fundación GRATIS DATE

Gratis lo recibisteis, dadlo gratis

Otros formatos de texto

epub
mobi
pdf
zip

Descarga Gratis en distintos formatos

Introducción

Juan Bautista Scaramelli, S. J.

Juan Bautista Scaramelli nació en Roma en 1687. Y habiendo concluido sus estudios filosóficos, entró a los diecinueve años en el noviciado de la Compañía de Jesús (1706). Allí permaneció un año y recibió de superiores y directores de conciencia los fundamentos de su formación religiosa y espiritual. Durante cinco años fue profesor de letras en los colegios de Ragusa y Loreto (1709-1714), y una vez cursados los estudios teológicos, fue ordenado sacerdote (1717), y realizó su tercer año de noviciado. Enseñó luego filosofía en el colegio de Macerata, en donde hizo su profesión solemne (1721).

Es en 1722 cuando inicia su vida de predicador. Destinado por sus superiores a las misiones populares, pasó en ese ministerio toda su vida, entregándose totalmente a la predicación de la Buena Nueva y a la dirección espiritual en beneficio de las almas.

Como misionero popular, Scaramelli utiliza el método del jesuita Pablo Segneri, el mayor (+1694): predicaciones en las plazas, procesiones penitenciales, largas horas en el confesionario, comuniones generales, etc. En Cuaresma y verano da ejercicios espirituales a sacerdotes y religiosos. Su empeño generoso por la salvación de las almas y su entrega al servicio de la Iglesia hizo que en breve su fama se extendiese por toda Italia. Finalmente, después de muchos trabajos apostólicos, murió súbitamente en Macerata, en 1752, a los sesenta y cinco años de edad.

Sus escritos

Los escritos de Scaramelli constituyen una aportación bastante considerable a la historia de la espiritualidad, si bien no es en ellos realmente original, ya que siempre se inspira en los Santos Padres, y principalmente en Santo Tomás de Aquino. En todo caso, es notable el modo con que presenta la doctrina espiritual, siempre con arte, método y orden admirables. Y es notable también el amplio uso que se ha hecho de sus escritos, de sus Directorios especialmente, hasta nuestro tiempo.

Las cuatro obras que nos quedan de él son fruto de su vida de estudio, de misionero y de director espiritual. La Vita de Suor Maria Crocifissa Satellico (1750) ensalza sobre todo el valor de las mortificaciones. Discernimento degli spiriti (1753) presta su ayuda a toda clase de personas, pero especialmente a los directores espirituales. En Dottrina di S. Giovanni della Croce (1760) resume las obras principales del gran doctor místico. Scaramelli, sin embargo, es conocido sobre todo por sus Directorios: el Direttorio ascetico in cui s’insegna il modo di condurre le anime per le vie ordinarie della grazia alla perfezione cristiana (1753) y por el Direttorio mistico indirizzato ai direttori di quelle anime che Iddio conduce per la via della contemplazione (1754).

Los Directorios

Scaramelli realiza en sus Directorios una síntesis de lo que un siglo antes el jesuita Diego Alvarez de Paz (+1620) había expuesto en obras de numerosos volúmenes.

El Directorio ascético, del que hacemos resumen en la presente obra, llegó a ser un libro muy usado, divulgado en más de veinte ediciones italianas, otras tantas francesas y en varias más de diferentes lenguas. El autor describe en esta obra el itinerario de la perfección, siguiendo el esquema tradicional de las tres vías o fases: purificativa, iluminativa y unitiva -incipientes, adelantados, perfectos-; y enseña al mismo tiempo el modo de conducir las almas hacia la perfección cristiana por las vías ordinarias de la gracia.

Divide este libro en cuatro tratados: 1º, Medios generales de perfección. 2º, Obstáculos para adquirirla. 3º, Disposiciones próximas a la perfección (virtudes morales). 4º, Perfección esencial del cristiano (virtudes teologales).

Normalmente los autores, como Santo Tomás (STh II-II), suelen tratar primero de las virtudes teologales, que fundamentan toda la vida espiritual, y después de las morales. Scaramelli sigue, en una opción discutible, un orden inverso, quizá ateniéndose a que «el fin del Evangelio es la caridad de un corazón puro, de una conciencia buena y de una fe sincera» (1Tim 1,5). O siguiendo tal vez a San Pedro, quien, después de exponer una cadena preciosa de virtudes morales, termina diciendo: «si éstas tenéis, y en ellas abundáis, no os dejarán ellas ociosos ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo» (2Pe 1,5-8).

En el Directorio místico presenta Scaramelli un camino espiritual de aquellos a quienes Dios conduce por la vía de la contemplación. Da naciones básicas de teología y psicología, útiles para comprender las experiencias místicas y su doctrina; trata de la contemplación en general, describe su desarrollo en doce grados, y explica la purificación pasiva de los sentidos y del espíritu.

Acerca de la condición ordinaria o extraordinaria de la vida mística, cf. A. Royo Marín, Teología de la perfección cristiana, BAC 114, 19946 n.186-188; J. Rivera - J. M. Iraburu, Síntesis de espiritualidad católica, Fund. GRATIS DATE, Pamplona 19944, 176-183.

Situación histórica

En la época de Scaramelli, como es sabido, tiene gran fuerza el iluminismo, movimiento ideológico de visión deísta, que rechaza todo lo referente a un orden sobrenatural. Intenta, pues, un nuevo modo de ver y de valorar las cosas, opuesto a la forma tradicional. Esta corriente cultural, que se extiende en toda Europa desde el último decenio del siglo XVII hasta el comienzo del XIX, sostiene que los únicos principios válidos son aquellos que se fundamentan en la razón (+E. Pacho, La espiritualidad de la Ilustración y Literatura espiritual del Barroco y de la Ilustración, en AA.VV., Historia de la espiritualidad, v. II, Flors, Barcelona 1969).

De hecho, este fenómeno, como era de esperar, tiene nefastas consecuencias en la sociedad cristiana de la época. La fe del pueblo se ve completamente arrasada, pues antes del siglo XVII nunca se había producido de modo semejante un movimiento que pusiera en duda las realidades espirituales. La religión es sustituida por la ideología, y el valor religioso ya no es lo fundamental, llegando a iniciarse así un ateísmo de masas. Es una situación que vendrá a resolverse en la secularización y en la descristianización de la sociedad.

Desde el punto de vista espiritual, en este período se vive de lo recibido, predomina la rutina y crecen las devociones populares. Y como es tan escasa la fuerza creativa, muchos comienzan a cuestionar ciertas prácticas piadosas en uso.

Jansenismo y quietismo

Por otro lado, a mediados del XVII, están obrando también con gran fuerza otras dos corrientes, jansenismo y quietismo, que modifican hondamente la verdadera vida cristiana.

Procedente del obispo Jansenius Corneille (+1638), podría decirse que el jansenismo viene a ser un calivinismo imperfecto. Moralmente rigorista, oscurece la espiritualidad de esta época con un sombrío fatalismo.

Por el contrario, el quietismo, concretamente el de Miguel de Molinos (+1698), lleva a una vida cristiana dominada por la pasividad. Para los quietistas, toda la vida espiritual se centra en la oración, en la intimidad con Dios contemplativa, en una oración que consiste en escuchar a Dios sin hacer absolutamente nada. Se trata, pues, de una espiritualidad estrictamente interiorista.

Reacciones de la Iglesia

La Iglesia reacciona rápidamente ante los errores del iluminismo. Los escritores eclesiásticos se ven obligados a demostrar lo que dicen y a explicar lo que proponen, ampliando considerablemente las líneas de acción. En estas circunstancias, surge en la Iglesia un enciclopedismo ascético-místico, que viene a imitar el enciclopedismo de los filósofos y naturalistas. Un maravilloso florecimiento de estudios teológicos se hace sentir en estos años dentro de la comunidad eclesial. Se amplían, por obra sobre todo de teólogos dominicos, franciscanos y jesuitas, las fronteras de la teología, que se abre a nuevos horizontes en cuestiones dogmáticas o morales, exegéticas o apologéticas.

Pues bien, es ahora cuando la Teología Espiritual, al principio llamada teología mística, se va afirmando cada vez más como un tratado teológico independiente. El camino de perfección ordinario va tomando el nombre de ascética, y el que algunos consideran extraordinario recibe el nombre de mística. Siguiendo esta discutible división de «doble vía», en 1750, por ejemplo, se publica el Directorio ascético-místico de Bernardo de Castelvetere. Y en este mismo sentido, Scaramelli escribe el Directorio ascético y el Directorio místico, como heredero inmediato de la sabiduría espiritual de otros maestros jesuitas, entre ellos Alonso Rodríguez (+1616: Ejercicio de perfección y virtudes cristianas) y sobre todo, como ya señalé, Diego Alvarez de Paz (+1620), con sus amplias y numerosas obras.

La presente edición

En junio de 1997 presenté en Burgos, en la Facultad de Teología, una tesina de licenciatura en Teología Espiritual, que elaboré con la experta guía del Prof. Don Saturnino López Santidrián, y que titulé O caminho de perfeição cristã com ajuda do Director espiritual, segundo o Directório Ascético de João Baptista Scaramelli.

Usé como texto básico los cuatro volúmenes del Directorio Ascético editado en la Imprenta de Ramón Ruiz, Madrid: I, 1794, 662 págs.; II, 1794, 540 págs.; III, 1795, 651 págs.; y IV, 1795, 408 págs. En referencia a estos volúmenes hago las citas, a veces con mínimas modificaciones, que acerquen al castellano actual, y señalando siempre volumen y páginaIV,407, según el ejemplo precedente.

Invitado por el Prof. Don José María Iraburu -a quien agradezco sinceramente su iniciativa y ayuda-, he realizado una versión simplificada de la tesina aludida. De este modo, con el Directorio ascético de Juan Bautista Scaramelli, ofrezco a los lectores una síntesis clásica de espiritualidad católica -fiel sobre todo a la doctrina de Santo Tomás de Aquino-, que puede prestar sin duda un válido servicio a quienes se inician en el camino de la perfección y a quienes les ayudan en este santo intento. Así lo quiera Dios.