-La Iglesia continúa cumpliendo su misión sin interrupciones, hasta el final de los tiempos.

...y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mt. 16, 18).

Y sabed que estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt. 28, 20).

Aclaración. Los influjos y combates de sus enemigos no podrán interrumpir su misión, por la continua presencia asistencial de Cristo todos los días hasta el fin del mundo.

20. La Iglesia. Potestad y obligaciones

-Tiene potestad legislativa, judiciaria y coactiva.

-La Ley promulgada obliga a los fieles

-La potestad coactiva se extiende también a las penas temporales

-Sólo la Iglesia es juez supremo de las controversias de la fe

-Cristo le concedió potestad de legislar

-Los obispos reciben la potestad de jurisdicción inmediatamente de Dios

-Los obispos residenciales tienen potestad de jurisdicción para con todos sus súbditos.

-Los obispos pueden promulgar leyes en sus diócesis.

-La Iglesia puede poseer bienes temporales

-La Iglesia y el Estado son distintos entre sí

-Obligada a la tradición

-La Iglesia tiene por derecho divino potestad legislativa, judiciaria y coactiva.

a) -Potestad legislativa.

«...A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos...» (Mt. 16, 19).

Aclaración. Las llaves significaban la potestad regia entre los Hebreos.

«Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo» (Mt. 18, 18).

b) -Potestad judiciaria.

«Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, díselo a la comunidad. Y si ni a la comunidad hace caso, considéralo ya como al gentil y al publicano» (Mt. 18, 15-17).

c) -Potestad coactiva.

¿Que preferís, que vaya a vosotros con palo y con amor y espíritu de mansedumbre? (1 Cor. 4, 21).

-La Ley promulgada por la autoridad legítima de la Iglesia obliga a los fieles, aunque la prohíba la potestad civil.

...Jesús le respondió: «...lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt. 16, 19).

Aclaración. La Iglesia recibe la potestad de legislar de Cristo, y no de la sociedad civil.

-La potestad coactiva de la Iglesia se extiende también a las penas temporales.

...sea entregado ese individuo a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el día del Señor (1 Cor. 5, 5).

Si alguno no obedece a lo que os decimos en esta carta, a ese señaladle y no tratéis con él, Para que se avergüence. Pero no le miréis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano (2 Tes. 3, 1-4).

A los culpables, repréndeles delante de todos, para que los demás cobren temor (1 Tim. 5, 20).

-Sola la Iglesia de Cristo es Juez supremo e infalible de las controversias de la fe.

A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo, y esclarecer cómo se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos, mediante la Iglesia, conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús,... (Ef. 3, 8-11).

Aclaración. La autoridad de dirimir las controversias de fe es una consecuencia de la potestad de enseñarlas.

-Jesucristo concedió a su Iglesia potestad verdadera de legislar.

A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos (Mt. 16, 19).

Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo (Mt. 18, 18).

Por esto opino yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos,... (Hch. 15, 19-20).

Conforme iban pasando por las ciudades, les iban entregando, para que las observasen las decisiones tomadas por los apóstoles y prebíteros en Jerusalén (Hch. 16, 4).

-Los obispos reciben la potestad de jurisdicción inmediatamente de Dios.

Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios (Hch. 20, 28).

-Todos y cada uno de los obispos residenciales tienen potestad de jurisdicción ordinaria y plena, pero particular y subordinada, para con todos sus súbditos.

Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios;... (Hch. 5, 2).

-Los obispos tienen potestad de promulgar leyes para su propia diócesis.

(Pablo) les dijo: «...Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios,... (Hch. 20, 28).

-La Iglesia tiene potestad nativa de poseer bienes temporales; no sólo por derecho natural, sino también por derecho positivo.

a) -Por analogía con el Antiguo Testamento.

-Derecho de los sacerdotes.

Dijo Yahvéh a Aarón: Yo te doy las ofrendas reservadas para mí. Todo lo consagrado por los hijos de Israel te lo doy a ti y a tus hijos, como porción tuya, por decreto perpetuo (Núm. 18, 8).

También te pertenecerá la ofrenda reservada de todo lo que los hijos de Israel den a mecer; te lo doy a ti y a tus hijos y a tus hijas por decreto perpetuo (Núm. 18, 11).

-Derechos de los levitas.

A los hijos de Leví, les doy en herencia todos los diezmos de Israel,... (Núm. 18, 21).

b -Por ejemplo de Cristo.

No decía -Judas- esto porque le preocuparan los pobres, sino porque era ladrón, y como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella (Jn. 12, 6).

c) -Por ejemplo de los Apóstoles.

Como Judas tenía la bolsa,... (Jn. 13, 29).

...todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta, y lo ponían a los pies de los Apóstoles,... (Hch. 4, 34, 35).

d) -Por las palabras de S. Pablo.

Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los predican el Evangelio vivan del Evangelio (1 Cor. 9, 14).

-La Iglesia y el estado son dos sociedades y dos poderes totalmente distintos entre sí.

a) -De la sociedad y del Poder de la Iglesia,

Obedeced a vuestros dirigentes y someteros a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas,... (Hebr. 13, 17).

b) -De la sociedad y del poder del Estado,

Amonéstales que vivan sumisos a los magistrado y a las autoridades, que les obedezcan y estén prontos para toda obra buena,... (Tit. 3, 1).

c) -De la distinción de los dos poderes,

Pedro y los apóstoles contestaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres...» (Hch. 5, 29).

-La Iglesia está obligada a la fidelidad a la tradición.

Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros (Fil. 6, 20).

Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús, y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces a su vez, de instruir a otros (2 Tim. 1, 1-2).

21. La Iglesia. Persecuciones

-Prefiguradas en el A. T.

-Las herejías surgidas fueron profetizadas en el N. T.

- Las divisiones son necesarias par comprobar quienes poseen la virtud probada

-La cumbre de la felicidad está en la persecución sufrida por amor a Él

-Las persecuciones de la Iglesia están prefiguradas en el Antiguo Testamento.

Por eso, mirad: os voy a enviar a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad, para que recaiga sobre vosotros toda la sangre de los justos derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquias, a quien matásteis entre el santuario y el altar (Mt. 23, 34-35).

Aclaraciones.

-A unos los mataréis, lo crucificaréis...

Son términos de origen judío, pero aplicados aquí a los mártires cristianos.

-El sacrificio de Abel es el primero que se refiere en la Biblia.

Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató (Gén. 4, 8).

-Y el de Zacarías es el último.

Mas ellos conspiraron contra él (Zacarías), y por mandato del rey le apedrearon en el atrio de la casa de Yahvéh (2 Cor. 24, 41).

-Las herejías surgidas en la Iglesia fueron profetizadas en el Nuevo Testamento.

Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo:...«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis...» (Mt. 7, 15-16).

Jesús les respondió: «Mirad que no os engañe nadie. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos...» (Mt. 24, 5).

Hubo también en el pueblo falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negado al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción. Muchos seguirán su libertinaje y, por causa de ellos, el Camino de la verdad será difamado (2 Pe. 2, 1-2).

-Las divisiones y disensiones en la Iglesia son necesarias, para comprobar quienes son los que poseen la virtud probada.

Pues, ante todo, oigo que, al reuniros en la asamblea, hay entre vosotros divisiones, y lo creo en parte. Desde luego, tiene que haber entre vosotros también disensiones, para que se ponga de manifiesto quiénes son los de probada virtud entre vosotros (1 Cor. 11, 18-19).

-Jesucristo afirma que la cumbre de la felicidad humana esta en la persecución sufrida por amor a Él.

Así se deduce de los textos siguientes:

Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos,... (Mt. 5, 11).

bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro hombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo (Lc. 6, 22-23).

Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultraje por el Nombre (Hch. 5, 41).

Pues compartisteis los sufrimientos de los encarcelados; y os dejasteis despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una riqueza mejor y más duradera (Hebr. 10, 34).

Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas,... (Sant. 1, 2).

22. La Iglesia. Relaciones con las Personas divinas

-Existencia con el Padre, con el Hijo y con el E. S.

-Entre Cristo y su Iglesia

-Entre la Madre de Dios y su Iglesia

-Existen íntimas relaciones entre cada una de las tres personas de la Trinidad y la Iglesia.

a) -Relación del Padre con la Iglesia.

Porque sometió a Cristo todas las cosas, incluso la Iglesia, de la cual le constituyó como Cabeza.

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo (Ef. 1, 22).

b) -Relación del Hijo con la Iglesia.

Porque es el Cuerpo místico de Cristo.

Él es también la Cabeza de Cuerpo de la Iglesia (Col. 1, 18).

...completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col. 1, 24).

c) -Relación del Espíritu Santo con la Iglesia.

Para que permanezca en ella para siempre.

...y yo pediré al Padre y os daré otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

-Existe una relación íntima entre Cristo y su Iglesia.

Antiguo Testamento.

De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre (Gén. 2, 22).

Aclaración. Como Eva salió del costado de Adán, así la Iglesia salió del costado de Cristo. Así lo compara y lo afirma la Tradición.

Y sucederá aquel día -oráculo de Yahvéh- que ella me llamará: «Marido mío» (Os. 2, 18).

Nuevo Testamento.

Celoso estoy de vosotros con celos de Dios. Pues os tengo desposados con un sólo esposo para presentaros cual virgen a Cristo (2 Cor. 11, 2).

Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo. Las mujeres a sus maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el Salvador del Cuerpo. Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo (Ef. 5, 21-24).

-Existe estrecha relación entre la madre de Dios y la Iglesia.

Pues cooperó a la obra de la Redención al concebir y dar a luz a Jesús, con libre consentimiento, sabiendo que habría de ser el futuro Rey eterno en la casa de Jacob.

El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (Lc. 1, 30).

Reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin (Lc. 1, 33).

23. La Iglesia. Mandamientos.

a) -Ayuno

-Es un acto de culto a Dios

-Se practicó en el Antiguo y en el N. T.

-Formas de ayuno son la práctica de la justicia y de la misericordia

b) -Abstinencia

-Dios la prescribe

-El ayuno es un acto de culto y de obsequio a Dios.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt. 6, 17-18).

-El ayuno cuaresmal se practicó ya en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.

a) -En el Antiguo.

-Moisés.

Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel. Vivirán de los manjares ofrecidos a Yahvéh y de su heredad (Deut. 18, 1).

-Elías.

Volvió segunda vez el ángel de Yahvéh, le tocó y dijo: «Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti». Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb (1 Reg. 19, 7).

b) -En el Nuevo.

Entonces Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre (Mt. 4, 1).

-Formas de ayuno particularmente grato a Dios son la práctica de la justicia y de la misericordia.

¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero? -oráculo de Yahvéh- desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo. ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Qué cuanto veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes? (Is. 58, 6-7).

...me fue dirigida la palabra de Yahvéh...: Habla a todo el pueblo y di: «Cuando ayunabais y plañíais..., ¿habéis ayunado de verdad por mí?...La palabra de Yahvéh fue dirigida a Zacarías...: Juicio fiel juzgad y amor y compasión practicar cada cual con su hermano. No oprimáis a la viuda, al huérfano, al forastero, ni al pobre; y no maquinéis mal uno contra otro en vuestro corazón (Zac. 7, 4-6 y 8-10).

-Dios prescribe la abstinencia de ciertos manjares.

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gn. 2, 16-17).

Él replicó: «Quien te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí comer?» (Gn. 3, 11).

Sólo dejaréis comer la carne con su alma,... (Gn. 9, 4).

En aquella misma noche comerán la carne. La comerán asada al fuego, con panes azimos y con yerbas amargas. Nada de él comeréis crudo ni cocido,... (Ex. 12, 8).

Se comerán panes azimos durante 7 días, y no se verá pan fermentado en tu casa, ni levadura en todo tu territorio (Ex. 13, 7).

Si un buey acornea a un hombre o a una mujer, y le causa la muerte, el buey será apedreado y no se comerá su carne,... (Ex. 21, 28).

Todos los varones de entre los sacerdotes podrán comer de ella. Es cosa sacratísima. Pero no se comerá ninguna víctima ofrecida por el pecado,... (Lv. 6, 22-23).

No podrá comerse la carne que haya tocado cualquier cosa impura; será consumida por el fuego (Lv. 7, 19).

Si un hombre o mujer se decide a hacer voto de nazir se abstendrá de vino y de bebidas embriagantes (Nm. 6, 2).

Tanto el puro como el impuro podrá comer la carne... Sólo la sangre no comeréis;... (Dt. 12, 15-16).

Y todo animal de pezuña partida, hendida en dos mitades, y que rumia, lo podéis comer. Sin embargo...no podréis comer los siguientes: El camello, la liebre y el damán, que rumian pero no tienen la pezuña hendida... (Dt. 14, 6).

De entre todo lo que vive en el agua, podéis comer lo siguiente: todo lo que tiene aletas y escamas...pero no comeréis lo que no tiene aletas y escamas... (Dt. 14, 9).

Podéis comer toda ave pura, pero las siguientes no las podéis comer: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina, el buitre... (Dt. 14, 11-12).

...ordenó que les sirvieran de sus propios manjares y le dieran de beber de su propio vino. Pero Judit dijo: «No debo comer esto, para que no me sea ocasión de falta» (Jdt. 12, 1-2).

Sucedió también que siete hermanos apresados junto a su madre, eran forzados por el rey...a probar carne prohibida de puerco (2 M. 7, 1).

Daniel, que tenía el propósito de no contaminarse compartiendo los manjares del Rey y el vino de su mesa, suplicó al jefe de los eunucos que le ahorrará esta contaminación (Dn. 1, 8).

Pero Jesús les dijo: ¿no habéis leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes de la proposición, que no les era lícito comer a él a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes? (Mt. 12, 4).

Jesús les dice: «¿nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la casa de Dios...y comió los panes de la proposición, que sólo a los sacerdotes es lícito comer,...? (Mc. 2, 25-26).

Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que no es lícito comer sino a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» (Lc. 6, 3-4).

«...abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Haréis bien en guardaros de estas cosas. Adiós» (Lc. 15, 29).

24. El Cuerpo místico

-Cristo congregó a los hombres en un sólo Cuerpo

-La Iglesia es el Cuerpo místico de Cristo

-Los fieles bautizados forman un Cuerpo orgánico, el Cuerpo místico de Cristo

-La Iglesia consta de Cuerpo y alma

-Cristo es la Cabeza

-Esta dignidad le corresponde

-Cristo es también la Cabeza de los nueve coros angélicos

-De modo distinto que de los hombres

-Cristo Congregó a los hombres en un sólo cuerpo.

Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes...» (Mt. 28, 18).

Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación...» (Mc. 16, 15).

También tengo otras ovejas que no son de este redil; también a esas tengo que llevar las y escucharán mi voz; habrá un sólo rebaño y un sólo pastor (Jn. 10, 16).

No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí. Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros,... (Jn. 17, 20-21).

-La Iglesia en el Cuerpo místico de Cristo.

La Iglesia se llama Cuerpo en sentido metafórico, por su analogía con el Cuerpo humano.

Pues, así como nuestro cuerpo en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembro de los otros (Rom. 12, 4).

Aclaración. «No formamos más que un sólo cuerpo en Cristo» no expresa la identificación sino la dependencia de él.

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros cada uno por su parte (1 Cor. 12, 27).

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo (Ef. 1, 22-23).

Él es también la Cabeza del Cuerpo, de la Iglesia (Col. 1, 18).

-Los infieles bautizados forman un cuerpo orgánico, el Cuerpo místico de Cristo.

Pues así como nuestro cuerpo en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte, los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

¿No sabéis que vuestro cuerpos son miembros de Cristo? (1 Cor. 6, 15).

Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un sólo cuerpo, así también Cristo. Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un sólo Espíritu (1 Cor. 12, 12).

Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte. Y así los puso Dios en la Iglesia... (1 Cor. 12, 27-28).

-La Iglesia consta de cuerpo, constituido por todos los bautizados, y de alma que es el Espíritu Santo.

...y yo pediré al Padre y os daré otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre (Jn. 14, 16).

Porque aun siendo muchos, un sólo pan y un sólo cuerpo somos, pues todos participamos de un sólo pan (1 Cor. 10, 17).

Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un sólo Espíritu (1 Cor. 12, 13).

Un sólo cuerpo y un sólo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados (Ef. 4, 4).

Aclaración. El Espíritu Santo es principio intrínseco de vida y de actividad en la Iglesia, y contribuye a su conservación y a su perfeccionamiento.

-Cristo es la cabeza de su Cuerpo místico que es la Iglesia Universal.

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo... (Ef. 1, 22).

El mismo dio a una el ser apóstoles; a otros profetas; a otros evangelizadores; a otros pastores y maestros para el recto ordenamiento de los santos, en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y de conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 11-13).

Para que... crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo, de quien todo el Cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor (Ef. 4, 14-16).

...Cristo es cabeza de la Iglesia, el Salvador del Cuerpo (Ef. 5, 23).

Pues nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la ciudad con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo (Ef. 5, 29-30).

-Cristo es la cabeza de su Cuerpo místico, que es la Iglesia universal, y esta dignidad le corresponde:

a) -Por la dignidad del Verbo hecho hombre,

Él es la cabeza del cuerpo de la Iglesia. El es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud... (Col. 1, 18-19).

b) -Por la humanidad asumida,

...lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

...anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo... (Ef. 3, 8).

...resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación, y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero (Ef. 1, 20-21).

...y conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento... (Ef. 3, 19).

Bajo sus pies sometió todas las cosas y le constituyó Cabeza suprema de la Iglesia, que es su Cuerpo, la Plenitud del que lo llena todo en todo (Ef. 1 22-23).

...en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia (Col. 2, 3).

Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo Nombre, para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismo, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre (Fil. 2, 9-11).

...es la cabeza de todo Principado y de toda potestad; (Col. 2, 10).

-Jesucristo es también cabeza de los nueves coros angélicos.

...que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los Cielos por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero (Ef. 1 20-21).

...y vosotros alcanzáis la plenitud en él que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad;... (Col. 2, 10).

Aclaración. Los nueve coros angélicos están expresados unos implícita y otros explícitamente.

-Jesucristo, es cabeza de todos los Ángeles, pero de modo distinto que de los hombres.

...conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su derecha en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre, no sólo en este mundo sino también en el venidero (Ef. 1, 19-21).

Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente, y vosotros alcanzáis la plenitud en él, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad (Col. 2, 9-10).

Como consecuencia de que Cristo es cabeza de los ángeles, éstos le sirven:

En un monte muy alto, después de la tercera tentación,

Y he aquí que se le acercaron unos ángeles y le servían (Mt. 4, 11).

Asimismo le adoran:

«...al introducir a su Primogénito en el mundo Dios:

Y adórenle todos los ángeles de Dios» (Hebr. 1, 6).

25. El Cuerpo místico. Unión

-Existencia

-Unión entre Jesucristo y sus miembros

-Necesaria para el fruto apostólico

-Intimidad entre Jesucristo y los cristianos

-Todos miembros están unidos por vínculos espirituales muy estrechos

-Existe una verdadera unión de Jesucristo con los miembros de su Cuerpo místico.

...tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme... (Mt. 25, 35-36).

El que os escucha a vosotros, a mí me escucha; y el que os rechaza, a mí me rechaza;... (Lc. 10, 16).

...cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?» Él respondió: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quién tú persigues...» (Hch. 9, 4-5).

Aclaración. Jesucristo atribuye a sí mismo todos los bienes y males que sobrevienen a sus miembros en virtud de su unión con ellos.

-Existe una unidad vital entre Jesucristo y sus miembros.

Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada (Jn. 15, 5).

Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros (Jn. 17, 11).

Que todos sean uno, Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros,... (Jn. 17, 21).

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? (1 Cor. 6, 15).

Mas el que se une al Señor, se hace un sólo espíritu con él (1 Cor. 6, 17).

...la Cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan a la nutrición... (Ef. 4, 15-16).

Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él (Col. 3, 4).

-Existe una unión real, aunque mística, de Cristo con los cristianos que es necesaria para producir fruto apostólico entre los hermanos.

a) -Existe una unión real.

Permaneced en mí, como yo en vosotros (Jn. 15, 4).

Yo soy la vid; vosotros los sarmientos (Jn. 15, 5).

b) -Necesaria para producir fruto apostólico.

Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vida; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí (Jn. 15, 4).

El que permanece en mí, como yo en él. Ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada (Jn. 15, 5).

si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y los conseguiréis (Jn. 15, 7).

-Existe un intimidad normal entre Jesucristo y los cristianos.

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros (Jn. 13, 34).

Permaneced en mí, como yo en vosotros (Jo 15, 4).

...vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí;... (Gál. 2, 20).

-Todos los miembros de la Iglesia están unidos por vínculos espirituales muy estrechos.

...Así también vosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 5).

Pues del mismo modo que el cuerpo es uno, aunque tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, no forman más que un sólo cuerpo, así también Cristo. Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. Y todos hemos bebido de un sólo Espíritu (1 Cor. 12, 12-13).

Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo (1 Cor. 12, 26).

...ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús (Gál. 3, 28).

26. El Cuerpo místico. Comunicación

-Privilegio de Cristo con la Iglesia. Dignidad, perfección e influjo

-Cristo produce influjo vivificador en sus miembros

-Cristo, vida de las obras apostólicas

-Comunica a su Iglesia al E. Santo

-Distribuye sus dones

-Reside en sus miembros

-Los sacrificios de los hombres, insuficientes para borrar sus pecados, pero unidos a Cristo, son aceptables a Dios

-En la Iglesia hay participación de bienes espirituales

-Los tres privilegios de la cabeza respecto del cuerpo humano existen en Jesucristo respecto de la Iglesia: dignidad, perfección e influjo sobre todos sus miembros.

a) -Dignidad.

Él es también la Cabeza del Cuerpo de la Iglesia: Él es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo (Col. 1, 8).

b) -Perfección.

...pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud,... (Col. 1, 19).

c) -Influjo.

...reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos (Col. 1, 20).

-Cristo cabeza del Cuerpo místico produce un influjo vivificador en sus miembros.

Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia (Jn. 1, 16).

...pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé, se convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna (Jn. 4, 14).

Si alguno tiene sed, venga a mí y beba el que crea en mí (Jn. 7, 37).

Yo soy la vid; vosotros los sarmiento. El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí, no podéis hacer nada (Jn. 15, 5).

...mientras que hicisteis morir al Jefe que lleva a la Vida (Hch. 3 15).

En virtud de la gracia que me fue dada... (Rom. 12, 3).

...según la medida de la fe que otorgó Dios a cada cual (Rom. 12, 3).

Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada... (Rom. 12, 6).

Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo;... (1 Cor. 12, 4).

A cada uno de vosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de Cristo (Ef. 4, 7).

...Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión, por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo, para su edificación en el amor (Ef. 4, 16).

Pues nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien la alimenta y cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia, pues somos miembros de su Cuerpo (Ef. 5, 29, 30).

...Jesucristo, el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, fervoroso en buenas obras (Tit. 2, 14).

-Dios quiere que Jesucristo sea la vida de las obras apostólicas.

En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres,... (Jn. 1, 4).

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn. 14, 6).

Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos (Hch. 4, 12).

Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo (1 Cor. 3, 11).

Acercándose a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros cual piedras vivas, entrad en la construcción del edificio espiritual,... (1 Pe. 2, 4).

Aclaración. Jesucristo es la fuente única de esta vida divina a cuya participación son llamados todos los hombres.

-Cristo cabeza del Cuerpo místico, que es su Iglesia, comunica a esta el Espíritu Santo.

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, y que yo os enviaré de junto al Padre, él dará testimonio de mí (Jn. 15, 26).

...si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré (Jn. 16, 7).

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa;... (Jn. 16, 13).

-Jesucristo distribuye sus dones a su Iglesia peregrina para que pueda cumplir sus fines salvíficos.

Él mismo «dio» a unos el ser apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelizadores; a otros, pastores y maestro, para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 11-13).

-Cristo reside en sus miembros.

...mas si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia (Rom. 8, 10).

De él os viene que estéis en Cristo Jesús... (1 Cor. 1, 30).

Queréis, es verdad, una prueba de que habla en mí Cristo... (2 Cor. 13, 3).

...y vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Gál. 2, 20).

...¡Hijos míos! por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros (Gál. 4, 19).

...que Cristo habite por la fe en vuestros corazones, para que arraigados y cimentados en el amor, podáis comprender con todos los santos, cual es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que os vayáis llenando hasta la total Plenitud de Dios. (Ef. 3, 17-19).

...Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria (Col. 1, 27).

...y vosotros alcanzáis la plenitud en él, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad (Col. 2, 10).

...Cristo es todo y en todos (Col. 3, 11).

-Los sacrificios de los hombres, aun conjuntamente considerados, son insuficientes para borrar todos sus pecados; pero unidos a los de Jesucristo, se hacen aceptables a Dios.

a) -Los sacrificios de los hombres son insuficientes.

Y, ciertamente, todo sacerdote está en píe, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados (Hebr. 10, 11).

b) -Unidos a Cristo se hacen aceptables a Dios.

...también vosotros, cual piedras vivías, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, adeptos a Dios por mediación de Jesucristo (1 Pe. 2, 5).

-En la Iglesia hay participación de bienes espirituales.

El pan nuestro de cada día dánosle hoy; (Mt. 6, 11).

y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestras deudores; (Mt. 6, 12).

y no nos dejes caer en tentación (Mt. 6, 13).

Aclaración. La comunidad orante pide a Dios para la comunidad de hermanos la preservación de los males presentes «no nos dejes cae en la tentación», la concesión de los bienes que necesita «el pan nuestro de cada día dánosle hoy» y la liberación de los males futuros, «no nos dejes caer en tentación».

27. El Cuerpo místico. Influjo

-Las oraciones y méritos de los Miembros redunda en beneficio de los demás

-La actividad apostólica de los laicos fue muy fructífera al principio de la Iglesia

-El hombre puede ofrecer a Dios una satisfacción en favor de otro, si es extrasacramental

-El Cuerpo Místico está destinado a aumentar

-Existe la satisfacción vicaria de inocentes en favor de otros culpables

-Los santos preservan del mal al mundo

-Las oraciones, actividades y méritos de todos y cada uno de los Miembros del Cuerpo místico de Cristo redunda en beneficio de los demás.

a) -Unidad de los miembros.

Pues, así como nuestros cuerpos, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

b) -Diversidad de funciones.

Pues, así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos la misma función, así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un sólo cuerpo en Cristo, siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros (Rom. 12, 4-5).

c) -Redundancia de las actividades.

Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo (1 Cor. 12, 25-26).

d) -Influencia de las oraciones.

Porque Dios...me es testigo de cuán incesantemente me acuerdo de vosotros, rogándole siempre en mis oraciones,... (Rom. 1, 9-10).

Pero os suplico, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que luchéis juntamente conmigo en vuestras oraciones rogando a Dios por mí, para que me vea libre de los incrédulos de Judea, y el socorro que llevo a Jerusalén sea bien recibido por los santos; y pueda también llegar con alegría a vosotros por la voluntad de Dios, y disfrutar de algún reposo entre vosotros (Rom. 15, 30-32).

...siempre en oración y súplica, orando en toda oración en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos, y también por mí, para que me sea dada la Palabra al abrir mi boca y pueda dar a conocer con valentía el Misterio de Evangelio,... (Ef. 6, 18-19).

-La actividad apostólica de los laicos fue muy fructífera en los primeros tiempos de la Iglesia.

...había entre ellos alguno chipriotas y cirinenses que, venidos a Antioquía, hablaban también a los griegos y les anunciaban la Buena Nueva del Señor Jesús. La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido número recibió la fe y se convirtió al Señor (Hch. 11, 20-21).

Ruego a Evodia, lo mismo que a Sintique, tengan un mismo sentir en el Señor. También te ruego a ti, Sicigo, verdadero «compañero» que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida (Fil. 4, 2-3).

-Un hombre puede ofrecer a Dios una satisfacción en favor de otro en cuanto al perdón de la pena debida, si se trata de satisfacción extrasacramental.

Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedarán liberados del pecado (2 Mac. 12, 46).

Aclaración. Las oraciones de los vivos aprovechan para perdonar la pena de los difuntos.

-El Cuerpo místico de Cristo está destinado a aumentar haciendo hijos de Dios a los hijos de los hombres, hasta que llegue Jesucristo a serlo todo en todos.

Cuando hayan sido sometidos a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todo (1 Cor. 15, 28).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medios de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judío; ...esclavo y libre, sino que Cristo es todo en todos (Col. 3, 11).

-Existe la satisfacción vicaria de personas inocentes en favor de otras culpables.

Al día siguientes dijo Moisés al pueblo: «Habéis cometido un gran pecado. Yo voy a subir ahora donde Yahvéh; acaso pueda obtener la expiación de vuestro pecado» (Ex. 32, 30).

Al terminar los días de estos convites, Job les mandaba a llamar para purificarlos; luego se levantaba de madrugada y ofrecía holocaustos por cada uno de ellos (Job. 1, 5).

Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y con sus cardenales hemos sido curados (Is. 53, 5).

Por mi parte, muy gustosamente gastaré y me desgastaré por vuestras almas (2 Cor. 12, 15).

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).

Porque yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente (2 Tim. 4, 6).

-Los santos desempeñan la función de preservar del mal al mundo.

Dijo Yahvéh: «Si encuentro en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad perdonaré a todo el lugar en atención a ellos» (Gén. 18, 26).

Dijo -Yahvéh-: «No la destruiré, si encuentro allí cuarenta y cinco.» Todavía insistió Abraham: «Tal vez se encuentran allí cuarenta.» Contestó: «No lo haré en atención a esos cuarenta» (Gén. 18, 29).

Dijo Entonces: «Ea, no se enfade mi Señor si sigo hablando. Tal vez se encuentran allí treinta.» Prosiguió: «En verdad es atrevimiento el mío al hablar a mi Señor: Tal vez se encuentren allí veinte.» Respondió: «No la destruiré en atención a los veinte.» Dijo: Vaya, no se enfade mi Señor, y hablaré sólo esta vez: Quizá se encuentren allí diez.» Y dijo: «No la destruiré en atención a los diez» (Gén. 18, 30-32).

28. El Cuerpo místico de Satanás

-Satanás es la Cabeza de su Cuerpo místico

-Es Rey de todos los hijos del orgullo

-Los pecadores habituales son Cuerpo místico de Satanás

-Los privilegios de la cabeza sobre el Cuerpo se dan en Satanás sobre los pecadores

-El Cuerpo místico de Cristo y el de Satanás están luchando constantemente hasta el fin del mundo

-Satanás es la Cabeza de su Cuerpo místico.

...es rey de todos los hijos del orgullo (Job. 41, 26).

-Satanás es Rey de todos los hijos del orgullo.

Mira a la cara a los más altos, es rey de todos los hijos del orgullo (Job. 41, 26).

-Los pecadores habituales son Cuerpo místico de Satanás.

Quien comete pecado es del Diablo,... (1 Jn. 3, 8).

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano (1 Jn. 3, 10).

No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano (1 Jn. 3, 12).

Aclaración. La expresión «ser del Diablo», o «ser hijo del Diablo» designa a todos los que viven bajo el influjo perverso de Satanás y se dejan extraviar por él.

-Los privilegios de la cabeza sobre el cuerpo humano, de prioridad y de influjo, se dan también en Satanás respecto de los pecadores.

a) -Prioridad.

Satanás es el primero que pecó.

...pues el Diablo peca desde el principio (1 Jn. 3, 8).

b) -Influjo.

Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pe. 5, 8).

-El Cuerpo místico de Jesucristo y el Cuerpo místico de Satanás están luchando constantemente hasta el fin del mundo.

a) -Luchan constantemente.

Ahora es el juicio de este mundo; ahora el Príncipe de este mundo será echado abajo. Cuando yo esa levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí (Jn. 12, 32).

El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo (1 Jn. 3, 8).

Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con la Serpiente. También la Serpiente y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Fue arrojada la gran Serpiente, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojada a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con ella. Oí entonces una fuerte voz que decía en el cielo: «Ahora ya ha llegado la salvación, el poder y el reinado de nuestro Dios y potestad de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestro hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios (Apoc. 12, 7-10).

b) -Hasta el fin del mundo, es decir, hasta que se haga la separación definitiva de los dos bandos.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo (Mt. 25, 34).

Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).