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4.-Celebración sacramental del matrimonio

Conviene que los novios conozcáis bien el cuadro jurídico y litúrgico en el que se va formar vuestro matrimonio. Y también los casados podréis meditar con provecho espiritual estas normas canónicas y oraciones litúrgicas que dieron forma conyugal a vuestra vida.

Leyes canónicas de la Iglesia

En los cánones del Código de Derecho Canónico (1983) se declara y establece lo siguiente:

1055. -La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados. -Por tanto, entre bautizados, no puede haber contrato matrimonial válido que no sea por eso mismo sacramento.

1056. Las propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad...

1057. -El matrimonio lo produce el consentimiento de las partes legítimamente manifestado entre personas jurídicamente hábiles... -El consentimiento matrimonial es el acto de voluntad por el cual el varón y la mujer se entregan y aceptan mutuamente en alianza irrevocable para constituir matrimonio.

1063. -Los pastores de almas están obligados a procurar... la preparación personal de los novios para la celebración del matrimonio, por la cual se dispongan para la santidad y las obligaciones de su nuevo estado...

1065. -Los católicos aún no confirmados deben recibir el sacramento de la confirmación antes de ser admitidos al matrimonio, si ello es posible sin dificultad grave. -Para que reciban fructuosamente el sacramento del matrimonio, se recomienda encarecidamente que los contrayentes acudan a los sacramentos de la penitencia y de la santísima Eucaristía.

1066. -Antes de que se celebre el matrimonio, debe constar que nada se opone a su celebración válida y lícita.

1108. -Sólamente son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delegado...

El expediente matrimonial

Con el párroco o su delegado, los novios han de hacer el expediente matrimonial, para el que se requiere:

-carnet de identidad, libro de familia, o en su defecto, partida de nacimiento; y si el expediente matrimonial se está tramitando en parroquia ajena, partida de bautismo obtenida en la parroquia de origen;

-declaración firmada de los novios, según formulario diocesano, en la que se asegura la ausencia de impedimentos y la recta intención de contraer matrimonio católico;

-declaración firmada de testigos del novio y de la novia, en la que confirman la veracidad de esa declaración, según también un formulario previsto;

-acreditar que se ha obtenido la información personal precisa (cursillos prematrimoniales o equivalentes) para prepararse suficientemente al matrimonio sacramental.

Preparativos materiales

El expediente canónico, previo al matrimonio, es un trámite normalmente breve y sencillo. Pero la celebración de la boda suele traer un sinnúmero de trámites, detalles y gestiones: sacerdote y padrinos, permisos laborales, día y hora de iglesia, trajes, arreglos de la nueva vivienda, lista de invitados, tarjetas de invitación, flores y música en la ceremonia, fotografías, banquete, música para el baile, viaje de bodas, etc.

Pues bien, en esto, como en todo, los novios cristianos no habéis de plegaros sin más a las exigencias de la costumbre, tal como ésta se ha ido configurando en vuestro pueblo o grupo social. Respetando las tradiciones respetables, y conservando la solemnidad social que a una acción tan importante debe darse, procurad elegir bien cómo queréis celebrar vuestro matrimonio, acentuando bien la religiosidad de algo tan santo y santificante, y procurando expresarla con la sobriedad y elegancia propias del espíritu cristiano.

Y otra cosa importante: haced todo lo preciso con mucha antelación. Así podréis hacer las cosas bien, con calma y disfrutando incluso en ello. Pero sobre todo, no llegaréis así a la celebración del sacramento abrumados y nerviosos, en medio de una vorágine de agobios, llamadas y encargos de última hora.

Preparativos espirituales

Algo tan grande y hermoso como formar para siempre en Cristo y en la Iglesia un matrimonio sacramental requiere ser hecho con toda calma y conciencia. Es, pues, muy deseable que en las semanas precedentes al sacramento acrecentéis vuestra vida de oración; hagáis algún retiro, si es posible; recibáis el sacramento de la penitencia, para acercaros a vuestra unión purificados de toda culpa y huella de pecado. Habéis de entregaros el uno al otro limpios, resplandecientes, revestidos de la gracia de Cristo, con paz y alegría espiritual.

La ceremonia litúrgica

El matrimonio se celebra normalmente en un templo. Y puede realizarse dentro o fuera de la santa misa. En el primer caso, que en principio es más aconsejable, el vínculo sagrado de la alianza conyugal se establece precisamente dentro de la Eucaristía, es decir, dentro del sacrificio de la Nueva Alianza, esa alianza que une para siempre a la Iglesia con Cristo Esposo. En este caso, el curso de la celebración -muy en esquema- es éste:

Llegados los novios al sitio previsto, y quedando el novio a la derecha de la novia, se inicia la Misa. Y al terminar la homilía, el sacerdote se acerca a los novios, para iniciar con ellos lo que es propiamente el sacramento del matrimonio:

1.* Escrutinio

-N. y N., ¿venís a contraer Matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? -Sí, venimos libremente.

-¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?-Sí, estamos decididos.

-¿Estáis dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia ? -Sí, estamos dispuestos.

2.* Consentimiento

-Así pues, ya que queréis contraer santo Matrimonio, unid vuestras manos [unen sus manos derechas], y manifestad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

-(Esposo:) Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

-(Esposa:) Yo, N., te recibo a ti, N., como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

-El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro, que habéis manifestado ante la Iglesia, y os otorgue su copiosa bendición. «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

-Bendigamos al Señor. -(Todos) Demos gracias a Dios.

[El Ritual del Matrimonio prevé también otras fórmulas].

[Según costumbre, el esposo ahora levanta el velo que cubre el rostro de la esposa].

3.* Anillos

El Señor bendiga + estos anillos que vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad. -Amén.

-(Esposo) N., recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

-(Esposa) N., recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

4.* Arras

[Si es tradición y parece conveniente].

-Bendice, Señor, + estas arras, que N. y N. se entregan, y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes.

-(Esposo) N., recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.

-(Esposa) N., recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir.

[Aquí el coro puede entonar un canto de alabanza al Señor].

5.* Oración de los fieles

[Pueden ser enunciadas las intenciones por el sacerdote o por familiares o amigos de los novios, siguiendo estas fórmulas u otras].

-(Sacerdote) Oremos, hermanos, por las necesidades de la santa Iglesia y de todo el mundo, y encomendemos especialmente a nuestros hermanos N. y N., que acaban de celebrar con gozo su Matrimonio.

-Por la santa Iglesia: para que Dios le conceda ser siempre la esposa fiel de Jesucristo. Roguemos al Señor.

-Por los nuevos esposos N. y N.: para que el Espíritu Santo los llene con su gracia y haga de su unión un signo vivo del amor de Jesucristo a su Iglesia. Roguemos al Señor.

-Por nuestro hermano N.: para que sea siempre fiel al Señor, como Abrahán, y admirable por su piedad y honradez, como Tobías. Roguemos al Señor.

-Por nuestra hermana N.: para que sea siempre irreprensible en su conducta, brille por su dulzura y pureza, humildad y prudencia. Roguemos al Señor.

-Por todos los Matrimonios: para que, en el amor mutuo y en la fidelidad constante, sean en nuestra sociedad fermento de paz y unidad. Roguemos al Señor.

-Por los miembros de nuestras familias que han muerto en la esperanza de la resurrección: para que Cristo los acoja en su reino y los revista de gloria y de inmortalidad. Roguemos al Señor.

-(Sacerdote) Escucha, Padre de bondad, nuestra oración, y concede a tus siervos, que confían en ti, conseguir los dones de tu gracia, conservar el amor en la unidad, y llegar [con su descendencia], después de esta vida, al reino eterno. Por Jesucristo nuestro Señor.

-Amén.

[Tras la Oración de los Fieles, sigue la Misa con el ofertorio, al modo normal].

6.* Después del Padrenuestro

[Rezado el Padrenuestro, el sacerdote pronuncia unas solemnes oraciones de bendición sobre el esposo y la esposa].

[Es conveniente, aunque no obligado, que los nuevos esposos comulguen en la Misa de su boda. Los esposos y sus padres, los testigos y parientes, pueden recibir la comunión bajo las dos especies].