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Tratado III. Dios Uno

1. Existencia de Dios

2. Vida de Dios

3. Atributos inmanentes

4. Simplicidad

5. Perfección

6. Infinidad

7. Ubicuidad

8. Inmutabilidad

9. Inmensidad

10. Eternidad

11. Unicidad

12. Atributos y transeuntes u operativos

13. Bondad

14. Hermosura

15. Ciencia. Propiedades

16. Ciencia. Objeto: El mismo Dios

17. Ciencia. Objeto: Las Leyes

18. Ciencia. Objeto: Lo real y lo posible

19. Ciencia. Objeto: Lo íntimo de los hombres

20. Ciencia. Objeto: El mal

21. Ciencia. Objeto: Las proposiciones enunciables

22. Ciencia. Objeto: Los futuros

23. Ciencia media

24. Santidad

25. Justicia

26. Justicia. Dios Remunerador

27. Justicia. Aplicación. La Ira de Dios

28. Voluntad

29. Voluntad salvífica

30. Libertad

31. Amor

32. Dios manifiesta su amor

33. Amor a las criaturas

34. Dios no odia al pecador

35. Dios odia el pecado

36. Misericordia

37. Omnipotencia

38. Providencia sobre las cosas

39. Providencia sobre el bien

40. Planes de Dios

41. Predestinación

42. Predestinación. Necesidad

43. Predestinación. Ayudas

44. Predestinación. Número

45. Predestinación. Señales

46. Predestinación. Causa

47. Predestinación. Efectos

48. Predestinación. Depende del hombre su salvación o condenación

49. Predestinación. Certeza

50. Predestinación. Inseguridad subjetiva

51. Predestinación. Eficacia

52. Predestinación o repobración

53. Repobración de los impíos

54. Repobración de los impíos. Señales

55. Repobración de los impíos. Propiedades

56. El libro de la vida

57. Manifestación de Dios

58. Visión de Dios

59. Incomprensibilidad

60. Bendición de Dios

61. Temor de Dios

1. La existencia de Dios

-No se puede conocer inmediatamente

-Se puede conocer por la luz natural de la razón

-Se puede demostrar científicamente

-Y por el testimonio de nosotros mismos

-La Existencia de Dios no se puede conocer inmediatamente ni por intuición

Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo» (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jamás (Jn. 1, 18).

Ahora vemos en un espejo, confusamente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conoceré como soy conocido (1 Cor. 13, 12).

...el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 16).

-La existencia de Dios puede conocerse ciertamente por la luz natural de la razón.

Sí, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoran a Dios y no fueron capaces de conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras, reconocieron al artífice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, señores del mundo (Sab. 13, 1-2).

Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras (Rom. 1, 20).

-La existencia de Dios puede demostrarse científicamente e intelectualmente.

Sí, vanos por naturaleza todos los hombres que ignoran a Dios y no fueron capaces de conocer por los bienes visibles a Aquel-que-es, ni atendiendo a las obras, reconocieron al artífice; sino que al fuego, al viento, al aire sutil, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a las lumbreras del cielo los consideraron como dioses, señores del mundo (Sab. 13, 1-2).

Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras (Rom. 1, 20).

-La existencia de Dios se puede conocer por el testimonio de nosotros mismos.

Dirán todos mis huesos:

Yahvéh, ¿quién como tú,

para librar al débil del más fuerte,

al pobre de su expoliador? (Sal. 35, 10).

Mi alma conocías cabalmente,

y mis huesos no se te ocultaban,

cuando era yo hecho en los secreto,

tejido en las honduras de la tierra (Sal. 139, 14-15).

2. La vida de Dios

-Nociones

-Dios es espíritu

-Su constitutivo metafísico es su mismo ser

-Dios tiene en sí mismo la razón de existir

-Es el ser vivo por excelencia

-Dios es la causa de la vida de todos los vivientes

-Todas las cosas creadas son vida en Dios

-Nociones

Vida en general. Es el movimiento surgido del interior del ser orgánico.

En concreto. Viven aquellos seres que se mueven a sí mismos.

En abstracto. En acto primero. La vida coincide con la sustancia dotada de movimiento inmanente, o sea que puede moverse a sí misma.

En acto segundo (o sea en sus operaciones o actividades vitales) consiste en la actividad por la cual se mueven los seres dotados de movimiento inmanente.

Diferentes grados:

Vida vegetativa. Tiene mayor dependencia de la materia inerte.

Vida sensitiva. Menos dependencia de la materia inerte, puesto que está dotada de conocimiento sensitivo.

Vida intelectiva se extiende incluso a las cosas inmateriales y puede subsistir con absoluta independencia de la materia. (almas separadas, ángeles de Dios).

La vida intelectiva tiene 3 grados:

Humano que es de suyo racional y discursivo,

Angélico, que es puramente intelectual, sin discursos ni razonamientos,

Divino, que es tan perfecto que se confunde con el mismo ser de Dios.

Por tanto, Dios es el ser viviente por excelencia, es decir, la vida misma en toda su universalidad y perfección infinita.

-Dios es espíritu y, por tanto, carece de cuerpo, materia y de forma.

Dios es espíritu,... (Jn. 4, 24).

-El constitutivo metafísico de la esencia divina es su mismo ser subsistente.

La esencia metafísica de Dios consiste en lo que directamente se expresa por el nombre de Dios porque «cada nombre es instituido para significar la naturaleza o la esencia del ser al cual se atribuye» (St. Tomás).

Pero el nombre de Dios expresa su mismo ser subsistente,

Contestó Moisés a Dios: «Si voy a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros, cuando me pregunten ¿Cuál es su nombre?, ¿Qué les responderé?» Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el que soy» (Ex. 3, 14).

Aclaración. Por tanto el constitutivo metafísico de la esencia de Dios es su mismo ser subsistente en y por sí mismo.

-Dios tiene en sí mismo la razón de existir.

Dijo Dios a Moisés: «Yo soy el Que soy» (Ex. 3, 14).

Aclaración. Dios es el que es, es decir, el que no debe su existencia a otro ser, porque la posee en sí y por sí mismo.

-Dios es el ser vivo por excelencia.

Yo doy la muerte y doy la vida (Dt. 32, 39).

...y digo: «Tan cierto como he de vivir eternamente» (Dt. 32, 40).

Mi corazón y me carne gritan de alegría hacia el Dios vivo (Sal. 83, 3).

Yo te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios (Mt. 26, 63).

En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres (Jn. 1, 4).

Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo (Jn. 5, 26).

...al que está sentado en el trono y vive por los siglos de los siglos (Apoc. 4, 9).

...y juro por el que vive por los siglos de los siglos (Apoc. 10, 6).

-Dios vive además es su propia vida o la vida misma.

Yo soy la vida (Jn. 14, 6).

Dios es la causa de la vida de todos los seres vivientes.

En ti está la fuente de la vida (Sal. 36, 10).

...mientras que hicisteis morir al Jefe que lleva la vida (Hch. 3, 15).

...pues en él vivimos, nos movemos y existimos (Hch. 17, 28.)

Aclaración. Dios es la causa de la vida de todas las criaturas vivientes en cuanto que es la causa primera y ejemplar de todas ellas.

-Todas las cosas creadas son vida en Dios.

...en ti está la fuente de la vida,... (Sal. 36, 10).

En ella estaba la vida,... (Jn. 1, 4).

...pues en él vivimos, nos movemos y existimos,... (Hch. 17, 28).

Aclaración. «En ella», es decir, en la Palabra que es el Verbo de Dios. Dios es vida de todas las cosas en cuanto que es fuente o causa primera y ejemplar de todos los seres creados.

3. Los Atributos de Dios

-Los atributos de Dios no se distinguen de su esencia

a) -Inmanentes, los referidos a la esencia divina considerada en sí misma.

Simplicidad

Perfección

Infinidad

Ubicuidad

Inmutabilidad

Inmensidad

Eternidad

Unicidad

-Los Atributos de Dios no se distingue realmente de su esencia.

Atributos de Dios son sus mismas perfecciones absolutas y simples que forman un mismo y un sólo ser con su ser.

Yo, la Sabiduría habito con la prudencia,... (Prov. 8, 12).

Le dice Jesús, «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...» (Jn. 14, 6).

...mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios (1 Cor. 1, 24).

...porque Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

Aclaración. En estos y otros textos de la Sagrada Escritura, se predican los atributos de Dios es abstracto, para indicar que tales atributos no se distinguen de su ser. Verdad, amor, fuerza, sabiduría son sustantivos abstractos.

4. Simplicidad

-Dios es absolutamente simple, puesto que carece de toda composición metafísica, física o lógica.

Simplicidad es la carencia de composición o de partes.

Composición metafísica es la que consta de partes metafísicas, como potencia y acto, esencia y existencia, naturaleza y supuesto, substancia y atributos, etc.

Composición física es la que consta de partes materiales.

Composición lógica es la que afecta a los seres que constan de género y de diferencia específica.

Un espíritu no tiene ni carne ni huesos como veis que yo tengo (Lc. 24, 39).

Dios es espíritu y los que le adoran deben de adorarle en espíritu y en verdad (Jn. 4, 24).

Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14, 6).

El Señor es el espíritu (2 Cor. 3, 17).

Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

5. Perfección

-Dios es infinítamente perfecto.

Perfección es la cualidad en virtud de la cual un ser posee toda la realidad que le corresponde según su naturaleza.

Un ser es tanto más perfecto cuanto tiene menos de potencia y más de acto, porque la potencia es la capacidad de adquirir alguna perfección y el acto es la posesión real de esa misma perfección.

Modos de perfección.

1º -En cuanto a los accidentes, cuando alcanza la perfección de los mismos según su naturaleza.

Ej. la estatura de una persona.

2º -En cuanto al ser mismo, cuando está totalmente desarrollado según su naturaleza.

Ej. La semilla convertida en la planta completa.

3º -De modo absoluto, en grado máximo e infinito, de tal manera que resulta imposible un perfección mayo. Esta corresponde sólo a Dios.

Él lo es todo (Si. 43, 27).

Todas las naciones son como nada ante Él, como nada y vacío son estimadas por Él. Pues ¿con quién asemejaréis a Dios, que semejanza le aplicaréis? (Is. 40, 17-18).

Vosotros, pues, sed perfectos, como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

-En Dios preexisten las perfecciones de todas las cosas creadas y posibles.

Porque de él, por él y para él son todas las cosas (Rom. 11, 35).

...no hay más que un sólo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos;... (1 Cor. 8, 6).

Él es Imagen de Dios invisible,...todo fue creado por él y para él, él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia (Col. 1, 16-17).

Aclaración. Todas las perfecciones que hay en el efecto deben encontrarse en la causa que lo produce. (Sto. Tomás).

-Las perfecciones de todas las criaturas están contenidas en Dios de modo eminente.

Perfecciones puras son las que no contienen ninguna imperfección. Ej. la sabiduría, la bondad, la belleza.

Perfecciones mixtas son aquéllas que sí contienen alguna imperfección y por tanto son perfecciones en relación a otros seres inferiores, p.e. el cuerpo humano es perfección con respecto a un miembro u órgano del mismo, pero es imperfección en relación al espíritu, al ser espiritual.

Tres modos de poseer una perfección:

1º -Formalmente, cuando un ser la posee según su propio concepto expresado en la definición.

Ej. la animalidad en el hombre.

2º -Virtualmente, cuando hay en el ser capacidad suficiente de producir esa perfección. Ej. la semilla contiene virtualmente a la planta.

3º -Eminentemente, cuando la perfección se posee en grado infinito.

El que plantó la oreja, ¿no va a oír? el que formó los ojos, ¿no va a ver? (Sal. 94, 9).

Míos son el consejo y la habilidad, mía la inteligencia, mía la fuerza (Prov. 8, 14).

Conmigo están la riqueza y la gloria, la fortuna sólida y prosperidad (Prov. 8, 18).

Y si fue su poder y eficiencia lo que les dejó sobrecogidos, deduzcan de ahí cuánto más poderoso es Aquel que los hizo; pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor, (Sab. 13, 4-5).

Porque de Él, y por Él, y para Él son todas las cosas (Rom. 11, 35).

-Las criaturas existen más realmente en Dios, en cierto modo, que en sí mismas.

Pues en Él vivimos y nos movemos y existimos (Hch. 17, 28).

Explicación. Un artesano construye su arca. Primero la concibe en su mente, pero la simple idea no es el arca real. Aquella es invisible, ésta es visible. Una vez construida el arca, no deja de existir en la menta del artista. La obra es la realización de la idea. El arca puede pudrirse, destruirse, pero la idea queda en la mente del artista para hacer otra, si después quisiere. El arca fabricada no tiene vida, pero como idea concebida en la mente del artífice, sí tiene vida.

-Las criaturas son semejantes a Dios, no de modo genérico, ni individual, ni específico, sino analógico, y con distancia infinita.

Clases de semejanza:

1ª - Genérica, La que afecta a dos seres del mismo género, pero no de la misma especie. Ej. un hombre y un animal.

2ª -Individual, La que existe entre dos seres de la misma especie. Ej. dos hombres de raza blanca.

3ª -Específica, La que existe entre dos seres de la misma especie, pero con características accidentales diferentes. Ej. Un hombre de raza amarilla y otro de raza negra.

4ª -Analógica, La que existe entre dos seres que no son ni de la misma especie ni del mismo género, sino que tienen de común que SON SERES.

Esta semejanza analógica admite 3 grados, según participen solamente del ser, de las facultades, o de la misma naturaleza.

1º -Las criaturas irracionales participan de la perfección divina en cuanto que tienen el ser.

2º -Las racionales participan que las facultades de inteligencia y voluntad, que son perfecciones de Dios,

3º -Las almas en gracia y los ángeles del cielo, participan de la misma naturaleza divina.

Hagamos al hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza (Gén. 1, 6).

Aclaración. Los Ángeles y los Hombres participan de los dos primeros grados de semejanza analógica y están dotados de capacidad de participar del tercero.

-Las perfecciones infinitas del ser de Dios no se pueden comparar con las cualidades tan limitadas de las criaturas.

Yahvéh, ¿quién como tú, para librar al débil del más fuerte, al pobre de su expoliador? (Sal. 35, 10).

Pues ¿con quién asemejaréis a Dios, qué semejanza le aplicaréis? (Is. 40, 18).

-Las perfecciones infinitas de Dios no se pueden percibir con los sentidos corporales.

...el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 16).

Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; por que no puede verme el hombre y seguir viviendo (Ex. 33, 20).

6. Infinidad

-Dios es infinito con infinitud absoluta.

Infinito es aquello que carece de límites.

1º -Infinito absoluto es lo que no tiene límites ni en la potencia ni el acto.

2.º -Infinito relativo es lo que no tiene límites en la potencia, pero sí en el acto.

Ej. el número, la extensión, la línea.

Estos no tienen límites en la potencia, pues pueden crecer indefinidamente, pero sí en el acto, ya que es imposible que alcancen una dimensión tal, que no puedan ser mayores.

Grande es Yahvéh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza (Sal. 144, 3).

Grande es y sin límites, excelso y sin medida (Bar. 3, 24).

-Dios es infinito en toda perfección.

a) -Argumento indirecto.

Grande es Yahvéh y muy digno de alabanza, insondable su grandeza (Sal. 145, 3).

b) -Argumento directo.

...pues yo soy Dios, no hay ningún otro, yo soy Dios, no hay otro como yo (Is. 46, 9).

7. Ubicuidad

-Dios no circunscribe su presencia a ningún lugar determinado.

Ubicuidad es la presencia actual de Dios en todas las personas, cosas y lugares, por tanto supone ya la creación y existencia de las cosas.

¿A dónde iré yo lejos de tu espíritu,

a dónde de tu rostro podré huir?

Si hasta los cielos subo, allí estás tú,

si en el seol me acuesto, allí te encuentras (Sal. 139, 8).

¿Soy yo un Dios sólo de cerca -oráculo de Yahvéh- y no soy Dios de lejos?

¿O se esconderá alguno en escondite donde yo no le vea? -oráculo de Yahvéh-.

¿Los cielos y la tierra no los lleno yo? -oráculo de Yahvéh- (Jer. 23, 24).

-La acción virtual transeúnte de Dios es la razón formal de su presencia en todas las cosas.

...por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos movemos y existimos,... (Hch. 17, 27-28).

Aclaración. Dios no está en un lugar por razón de la cantidad, puesto que carece de ella.

-Dios está presente íntimamente en todas las personas, cosas y lugares.

1º -En todas las personas:

...no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos (Hch. 17, 28).

2º -En todas las cosas:

¿O se esconderá alguno en escondite don yo no lo vea? (Jer. 23, 24).

3º -En todos los lugares:

Si hasta los cielos subo, allí estás tú, si en el seol me acuesto, allí te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar a lo último del mar, también allí tu mano me conduce, tu diestra me aprehende (Sal. 138, 8-10).

8. Inmutabilidad

-Dios es inmutable metafísica, física y moralmente.

Inmutabilidad es el atributo por el cual Dios permanece siempre el mismo, sin experimentar jamás ningún cambio de cualquier naturaleza.

Hay tres clases de inmutabilidad:

1º -Inmutabilidad metafísica que es la imposibilidad de cambio en la naturaleza de un ser,

2º -Física que es la permanencia de un ser en su sustancia.

3º -Moral es la permanencia de un ser racional en las operaciones de su voluntad.

a) -Dios es inmutable metafísicamente.

Desde antiguo tú fundaste la tierra,

y los cielos son la obra de tus manos;

ellos perecen, mas tú quedas,

todos ellos como la ropa se desgastan,

como un vestido los mudas tú, y se mudan.

Pero tú siempre el mismo, no tiene fin tus años (Sal. 26, 28).

Que yo, Yahvéh, no cambio,... (Mal. 3, 6).

b) -Dios es inmutable físicamente.

Toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombras de rotaciones (Sant. 1, 17).

c) -Dios es inmutable moralmente.

No es Dios un hombre para mentir, ni hijo de hombre para volverse atrás (Núm. 23, 19).

...el plan de Yahvéh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades (Sal. 32, 11).

Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahvéh se realiza (Prov. 19, 21).

9. Inmensidad

-Dios es Inmenso.

Inmensidad es la aptitud del ser para existir en todas las cosas y en todos los lugares. Esta capacidad la poseía Dios antes de la creación del mundo a pesar de que Dios no estaba presente en ningún lugar, pues el lugar no existía pues no existían todavía criaturas que lo determinaran. Dios estaba entonces en sí mismo.

Si hasta los cielos subo, allí estás tú, si en el seol me acuesto, allí te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar a lo último del mar, también allí tu mano me conduce, tu diestra me aprehende ( Sal. 138, 8-10).

Así dice Yahvéh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies (Is. 66, 1).

-Dios es Inmenso.

La inmensidad es el fundamento de la presencia de Dios en todos los seres.

a) -Presencia por conocimiento.

¿Quién como Yahvéh, nuestro Dios,

que se sienta en las alturas,

y baja para ver

los cielos y la tierra? (Sal. 113, 5-6).

b) -Presencia por ubicuidad.

¿A dónde iré yo lejos de tu espíritu,

a dónde de tu rostro podré huir?

Si hasta los cielos subo, allí estás tú

si en el seol me acuesto, allí te encuentras (Sal. 139, 7-8).

¿Los cielos y la tierra no los lleno yo?

-oráculo de Yahvéh- (Jer. 23, 24).

10. Eternidad

-Eternidad de Dios.

La eternidad de Dios es una consecuencia de su inmutabilidad.

Distintos conceptos referidos a la duración.

Duración propiamente tal es la permanencia en el ser, con sucesión de tiempo o sin ella.

El tiempo continuo es la duración y medida de aquellas cosas que cambian en su propio ser (al corromperse) o en sus operaciones (al moverse, alterarse, aumentarse, etc.). Se opone a la eternidad.

El tiempo discreto o discontinuo es la sucesión de las diversas operaciones de los ángeles, cada una de las cuales puede constar de muchos instantes sucesivos, pero sin continuación unas de otras. Cada una de las operaciones de los ángeles constituye un momento angélico, aunque, según nuestro modo de concebir la duración, se haya prolongado por mucho tiempo.

El evo es la duración y medida de aquellas cosas que son incorruptibles en cuanto a su substancia, pero variables en cuanto a sus operaciones (pensamientos efectos, etc.).

Se miden por el evo las substancias espirituales creadas (ángeles y almas racionales) y las operaciones connaturales del entendimiento de los ángeles, por las que ellos se conocen necesariamente.

El evo tiene principio, pero no fin. Es más excelente que nuestro tiempo, pero menos que la eternidad.

La eternidad participada es la duración de la visión beatifica de los ángeles y de los bienaventurados de cielo. Es la participación que los ángeles y los bienaventurados del cielo tienen de la eternidad de Dios.

La eternidad es la duración sin principio, sin sucesión y sin fin. Es la posesión total, simultánea y perfecta de una vida interminable.

Esta se exclusiva de Dios.

-Dios es Eterno.

Eternidad es la posesión total, simultánea y perfecta de una vida interminable. Boecio.

Yo soy el que soy (Ex. 3, 14).

...desde siempre hasta siempre tú eres Dios (Sal. 89, 2).

Desde antiguo tu fundaste la tierra,

y los cielos son la obra de tus manos

ellos perecen, mas tú quedas,

todos ellos como la ropa se desgastan,

como un vestido los mudas tú, y se mudan.

Pero tú siempre el mismo, no tiene fin tus años (Sal. 12, 26-28).

Tu reino, un reino por los siglos todos,

tu dominio, por todas las edades (Sal. 145, 13).

Yahvéh reina para siempre,

tu Dios, oh Sión, de edad en edad (Sal. 146, 10).

...porque él es antes de la eternidad y por la eternidad (Si. 42, 21).

Mas tú, Yahvéh, para siempre te sientas;

¡tu trono de generación en generación! (Lm. 5, 19).

Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos (1 Tim. 1, 17).

Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios. Aquel que es, que era y que va a venir, el Todopoderoso (Apoc. 1, 8).

Aclaración. El mismo nombre divino YAHVÉH, significa EL QUE ES, y manifiesta «eternidad».

11. Unicidad

-Dios es único

Unicidad es la cualidad del ser, dentro de cuya naturaleza o especie, no existe otro más que él.

Entonces pronunció Dios todas estas palabras: «Yo, Yahvéh, soy tu Dios,...No habrá para ti otros dioses delante de mí (Ex. 20, 1-3).

...sepas que Yahvéh es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de él (Dt. 4, 35).

Escucha, Israel: Yahvéh es nuestro Dios, sólo Yahvéh (Dt. 6, 4).

Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí (Dt. 32, 39).

Yo soy Yahvéh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún dios existe (Is. 45, 5).

Escucha Israel: el Señor, nuestro Dios, es el único Señor (Mc. 12, 29).

Esta es la vida eterna: que te conozcas a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo (Jn. 17, 3).

...porque no hay más que un sólo Dios,... (Rom. 3, 29).

...no hay más que un único Dios (1 Cor. 8, 4).

Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 5-6).

12. Atributos transeuntes

b) -Transeuntes u operativos, los referidos a los principios y a los modos de obrar Dios en sus criaturas.

Bondad

Hermosura

Ciencia

Santidad

Justicia

-Dios remunerador

-La Ira de Dios

Voluntad

Libertad

Amor

Misericordia

Poder

Providencia

-Planes

-Predestinación

-Reprobación

13. Bondad

-Dios es bueno.

Gustad y ved qué bueno es Yahvéh (Sal. 34, 9).

¡Qué grande es tu bondad, Yahvéh! (Sal. 31, 20).

Dad gracias a Yahvéh porque es bueno, porque es eterno su amor (Sal. 107, 1).

¡Dad gracias a Yahvéh, por que es bueno, porque es eterno su amor! (Sal. 136, 1).

...bueno Yahvéh para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras (Sal. 145, 9).

-Dios es la suma bondad perfectísima.

Se ponía ya en cambio cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿Qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios (Mc. 10, 17-18).

Uno de los principales le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» Respondióle Jesús: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios...» (Lc. 18, 18-19).

Aclaración. Jesucristo atribuye la bondad absoluta y perfecta solamente a Dios.

-Dios es infinitamente bueno con bondad ontológica, con bondad moral o santidad y con bondad bienehechora o de beneficencia.

-Bondad ontológica es la bondad en sí misma.

-Bondad moral es la carencia de pecado y la propia del ejercicio de la perfección en todas las virtudes.

-Bondad de beneficencia es la tendencia de la voluntad a hacer bien a los demás.

a) -Bondad ontológica de Dios.

Nadie es bueno sino sólo Dios (Lc. 18, 19).

b) -Bondad moral.

¿Quién como tú glorioso en santidad? (Ex. 15, 11).

Sed, pues, santos, porque yo soy santo (Lev. 11, 45).

Santo es Yahvéh, nuestro, Dios (Sal. 98, 9).

...el que os ha llamado es santo (1 Pe. 1, 15).

c) -Bondad de beneficencia.

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

-Como expresión de su bondad infinita, Dios es muestra su paciencia con sus hijos en muchísimas ocasiones.

O ¿desprecias, tal vez, sus riquezas de bondad, de paciencia y de longanimidad, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa a la conversión? (Rom. 2, 4).

...Cristo Jesús, a quien Dios exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios;... (Rom. 3, 25-26).

Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su cólera y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia objetos de cólera preparados para la perdición, a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria... (Rom. 9, 22-23).

En efecto, todo cuanto fue escrito en el pasado, se escribió para enseñanza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza (Rom. 15, 4).

14. Hermosura

-Dios es infinitamente hermoso.

Hermosura es aquella cualidad de un ser, cuya vista agrada y deleita.

La Hermosura exige tres condiciones:

1ª -Armonía, es decir, proporción de formas, porque sin ella no podría agradar.

2ª -Claridad, es decir, color claro y resplandeciente al que lo contempla.

3ª -Integridad, es decir, que posea la totalidad de su ser, de lo contrario sería feo y deforme.

Sobre esta hermosura material, está la espiritual, que llena de agrado y de deleite al entendimiento.

Esta belleza y hermosura espiritual y en grado infinito corresponde solamente a Dios.

Que si, seducidos por su belleza, los tomaron por dioses, sepan cuanto les aventaja el Señor de todos ellos, pues fue el Autor mismo de la belleza quien los creó (Sab. 13, 3).

15. La ciencia de Dios. Propiedades

-Dios es infinitamente inteligente

-Su ciencia alcanza el grado supremo de perfección

-Dios conoce todas las cosas en un acto simplicísimo

-La ciencia de Dios es inmutable

-La ciencia de Dioses especulativa o especulativa y práctica a la vez

-La sabiduría de Dios es multiforme

-Dios es infinitamente inteligente.

Pero con él sabiduría y poder, de él la inteligencia y el consejo.

Job 12, 13.

Míos son el consejo y la habilidad, mía la inteligencia, mía la fuerza (Prov. 8, 14).

Aclaración. En Dios no existe la limitación. Todo es ilimitado como corresponde a la perfección de su ser.

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

-Dios es infinitamente inteligente y su ciencia y conocimiento alcanza el grado supremo de perfección.

Tiene tres sentidos diferentes:

-El amplísimo, que es el conocimiento cierto y evidente,

-el propio, que es el conocimiento cierto y evidente de las cosas por sus causas próximas,

-el estricto, que es el conocimiento cierto y evidente de las cosas por sus causas próximas adquirido mediante el discurso y la razón.

La ciencia de Dios solamente puede concebirse en el sentido amplísimo, que es el único que corresponde a la infinitud de su ser.

Dios de sabiduría es Yahvéh,... (1 Sam. 2, 3).

Pero con él la sabiduría y el poder,

de él la inteligencia y el consejo (Job 12, 13).

Hizo los cielos con inteligencia,

porque es eterno su amor (Sal. 136, 5).

Con la Sabiduría fundó Yahvéh la tierra,

consolidó los cielos con inteligencia,

con su ciencia se abrieron los océanos

y las nubes destilan el roció (Prov. 3, 19-20).

¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! (Rom. 11, 33).

-Dios conoce todas las cosas simultáneamente con un acto único y simplicísimo, es decir, sin discurso, sin razonamiento.

Dios no necesita la potencia del discurso para llegar al acto del conocimiento, porque todo es acto puro en Dios. Por tanto, Dios penetra todo conocimiento con un sólo acto intuitivo, sin necesitar pasar de unos conceptos a otros, ni de deducir las conclusiones de los principios. Esto se deduce del atributo de la simplicidad de Dios, porque el espíritu es irreductible a toda composición.

Dios es espíritu, y los que le adoran, deben adorarle en espíritu y verdad (Jn. 4, 24).

Porque el Señor es el Espíritu,... (2 Cor. 3, 17).

-La ciencia de Dios no es variable, sino absolutamente inmutable.

Es decir:

-que no va cambiando con la adquisición de nuevos conocimientos.

-ni con la modificación de los que ya tiene.

-ni con el olvido de algunos o de todos ellos,

-ni con el recuerdo de otros.

Esta inmutabilidad es una consecuencia necesaria de su infinita perfección, porque la ciencia de Dios se identifica con su propia esencia que es absolutamente inmutable.

Toda dávida buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombras de rotaciones (Sant. 1, 17).

-La ciencia de Dios es solamente especulativa o especulativa y práctica a la vez.

Ciencia especulativa es aquella que se limita a conocer simplemente, sin ordenación alguna a la realización de la cosa.

Ciencia práctica es aquella que está ordenada a la realización de una cosa.

La ciencia o conocimiento que Dios tiene de sí mismo y de las cosas posibles que jamás vendrán a la existencia, es simplemente especulativa, pero el conocimiento que tiene de todos los seres creados es especulativo y práctico a la vez, ya que este conocimiento o ciencia es la causa de la existencia de todas las cosas creadas.

a) -Ciencia especulativa.

-El conocimiento que el Hijo tiene del Padre.

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 27).

-El conocimiento que el Padre tiene del Hijo.

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre,... (Mt. 11, 27).

-El conocimiento que el Espíritu Santo tiene del Padre y del Hijo.

...y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

b) -ciencia especulativa y práctica a la vez.

-El conocimiento que Dios tiene de todas las cosas que están bajo el cielo.

Porque él otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

-El conocimiento que Dios tiene de todas las cosas de la tierra.

Porque los ojos de Yahvéh recorren toda la tierra,... (2 Cro. 16, 9).

-La Sabiduría de Dios es multiforme.

...para que la multiforme sabiduría de Dios esa ahora manifestada a los Principados y a las potestades en los cielos,... (Ef. 3, 10).

16. La ciencia de Dios. Objeto

-Dios es omnisciente

-En Dios existe la ciencia media, según los molinistas

-El objeto primario de la ciencia de Dios es Dios

-Dios se conoce a sí mismo

-Dios conoce a sus atributos

-Dios se comprende a sí mismo

-La sabiduría creadora de Dios es la causa de todas las cosas

-La ciencia de Dios es la causa primera de todas las criaturas

-Dios es omnisciente.

No es que en Dios se den 3 clases de ciencia, sino que los teólogos la clasifican así para un mejor entendimiento de los hombres.

Ciencia de simple inteligencia es la que tiene Dios de todas las cosas posibles.

Ciencia de visión es el conocimiento que tiene de todas las cosas futuras.

Ciencia media es el conocimiento que tiene Dios de las determinaciones que tomarían libremente sus criaturas en todas las circunstancias imaginables. P.e. qué hubiera hecho Adán si Dios le hubiese sometido a otra prueba.

-Existe la ciencia media en Dios, según los molinistas.

Se lo llevo para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el engaño sedujera su alma; (Sab. 4, 11).

«¡Ay de ti, Corazón! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habrían convertido (Mt. 11, 21).

«...estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; y le vi a él que me decía: "Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí"» (Hch. 22, 17-18).

-El objeto primario de la ciencia de Dios es el mismo Dios.

Dijo Dios a Moisés: «yo soy el que soy» (Ex. 3, 14).

...nadie conoce bien al Hijo sino al Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 27).

...y el Espíritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

Aclaración. El conocimiento que Dios tiene de sí mismo es el objeto primario de su ciencia, no con prioridad de tiempo, sino en cuanto las criaturas reflejan la imagen de sus perfecciones infinitas.

-Dios se conoce a sí mismo.

...y el Espíritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 cor. 2, 11).

-Dios tiene un conocimiento perfectísimo de todos sus atributos.

...y el Espíritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

Aclaración. El conocimiento perfectísimo del ser de Dios, supone idéntico conocimiento de sus atributos, puesto que ambos se identifican.

-Dios se comprende totalmente a si mismo

...Y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 7).

...y el Espíritu Santo todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

-La Sabiduría creadora de Dios es la causa de la existencia de todas las cosas.

¡Cuán numerosas tus obras, Oh Yahvéh!

Todas las has hecho con sabiduría,

de tus criaturas está llena la tierra (Sal. 104, 24).

Yahvéh me creó, primicia de su camino,

antes que sus obras más antiguas (Prov. 8, 22).

Cuanto está oculto y cuanto se ve, todo lo conocí, porque la que todo lo hizo, la Sabiduría, me lo enseñó (Sab. 7, 21).

Si la inteligencia es creadora, ¿quién sino la Sabiduría es el artífice del universo? (Sab. 8, 6).

Aclaración. Así como la idea que bulle en la mente del artífice ilumina y rige su voluntad y su actividad en la creación de la obra artística, de la misma manera las ideas de Dios, que realmente se identifican con su saber, iluminan y rigen la voluntad y la actividad divina en las operaciones «ad extra».

-La ciencia de Dios es la causa primera, directiva y eficiente de todas las cosas creadas, en cuanto que está identificada con su voluntad de crearlas.

Causa primera es la anterior a cualquier otra.

Causa directiva o ejemplar es la que sirve de modelo para producir su efecto, p. e. la idea que tiene un arquitecto en su mente de la casa que va a construir.

Causa eficiente, es la que realiza la idea concebida.

Por las palabras del Señor fueron hechos sus obras, y la creación está sometida a su voluntad (Si. 42, 15).

...así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que plugo y haya cumplido aquello a que la envié ¡ (Is. 55, 11).

...según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,... (Ef. 1, 11).

Aclaración. Para que una cosa concebida por el entendimiento divino o humano venga de hecho a la existencia, es necesario que la voluntad de crearla se una a su conocimiento especulativo.

17. Ciencia - Objeto: Las leyes

-Dios tiene un conocimiento perfectísimo de todas las verdades creadas, de todas las Leyes que rigen el movimiento de los astros y de los primeros principios en que aquéllas se fundamentan.

Él hizo grandes maravillas,...hizo los cielos con inteligencia,...sobre las aguas extendió la tierra,...hizo grandes lumbreras,...el sol para dominar el día,...la luna y las estrellas para dominar la noche,... (Sal. 136, 4, 5, 6, 7, 8 y 9).

Aclaración. Es evidente que para crear la inmensa obra del macrocosmos, además de la omnipotencia, es necesario el conocimiento de los principios fundamentales por los cuales se había de regir todo el movimiento de los astros.

18. Ciencia - Objeto: Lo real y lo posible

-Dios conoce y comprende todas las cosas distintas de sí mismo, pasadas, presentes y futuras, en conjunto y particularmente, reales y posibles. Hasta con sus más ínfimos detalles.

Toda sabiduría viene del Señor, y con él está por siempre (Sab. 1, 1).

No hay para Dios criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquél a quien hemos de dar cuenta (Hebr. 4, 13).

-Dios conoce a todas las criaturas.

Él otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

No hay para ella criatura invisible: todo está desnudo y patente a los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta (Hebr. 4, 13).

-Dios conoce perfectamente todas las cosas creadas, no de modo general, sino con conocimiento clarísimo de cada una, de sus diferencias y de sus detalles ínfimos.

a) -Todas las cosas que están bajo el cielo.

Porque Él otea hasta los confines de la tierra, y ve cuanto hay bajo los cielos (Job 28, 24).

b) -Todas las cosas de la tierra.

Porque los ojos de Yahvéh recorren toda la tierra, ... (2 Cro. 16, 9).

c) -Todas las estrellas.

El cuenta el número de estrellas, y llama a cada una por su nombre;... (Sal. 147, 4).

d) -Todas las aves del cielo.

...conozco todas las aves de los cielos, son mías las bestias de los campos (Sal. 50, 11).

e) -Todos los cabellos de la cabeza.

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados (Mt. 10, 29).

f) -Todos los hijos de los hombres.

...desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra (Sal. 33, 14).

g) -A todos los buenos y a todos los malos.

El rostro de Yahvéh contra los malhechores, para raer de la tierra su memoria; los ojos de Yahvéh sobre los justos, y sus oídos hacia su clamor (Sal. 34, 17-18).

h) -Todos los caminos y obras de los hombres.

En lugar de contar mis pasos como ahora,

no te cuidarás más de mis pecados;

dentro de un saco se sellaría mi delito,

y blanquerías mi falta (Job 14, 16-17).

i) -Todos los pecados de los hombres.

Viendo Yahvéh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo,... (Gén. 6, 5).

j) -La retribución justa que debe dar a cada hombre por sus obras.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

k) -Las tinieblas.

...la misma tiniebla no es tenebrosa para ti, y la noche es luminosa como el día (Sal. 139, 12).

-Dios conoce perfectamente las cosas que no existen actualmente, porque han pasado ya, porque son futuras o porque son meramente posibles y no vendrán jamás a la existencia.

Antes de ser creadas, todas las cosas le eran conocidas. Y todavía lo son después de acabadas (Si. 23, 20).

Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí (Jer. 1, 5).

...Dios que da vida a los muertos y llama a las cosas que no son para que sean (Rom. 4, 17).

A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano, según el precio designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad (Ef. 1, 11).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-Dios conoce todas las criaturas que no existen pero que van a existir.

Yo doy la muerte y doy la vida,... (Dt. 32, 39).

Sí, es mi mano la que fundamentó la tierra y mi diestra la que extendió a los cielos. Yo los llamo y todos se presentan (Is. 48, 13).

...de Dios que da la vida a los muertos y llama a las cosas que son para que sean (Rom. 4, 17).

19. La ciencia de Dios Objeto: Cosas íntimas de los hombres

-Dios conoce los pensamientos de los hombres

-Dios conoce las intimidades de cada hombre

-Dios conoce los sentimientos de cada hombre

-Dios conoce los planes secretos de los hombres

-Dios conoce lo que cada hombre haría, cambiándoseles las circunstancias

-Dios sabe los bienes que los buenos harían y los males que los malos cometerían, y por tanto quiénes se habían de salvar y quiénes se habían de condenar

-Dios conoce las circunstancias externas de cada hombre

-En Dios no existe la ciencia media

-Dios conoce el mal

-Dios conoce el mal no en sí sino en el bien de que priva

-Dios conoce las proposiciones enunciables

-Dios conoce los pensamientos de las criaturas racionales

...porque Yahvéh sondea todos los corazones y penetra los pensamientos en todas sus formas (1 Cro. 28, 9).

-Dios conoce los pensamientos y las intenciones más íntimas de los hombres.

...¿no se habría dado cuenta Dios,

él, que del corazón conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

Yahvéh, tú me escrutas y conoces;

sabes cuándo me siento y cuándo me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

-Dios conoce los sentimientos de cada uno de los hombres.

¿No se habría dado cuenta Dios, él, que del corazón conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

¡Oh Yahvéh Sebaot, juez de los justo, que escrutas los riñones y el corazón!,... (Jer. 11, 20).

En cambio a mí ya me conoces, Yahvéh; me has visto y has comprobado que mi corazón está contigo (Jer. 12, 3).

-Dios conoce los planes secretos de los hombres.

Si te alzas o te sientas, si sales o entras, estoy presente y lo sé (2 Re. 19, 27).

¿No ve él mis caminos,

no cuenta todos mis pasos? (Job 31, 4).

...¿no se habrá dado cuenta Dios,

él, que del corazón conoce los secretos? (Sal. 44, 22).

Yahvéh, tú me escrutas y me conoces;

sabes cuándo me siento y cuándo me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto,

familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

-Dios conoce lo que los hombres harían, cambiándoseles las circunstancias de obrar.

P.ej., lo que Judas hubiera hecho si no se hubiera ahorcado.

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay, de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habrían convertido (Mt. 11, 21).

-Dios sabe desde toda la eternidad los bienes que los bienes habían de hacer y los males que los malos habían de cometer y, en consecuencia, quiénes se habían de salvar y quiénes se habían de condenar.

Entonces Susana gritó fuertemente: Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda... (Dan. 13, 42).

Aclaración. Si Dios con su voluntad antecedente excluyera a algunos hombres de la salvación, destinándoles al infierno antes de prever sus propias culpas, esto se opondría a su justicia, a su bondad y a su misericordia.

a) -Se opondría a su justicia porque no es justo determinar un castigo antes de ser cometido el mal.

b) -Se opondría a su bondad porque no es bueno castigar sin dar tiempo a una corrección.

c) - Se opondría a su misericordia porque obraría sin compadecerse del culpable.

-Dios conoce las circunstancias externas en que se desenvuelve cada hombre.

Yahvéh, tú me escrutas y conoces; sabes cuando me siento y cuando me levanto, mi pensamiento calas desde lejos; observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 1-3).

20. La ciencia de Dios Objeto: el mal

-Dios conoce el mal.

El mal se divide en mal de naturaleza, mal de pena y mal de culpa.

a) -Dios conoce el mal de naturaleza.

Ella (la Sabiduría) sabe el pasado y conjeturas el porvenir, interpreta las máximas y descifra los enigmas, conoce el alcance de señales y prodigios, así como la sucesión de épocas y tiempos (Sab. 8, 8).

b) -Dios conoce el mal de pena.

Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Señor (Si. 11, 14).

c) -Dios conoce el mal de culpa.

Oh Dios, tú conoces mi locura, no se te ocultan mis ofensas (Sal. 69, 6).

Aclaraciones:

-Si los males están creados por los pecadores en el mal uso libertad, y éstos están creados por Dios, Dios lo conoce, a unos y a otros.

-Dios conoce perfectamente el mal, no en el mismo mal, sino en el bien del que priva.

Porque él conoce a los hombres de engaño,

ve la iniquidad y atiende a ella (Job 11, 11).

Pero ¿quién se da cuenta de sus yerros?

De las faltas ocultas declararme inocente (Sal. 19, 13).

Oh Dios, tú conoces mi locura,

no se te ocultan mis ofensas (Sal. 69, 6).

Seol y Abismo están ante Yahvéh:

¡Cuánto más los corazones de los hombres! (Prov. 15, 11).

21. La ciencia de Dios Objeto: Las proposiciones enunciables

-Dios conoce perfectamente todas las proposiciones enunciables.

Proposición enunciable es todo juicio o argumentación del entendimiento creado, formulado en una verdad demostrable.

P.ej., el valor de los ángulos de un triángulo es igual a dos rectos.

-El agua se compone de 2 moléculas de hidrógeno y una de oxígeno.

Yahvéh conoce los pensamientos del hombre, que no son más que un soplo (Sal. 94, 11).

...sabe el pasado y conjetura el porvenir,

interpreta las máximas y descifra los enigmas,

conoce el alcance de señales y prodigios,... (Sab. 8, 8.)

Anuncia lo pasado y lo futuro,

y descubre las huellas de las cosas secretas.

No se le escapa ningún pensamiento,

ni una palabra se le oculta (Si. 42, 19-20).

Aclaración. Si Dios conoce los pensamientos de los hombres conoce también las proposiciones enunciables contenidas en aquéllos.

22. La ciencia de Dios Objeto: Los futuros

-Dios conoce los futuros

-Dios conoce los futuros absolutos y condicionados

-Dios conoce los futuros contingentes

-Dios conoce los futuros libres

-Dios conoce los futuros contingentes y libres en el decreto por el que dispuso que se realizaran en el tiempo

-Dios conoce los futuros contingentes y libres que dependen del libre albedrío de los hombres

-Dios sólo conoce los futuros no sujetos a leyes inmutables

-Dios conoce perfectamente y con certeza absoluta todos los futuros en general.

Antes de ser creadas, todas las cosas le eran conocidas, y todavía lo son después de acabadas (Si. 23, 20).

...Yo soy Dios, no hay otro como yo.

Yo anuncio desde el principio lo que viene después y desde el comienzo lo que aún no ha sucedido (Is. 46, 9-10).

Entonces Susana gritó fuertemente: «Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda,...» (Dan. 13, 42).

-Dios conoce todos los futuros absolutos y condicionados.

Futuros absolutos son aquellos que dependen de causas necesarias. Ej. la sucesión de un eclipse.

Futuros condicionados son aquellos que se realizarán si se pone cierta condición. Ej. La conversión de los infieles.

a) -Dios conoce los futuros absolutos.

Entonces Susana gritó fuertemente: «Oh Dios eterno, que conoces los secretos, que todo lo sabes antes que suceda,...» (Dan. 13, 42).

b) -Dios conoce los futuros condicionados.

Tú observas si voy de viaje o si me acuesto, familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 3).

Por eso te anuncié las cosas hace tiempo y antes que ocurrieran te las di a conocer (Is. 48, 5).

Aclaración. Los futuros absolutos se llaman también futuros necesarios y los condicionados se llaman además libres.

-Dios conoce certísimamente los futuros contingentes y libres que dependen de que se cumpla o no cualquier condición.

El hombre de Dios se irritó contra él y le dijo: «Tenías que haber herido cinco o seis veces y entonces hubieras batido a Aram hasta el exterminio, pero ahora lo batirás sólo tres veces» (2 Reg. 13, 19).

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay, de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habrían convertido (Mt. 11, 21).

-Dios conoce infaliblemente los futuros libres absolutos en su esencia, en cuanto que esta representa el decreto absoluto y eficaz que determina la futurición de los actos libres.

Este es el plan tocante a toda la tierra, y ésta la mano extendida sobre las naciones. Si Yahvéh Sebaot toma una decisión, ¿Quién la frustrará? Si él extiende su mano, ¿quién se la hará retirar? (Is. 14, 26-27).

-Dios conoce cierta e infaliblemente los futuros contingentes y libres en el decreto predeterminante de su voluntad divina, por el que dispuso o permitió desde toda la eternidad que se realizaran en el tiempo.

El corazón del rey es como el agua del canal en mano de Yahvéh, que él dirige donde quiere (Prov. 21, 1).

Como la arcilla del alfarero está en su mano,

- y todos sus caminos en su voluntad-

así los hombres en la mano de su Hacedor,

que a cada uno da según su juicio (Si. 33, 13).

Yo anuncio desde el principio lo que viene después y desde el comienzo lo que aún no ha sucedido. Yo digo: «Mis planes se realizarán y todos mis deseos llevaré a cabo. Yo llamo del Oriente un ave rapaz de un país lejano al hombre en quien pensé. Tal y como lo he dicho, así se cumplirá; como lo he planeado así lo haré (Is. 46, 10-11).

A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano, según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad (Ef. 1, 11),

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-Dios conoce perfectamente y con certeza absoluta todos los futuros contingentes y libres, incluso los que dependen del libre albedrío de la criaturas racionales.

Futuros contingentes y libres son aquellas acciones o hechos, cuya realización depende de las decisiones de las criaturas dotadas de libre albedrío.

Ya sé -dijo Dios a Moisés- que el Rey de Egipto no os dejará ir, sino forzado por mano poderosa (Ex. 3, 19).

Yahvéh, tú me escuchas y conoces;

sabes cuando me siento y cuando me levanto,

mi pensamiento calas desde lejos;

observas si voy de viaje o si me acuesto,

familiares te son todas mis sendas (Sal. 139, 2-3).

Porque Jesús sabía desde el principio quienes eran los que no creían y quién era el que le iba a entregar (Jn. 6, 64).

Jesús le contesta: «Yo te aseguro que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres» (Mc. 14, 30).

...-Juan- le dice: «Señor, ¿quién eres?» Le responde Jesús: «Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar» (Jn. 13, 26).

-Ninguno de los hombres, sino sólo Dios, puede conocer los sucesos futuros que no están sujetos a leyes inmutables.

Indicadnos las señales del porvenir, y sabremos que sois dioses (Is. 41, 23).

Aclaración. El hombre sí puede averiguar los sucesos futuros de los astros y de cualquiera otros elementos de la creación visible sujetos al determinismo de las leyes de sus movimientos impuestas por Dios.

23. La ciencia de Dios Ciencia media

-En Dios no existe la ciencia media, según los tomistas.

Ciencia media es aquella por la cual Dios conoce los futuros condicionados libres, los cuales proceden, por decreto de Dios hipotético, de un estado de pura posibilidad, y no se han de realizar por decreto absoluto de que se cumplan las condiciones de las cuales dependen.

...para que aprendáis de nosotros aquello de: «No propasarse de lo que está escrito» y que nadie se apasione por uno contra otro. Pues, ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y, si los has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 6-7).

Aclaración. Estas palabras nos enseñan que nadie se tiene que gloriar por aventajar a otros en virtud, pues toda diferencia radica en la voluntad gratuita de Dios.

La ciencia media supondría la creación de un ser intermedio que serviría de tránsito de la potencia al acto, y suprimiría de Dios su razón de ser principio de toda criatura.

24. La Santidad de Dios

-Dios es Santo

-La santidad de Dios se manifiesta en su compasión con los hombres

-Dios es Santo.

¿Quién como tú, Yahvéh, entre los dioses? ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en prodigios, autor de maravillas? (Ex. 15, 11).

No hay Santo como Yahvéh, porque nadie fuera de ti, ni roca como nuestro Dios (1 Sam. 2, 2).

Excelso sobre los pueblos todos; loen tu nombre grande y venerable: santo es él (Sal. 99, 2).

Exaltad a Yahvéh nuestro Dios, postraos ante el estrado de su pies: santo es él (Sal. 99, 5).

Y las naciones sabrán que yo soy Yahvéh -oráculo del señor Yahvéh- cuando yo, por medio de vosotros, manifesté mi santidad a la vista de ellos (Ex. 36, 23).

-La Santidad moral de Dios se manifiesta en su compasión amorosa y en su redención misericordiosa.

a) -En su compasión amorosa.

Recuerda esto, Jacob, y que eres mi siervo Israel. ¡Yo te he formado, tú eres mi siervo, Israel, yo no te olvido! He disipado como una nube tus rebeldías, como un nublado tus pecados. ¡Vuélvete a mí, pues te he rescatado! (Is. 44, 21-22).

Pero dice Sión: «Yahvéh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado.» ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido (Is. 49, 14-15).

Pues, en efecto, se han conmovido mis entrañas por él; ternura hacia él no ha de faltarme -oráculo de Yahvéh- (Jer. 31, 20).

Mi pueblo está enfermo por su infidelidad; gritan hacia Baal, pero nadie los levanta. ¿Cómo voy a dejarte, Efraím, cómo voy a entregarte, Israel? ¿Voy a dejarte como a Admá y hacerte semejante a Seboyim? Mi corazón se me revuelve dentro a la vez que mis entrañas se estremecen. No ejecutaré el ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraím, porque soy Dios, no hombre; en medio de rí yo el Santo, y no me gusta destruir (Os. 11, 7-9).

b) -En su redención misericordiosa.

No temas, gusano de Jacob, oruga de Israel: yo te ayudo -oráculo de Yahvéh- y tu redentor es el Santo de Israel (Is. 41, 14).

25. Dios es infinitamente justo

-Retribuye a cada uno según sus obras

-En Dios existe la Justicia vindicativa

-Dios no sanciona totalmente ni el bien ni el mal en este mundo

-Dios retribuirá a los justos con una recompensa eterna y a los impíos con un castigo eterno

-Dios juzgará a los que gobiernan con un juicio implacable, si no lo hacen justamente

-Dios es infinitamente justo.

Que justo es Yahvéh y lo justo ama, los rectos contemplan su rostro (Sal. 11, 7).

Justo eres tú, Yahvéh y rectos tus juicios (Sal. 118, 137).

Porque eres justo en todo lo que nos has hecho, todas tus obras son verdad, rectos todos tus caminos, verdad todos tus juicios. Juicio fiel has hecho en todo lo que sobre nosotros has traído, y sobre la ciudad santa de nuestro padres, Jerusalén. Pues con verdad y con justicia has provocado todo esto, por nuestros pecados (Dan. 3, 27-28).

...y sabemos que el juicio de Dios es según verdad contra los que obran semejantes cosas (Rom. 2, 2).

...yo daré el pago merecido, dice el Señor (Rom. 12, 19).

-Dios es infinitamente justo y retribuye a cada uno de sus hijos según sus obras.

...que la obra del hombre, él se la paga, y trata a cada uno según su conducta (Job 34, 11).

Dales, Yahvéh, conforme a sus acciones, y a la malicia de sus hechos, según la obra de sus manos trátales, págales con su misma moneda (Sal. 28, 4).

Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras (Sal. 62, 13).

Yo, Yahvéh, exploró el corazón, pruebo los riñones, para dar cada cual según su camino, según el fruto de sus obras (Jer. 17, 10).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

...yo soy el que sondea los riñones y los corazones, y el que os dará a cada uno según vuestras obras (Apoc. 2, 23).

-La Justicia vindicativa existe propiamente en Dios.

Si, yo alzo al cielo mi mano y digo: Tan cierto como he de vivir eternamente, cuando afile el rayo de mi espada, y mi mano empuñe el Juicio, tomaré venganza de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen (Dt. 32, 40-41).

Aquel día será para el Señor Yahvéh, día de venganza para vengarse de sus adversarios (Jer. 46, 10).

-Dios no sanciona totalmente ni el bien ni el mal en este mundo.

Pues bien, un absurdo se da en la tierra: Hay justos a quienes les sucede cual corresponde a las obras de los malos, y malos a quienes sucede cual corresponde a las obras de los buenos (Si. 8, 14).

-Dios retribuirá a los justos con una recompensa eterna y sancionará a los impíos con un castigo eterno el día del juicio universal.

Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno, y serán todos los arrogantes y los que comenten impiedad como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahvéh Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama. Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de justicia con la salvación en sus rayos,... (Mal. 3, 19-20).

Aclaración. El sol de Justicia, título aplicado a Cristo.

-Dios juzgara a los que gobiernan con juicio implacable, si no lo hacen justamente.

Si, como ministros que sois de su reino, no habéis reinado rectamente, ni guardado la Ley, ni caminando siguiendo la voluntad de Dios, terrible y repentino caerá sobre vosotros. Porque un juicio implacable espera a los que mandan (Sab. 6, 4).

26. Dios Remunerador

Dios recompensa la conducta de sus hijos según su justicia.

-Premios a los justos y castiga a los impíos

-Retribuye a cada uno según sus obras

-Las recompensas y penas de ultratumba no aparecen claramente hasta el final del A. T.

-Recompensa siempre las acciones virtuosas de sus hijos

-Las obras meritorias del justo son como título de recompensa delante de Dios

-La bienaventuranza eterna es la recompensa que Dios concede a los hombres por sus obras meritorios en esta vida

-El castigo de los malvados no procede de la voluntad de Dios, sino de las obras malas que realizaron.

-Dios premia a los justos y castiga a los impíos.

a) -Premia a los justos.

Entonces los que temen a Yahvéh se hablaron unos a otros. Y puso atención Yahvéh y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de los que temen a Yahvéh y piensan en su nombre. Serán ellos para mí, dice Yahvéh Sebaot, el día en que yo actúe, propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un padre con el Hijo que le sirve (Mal. 3, 16-18).

b) -Castiga a los impíos.

...él hará recaer sobre ellos su maldad,

los aniquilará por su malicia,

Yahvéh, nuestro Dios, los aniquilará (Sal. 94, 23).

Aquel día castigará Yahvéh al ejercito de lo alto en lo alto y a los reyes de la tierra en la tierra; serán amontonados en montón los prisioneros en el pozo, serán encarcelados en la cárcel, y al cabo de muchos días serán castigados (Is. 24, 21-22).

Aclaración. Dios tendrá que aplicar su justicia como consecuencia derivada del pecado que los impíos cometieron voluntaria, responsable, advertida y libremente, porque Dios jamás castiga por impulso de su ira, sino por aplicación del atributo de su justicia.

-Dios, como Juez soberano de vivos y muertos, retribuye a cada uno según sus obras.

Dales, Yahvéh, conforme a sus acciones y a la malicia de sus hechos; según la obra de sus manos trátales, págales con su misma moneda (Sal. 28, 4).

Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras (Sal. 62, 13).

Para toda limosna tiene él un sitio, cada cual hallará según sus obras (Si. 16, 14).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con su ángles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

...el cual dará a cada cual según sus obras (Rom. 2, 6).

-Las recompensas y las penas de ultratuma no aparecen claramente hasta el final del antiguo testamento.

a) -Las recompensas.

Las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno. Creyeron los insensatos que habían muerto; tuvieron por desdicha su salida de este mundo, y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en paz. Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad; por una corta corresción (***) recibirán larga recompensa, pues Dios les sometió a prueba y les halló digno de sí;... (Sab. 3, 1-5).

b) -Las penas.

Porque Dios creó al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por la envidia del diable entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab. 2, 23-24).

Aclaración. «La muerte en el mundo» se refiere a la muerte temporal del cuerpo a la condenación eterna.

-Dios tiene una providencia remuneradora para recompensar siempre las acciones virtuosas de sus hijos.

Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos... (Mt. 5, 11-12).

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecho; así su limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt. 6, 3-4).

Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt. 6, 6).

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en los secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará (Mt. 6, 17-18).

Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser junto, recompensa de justo recibirá (Mt. 10, 41).

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeñuelos, por ser mi discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt. 10, 42).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme (Mt. 25, 34-36).

Mas bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande,... (Lc. 6, 35).

Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos (Lc. 14, 13-14).

Y el que planta y el que riega son una misma cosa; si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

Porque es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el Tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal (2 Cor. 5, 10).

...conscientes de que cada cual será recompensado por el Señor según el bien que hiciere... (Ef. 6, 8).

...pero ha llegado...el tiempo de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre,... (Apoc. 11, 18).

Luego oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe: Dichosos los muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí, -dice el Espíritu- que descansen de sus fatigas, porque sus obras les acompañan» (Apoc. 14, 13).

Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras (Apoc. 20, 12).

Mira, pronto vendré y traeré mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo (Apoc. 22, 12).

-Las obras meritorias del justo son como título de recompensa delante de Dios.

Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestra labor y del amor que habeis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habeis prestado y prestáis a los santos (Hebr. 6, 10).

-La Bienaventuranza eterna del cielo es la recompensa que Dios concede a los hombres por las obras y actitudes meritorias ofrecidas a Él en esta vida.

Bienaventurados sereis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, por que vuestra recompensa será grande en los cielos,... (Mt. 5, 11-12).

Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y herederá la vida eterna (Mt. 19, 29).

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestiteis; enfermo y visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme» (Mt. 25, 34-36).

...a los que, por la persevetancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;... (Rom. 2, 7).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Sant. 1, 12).

-El castigo de los malvados no procede de la voluntad volitiva de Dios sino de las obras malas que realizaron.

El malvado será presa de sus propias maldades, con los lazos de su pecado se le capturará. Morirá por su falta de instrucción, por su gran necedad se perderá (Prov. 5, 22-23).

Luego nos equivocamos del camino de la verdad; la luz de la justicia no nos alumbró, no salió el sol para nosotros (Sab. 5, 6).

Irán acobardados a dar cuenta de sus pecados, y sus iniquidades se levantarán contra ellos para acusarles (Sab. 4, 20).

27. La ira de Dios

Dios aplica su justicia contra la impiedad y malicia de los hombres.

-Se manifiesta contra la impiedad de los hombres

-La malicia de los hombres provoca a Dios a aplicar su justicia

-El mensajero encargado es el Ángel exterminador

-Está expresada por «La Copa de Yahvéh»

-La «Copa de Yahvéh» expresa la adivinación

-Se manifestará especialmente el día del Juicio final

-El día de su ira es el día del juicio universal

-La ira de Dios se manifiesta contra la impiedad e injusticia de los hombres.

La ira de Dios no es un movimiento desordenado del apetito sensitivo que induce a castigar al culpable injusta y desproporcionalmente a la gravedad del delito, sino que es la misma aplicación de su justicia divina al hombre que se separa de Él consciente, voluntaria y libremente, rechazando la gracia de la conversión y eligiendo el castigo derivado de su delito.

Mas tú, Señor, Dios clemente y compasivo, tardo a la cólera, lleno de amor y lealtad,... (Sal. 86, 15).

Clemente y compasivo Yahvéh, tardo a la cólera y lleno de amor;... (Sal. 103, 8).

Clemente y compasivo Yahvéh, tardo a la cólera y grande en amor;... (Sal. 145, 8).

Yahvéh pasó por delante de él y exclamó: «Yahvéh, Yahvéh, dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y fidelidad,... (Ez. 34, 6).

-La malicia de las rebeldías de los hombres provoca la ira de Dios al aplicar su justicia.

La ira de Dios es su misma actitud de amor, en cuanto que, ante la actitud del hombre impío y obstinado, tiene que aplicar su justicia a los que rechazaban la fe y los medios que les ofrece y concede amorosa y eficazmente para que puedan conseguir su felicidad eterna.

...los hijos del Reino serán echados a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 8, 12).

El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los agentes de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 13, 41).

...vendrá el señor de aquel siervo -inicuo- ...le separará y le señalará su suerte entre los hipócritas; allí será el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 24, 50-51).

Y a este siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes (Mt. 25, 30).

Aclaración. «El llanto» es un estado habitual de sentimiento y de tristeza muy profundos por la pérdida irreparable de los bienes eternos, y el «rechinar de dientes» es un estado continuo de rabia interior producida por la consideración de no poderlos recuperar jamás.

-El mensajero encargado de las venganzas divinas es el Ángel exterminador.

a) -El Ángel exterminador.

Yahvéh pasará de largo por aquella puerta y no permitirá que el Exterminador entre en vuestras casas para herir (Ex. 12, 23).

Ni murmuréis como algunos de ellos murmura y perecieron bajo el Exterminador (1 Cor. 10, 10).

b) -El mensajero encargado de las venganzas divinas.

El Ángel extendió la mano hacia Jerusalén para destruirla, pero Yahvéh se arrepintió del estrago y dijo al ángel que exterminaba al pueblo: «¡Basta ya! Retira tu mano» (2 Sam. 24, 16).

Aquella misma noche salió el Ángel de Yahvéh e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres; a la hora de despertarse por la mañana, no había más que cadáveres (2 Reg. 19, 35).

Aclaración. Las venganzas divinas son la misma aplicación de su justicia.

-La ira de Dios esta expresada por «La copa de Yahvéh».

Hay una copa en la mano de Yahvéh,

espumante de vino lleno de mixtura:

lo escancia él: beben hasta las heces,

lo beben todos los impíos de la tierra (Sal. 75, 9).

Ellos te dirán: «¿No sabemos de sobra que todo cántaro se puede llenar de vino?» (Jer. 13, 12).

Así me ha dicho Yahvéh Dios de Israel: Toma esta copa de vino, y hazla beber a todas las naciones a las que yo te envíe; beberán, y trompicarán, y se enloquecerán ante la espada que voy a soltar sobre ellas. Tomé la copa de mano de Yahvéh, e hice beber a todas las naciones... (Jer. 25, 15-17).

Pues así dice Yahvéh: Con que los que no tienen por qué beber la copa la beben ¿Y tú precisamente vas a quedar impune? No quedarás impune, antes sin falta la beberás (Jer. 49, 12).

Copa de oro era Babilonia en la mano de Yahvéh: que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones, lo que las hizo enloquecer (Jer. 51, 7).

¡Regocíjate, exista, hija de Edom

que habitas en el país de Us!

¡También a ti pasará la copa:

te embriagarás y te desnudarás! (Lam. 4, 21).

-«La copa de Yahvéh» también expresa la adivinación para echar suertes con destino favorable o desfavorable.

a) -Con destino favorable.

Yahvéh, la parte de mi herencia y de mi copa, tu mi suerte aseguras;... (Sal. 16, 5).

Tú preparas ante mí una mesa

frente a mis adversarios;

unges con óleo mi cabeza,

rebosante está mi copa.

Sí, dicha y gracia me acompañarán;

todos los días de mi vida;

mi morada será la casa de Yahvéh

a lo largo de los días (Sal. 23, 5-6).

b) -Con destino desfavorable.

Hay una copa en la mano de Yahvéh,

espumante de vino lleno de mixtura:

lo escancia él: sorben hasta las heces,

lo beben todos los impíos de la tierra (Sal. 75, 9).

Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís.

¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber? (Mt. 20, 22).

...tendrá que beber también del vino del furor

de Dios, que está preparado, puro, en la

copa de su cólera (Apoc. 14, 10).

El cuarto derramó su copa sobre el sol;

y le fue encomendado abrasar a los hombres

con fuego, y los hombres fueron abrasados

con un calor abrasador (Apoc. 16, 8).

Así dice el Señor Yahvéh:

Beberás el cáliz de tu hermana,

cáliz ancho y profundo,

que hará reír y mofarse,

tan grande en su cabida.

Te empaparás de embriaguez y de aflicción.

Cáliz de desolación y de angustia,

el cáliz de tu hermana Samaría.

Lo beberás, lo apurarás;

roerás hasta los cascotes,

y te desgarrarás el seno.

Porque he hablado yo, oráculo del Señor Yahvéh (Ez. 23, 32-34).

¡Que como nosotros bebisteis sobre mi santo monte, beberán sin cesar todas las naciones, beberán y se relamerán, y serán luego como si no hubiesen sido! (Ab. 13, 16).

¡A ti se vuelve el cáliz de la diestra de Yahvéh, y la ignominia sobre tu gloria! (Hab. 2, 16).

He aquí que yo hago de Jerusalén un copa de vértigo para todos los pueblos del contorno (durante el asedio contra Jerusalén) (Zac. 12, 2).

-La ira de Dios se manifestará más especial y definitivamente el día del juicio universal.

Día de ira el día aquel,

día de angustia y de aprieto,

día de devastación y desolación

día de tiniebla y obscuridad,

día de nublado y densa niebla,

día de trompeta y de clamor,... (Sof. 1, 15-16).

Ni su plata ni su oro

podrán salvarlos

en el Día de la ira de Yahvéh,

cuando por el fuego de su celo

la tierra entera sea devorada;

pues él hará exterminio, ¡y terrorífico!,

de todos los habitantes de la tierra (Sof. 1, 18).

Pero al ver venir muchos fariseos y saduceos a su bautismo, les dijo: «Raza de víboras, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira inminente? (Mt. 3, 7).

Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú Cafranaúm, ¿hasta el cielo ta vas a encumbrar? ¡Hasta el infierno te hundirás! (Lc. 10, 14-15).

Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelacion del justo juicio de Dios, el cual dará a cada cual según sus obras (Rom. 2, 5-6).

Aclaración. Ira inminente, la del día de Yahvéh.

-El Día de la ira de Dios es el día del juicio universal.

Que el malo es guardado en el día del desastre. Feliz está (son llevados, en hebreo) en el día de los furores (Job 21, 30).

Nada servirán riquezas el día de la ira,

más la justicia libra de la muerte (Prov. 11, 4).

¡Ay de los que ansían el Día de Yahvéh!

¿Qué creéis que es ese Día de Yahvéh?

¡Es tinieblas y no luz! (Am. 5, 18).

Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno, y serán todos los arrogantes y los que cometen impiedad como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahvéh Sebaot, hasta no dejarles ni raíz ni rama (Mal. 3, 19).

28. La Voluntad de Dios

-En Dios hay una voluntad perfectísima

-La Voluntad de Dios es inmutable

-La Voluntad de Dios no quiere ningún mal.

-Ni el de culpa

-La Voluntad de Dios sí puede quererlos indirectamente

-Se divide en antecedente y consiguiente

-La antecedente no se cumple siempre: la consiguiente sí

-El objeto primario de la Voluntad de Dios, es su bondad infinita

-El objeto secundario son las creadas

-En Dios hay una voluntad perfectísima.

Voluntad es la tendencia al bien racional aprehendido por el entendimiento.

Dijo Dios: «Haya luz» y hubo luz (Gén. 1, 3).

Todo cuanto agrada a Yahvéh, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos (Sal. 134, 6).

...hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo (Mt. 6, 10).

No todo el que me diga: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial (Mt. 7, 21).

...de forma que podáis distinguir cual es la Voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto (Rom. 12, 2).

Y ¿Cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? (Sab. 11, 25).

...y puesto de rodillas oraba diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga voluntad, sino la tuya» (Lc. 22, 41).

-La Voluntad de Dios es inmutable.

...más el plan de Yahvéh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades (Sal. 33, 11).

Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahvéh se realiza (Prov. 19, 21).

Por eso ha de enlutarse la tierra, y se obscurecerán los cielos arriba; pues tengo resuelta mi decisión y no me pasará ni me envolverá atrás de ella (Jer. 4, 28).

Aclaración. Hay algunas expresiones en la Sagrada Escritura que parecen indicar un cambio en la voluntad de Dios. p.e. «...le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre sobre la tierra, y se indignó en su corazón» (Gén. 5, 6).

Estas y otras expresiones semejantes hay que entenderlas en sentido metafórico, por analogía con lo que hacemos nosotros, que cuando nos arrepentimos destruimos lo que hemos hecho. En Dios no cabe arrepentimiento, porque esto supone un cambio de postura en la voluntad, y ésta en él no cambia. En efecto, la misma voluntad de Dios existe para crear al hombre sabiendo que iba a pecar, que para crearlo sabiendo que no iba a pecar.

-La Voluntad de Dios no puede querer ningún mal por sí mismo.

Pues no eres tú un Dios que se complace en la impiedad, no es huésped tuyo el malo (Sal. 5, 5).

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos (Sal. 5, 7).

-La Voluntad de Dios no puede querer nunca el mal de culpa.

Pues no eres tú un Dios que se complace en la impiedad (Sal. 5, 5).

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos (Sal. 5, 7).

Y Dios igualmente aborrece al impío y la obra de su impiedad... (Sab. 14, 9).

-La Voluntad de Dios si puede querer el mal físico y el mal moral indirectamente.

a) -Sí puede querer el mal físico.

Bienes y males, vida y muerte, pobreza y riqueza vienen del Señor (Si. 11, 14).

...y dijo: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá retornaré. Yahvéh dio, Yahvéh quitó: ¡Sea bendito el nombre de Yahvéh!» (Job 1, 21).

Yo soy Yahvéh, no hay ningún otro; yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, yo soy Yahvéh, el que hago todo esto (Is. 45, 6-7).

b) -Sí puede querer el mal moral.

Yo soy Yahvéh, no hay ningún otro; yo modelo la luz y creo la tiniebla, yo hago la dicha y creo la desgracia, yo soy Yahvéh, el que hago todo esto (Is. 45, 6-7).

Aclaración. Querer el mal indirectamente es pretender un bien mayor al cual está ligado y del cual depende.

-La Voluntad de Dios se divide en antecedente y consiguiente.

Voluntad antecedente ese la que Dios tiene en torno a una cosa absolutamente considerada, sin tener en cuenta las circunstancias que podrían rodearla. Ej. la salvación de todos los hombres en general.

Voluntad consiguiente es la que Dios tiene en torno a una cosa rodeada de sus circunstancias particulares. Ej. la condenación del pecador que muere sin querer arrepentirse.

a) -Antecedente.

Ya que yo os he llamado y no habéis querido, ha tendido mi mano y nadie ha prestado atención. Habéis despreciado todos mis consejos (Prov. 1, 24-25).

De la mancha de tu inmoralidad he querido purificarte, pero tú no te has dejado purificar de tu mancha (Ez. 24, 13).

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuantas veces ha querido a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido! (Mt. 23, 37).

b) -Consiguiente.

El corazón del rey es como el agua del canal en mano de Yahvéh, que él dirige a donde quiere (Prov. 21, 1).

Si Yahvéh Sebaot toma una decisión, ¿quién la frustrará? Si él extiende su mano, ¿quién se la hará retirar? (Is. 14, 27).

-La Voluntad consiguiente de Dios se cumple siempre, pero no a la voluntad antecedente.

a) -La voluntad consiguiente.

...mas el plan de Yahvéh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades (Sal. 33, 11).

Yo, digo: Mis planes se realizarán y todos mis deseos llevaré a cabo (Is. 46, 10).

b) -La voluntad antecedente.

...nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-El objeto formal y primario de la voluntad de Dios es su propia bondad infinita.

Objeto formal y primario de cualquier voluntad es aquello que esa voluntad ama en primer lugar y todas las demás cosas las ama por la relación que tiene con el objeto primario.

Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 17).

Padre, quiero que donde yo esté, estén también conmigo los que tú me has dado, para que contemplen mi gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo (Jn. 17, 24).

-El objeto material y secundario de la voluntad divina lo constituyen las cosas creadas, en cuanto se refleja en ellas la bondad divina.

Todas las obras de Yahvéh tienen su fin,... (Prov. 16, 4).

Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida,... (Sab. 11, 24-26).

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca (Jn. 3, 16).

Nosotros amemos, porque Él nos amó primero (1 Jn. 4, 19).

29. La Voluntad salvífica de Dios

-Dios es el artífice de la salvación

-Quiere que todos los hombres sean semejantes a su Hijo

-Quiere que todos los hombres se salven

-Quiere que todos los pecadores se conviertan

-No se complace jamás con la condenación eterna de sus hijos

-Concede a todos los auxilios necesarios para salvarse

-Quiere que el Hijo realice la redención y que todos los hombre se aprovechen.

-Los Hombres de A. T. experimentaban las acciones del Hijo y del Espíritu Santo

-Quiere la salvación de los que mueren sin bautismo

-Predefine los actos libres de las criaturas

-Los decretos con que los predefinió sin eficaces

-Quiere y conoce el pecado pero no quiere ser él la causa

-Dios es el artífice de la transformación del mundo que el designio de la salvación trae consigo.

Te invadirá entonces el espíritu de Yahvéh, entrarás en trance con ellos y quedarás cambiado en otro hombre (1 Sam. 10, 6).

Así dice el Señor Yahvéh: «Ven, Espíritu de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que vivan.» Yo profeticé cómo se me había ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso ejército (Ez. 37, 9-10).

-Es Voluntad del Padre que todos los hombres sean en todo semejantes al Hijo.

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

-Con su Voluntad antecedente y sincera, Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la Verdad.

Esta Voluntad se cumplirá siempre si el hombre no pusiera, por su cuenta y bajo su responsabilidad, los obstáculos voluntarios que lo impiden.

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, oráculo del Señor Yahvéh. Convertíos y vivid (Ez. 18, 32).

Por mi vida, oráculo de Señor Yahvéh, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 3-4).

...el Señor...usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión (2 Pe. 3, 9).

-Dios quiere que todos los pecadores se conviertan y se conduzcan por caminos de Salvación.

Dame, hijo mío, tu corazón,

y que tus ojos hallen deleites en mis caminos (Prov. 23, 26).

Se plantea: «Supongamos que despide un marido a su mujer; ella se va de su lado y es de otro hombre: ¿podrá volver a él? ¿no será como una tierra manchada?» Pues bien, tú has fornicado con muchos compañeros, ¡Y vas a volver a mí! -oráculo de Yahvéh- (Jer. 3, 1).

Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores (Mt. 9, 13).

Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo (Apoc. 3, 20).

-Dios no se complace jamás en la condenación eterna de sus hijos.

...que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes (Sab. 1, 13).

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, oráculo del Señor Yahvéh. Convertíos y vivid (Ez. 18, 32).

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

...no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno de estos pequeños (Mt. 18, 14).

-De conformidad con su voluntad salvífica universal y por lo méritos de Cristo, Dios prepara y ofrece a todos los hombres los auxilios necesarios y suficientes para salvarse.

Yo he venido (al mundo) para que (los hombres) tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

Aclaración. Si Cristo ha venido al mundo para que todos los hombres tengan vida y la tengan en abundancia, fin de la Redención, les dará a todos los hombres las ayudas necesarias para que tengan esa misma vida.

Quien se propone conseguir un fin, es lógico y normal que pretenda poner los medios adecuados para conseguirlo.

...de vuestro Padre celestial que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos (Mt. 5, 45).

-Es Voluntad del Padre que Jesucristo realizará la obra de la Redención durante su permanencia en el mundo y que los hombres de todos los tiempos se aprovechen de sus efectos salvíficos.

Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevara a cabo su obra...» (Jn. 4, 34).

Les dijo Jesús: «...Y esta es la voluntad del que me ha enviado: que no se pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día...» (Jn. 6, 39).

-Los hombres del Antiguo Testamento experimentaban los efectos de las acciones propias del Hijo y del Espíritu Santo en la tierra.

a) -Experimentaban los efectos de las acciones del Hijo:

-Por la palabra:

En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en la tinieblas y las tinieblas no la vencieron (Jn. 1, 4).

-Por la sabiduría:

Él es la Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles,...todo fue creado por él y para él (Col. 1, 15-16).

b) -Experimentaban los efectos de las acciones del Espíritu Santo como artífice de la transformación escatológica de los hombres:

Es Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 14-17).

-Dios quiere con voluntad antecedente la salvación de todos los niños que mueren antes del bautismo.

...nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-Dios predefine todos los actos libres de las criaturas, por decreto absoluto de su voluntad, no sólo en general sino en particular, con todas las circunstancias de lugar, tiempo, etc. que los acompañan.

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos (Ef. 2, 10).

-Los decretos de Dios, por los cuales predefino los actos libres de las criaturas, son eficaces «Ab intrinseco».

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos (Ef. 2, 10).

A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,... (Ef. 3, 20).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-La Voluntad de Dios quiere y predetermina el pecado absolutamente considerado, por decreto suyo eficaz.

...a éste, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;... (Hch. 2, 23).

...se ha aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido, para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría habías determinado (Hch. 4, 27-28).

Aclaración. Dios quiere y conoce la esencia de las cosas, y por tanto del pecado, considerado en sí mismo, sin que esto suponga que él sea ni quiera ser causa del pecado ni de sus consecuencias.

30. La libertad de Dios

-Dios es libre

-Dios es absolutamente libre con libertad de ejercicio y con libertad de especificación

Libertad es la propiedad por la cual la voluntad realiza sus acciones, desprovista de influjos.

Se divide en libertad de ejercicio y libertad de especificación. Libertad de ejercicio es aquélla por la cual la voluntad se determina por realizar una acción o abstenerse de ella. Libertad de especificación es aquélla por la cual la voluntad elige una cosa u otra.

a) -Dios es libre con libertad de ejercicio.

Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza (Sal. 115, 3).

Todo cuanto agrada a Yahvéh, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

...el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad,... (Ef. 1, 11).

...por tu voluntad lo que no existía fue creado (Apoc. 4, 11).

b) -Dios es libre con libertad de especificación.

Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte (1 Cor. 1, 27).

31. Dios es Amor

-Dios es el mismo amor viviente

-Es infinitamente amoroso

-Existe una corriente de amor entre el Padre y el Hijo

-El Padre ama al Hijo

-Ama a todos los hombres

-Ama a todos los hombres desde toda la eternidad

-Con amor infinito y por su misericordia en remediar nuestra miseria

-Con amor inaudito

-El amor de Dios a los hombres subsite

-Dios es el amor mismo, viviente y sustancial.

Dios es Amor... (1 Jn. 4, 16).

-Dios es infinitamente amoroso.

a) -Su misericoridia llena toda la tierra.

...él ama la justicia y el derecho, del amor de Yahvéh está llena la tierra (Sal. 33, 5).

De tu amor, oh Yahvéh, está la tierra llena, enséñame tus preceptos (Sal. 119, 64).

b) -Se extiende a todos.

Él ve y sabe que su fin es miserable.

por eso multiplia su perdón (Si. 18, 12).

c) -Rodea a todos.

Copiosas son las penas del impío, mas al que confía en Yahvéh el amor le envuelve (Sal. 32, 10).

d) -Antecedente a todos.

Pues es Dios mi ciudadela,

el Dios de mi amor viene a mi encunetro.

Dios me hará desafiar a los que me acechan (Sal. 59, 11).

e) -Se multiplica en favor de todos.

A hombres y bestias salvas tú, Yahvéh,

Oh Dios, ¡qué precioso tu amor!

Por eso los hijos de Adán a la sombra de tus a las se cobijan (Sal. 36, 7-8).

f) -Se confirma para todos.

Porque es fuerte su amor hacia nosotros.

la lealtad de Yahvéh dura por siempre (Sal. 117, 2).

g) -Bondadoso para todos.

¡Y tú, Señor Yahvéh, haz conmigo en gracia a tu nombre,

porque tu amor es bueno, líbrame! (Sal. 109, 21).

-Existe una corriente de amor del Padre al Hijo.

Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 17).

Y vino una voz de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco» (Mc. 1, 11).

...y se oyó una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado, escuchadle» (Mc. 9, 7).

...y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazo» (Lc. 3, 22).

-El Padre ama al Hijo y pone en El todas sus complacencias.

Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 17).

...y salió de la nube una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle» (Mt. 17, 5).

Y vino una voz de los cielos: «Este es mi Hijo amado; en ti me complazco» (Mc. 1, 11).

Y se oyó una voz desde la nube: «Este es mi Hijo amado; escuchadle» (Mc. 9, 7).

...y vino una voz del cielo: «Este es mi Hijo amado; en ti me complazco» (Lc. 3, 22).

Se oyó una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi elegido; escuchadle» (Lc. 9, 35).

-Dios ama a todos los hombres.

Habeis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan para que seais hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos y pecadores (Mt. 5, 43-45).

Aclaración. «Malos» y «buenos», «justos» e «injustos», es decir, todos los hombres.

-Dios ama a los hombres desde toda la eternidad.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él que nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

Nosotros amemos, porque Él nos amó primero (1 Jn. 4, 19).

Aclaración. La prioridad de tiempo del amor de Dios antes que el nuestro, queda situada en el instante eterno en que Dios es y actúa,

-Dios ama al hombre con amor infinitivo, no por tener necesidad de Él, ni porque el hombre lo merezca, sino por su misercordia en remediar nuestra miseria.

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo -por gracia habeis sido salvados- y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús (Ef. 2, 4).

-Dios ama a los hombres con un amor inaudito, inestimable.

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que tido el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

...habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn. 13, 1).

-El amor de Dios a los hombres subsiste a pesar de la grandeza infinitiva del que ama y de la vileza de los hombres que le ofenden.

a) -Grandeza infinita del que ama.

Bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y el Señor de los señores, el único que posee la Inmortalidad,... (1 Tim. 6, 15-16).

...porque Yahvéh nuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible,... (Dt. 10, 17).

b) -vileza de los hombres que le ofenden.

¿Qué es el hombre para que tanto de él te ocupes, para que pongas en él tu corazón, para que le escrutes todas las mañanas y a cada instante le escudriñes? (Job 7, 17-18).

Si he pecado ¿qué te he hecho a ti, oh guardián de los hombres? ¿Por qué me has hecho balnco tuyo? ¿Por qué te sirvo de cuidado? (Job 7, 20).

Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo (Tim. 1, 15).

Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios (1 Cor. 15, 9).

32. Dios manifiesta su Amor

-El Amor es la expresión de la naturaleza de Dios

-A cada uno de sus hijos

-Desde toda la eternidad

-Es causa de la Redención universal

-Las pruebas del Dios a sus hijos son testimonio de su amor paternal

-Dios habla a los hombres como amigos

-Dios ha mostrado en los hombres la prueba mayor de su amor

-Entrega a su Hijo por la salvación de todos

-Los llama a la Santidad

-El Amor es la expresión de la misma naturaleza de Dios.

Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor (1 Jn. 4, 8).

Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en Él (1 Jn. 4, 16).

-Dios tiene manifiesta un amor eterno a todos y a cada uno de sus hijos.

Porque amó a tus padres y eligió a su descendencia despues de ellos,... (Dt. 4, 37).

No porque seais el más numeroso de todos los pueblos se ha ligado Yahvéh a vosotros y os ha elegido,... sino por el amor que os tiene... (Dt. 7, 7-8).

...dado que eres precioso a mis ojos, eres estimado, y yo te amo (Is. 43, 4).

Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti (Jer. 31, 3).

Cuando Israel era niño, yo le amé,... (Os. 11, 1).

Os he amado, dice Yahvéh (Mal. 1, 2).

Este es el mandamiento mío: que os amaeis los unos a los otros como yo os he amado (Jn. 15, 12).

...mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros (Rom. 5, 8).

-Dios manifiesta su amor infinito a todos los hombres, desde toda la eternidad.

Pero dice Sión: «Yahvéh me ha abandonado, el Señor me ha olvidado».

¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar, yo no te olvido (Is. 49, 14-15).

Aclaración. Estos versos resumen magnificamente el mensaje de Oseas, de Jeremías y del Deuteronomio, que afirmaban ya este amor indefectible de Yahvéh para con Israel.

En un arranque de furor te oculté mi rostro por un instante, por con amor eterno te he compadecido (Is. 54, 8).

De lejos Yahvéh se le apareció. Con amor eterno te he amado: por eso he reservado gracia para ti (Jer. 31, 3).

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor (Jn. 15, 9).

...Padre...para que...el mundo conozca que tú me has enviado y que yo les he amado a ellos como tú ma has amado a mí (Jn. 17, 23).

...y conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que os vayais llenando hasta la total Plenitud de Dios (Ef. 3, 19).

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él (1 Jn. 4, 16).

Nosotros amemos, porque Él nos amó primero (1 Jn. 4, 19).

-El amor infinito y eterno que Dios tiene a todos y cada uno de los hombres es la causa de realizar una Redención universal para todos ellos y de hacerlos hijos adoptivos suyos.

a) -Realizar una redención universal.

Porque amó Dios al mundo que le dió a su hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna (Jn. 3, 16).

...mas la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros (Rom. 5, 8).

El que no perdonó ni a su propio hijo, antes bien le entregó por todos nosotros,¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? (Rom. 8, 32).

Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos (2 Cor. 5, 15).

...Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 6).

...tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres,... (1 Tim. 4, 10).

En esto se manifestó el amor que Diosnos tiene: en que Dios envió al mundo a su hijo único para que vivamos por medio de él (1 Jn. 4, 9).

b) -Hacerlos hijos adoptivos suyos.

...recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abba, Padre! (Rom. 8, 15).

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva (Gál. 4, 4-5).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el espíritu de su hijo que clama ¡Abba, Padre! (Gál. 4, 6).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3, 1).

-Las pruebas de Dios a sus hijos son testimonio del amor paternal que les tiene.

Date cuenta, pues, de que Yahvéh tu Dios te corregía como un hombre corrige a su hijo,... (Dt. 8, 5).

No desdeñes, hijo mio, la instrucción de Yahvéh, no te dé fastidio su represión, porque Yahvéh reprende a aquel que ama, como un padre al hijo querido,... (Prov. 3, 11-12).

Hijo mio, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. Pues a quien ama el Señor, le corrige, y azota a todos los hijos que acoge (Hebr. 12, 5-6).

Yo a los que amo reprendo y corrijo (Apoc. 4, 19).

-Dios habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor.

Yahvéh hablaba con Moisés cara acara, como habla un hombre con su amigo (Ex. 33, 11).

Vosotros sois mis amigos, si haceis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer (Jn. 15, 14-15).

-Dios ha mostrado a los hombres la prueba mayor de su amor.

Y -Cristo- murió por todos para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos (2 Cor. 5, 15).

...el Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí (Gál. 2, 20).

-Dios prueba a su amor a los hombres entregando a su Hijo por la salvación de ellos.

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna (Jn. 3, 16).

En esto se manifestió el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él (1 Jn. 4, 9).

En esto consiste el amor: ...en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados (1 Jn. 4, 10).

-El amor de Dios a los hombres causa de elección y de llamamiento a la Santidad.

Revistíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, de humildad, mansedumbre, paciencia,... (Col. 3, 12).

Conocemos, hermanos queridos de Dios, vuestra elección;.. (1 Tes. 1, 4).

Nosostros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por vosotros, hermanos, amados del Señor, porque os ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad (2 Tes. 2, 13).

33. Dios ama a las criaturas

-Dios ama a todas las cosas

-Dios no ama a todas las cosas porque son buenas, sino que son buenas porque Dios las ama

-Dios ama infinitamente todas las cosas que existen y que han sido producidas por su voluntad creadora.

...bueno Yahvéh para con todos, y sus ternuras sobre todas sus obras (Sal. 145, 9).

Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues si algo odiases, no lo hubieras creado (Sab. 11, 24).

Aclaración. Dios ama a los pecadores en cuanto que son seres de la misma naturaleza que Él ha creado pero odia su defectibilidad propia, su pecado y su actitud de pecado, y esta es la interpretación del siguiente texto:

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fradulento le abomina Yahvéh (Sal. 5, 6-7).

-Dios no ama las cosas creadas porque son buenas sino que son buenas porque Dios las ama.

Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 7).

Aclaración. Todo concorde con este principio de profunda raigambre metafísica: «El amor de Dios crea e infunde la bondad en todos los seres creados.» Por tanto, Dios no quiere más a una persona porque sea más perfecta y más santa, sino que una persona es más perfecta y más santa porque es más amada por Dios.

34. Dios no odia al pecador

-Dios no odia al pecador ni al condenado

-Aborrece el pecado

-Odia a cada pecado en particular

-Su mismo amor identificado con su justificia premia al justo y desecha al pervertido

-Las muestras de amor no se agotan

-Dios no odia ni al pecador ni al condenado.

¿Acaso me complazco yo en la muerte del malvado -oráculo del Señor Yahvéh- y no más bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 23).

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva. Convertíos, convertíos vuestra mala conducta (Ez. 33, 11).

Aclaración. Hay expresiones en la Sagrada Escritura que afirman que Dios odia al pecador:

-Dios odia al violento:

Yahvéh explora al justo y al impío; su alma odia a quien ama la violencia (Sal. 11, 5).

-al idólatra.

Dios de verdad, tú detestas a los que veneran vanos ídolos (Sal. 31, 7).

-al hipócrita.

Muchas cosas detesto, mas nada como a éste, y también el Señor lo detesta (Si. 27, 24).

-a los malhechores.

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento lo abomina Yahvéh (Sal. 5, 6-7).

-a Esaú.

Sin embargo yo amé a Jacob y a Esaú le aborrecí (Mal. 1, 2-3).

Pero hay que tener en cuenta que esta forma de expresión es porque el pecador forma, en cierta manera un cuerpo con el pecado, que es lo que Dios odia realmente, pero jamás al pecador.

35. Dios odia el pecado

-Dios aborrece el pecado.

Detestas a todos los agentes del mal, pierdes a los mentirosos; al hombre sanguinario y fraudulento le abomina Yahvéh (Sal. 5, 6-7).

El temor de Yahvéh es odiar el mal. La soberbia y la arrogancia y el camino malo y la boca torcida yo aborrezco (Prov. 8, 13).

...y Dios igualmente aborrece al impío y la obra de su impiedad;... (Sab. 14, 9).

Aclaración. Dios ama a los pecadores en cuanto que son seres de la misma naturaleza que Él ha creado, pero odia su defectibilidad propia, su pecado y su actitud de pecado.

-Dios odia cada pecado en particular.

-el juramento falso.

...mal unos contra otros no mediteis en vuestro corazón, y juramento falso no ameis, porque todas estas cosas las odio yo, oráculo de Yahvéh (Zac. 8, 17).

-el repudio.

Pues yo odio el repudio, dice Yahvéh Dios de Israel (Mal. 2, 16).

-la rapiña.

Pues yo, Yahvéh, amo el derecho y aborrezco la rapiña y el crimen (Is. 61, 8).

-la hipocresía en el culto.

Yo detesto, desprecio vuestras fiestas y no gusto el olor de vuestras reuniones (Am. 5, 21).

Aclaración. Se refiere a quienes cumplen ciertos ritos de culto, y desprecian los preceptos más elementales del amor y de la justicia.

-la idolatría (de los cananeos)

Porque todo lo que es una abominación para Yahvéh, lo que detesta, lo han hecho ellos en honor de sus dioses: llegan incluso a quemar al fuego a sus hijos e hijas en honor de sus dioses (Dt. 12, 31).

-El celo atribuido a Dios es su mismo amor divino identificado con su justicia, por la cual premia al hombre justo y desecha de su compañía al hombre pervertido.

...un Dios celoso es Yahvéh tu Dios que está en medio de ti. La ira de Yahvéh tu Dios se encendería contra ti y te haría desaparecer de la haz de la tierra (Dt. 6, 15).

Has de saber, pues, que Yahvéh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos, pero que da su merecido en su propia persona a quien le odia, destruyéndole. No es remiso con quien le odia: en su propia persona le da su merecido (Dt. 7, 9-10).

Entonces Josué dijo al pueblo: «No podréis servir a Yahvéh, porque es un Dios santo, es un Dios celoso, que no perdonará ni vuestras rebeldías ni vuestros pecados. Si abandonáis a Yahvéh para servir a los dioses del extranjero, él a su vez traerá el mal sobre vosotros y acabará con vosotros, después de haberos hecho tanto bien» (Jos. 24, 19-20).

-Las muestras de amor a Dios a los hombres no se agotan a pesar de sus pecados innumerables.

¿Acaso por los siglos desechará el Señor,

no volverá a ser propicio?

¿Se ha agotado para siempre su amor?

¿Se acabó la Palabra por todas las edades?

¿Se habrá olvidado Dios de ser clemente,

o habrá cerrado de ira sus entrañas? (Sal. 77, 8-10).

Que el amor de Yahvéh no se ha acabado,

ni se ha agotado su ternura;

cada mañana se renuevan: (Lm. 3, 22-23).

¿Qué Dios hay como tú, que quite la iniquidad y pase por alto la rebeldía del Resto de tu heredad?

No mantendrá su cólera por siempre,

pues se complace en el amor;

volverá a compadecerse de nosotros,

pisoteará nuestras iniquidades.

¡Tú arrojarás al fondo del mar

todos nuestros pecados! (Miq. 7, 18-1.

36. La Misericordia de Dios

-Dios es infinitamente misericordioso

-Su Misericordia y su justicia van juntas

-No es una relajación de su justicia

-Se compadece siempre de los pecadores

-La muestra a los hombres con las acciones salvificas de Cristo

-La usa con el hombre en el grado que este confía en Él

-La muestra más a aquellos que se acercan confiadamente a Él

-La muestra más cuando perdona los pecados

-Esta prometida a los que le temen pero no a los que abusan de ella

-Concede su perdón a los que le aman y le temen

-La concede más a los que le aman, le invocan y le temen voluntariamente.

-La mostró con los hombres pecadores y su justicia rigurosa con los ángeles rebeldes

-Dios es infinitamente misericordioso.

Es una de las verdades más repetidas en la Sagrada Escritura.

...pero tú eres el Dios de los perdones, clemente y entrañable, tardo a la cólera y rico en bondad (Neh. 9, 17).

Pues tú eres, Señor, bueno indulgente, rico en amor para todos aquellos que te invocan (Sal. 86, 5).

Clemente y compasivo es Yahvéh, tardo a la cólera y lleno de amor; no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor; no nos trata según nuestro pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas (Sal. 103, 8-10).

Que el Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva en la hora de la tribulación (Si. 2, 11).

¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que a él se convierten! (Si. 17, 29).

Porque los montes se correrán y las colinas se moverán, mas mi amor de tu lado no se apartará y mi alianza de paz no se moverá -dice Yahvéh, que tiene compasión de ti (Is. 54, 10).

...volved a Yahvéh vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, tardo a la cólera, rico en amor (Joel 2, 13).

¿Qué Dios hay como tú, que quite la iniquidad y pase por alto la rebeldía del Resto de tu heredad? No mantendrá su cólera para siempre, pues se complace en el amor; volverá a compadecerse de nosotros, pisoteará nuestras iniquidades. ¡Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados! (Miq. 7, 18).

...y su misericordia alcanza de generación en generación a los que les temen (Lc. 1, 50).

Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso (Lc. 6, 36.)

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo... (Ef. 2, 4).

-La Misericordia de Dios y su justicia van siempre juntas en todas sus obras.

En las tinieblas resplandece, luz de los rectos, tierno, clemente y justo (Sal. 112, 4).

Tierno es Yahvéh y justo, compasivo nuestro Dios (Sal. 116, 5).

Aclaración. Aunque en la conversión del pecador parece que prevalece la misericordia y en la condenación del impío parece que predomina la justicia, sin embargo en una y otra resplandece siempre la misericordia.

a) -En la conversión del pecador:

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra amor (Lc. 7, 47).

b) -En la condenación del impío:

...no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas (Sal. 103, 10).

Con todos estas pruebas se ve:

-Que el que se condena es porque libremente no amó, no se arrepintió, no quiso salvarse.

-El que se salva es porque ama, porque se arrepiente, porque se vuelve a Dios, y todo ello con voluntad libre.

-Que el salvarse o condenarse no depende de una resolución inmutable de Dios, sino de la voluntad libre de la criatura que opta por lo que quiere.

- Que si opta por condenarse, Dios es justo al respetar la libertad de la criatura y es misericordioso al no castigar a la medida de sus pecados, sino menos. Si opta por salvarse, Dios es justo al darle la recompensa, y es misericordioso al perdonarle mucho porque amó mucho.

-La Misericordia no es una relajación de la justicia.

Sed más bien buenos entre vosotros, entrañables, perdonándoos mutuamente como os perdonó dios en Cristo (Ef. 4, 32).

Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; pero la misericordia se siente superior al juicio (Sant. 2, 13).

Aclaración. La misericordia no destruye a la justicia, sino que es su plenitud.

-Dios se compadece siempre de los pecadores.

...mi amor de tu lado no se apartará y mi alianza de paz no se moverá -dice Yahvéh, que tiene compasión de ti (Is. 54, 10).

Deje el malo su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Yahvéh, que tendrá compasión de él, a nuestro Dios que será grande en perdonar (Is. 55, 7).

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva (Ez. 33, 11).

Les dirás, pues: «Así dice Yahvéh Sebaot: Volveos a mí -oráculo de Yahvéh Sebaot- y yo volveré a vosotros, dice Yahvéh Sebaot (Zac. 1, 3).

Y, levantándose, partió hacia su padre. Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente (Lc. 15, 18).

-Dios muestra su misericordia a los hombres con motivo de las acciones salvíficas de Jesucristo.

Bendito sea el Dios y el Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,... (1 Pe. 1, 3-4).

-Dios usa de su misericordia con el hombre en el grado en que este confia en él.

Sea tu amor, Yahvéh, sobre nosotros,

como está en ti nuestra esperanza (Sal. 33, 22).

Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis (Mc. 11, 24).

...para presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de Él; con tal que permanezcáis sólidamente cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oísteis,... (Col. 1, 23).

-Dios muestra su misericordia mucho más a aquéllos que se acercan confiadamente a Él.

Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para ser socorridos en el tiempo oportuno (Hebr. 4, 16).

-La Misericordia de Dios se muestra más al hombre cuando le perdona sus pecados.

Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres, él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación de Espíritu Santo (Tit. 3, 4-5).

-La Misericordia de Dios está prometida a los que le temen y dejan de ofenderle con esperanzas de perdón; pero no a los que se fían de ella para seguir ofendiéndole.

Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen; (Sal. 103, 11).

Cual la ternura de un padre para con sus hijos, así de tierno es Yahvéh para quienes le temen;... (Sal. 103, 13).

Mas el amor de Yahvéh desde siempre hasta siempre para los que le temen,... (Sal. 103, 17).

...y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen (Lc. 1, 50).

-Dios concede su perdón a los que le aman y le temen.

Los ojos de Yahvéh están sobre quienes le temen, sobre aquéllos que esperan en su amor,... (Sal. 33, 18).

-La misericordia infinita de Dios tiene una aplicación más perfecta y eficaz sobre aquellos hombres que voluntaria y libremente le invocan, vuelven a Él y le temen.

Pues tú eres, Señor, bueno, indulgente, rico en amor para todos aquellos que te invocan (Sal. 85, 5).

Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen (Sal. 102, 12).

Mas el amor de Yahvéh desde siempre hasta siempre para los que le temen (Sal. 103, 17).

¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que a él se convierten! (Si. 17, 28).

Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

(Del cántico Magnificat de la Virgen María) (Lc. 1, 50).

-Dios determinó mostrar su misericordia con los hombres pecadores y su justicia rigurosa contra los ángeles rebeldes.

a) -Su misericordia con los hombres pecadores.

Te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan (Sab. 11, 23).

...ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos (Hch. 17, 31).

O ¿desprecias, tal vez, sus riquezas de bondad, de paciencia, y de longanimidad, sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa hacia la conversión? (Rom. 2, 4).

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe, para mostrar su justicia, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente, en el tiempo de la paciencia de Dios;... (Rom. 3, 23-26).

Pues Dios encerró a todos los hombres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia (Rom. 11, 32).

Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres, él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo,... (Tit. 3, 4-6).

b) -Su justicia rigurosa para con los ángeles rebeldes.

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

37. Dios es omnipotente

-Dios es omnipotente

-Tiene en grado infinito una potencia activa para obrar

-Todo lo que promete, sucede

-Muestra su poder sobre toda la naturaleza

-Dios es omnipotente.

Omnipotencia es la potestad de hacer todas aquellas cosas que son posibles intrínseca y absolutamente.

Por tanto, Dios no puede cambiar la esencia de las cosas p.e. hacer que un círculo sea a la vez un cuadrado, no puede hacer que una cosa suceda y no suceda al mismo tiempo o que las cosas pasadas no hayan sucedido, porque sus atributos se contradirían y Dios es absolutamente perfecto.

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial (Mt. 5, 48).

Sé que eres todopoderoso:

ningún proyecto te es irrealizable (Job 42, 2).

Todo cuanto agrada a Yahvéh,

lo hace en el cielo y en la tierra,

en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes,... (Sab. 11, 23).

He aquí que tu hiciste los cielos y la tierra

con tu gran poder y tenso brazo;... (Jer. 32, 17).

Jesus, mirándoles fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todos es posible» (Mt. 19, 26).

...porque ninguna cosa es imosible para Dios (Lc. 1, 37).

-Dios tiene en grado infinito una potencia activa para realizar obras «Ad extra».

Hay dos clases de potencia:

-Activa, es la que puede realizar algo como efecto suyo. Ej. El pintor tiene potencia para pintar un cuadro.

-Pasiva, es la capacidad de recibir algo por influencia de otro ser.

La activa es un perfección que como tal existe en Dios en grado infinito. La pasiva supone receptividad, carencia de algo y por tanto, no existe en Dios.

Y Job respondió a Yahvéh: Sé que eres todopoderoso, ningún proyecto te es irrealizable (Job 42, 1-2).

Todo cuanto agrada a Yahvéh lo hace en el cielo y en la tierra en los mares y en todos los abismos (Sal. 134, 6).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes (Sab. 11, 23).

...porque ninguna cosa es imposible para Dios (Lc. 1, 37).

Aclaración. En todos los agentes se observa que cuando más participan de la forma con que obran, mayor es su potencia para obrar.

Ej. Cuanto más caliente está un cuerpo, tanto mayor poder tiene para calentar y lo tendría infinito, si infinito fuese su calor.

-Todo cuanto Dios promete, acaba por suceder.

Los de antes ya ha llegado, y anuncio cosas nuevas; antes que se produzcan os la hago saber (Is. 42, 9).

Yo anuncié desde hace tiempo las cosas pasadas, salieron de mi boca y las di a conocer; de pronto, las hice y se cumplieron (Is. 48, 3).

Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié (Is. 55, 10-11).

-Dios muestra la soberanía de su poder sobre los elementos de la naturaleza.

...tú que afirmas los montes con tu fuerza, de potencia ceñido, y acallas el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas (Sal. 65, 7-8).

Tú domeñas el orgullo del mar, cuando sus olas se encrespan las reprimes;... (Sal. 89, 10).

38. Dios tiene una Providencia sobre todas las cosas

-Providencia general

-Sobre sus hijos

-Sobre las criaturas irracionales

-Sobre las plantas

-Sobre los elementos naturales

-Sobre los hechos históricos

-Sobre las cosas pequeñas

-Sobre aquellos a quienes dijó en manos de su propio albedrío

-Sobre los justos que le aman y sobre los impíos que le desprecian

-Dios tiene un providencia perfectísima sobre todas las cosas.

Nociones afines que no son exactamente la providencia:

a) -Prudencia, que abarca más número de actos y la providencia es su parte principal.

b) -Gobernación divina, que existe desde la cración del mundo, mientras que la providencia existe ab aeterno.

c) -Predestinación, que afecta sólamente a las critaruas elevadas al orden sobrenatural, mientras que la providencia abarca a todas las criaturas.

d) -Ley eterna y ley natural que son normas supremas de la providencia.

e) -Arte divino que es una virtud intelectual, no moral y la providencia incluye y supone todas las virtudes morales.

f) -La ciencia práctica de Dios que abarca los medios y el fin, mientras que la providencia incluye sólamente los medios para alcanzar el fin.

g) -El Hado divino que es la ejecución inexorable de la providencia, mientras que ésta es la razón o idea del mismo.

Providencia es el acto del entendimiento y de la voluntad de Dios, por el cual él ordenó «ab aeterno» y dirige en el tiempo las cosas creadas por los medios más aptos para conseguir, no sólo sus fines particulares, sino sobre todo su fin último que es Dios.

...al pequeño como al grande él mismo los hizo y de todos tiene igual cuidado,... (Sab. 6, 7).

...confiadle todas vuestras preocupaciones, pues él cuida de vosotros (1 Pe. 5, 7).

--Providencia general.

Se despliega vigorosamente de un confín al otro del mundo y gobierna de excelente manera todo el universo (Sab. 8, 1).

Pero tú todo lo dispusiste con medida, número y peso (Sab. 11, 20).

No, fuera de ti no hay un Dios que de todas las cosas cuide (Sab. 12, 13).

-Providencia sobre sus hijos.

Pues sus ojos vigilan los caminos del hombre, todos sus pasos observa (Job 34. 21).

El corazón del rey es como el agua del canal en mano de Yahvéh, que él dirige donde quiere (Prov. 21, 1).

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados (Mt. 10, 30).

...confiadle todas vuesteras preocupaciones, pues él cuida de vosotros (1 Pe. 5, 7).

-Providencia sobre las criaturas irracionales.

¿Quién prepara su previsión al cuervo, cuando sus crías gritan hacia Dios, cuando se estiran faltos de comidas? (Job 38, 41).

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta (Mt. 6, 26).

¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre (Mt. 10, 29).

-Providencia sobre las plantas.

...el que hace germinar en los montes la hierba y las plantas para uso del hombre (Sal. 147, 8).

Aprended de los lirios del campo, como crecen; no se fatigan ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria, se pudo vestir como uno de ellos (Mt. 6, 28-29).

-Providencia sobre los elementos naturales.

El que cubre de nubes los cielos, el que lluvia a la tierra le prepara... (Sal. 147, 8).

-Providencia sobre los hechos históricos.

Tú hiciste las cosas pasadas, las de ahora y las venideras, que has pensado el presente y el futuro, y sólo sucede lo que tú dispones, y tus designios se presentan y te dicen: «¡Aquí estamos!» (Jud. 9, 5-6).

-Providencia sobre las cosas pequeñas, de modo general y sobre cada una de ellas en particular.

a) -Sobre las aves del cielo:

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta (Mt. 6, 26).

b) -Sobre los lirios del campo:

Aprended de los lirios del campo, como crecen; no se fatigan ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria, se pudo vestir como uno de ellos (Mt. 6, 28-29).

c) -Sobre los cabellos de nuestra cabeza:

En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados (Mt. 10, 30).

d) -Sobre los elementos de la atmósfera:

El que cubre de nubes de los cielos, el que prepara lluvia a la tierra... (Sal. 147, 8).

e) -Sobre los pastos de los ganados:

...el que hace germinar en los nombres la hierba y las plantas para uso del hombre, el que dispensa al ganado su sustento... (Sal. 147, 8-9).

-Providencia sobre aquellos a quienes el mismo Dios dejó en manos de su propio albedrío.

Él fue quien al principio hizo al hombre y le dejó en manos de su propio albedrío (Si. 15, 14).

Aclaración. El libre albedrío del hombre está sujeto a la providencia de Dios como la causa particular está contenida en la universal.

--Dios tiene una providencia más especial sobre los justos que le aman que sobre los impíos que le desprecían y olvidan.

...en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman (Rom. 8, 28).

39. La Providencia provee el bien

-De todos los hombres

-De modos muy diversos

-De todas las cosas creadas

-De las acciones libres de los hombres

-De que sus hijos adopten el estado de vida según su voluntad divina

-Dios vela continuamente por el bien de todos los hombres.

Jesús, tomando la palabra, les enseñaba diciendo: ...«Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;...» (Mt. 6, 14).

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará (Mt. 6,18).

Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? (Mt. 6, 26).

No andéis, pues , preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber? ¿Con qué nos vamos a vestir? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; y ya sabe vuestro Padre celestial que teneis necesidad de todo eso (Mt. 6, 31).

-La Providencia de Dios provee el Bien de sus criaturas de modos muy diversos.

a) -Dándoles el ser.

Escuchadme, casa de Jacob, y todos los supervivientes de la casa de Israel los que habéis sido transportados desde el seno, llevados desde el vientre materno (Is. 46, 3).

b) -Cuidando de sus criaturas.

Y con todo yo enseñé a Efraím a caminar, tomándole en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos (Os. 11, 3).

c) -Aconsejándoles para evitarles el error.

Así dice Yahvéh, tu redentor, el Santo de Israel. Yo, Yahvéh tu Dios, te instruyo en lo que es provechoso y te marco el camino por donde debes ir (Is. 49, 17).

d) -Protegiendo en las tribulaciones.

Dios es para nosotros refugio y fortaleza, un socorro en la angustia siempre a punto (Sal. 46, 2).

e) -Consolando en las aflicciones.

Entonces...cambiaré su dueño en regocijo, y les consolaré y alegraré en su tristeza;... (Jer. 31, 13).

f) -Salvándolas de los riesgos.

Y con todo yo enseñé a Efraím a caminar, tomándose en mis brazos, mas no supieron que yo cuidaba de ellos (Os. 11, 3).

-La Providencia de Dios cuida de todas las cosas creadas, por pequeñas que sean, y no solamente en conjunto, sino en particular.

...al pequeño como al grande él mismo los hizo y de todos tiene igual ciudado... (Sab. 6, 7).

-También están sometidas a la divina providencia las acciones libres del hombre, los pecados y las cosas que parece que suceden por la casualidad.

a) -Los actos libres del hombre.

El corazón del hombre medita su camino, pero es Yahvéh quien asegura sus pasos (Prov. 16, 9).

Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahvéh se realiza (Prov. 19, 21).

De Yahvéh dependen los pasos del hombre: ¿Cómo puede el hombre comprender su camino? (Prov. 20, 24).

b) -Los pecados, para que sobrevengan mayores bienes.

Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso (Gén. 50, 20).

c) -Las cosas que parece suceden por causalidad.

Se echan las suertes en el pecho, pero la decisión viene de Yahvéh (Prov. 16, 33).

-La Providencia de Dios incluye también la llamada especial de Dios a determinadas personas para que adopten un estado o modo de vida en el que realicen su voluntad concreta sobre ellas.

«La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt. 9, 37-38).

Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con el, y para enviarlos a predicar... (Mc. 3, 13).

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles (Lc. 6, 14).

Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios por donde él había de pasar (Lc. 10, 1).

No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo e elegido a vosotros, y os he destinado a que vayáis y deis fruto, y un fruto que permanezca;... (Jn. 15, 16).

Entonces oraron así: «Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido,... (Hch. 1, 24).

Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que Aarón (Hebr. 5, 4).

40. Los Planes de Dios

-Los pensamientos de Dios se encumbran sobre los de los hombres

-Son muy distintos de los de los hombres

-No pueden ser penetrados por el hombre

-Los de los hombres sólo los puede juzgar Dios

-Los pensamientos de Dios se encumbran sobre los pensamientos de los hombres, como los cielos se elevan sobre la tierra.

Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos -oráculo de Yahvéh-. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros (Is. 55, 8-9).

-Los Planes de Dios, sus pensamientos y sus juicios son muy distintos de los de los hombres.

Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos -oráculo de Yahvéh-. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros (Is. 55, 8-9).

-La inteligencia del hombre no puede nunca penetrar totalmente los planes de Dios.

¿Quién abarcó el espíritu de Yahvéh, y como consejero suyo le enseñó? (Is. 40, 13).

¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, ¿Quién conoció el pensamiento del Señor? o ¿quién fue su consejero? o ¿quién le dio primero que tenga derecho a la recompensa? (Rom. 11, 33).

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

-Las intenciones de los hombres sólo las puede juzgar Dios.

...Dios juzgará las acciones secretas de los hombres, según mi Evangelio, por Cristo Jesús (Rom. 2, 16).

Así que no juzguéis nada antes de tiempo hasta que venga el Señor. Él iluminará los secretos de las tinieblas y pondrá de manifiesto los designios de los corazones. Entonces recibirá cada cual del Señor la alabanza que le corresponda (1 Cor. 4, 5).

41. La Predestinación

-Existencia en sí misma

-De todos los que consiguen la salvación

-Misterio oculto reservado por Dios para sí

-Los sujetos de la predestinación son dos: El sujeto activo y el sujeto pasivo

-Dios predestina a algunos antes de la previsión de sus méritos y así es totalmente gratuita

-Existe la predestinación

Predestinación es la presciencia y preparación de los beneficios de Dios, con los que certísimamente se salvan todos los que se salvan (S. Agustín).

Es el plan de la transmisión de la criatura racional al fin de la vida eterna preexistente en la mente divina (Sto. Tomás).

Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la oración del mundo (Mt. 25, 34).

No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino (Lc. 12, 32).

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también los glorificó (Rom. 8, 29-30).

Por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 4-5).

Aclaraciones:

a) -La predestinación es el efecto de la providencia especial que Dios tiene sobre las criaturas racionales elevadas al orden sobrenatural. (ángeles y hombres).

b) -Es la cuestión más difícil de toda la Teología católica. Es un misterio insondable que la inteligencia humana jamás penetrará del todo en este mundo. Sólo en el seno de la visión beatífica veremos claramente todo los que Dios ha dispuesto y ordenado maravillosamente como efecto de su amor y de su sabiduría infinitos.

c) -Dios sabe de antemano quienes se han de salvar y quienes se han de condenar, pero tal salvación o condenación no depende del conocimiento precedente de Dios, sino del buen o mal uso que haga el hombre de su libertad que es consecuencia de la inteligencia de que nos ha dotado. Dios no determina la condenación de nadie al infierno.

-Existe la predestinación de todos los que consiguen la salvación.

a) -Es certísima objetivamente.

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás (Jn. 10, 28).

b) -Es incierta subjetivamente.

Así pues, el que crea estar en pie, mire con caiga (1 Cor. 10, 12).

-La Predestinación es un misterio oculto cuyo conocimiento se lo ha reservado Dios para sí.

...sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin (Qo. 3, 11).

...fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por más que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga de saberlo, no es capaz de descubrirlo (Qo. 8, 17).

Lo que se te encomienda, eso medita, que no te es menester lo que está oculto (Si. 3, 22).

¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, ¿quién conoció el pensamiento del Señor? (Rom. 11, 33-34).

-Los sujetos de la predestinación son dos: El sujeto activo y el sujeto pasivo.

El sujeto activo es el simple acto de predestinar y el sujeto pasivo está constituido por las criaturas amadas y elegidas por Dios.

a) -Sujeto activo.

...a los que predestinó a esos también llamó... (Rom. 8, 30).

Aclaración. Se refiere a la acción de Dios de predestinar, es decir, al sujeto activo.

b) -Sujeto pasivo.

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

...ahora bien, antes de haber nacido, y cuando no habían hecho ni bien ni mal -para que se mantuviese la libertad de la elección divina, que depende no de las obras sino del que llama-... (Rom. 9, 11-12).

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,... (Ef. 1, 4-5).

Aclaración. Alude a los elegidos en él, que constituyen el sujeto pasivo.

-Dios predestina a algunos.

...y a los que predestinó a esos también los llamó;... (Rom. 8, 30).

Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

-Dios eligió a algunos y los predestino a la gloria antes de la previsión de cualquier mérito, y en virtud de esta misma elección, decreto darles la gracia y los méritos sobrenaturales que con ella contraerán.

Predestinación es la idea y el decreto de Dios de ayudar a la criatura racional a conseguir la gloria eterna.

Se trata de precisar si la predestinación a la gloria la hace Dios en vista de los méritos futuros que contraerá el predestinado con ayuda de la gracia, o si la hace antes preveer esos méritos.

La cuestión se centra en la intención de Dios, no en la ejecución.

Por lo demás, sabemos que en todos las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio. Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a esos también los llamó; y a los que predestinó, a esos también los llamó; y a los llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también los glorificó (Rom. 8, 28-30).

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser gentes santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo según el beneplácito de su voluntad (Ef. 1, 4-5).

-Dios eligió y predestinó eficazmente a algunos a la gloria, antes de ser previstos sus méritos, de modo que la predestinación en orden de la intención y preceda a los méritos con prioridad de orden, y así es totalmente gratuita.

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor, eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia,... (Ef. 1, 4-6).

Aclaración. Cualquier ordenador de las cosas intenta antes el fin que los medios, porque el fin se pretende por sí mismo y los medios en cuanto que ayudan al fin. La gloria es el fin y la gracia y los méritos son los medios.

42. La Predestinación. Necesidad

-Nadie se puede salvar sin la divina predestinación

-Nadie se puede salvar sin la divina predestinación. Necesidad.

Nada profundo entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

Aclaración. La visión beatífica, que es esencia de la vida eterna, es estrictamente sobrenatural y, por tanto, nadie puede conseguirla sin la ordenación sobrenatural de Dios, que es lo que constituye precisamente la divina predestinación.

43. La Predestinación. Ayudas

-Dios ofrece a todos los hombres las ayudas necesarias para salvarse

-La predestinación a la gracia es gratuita y nadie la puede merecer

-Es gratuita en cuanto a la intención de Dios

-Es también gratuita en su conjunto total

-Puede ser ayudada por las oraciones y méritos de los santos

-Dios ofrece las ayudas necesarias y suficientes a todos los hombres para que puedan salvarse.

a) -Dios quiere que todos los hombres se salvan.

...Dios, nuestro Salvador, quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

b) -Cristo murió por todos.

Y murió por todos... (2 Cor. 5, 15).

Aclaración. De estas dos verdades se deduce claramente que todos los hombres reciben las gracias necesarias y suficientes para salvarse. Por consiguiente, todos los hombres de hecho se salvarían, si no opusiesen resistencia voluntaria a esas gracias eficaces.

-La Predestinación a la gracia es totalmente gratuita y nadie la puede merecer.

...hago gracia a quien hago gracia y tengo misericordia con quien tengo misericordia (Ex. 33, 19).

Por tanto, no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia (Rom. 9, 16).

Y si es por gracia, ya no lo es por las obras; de otro modo la gracia no sería ya gracia (Rom. 11, 6).

¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y si lo has recibido?, ¿a qué gloriarte cual si no lo hubieras recibido? (1 Cor. 4, 7).

No es que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios (2 Cor. 3, 5).

Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios (Ef. 2, 8).

-La Predestinación es totalmente gratuita eterna e inmutable en cuanto a la intención de Dios.

Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables (Rom. 11, 29).

Y la Gloria de Israel no miente ni se arrepiente, porque no es un hombre para arrepentirse (1 Sam. 15, 29).

-La Predestinación considerada en su conjunto total es también totalmente gratuita.

Venid, benditos de mi Padre, recibir la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo (Mt. 25, 34).

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor (Ef. 1, 4).

Aclaración. La predestinación tomada en su conjunto total, incluye la gracia y la gloria.

-Aunque la predestinación es totalmente gratuita y además eterna e inmutable en el orden de la intención, puede ser ayudada por las oraciones y obras meritorias de los Santos en el orden de la ejecución.

a) -Inmutable en el orden de la intención.

Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables (Rom. 11, 29).

b) -Mutable en el orden de la ejecución.

Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así, nunca caeréis (2 Pe. 1, 10).

Aclaración. Procurad -por vuestras buenas obras-, hacer cierta vuestra vocación y elección (2 Pe. 1,10).

44. La Predestinación. Número

-Sólo Dios lo sabe

-En su conjunto y en particular

-Dios predestina a todos los que han de poseer la vida eterna

-El número de los que se salvan y de los que se condenan es un misterio oculto

-Solamente Dios sabe el número de los predestinados.

...yo conozco a los que he elegido;... (Jn. 13, 18).

El Señor conoce a los que son suyos;... (2 Tim. 2, 19).

-Dios conoce el número de los predestinados en su conjunto y en particular, que han de ser colocados en la felicidad eterna.

Y vendrán de oriente y de occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios (Lc. 13, 29).

Después miré y había un muchedumbre inmensa, que nadie podía contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos (Apoc. 7, 9).

Y también vi como un mar de cristal mezclado de fuego, y a los que habían triunfado de la Bestia y de su imagen y de la cifra de su nombre, de pie junto al mar de cristal, llevando las cítaras de Dios (Apoc. 15, 2).

-Dios predestina desde toda la eternidad a todos aquellos que han de poseer la vida eterna.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque...» (Mt. 25, 34).

Dijo -Jesús- a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vuestros el Reino...» (Lc. 12, 32).

Jesús le respondió: «...No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros,...» (Jn. 15, 16).

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también los glorificó (Rom. 8, 29-30).

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según de beneplácito de su voluntad,... (Ef. 1, 4-5).

-El número de los que se salvan y el de los que se condenan es un misterio oculto que Dios se ha reservado para sí.

Unas insinuaciones de la Sagrada Escritura defienden que son más los que se salvan y otras que son más los que se condenan.

a) -Que son más los que se salvan.

-La voluntad salvífica de Dios

...Dios nuestro salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

-La universalidad de la redención.

...Cristo Jesús, hombre también, que se entregó a sí mismo como rescate por todos (1 Tim. 2, 5-6).

-La responsabilidad subjetiva del pecado.

Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc. 23, 34).

b) -Que son más los que se condenan.

Porque muchos son llamados, más pocos escogidos (Mt. 22, 14).

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que la encuentran (Mt. 6, 13-14).

45. La Predestinación. Señales

-Existencia

-Existen ciertas «señales de predestinación», que no engendran certeza absoluta, pero si son suficientes para poder esperar confiadamente de la misericordia de Dios, el gran don de la perseverancia final.

Estas señales son:

a) -Vivir habitualmente en gracia de Dios.

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos (Rom. 8, 16-17).

...y cuanto pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada (1 Jn. 3, 22).

b) -Espíritu de oración.

Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Mt. 7, 7-8).

Y todo cuanto pidáis con fe en la oración, lo que recibiréis (Mt. 21, 22).

Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo (Jn. 14, 13).

c) -humildad.

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Jac. 4, 6).

d) -Padecimientos por Cristo.

...herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 17).

e) -Caridad para con el prójimo.

1º -En el orden material:

Haz limosna con tus bienes; y al hacerlo que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ningún pobre y Dios no apartará de ti su cara. Regula tu limosna según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad. Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas (Tob. 4, 7-10).

2º -En el orden espiritual:

Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro le convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados (Jac. 5, 19-20).

f) -Amor a Jesucristo.

Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no le echaré fuera (Jn. 6, 37).

Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

g) -Comunión frecuente.

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día (Jn. 6, 54).

Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre (Jn. 6, 51).

h) -La devoción a la Santísima Virgen.

Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de Yahvéh (Pro. 8, 35).

i) -La pureza de conciencia.

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios, y cuanto pidamos, lo recibiremos de Él (1 Jn. 3, 31).

j) - El amor a la palabra de Dios.

El que es de Dios, escucha las palabras de Dios (Jn. 8, 47).

46. La Predestinación. Causa

-Es la predestinación de Cristo

-La Predestinación de Cristo es causa ejemplar, meritoria, eficiente y final de la nuestra.

1º -Es causa ejemplar, porque es modelo o prototipo de la nuestra.

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo (Rom. 8, 29).

2º -Es causa meritoria, porque Cristo nos mereció con su pasión y muerte, todos los efectos de nuestra predestinación.

...nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo (Ef. 1, 3).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 5).

En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia (Ef. 1, 7).

3º -Es causa eficiente, porque Dios se vale de Cristo-hombre para producir en nosotros los efectos de la predestinación.

Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

4º -Es causa final, porque toda nuestra predestinación redunda en gloria y alabanza del mismo Cristo y últimamente del mismo Dios.

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza y gloria de su gracia... (Ef. 1, 5-6).

Aclaración. Que la predestinación de Cristo sea causa de la nuestra, no significa que Cristo esté subordinado a nosotros, sino al contrario, que nuestra salvación está ordenada a la Gloria de Cristo y por él a la gloria de Dios.

...todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios (1 Cor. 3, 22-23).

47. La Predestinación. Efectos

-La vocación a la gloria, y la justificación

-El pecado no es efecto pero sí la permisión del mismo

-Que los hombres fueran hijos adoptivos suyos

-Estas adopción produce: Unión entre los hombres y participación de la vida divina

-Los efectos de la predestinación son: La vocación a la gloria, la justificación, los dones sobrenaturales que son efecto de la gracia y la glorificación.

a) -La vocación a la gloria.

...y a los que predestinó a esos también los llamó;... (Rom. 8, 30).

b) -La justificación.

...y a los que predestinó a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó;... (Rom. 8, 30).

c) -Los dones sobrenaturales que son efectos de la gracia.

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia... (Rom. 3, 24).

Aclaración. La justificación trae contigo la gracia y ésta a su vez los dones espirituales.

d) -La glorificación.

...y a los que predestinó a esos también los llamó; y a los que llamó, a esos también los justificó; a los que justificó, a esos también los glorificó (Rom. 8, 30).

-El pecado no es efecto de la predestinación, pero sí es la permisión del pecado.

Por lo demás, sabemos que no todas las cosas interviene Dios para el bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio (Rom. 8, 28).

Aclaración. Dios quiere que el pecador su arrepienta de sus pecados, que se haga más humilde, mas precavido, más confiado en Dios.

-Dios ha predestinado a todos lo hombres para que fueran hijos suyos adoptivos.

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,... (Ef. 1, 5).

-La adopción divina produce: un principio de unión entre todos los hombres, la participación de la vida eterna, la unión con los bienaventurados del cielo y el derecho a la herencia del Padre.

a) -Principio de unión entre los hombres.

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

b) -La participación de la vida eterna.

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna (Tit. 3, 5-7).

c) -La unión con los bienaventurados del cielo.

Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,... (Ef. 2, 19).

d) -El derecho a la herencia del Padre.

Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos del Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 17).

48. La predestinación. Depende del hombre su salvación o condenación

-Está en poder del hombre

-Depende de su elección de cumplir o rechazar los preceptos de Dios

-La predestinación eficaz a la gloria esta en poder del hombre.

Está insinuada en los siguiente textos:

¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno sólo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigais! Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible (1 Cor. 9, 24-25).

Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación tu vuestra elección.

Obrando así, nunca caeréis... (2 Pe. 1, 10).

...orad los unos por los otros, para que seáis curados (Sant. 5, 16).

Pronto vendré; mantén con firmeza lo que tienes para que nadie te arrebate tu corona (Apoc. 3, 11).

-Dios hace depender la salvación o condenación eterna de cada uno de sus hijos de la elección personal de cumplir o rechazar los mandamientos que Dios impone al hombre como camino de salvación.

a) - Depende de la elección personal.

Si tú quieres, guardarás los mandamientos,

permanecer fiel es cosa tuya,

Él te ha puesto delante fuego y agua,

a donde quieras puedes llevar la mano.

Ante los hombres la vida está y la muerte,

lo que prefiera cada cual se le dará (Si. 15, 15).

b) - Los mandamientos camino de salvación.

Respondióle Jesús: «...Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt. 19, 17).

49. La Predestinación. Certeza

-Es cierta con certeza de presciencia

-Con certeza de causalidad

-La certeza procede del decreto eterno de Dios

-La Predestinación es cierta e infalible en sí misma con certeza de presciencia.

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen (Jn. 10, 27).

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos... (Rom. 8, 29).

El Señor conoce a los que son suyos (2 Tim. 2, 19).

-La Predestinación es cierta e infalible en sí misma con certeza de causalidad.

Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano (Jn. 10, 28).

Aclaración. yo «les» doy... se entiende a sus ovejas, a sus elegidos.

-La certeza absoluta e infalible de la divina predestinación procede del decreto absoluto y eficaz de Dios, que lo ha decretado así desde toda la eternidad.

Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. El Padre que me las ha dado, es más que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre (Jn. 10, 28-29).

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó... (Rom. 8, 29).

50. La Predestinación. Inseguridad subjetiva

-Nadie puede saber, con certeza si está o no predestinado

-Nadie puede saber con certeza infalible si está o no predestinado, sin una revelación especial de Dios.

Pues bien, a todo eso he aplicado mi corazón y todo lo he explorado, y he visto que los justos y los sabios y sus obras están en manos de Dios. Y ni de amor ni de odio saben los hombres nada; todo les resulta absurdo (Si. 9, 1).

Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1 Cor. 10, 12).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación (Fil. 2, 12).

51. La Predestinación. Eficacia

-Los decretos de Dios por los que determinó los actos libres de las criaturas son eficaces por sí

-Dios predeterminó con decreto eficaz, la entidad física del pecado considerado en ti mismo

-Dios predeterminó los actos libres de las criaturas con las circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc.

-Los decretos de Dios por los cuales predeterminó los actos libres de las criaturas, son eficaces por sí mismos.

¡Señor, Señor, Rey Omnipotente! Todo está sometido a tu poder, y no hay quien pueda resistir tu voluntad si has decidido salvar a Israel (Est. 4, 17b).

Entonces Josafat...dijo: «Yahvéh: Yahvéh Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo, y no dominas tú en todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano el poder y la fortaleza, sin que nadie pueda resistirle? (2 Crón. 20, 6).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

Aclaración. Dios mueve la voluntad de las criaturas con toda eficacia, pero con la naturaleza de la voluntad movida, ésta queda en libertad.

-Dios quiere y predeterminó «Ab aeterno» con decreto suyo eficaz, la entidad física del pecado considerado absolutamente y en sí mismo.

Entonces Pedro...les dijo: «Israelitas, escuchad estas palabras: A Jesús Nazareno,... que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos;... (Hch. 2, 22-23).

...se ha aliado Herodes y Poncio Pilato,...para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría habías predeterminado (Hch. 4, 27-28).

Aclaración. Aunque Dios sea causa de las malas acciones en cuanto a su esencia, no lo es en cuanto a la realización desordenada de las mismas, porque ésta depende del buen o mal uso que hace el hombre de su libertad.

-Dios predeterminó todos los actos libres de las criaturas, en general y en particular, con todas las circunstancias de lugar, tiempo, modo, etc.

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos (Ef. 2, 10).

52. Predestinación o Reprobación

-Dios elige para la gloria a unos con preferencia a otros

-La predestinación o la reprobación de cada hombre depende de su cooperación voluntaria y libre a la gracia de Dios

-Dios elige concretamente para la gloria a unos con preferencia a otros por un misterio que nadie puede investigar.

La razón de la predestinación de unos y la reprobación de otros se puede hallar en la misma bondad divina. Dios hizo todo por su bondad, para que estuviese aplicada y representada en todas las cosas. La bondad en sí misma es una y simple, pero está aplicada en las cosas de múltiple manera, porque éstas no tienen la simplicidad de Dios. Los hombres no tienen simplicidad ni en el ser ni en el obrar, sino que en uno y otro existe una diversísima multiplicidad. Esta radica en sus acciones morales, de su voluntad libre, que en unos es electora del bien moral y en otros del mal también moral. Es claro que la bondad de Dios no se puede aplicar igualmente a los que optan por el bien que a los que eligen libremente el mal. En unos aplica Dios su bondad a modo de premio, perdonando, recompensando y en otros la aplica a modo de justicia, castigando con el mal que ellos mismos han elegido voluntaria, advertida y libremente.

Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su cólera y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia objetos de cólera preparados para la perdición, a fin de dar a conocer la riqueza de su gloria con los objetos de misericordia que de antemano había preparado para gloria;... (Rom. 9, 22-23).

En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y plata, sino también de madera y barro; y unos son par usos nobles y otros para usos viles (2 Tim. 2, 20).

-La Predestinación o la reprobación de cada uno de los hombres depende de su cooperación voluntaria y libre a la gracia de Dios, y esta cooperación depende, a su vez, del buen o del mal uso que haga de su propia liberad.

La predestinación es el conocimiento y la preparación anticipados de los beneficios de Dios a los hombres, por los cuales beneficios, Dios sabe que se han de salvar aquellos que, por aprovecharse de ellos voluntaria y libremente, se han de salvar.

La reprobación es el conocimiento que Dios tiene de los que se van a condenar, y del desprecio y desaprovechamiento de los auxilio que les va a conceder para salvarse, a aquéllos que se van a condenar.

Ya que os he llamado y no habéis querido, he tendido mi mano y nadie ha prestado atención, habéis despreciado todos mis consejos, no habéis hecho caso de mis reprensiones (Prov. 1, 24-25).

¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo? (Is. 5, 4).

Alargué mis manos todo el día hacia un pueblo rebelde que sigue un camino equivocado en pos de sus pensamientos; pueblo que me irrita en mi propia cara de continuo... (Is. 65, 2-3).

Tu perdición, oh Israel, viene de ti mismo; y sólo de mí tu socorro. (Vulgata)(Os. 13, 9).

...el Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo conquistan (Mt. 11, 12).

Entonces se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti Getsaida! Porque si en tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se ha hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se habrían convertido...» (Mt. 11, 20-21).

Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Esforzaos por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán (Lc, 13, 23-24).

Así pues... trabajad con temor y temblor por vuestra salvación (Fil. 2, 12).

Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado... (1 Tim. 6, 12).

Por tanto, hermanos, poned el mayor empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrado así nunca caeréis. Pues así se os dará amplia entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 Pe. 1, 10-11).

Aclaración. De estos textos se deduce claramente; Que Dios concede a todos los hombres los auxilios necesarios para la salvación, que muchos no se salvan porque los menosprecian, que muchos obran voluntaria y libremente el mal en lugar del bien y, en consecuencia, se condenan, que es necesario el esfuerzo personal para salvarse, que es falso que las cosas tengan que suceder así porque Dios lo haya determinado sin la intervención libre del hombre, y que Dios ayuda al hombre a conseguir el bien con múltiples auxilios, pero el hombre queda en libertad de rechazarlos y de obrar el mal.

53. La Reprobación de los impíos

-Existencia; Dios reprueba a algunos

-Los motivos son las culpas voluntarias y libres de sus pecados mortales

-La repobración negativa de algunos hombres no consiste en excluirlos Dios de la gloria porque no se la quiera conceder, sino en permitirles el pecado, y ellos al morir rechazan impenitentes el perdón que Dios les ofrece

-Dios no reprueba a nadie antes de cometer el pecado y de prever la impenitencia final

-Dios no reprueba a nadie sino después de haber previsto su impenitencia final

-Dios reprueba a algunos.

Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles...» (Mt. 25, 41).

-Dios reprueba a aquellos hombres a quienes les permiten que no alcancen su último fin por causa de la culpa voluntaria y libre de sus pecados mortales cometidos.

Reprobación es el decreto eterno de Dios de excluir de la bienaventuranza del cielo a los hombres que mueran en pecado mortal.

Se divide en:

a) -Negativa, que es la voluntad divina de permitir el pecado y, en consecuencia, de condenar para siempre al pecador que muera impenitente.

b) -Positiva, que es la voluntad divina de condenar a un hombre, antes de haber previsto sus pecados.

La negativa sí existe, pero la positiva no, y como doctrina es herética.

¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna? (Mt. 23, 33).

Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer... (Mt. 25, 41-42).

He velado por ellos y ninguno se ha perdido salvo el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura (Jn. 17, 12).

-La Reprobación negativa de algunos hombres no consiste en que Dios los excluye de la gloria porque ésta sea un beneficio que no quiere conceder a nadie, sino que consiste en permitir el pecado a los hombres por el cual quedan separados para siempre de su amistad, de su gracia y de su gloria eterna, cuando voluntaria y libremente mueren impenitentes rechazando el perdón y la amistad que Dios les ofrece.

a) Dios no excluye voluntariamente a nadie de la gloria.

Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 3-4).

b) Dios permite que alguno caigan en culpa voluntaria, y en castigo por su culpa, queden separados de su amistad, de su gracia y de su gloria, condenados para siempre.

Entonces dirá también a los de su izquierda: Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer... (Mt. 25, 41-42).

-Es impío asegurar que Dios reprueba a algunos hombres por su sólo beneplácito y que destina al infierno antes de cometer el pecado y de preveer la impenitencia final.

Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado (Ez. 18, 22).

¿Acaso me complazo yo en la muerte del malvado -oráculo del Señor Yahvéh- y no más bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 23).

Yo no me complazco en la muerte de nadie, sea quien fuere, oráculo del Señor Yahvéh. Convertíos y vivid (Ez. 18, 32).

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que yo no me complazo en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva» (Ez. 33, 11).

...que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes; él todo lo creó para que subsistiera,... (Sab. 1, 13-14).

Te compadeces de todos porque todo lo puedes y disimulas los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado (Sab. 11, 23-24).

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces ha querido reunir a tus hijos, con una gallina reúne a sus pollos bajo las alas y no habéis querido! (Mt. 23, 37).

...sino que el Señor usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión (2 Pe. 3, 9).

Aclaración. Dios no rechaza a nadie de antemano, sino después únicamente cuando el pecador se obstina en su maldad y no quiere arrepentirse y volverse a Dios.

-Dios no reprueba a nadie sino después de haber previsto sus deméritos.

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que no me complazo en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva. Convertíos, convertíos de vuestra mala conducta. ¿Por qué vais a morir, casa de Israel?» (Ez. 33, 11).

Aclaración. El juez que es justo nunca castiga a nadie sino después de comprobar su culpa.

54. La Reprobación de los impíos. Señales

-Amor desmedido al mundo

-Vida habitual en pecado

-Negación de las verdades de fe

-Alejamiento de los sacramentos

-Soberbia

-Permanencia en pecados de impureza

-Las principales señales de reprobación son:

-Amor desmedido a los bienes de este mundo.

-Vida de pecado habitual.

-Negación o contradicción consciente de las verdades defendidas por la Iglesia Católica.

-Abandono de los sacramentos.

-La soberbia conscientemente fomentada.

-La permanencia habitual en pecados de impureza.

a) Amor desmedido a los bienes de este mundo.

Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios (Mt. 19, 24).

Aclaración. Se refiere a los ricos que hacen mal uso de sus riquezas.

b) -Vida de pecado habitual.

Se le acercó uno y le dijo: Maestro, ¿qué ha de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna? Respondióle: «...guarda los mandamientos» (Mt. 19, 16-17.)

c) -Negación o rebelión conscientes de las verdades defendidas por la Iglesia.

El que crea o sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 6, 53).

d) -Abandono de los sacramentos.

«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros» (Jn. 6, 53).

Aclaración. La disposición para tomar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, presupone la disposición de haber recibido los otros sacramentos según los diversos momentos y necesidades de la vida de cada uno.

e) -La soberbia fomentada conscientemente.

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Sant. 4, 6).

f) -La permanencia habitual en pecados de impureza.

Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos,iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no herederán el Reino de Dios (Gál. 5, 19-21).

Aclaración. Se entienden estas señales de reprobación, cuando se muestran en aquellos hombres que viven en la obstinación de su actitud de pecado.

55. La Reprobación de los impíos. Propiedades

-De parte de Dios certísima y de parte del hombre incierta

-Las propiedades de la reprobación son dos: por parte de Dios, certísima e infalible; por parte del hombre, incierta.

a) -Por parte de Dios, certísima e infalible.

Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno (Dan. 12, 2).

Apartados de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).

...y el que no se hallo inscrito en el libro de la vida fue arojado al lago de fuego (Apoc. 20, 15).

b) Por parte del hombre, incierta.

Así pues, queridos míos,...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación (Fil. 2, 12).

Aclaraciones. La reprobación certísima por parte de Dios, es la negativa; jamás la positiva.

«Temor y Temblor» a causa de la propia debilidad, de caer en el pecado, de perder la fe, etc., pero no porque Dios quiera condenarme, porque Dios quiere la salvación de todos.

...nuestro Salvador quiere que todos los hombres se salven (1 Tim. 2, 3-4).

56. El Libro de la Vida

-Coincide con la predestinación

-Contiene los nombres de los predestinados

-Unos «simpliciter» y otros «secundum quid»

-El Libro de la vida mencionado en la Sagrada Escritura, coincide con la predestinación divina.

En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos aquellos que se encuentren inscritos en el Libro (Dan. 12, 1).

...lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores mío, cuyos nombres están en el libro de la vida (Fil. 4, 2).

El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borrará su nombre del libro del a vida, sino que me declararé por él delante de mi Padre y de sus Ángeles (Apoc. 3, 5).

Y la adorarán todos los habitantes de la tierra cuyo nombre no está inscrito, desde la creación del mundo, en el libro del a vida el Cordero degollado (Apoc. 13, 8).

Los habitantes de la tierra, cuyo nombre ni fue inscrito desde la creación de mundo en el libro de la vida, se maravillarán al ver que la Bestia era y ya no es, pero reaparecerá (Apoc. 17, 8).

...y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lado del fuego (Apoc. 20, 15).

Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

Aclaración. el Libro de la vida es una expresión metafórica fundada en la semejanza con la costumbre de los hombres de inscribir en un libro los nombres de los que son elegidos para alguna cosa, p.e. los soldados.

De modo parecido, sabemos que todos los predestinados son elegidos por Dios para que posean la vida eterna, y esa misma elección recibe el nombre de Libro de la Vida.

El libro de la vida se refiere a la predestinación a la gloria, no a la predestinación a la gracia.

Los réprobos no están inscritos en él.

-El Libro de la vida contiene los nombres de los predestinados.

Yahvéh respondió a Moisés: «Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro» (Ex. 32, 33).

Culpa añade a su culpa,

no tengan más acceso a tu justicia;

sean borrados del libro de la vida,

no sean inscritos con los justos (Sal. 69, 28-29).

Mis acciones tus ojos las veían,

todas ellas estaban en tu libro;... (Sal. 139, 16).

A los restantes de Sión y a los supervivientes de Jerusalén, se les llamará santos y serán inscritos para la vida en Jerusalén (Is. 4, 3).

En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos aquellos que se encuentren escritos en el Libro (Dan. 12, 1).

Él les dijo: «...alegraos de que vuestros nombres estén escritos en los cielos» (Lc. 10, 20).

...y los muertos fueron juzgados según los escrito en los libros, conforme a sus obras (Apoc. 20, 12).

-Los hombres pueden estar inscritos en el Libro de la vida «simpliciter» y «secundum quid».

a) -Están inscritos «simpliciter» aquellos que Dios conoce de antemano que se han de salvar.

En aquel tiempo se salvará tu pueblo: todos aquellos que se encuentren inscritos en el Libro (Dan. 12, 1).

El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida,... (Apoc. 3, 5).

b) -Están inscritos «secundum quid» aquellos que pueden ser borrados del mismo si pierden el derecho a la gloria por el pecado.

Yahvéh respondió a Moisés: «Al que peque contra mí, le borraré yo de mi libro» (Ex. 32, 33).

...sean borrados del libro de la vida, no sean inscritos con los justos (Sal. 69, 29).

Aclaración. el fundamento solido del libro de la vida está en que Dios conoce de antemano a los que se han de salvar.

...el sólido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello: El Señor conoce a los que son suyos;... (2 Tim. 2, 19).

Addenda

57. La Manifestación de Dios a los hombres

-Dios se aparecía en forma visible de Ángel

-Cuando Dios se aparecía a los hombres, lo hacía en forma visible de Ángel.

Así consta en los textos más antiguos del Antiguo Testamento.

La encontró el Ángel de Yahvéh junto a un fuente de agua en el desierto -la fuente que hay en el camino de Sur- y dijo: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Contestó ella: «Voy huyendo de la presencia de mi señora Saray.» «Vuelve a tu señora, le dijo el Ángel de Yahvéh y sométete a ella.» Y dijo el Ángel de Yahvéh: «Multiplicaré de tal modo tu descendencia, que por su gran multitud no podrá contarse.» Y díjole el Ángel de Yahvéh: «Mira que han concebido, y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque Yahvéh ha oído tu aflicción...» Dijo Agar a Yahvéh, que le había hablado,... (Gén. 16, 7-14).

Entonces le llamó el Ángel de Yahvéh desde los cielos diciendo «¡Abraham, Abraham!» Él dijo: «Heme aquí.» Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único» (Gén. 22, 11).

Oyó Dios la voz del chico, y el Ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: «Qué te pasa, Agar?» No temas, porque Dios ha oído la vez del chico en donde está (Gén. 21, 17).

El Ángel de Yahvéh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: Por mí mismo juro, oráculo de Yahvéh, que por haber hecho esto, por no haberme negado a tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia... (Gén. 22, 15-17).

Y mi dijo el Ángel de Dios en aquel sueño: «¡Jacob!» yo respondí: «Aquí estoy.» Y dijo: «...Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una estela y donde me hiciste aquel voto...» (Gén. 31, 11-13).

El Ángel de Yahvéh se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de un zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que no se consumía. Dijo, pues, Moisés: «Voy a contemplar este extraño caso: Por qué no se consume la zarza.»

Cuando vio Yahvéh que Moisés se acercaba para mirar, le llamó de en medio de la zarza, diciendo: «¡Moisés, Moisés!»... (Ex. 3, 2-4).

Se puso en marcha el Ángel de Yahvéh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia...Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahvéh hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar,... (Ex. 14, 19).

El Ángel de Yahvéh subió de Guigal a Betel donde la casa de Israel y dijo: «...y yo os saqué de Egipto y os introduje en la tierra que había prometido a vuestro padres...» (Juec. 2, 1).



58. La Visión de Dios

-Existen las visiones de Dios imaginarias o intelectuales

-El hombre no puede ver a Dios con sus ojos corporales

-No puede comprenderlo con su entendimiento

-La visión intuitiva de Dios es absolutamente sobrenatural

-Puede conocer su naturaleza con su razón de modo abstractivo

-No puede ver la esencia de Dios con su capacidad natural

-Sí le puede ver con la luz de Dios

-Necesita el «Lumen gloriae» para ver a Dios

-Nunca puede descubrir la grandeza de la obra de Dios

-Las visiones de Dios imaginarias o intelectuales existen en este mundo.

a) -Las imaginarias.

Volvió a tener otro sueño y se lo contó a sus hermanos. Díjoles: «Resulta...» (Gn. 37, 9).

b) -Las intelectuales.

Y sé que este hombre fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar (2 Cor. 12, 3-4).

-El hombre no puede ver a Dios con su sentido corporal de la vista.

Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo» (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jamás (Jn. 1, 18).

...el Rey de los reyes y el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

-El entendimiento humano no puede comprender a Dios.

...el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver ( 1 Tim. 6, 16).

-La visión intuitiva de Dios es absolutamente sobrenatural.

...el único que posee la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver... (1 Tim. 6, 16).

-El hombre puede conocer la naturaleza de Dios en esta vida, por su razón natural; no de modo intuitivo, sino abstractivo.

Conocimiento intuitivo es el adquirido directamente y abstractivo el obtenido por especies.

Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables;... (Rom. 1, 20).

-El entendimiento del hombre no puede ver la esencia de Dios en esta vida mortal, con su sola capacidad natural.

Y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo» (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jamás (Jn. 1, 18).

Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos (1 Tim. 1, 17).

...el Rey de los reyes y el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto nunca ningún ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

-El entendimiento creado puede ver a Dios con su propia capacidad natural ayudada por la luz de Dios.

...porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos (Mt. 18, 10).

Ahora vemos en un espejo confusamente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conoceré como soy conocido (1 Cor. 13, 12).

Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejante a Él, porque Le veremos tal cual es (1 Jn. 3, 2).

-El entendimiento creado necesita el «Lumen gloriae» para ver a Dios.

El «lumen gloriae» es una virtud sobrenatural infundida en el entendimiento creado, con la cual se le hace posible la visión de Dios...

...en ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz (Sal. 36, 10).

Ya no habrá noche; no tiene necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos (Apoc. 22, 5).

-El hombre nunca puede descubrir toda la grandeza de la obra de Dios.

Ciencia es misteriosa para mí, harto alta, no la puedo alcanzar (Sal. 139, 6).

¡Cuán arduos me son, Oh Dios, tus pensamientos, qué incontable su suma! (Sal. 139, 17).

Él ha hecho todas las cosas apropiadas a su tiempo; también ha puesto el afán en sus corazones, sin que el hombre llegue a descubrir la obra que Dios ha hecho de principio a fin (Qo. 3, 11).

Fui viendo que el ser humano no puede descubrir todas las obras de Dios, las obras que se realizan bajo el sol. Por más que se afane el hombre en buscar, nada descubre, y el mismo sabio, aunque diga saberlo, no es capaz de descubrirlo (Qo. 8, 17).

Como no sabes cómo viene el espíritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, así tampoco sabes la obra de Dios que todo lo hace (Qo. 11, 5).

59. Dios es incomprensible

-Dios es incomprensible

-El hombre no puede explicar los misterios de Dios con su propia razón

-Dios es incomprensible

Incomprensible significa que no podemos entender de Dios sino algunas cosas de él, algo así como no podemos ver más que una parte del mar con nuestra vista.

y añadió: «Pero mi rostro no podrás verlo; porque no puede verme el hombre y seguir viviendo» (Ex. 33, 20).

A Dios nadie le ha visto jamás (Jn. 1, 18).

...el Rey de reyes y el Señor de los señores, el único que posee Inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni le puede ver (1 Tim. 6, 15-16).

Aclaración. Si nuestra vista no es capaz de ver a Dios, cuanto menos no será nuestro entendimiento capaz de comprenderle.

-Los Misterios de Dios son insondables y el hombre no puede explicarlos con la propia luz natural de su razón.

Misterio es toda verdad oculta en Dios, inaccesible a la razón humana y que debe ser objeto de fe.

Ciencia es misteriosa para mí, harto alta, no la puedo alcanzar (Sal. 139, 6).

¿Quién abarcó el espíritu de Yahvéh, y como consejero suyo le enseñó? (Is. 40, 13).

¡Oh hombre! Pero ¿quién eres tú para pedir cuentas a Dios? ¿Acaso la pieza de barro dirá a quién la modeló: por qué me hiciste así? (Rom. 9, 20).

¡Oh abismo de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! En efecto, ¿quién conoció el pensamiento del Señor? O ¿Quién fue su consejero? (Rom. 11, 33-34).

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el espíritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

60. La Bendición de Dios

-Profetizada en el A. T.

-Ha bendecido a los hombres desde toda la eternidad

-La bendición de Dios sobre todas las naciones de la tierra, en Abraham y en su descendencia, fue profetizada en el Antiguo Testamento.

Yahvéh dijo a Abraham. «...Bendecirá a quienes te bendigan y maldecirá a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra (Gén. 12, 3).

Yahvéh se había dicho: «¿Voy a encubrir a Abrahám lo que voy a hacer, siendo así que Abrahám ha de convertirse en una nación grande y poderosa, y que en él van a ser benditas todas las naciones de la tierra? (Gén. 18, 17-18).

Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz» (Gén. 22, 18).

Y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de que Abrahám me obedeció a guardó mis observancias, mis mandamientos,... (Gén. 26, 4-5).

...y por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra, y por tu descendencia (Gén. 28, 14).

-Dios ha bendecido a los hombres con toda la clase de bendiciones espirituales desde toda la eternidad.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;... (Ef. 1, 3).

Aclaración. Estas bendiciones son:

a) -El llamamiento de los elegidos a la vida bienaventurada.

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor;... (Ef. 1, 4).

b) -El modo elegido para esta santidad, que es el de la filiación divina.

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo,... (Ef. 1, 5).

c) -La obra de la redención por la cruz de Cristo.

En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia (Ef. 1, 7).

d) -La revelación del «Misterio».

...dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza,... (Ef. 1, 9).

e) -La elección de Israel, «herencia», «porción de Dios», como testigo en el mundo de la espera mesiánica.

A él, por quien entramos en herecia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria,... (Ef. 1, 11).

f) -El llamamiento de los gentiles a participar en la salvación reservada a Israel en otro tiempo.

En él también vosotros, tras haber oído la palabra de la verdad, la Buena Nueva de vuestra salvación, y creido también en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, que es prenda de nuestra herencia (Ef. 1, 13).

61. El temor de Dios

-El hombre debe tener temor a Dios

-Es principio de sabiduría

-Temor servil se aquel por el cual el hombre teme a los castigos de Dios

-Temor reverencial es el de la fragilidad propia

-El temor de merecer los males eternos es saludable

-El hombre debe tener un temor Santo a Dios.

Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahvéh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que el ames, que le sirvas... (Dt. 10, 12).

Teme, hijo mío, a Yahvéh y al rey,

no te levante contra ninguno de los dos,

porque al instante se alzará el estrago,

y ¿quién sabe el castigo que pueden ambos dar? (Prov. 24, 21-22).

Honrad a todos, amad a los hermnanos, temed a Dios, honrad al rey (1 Pe. 2, 17).

-El temor de Dios es principio de sabiduría y de felicidad.

Principio del saber, el temor de Yahvéh; muy cuerdos todos los que lo practican (Sal. 111, 10).

El temor de Yahvéh es el principio de la ciencia (Prov. 1, 7).

Comienzo de la sabiduría es el temor de Yahvéh, y la ciencia del Santo es inteligencia (Prov. 9, 10).

El temor del Señor recrea el corazón,

da contento y regocijo y largos días.

Para el que teme al Señor, todo irá bien al fin,

en el día de su muerte se le bendecirá.

Principio de sabiduría es temer al Señor,... (Si. 1, 12-14).

Plenitud de la sabiduría es temer al Señor,... (Si. 1, 16).

Corona de la sabiduría el temor del Señor,... (Si. 1, 18).

Raíz de la sabiduría es temer al Señor,

sus ramas, los largos días (Si. 1, 20).

Aclaración. El «temor del Señor» no designa ya, el terror ante su poder ni el miedo al castigo, sino el temor a las consecuencias que se derivarían de los pecados cometidos libre, responsable y adverti-damente.

-El termor servil es aquel por el cual el hombre teme a los castigos de Dios.

Teme, hijo mío, a Yahvéh y al rey,

no te levantes contra ninguno de los dos,

porque al instante se alzará el estrago,

y ¿quién sabe el castigo que pueden ambos dar? (Prov. 24, 21-22).

-El temor reverencial es el producto al descubrir la propia fragilidad comparada con la grandeza, estabilidad y necesidad de Dios.

Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.» Pues el asombro se había apoderado de él...Jesús dijo a Simón: «No temas, desde ahora serás pescador de hombres» (Lc. 5, 8-10).

-Es saludable el temor de merecer los males eternos.

Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquél que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna (Mt. 10, 289).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación... (Fil. 2, 12).